domingo, 12 de abril de 2015

Primer libro de Enoc. Parte 12

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.

Talvez no has leído aun:

Primer libro de Enoc. Parte 11.

Primer libro de Enoc. Parte 10.

Primer libro de Enoc. Parte 9.

Primer libro de Enoc. Parte 8.

Primer libro de Enoc. Parte 7.


CAPÍTULO 95.

1 ¡Oh, si mis ojos fueran aguas y yo pudiera llorar sobre vosotros, extendería mis lágrimas como nubes y podría consolar mi angustiado corazón! (Lc 19:41).
2 ¿Quién os ha permitido hacer ofensas y practicar maldades? El juicio os alcanzará a vosotros, pecadores.
3 No temáis a los pecadores, oh justos, porque el Soberano del Universo los entregará de nuevo en vuestras manos para que vosotros los juzguéis a gusto. (Is 8.12; 2 M 6:26; Mt 10:26-28; 1 Co 6:2; 1 P 3:14).
4 ¡Desgracia para vosotros que lanzáis anatemas que no se pueden romper, el remedio está lejos de vosotros a causa de vuestros pecados! (Sal 62:13; Mt 6.38-47; Lc 6:27-28; Ro 2:1-2,6; 12:17-19).
5 ¡Desgracia para vosotros que devolvéis el mal a vuestro prójimo, porque seréis tratados de acuerdo a vuestras obras!

6 ¡Desgracia para vosotros testigos falsos y para quienes pesáis el precio de la injusticia, porque pereceréis repentinamente!
7 ¡Desgracia para vosotros pecadores que perseguís a los justos, porque vosotros mismos seréis entregados y perseguidos a causa de esa injusticia y el peso de su yugo caerá sobre vosotros!

CAPÍTULO 96.

1 Tened esperanza, oh justos, porque repentinamente perecerán los pecadores ante vosotros, y tendréis dominio sobre ellos de acuerdo a vuestro deseo.
2 En el día de la tribulación de los pecadores, vuestros hijos ascenderán y volarán como águilas y vuestro nido estará más alto que el de los cóndores; como ardillas subiréis y como conejillos podréis entrar en las hendiduras de la tierra y en las grietas de las rocas, lejos para siempre de la presencia de los injustos, que gemirán como sirenas y llorarán por causa de vosotros.
3 Por tanto, no temáis vosotros los que habéis sufrido, porque la sanación será distribuida entre vosotros, una luz radiante os iluminará y escucharéis del cielo la palabra de descanso. (Mt 11:28).
4 ¡Desgracia para vosotros pecadores porque vuestra riqueza os da la apariencia de justos, pero vuestros corazones os convencen de que sois pecadores y ello será un testimonio contra vosotros y vuestras malas acciones!
5 ¡Desgracia para vosotros que devoráis la flor del trigo, que bebéis vino en grandes tazas y que con vuestro poder pisoteáis a los humildes!

6 ¡Desgracia para vosotros que podéis beber agua fresca en cualquier momento, porque de un momento a otro recibiréis vuestra recompensa: seréis consumidos y exprimidos hasta la última gota, porque rechazasteis la fuente de la vida!
7 ¡Desgracia para vosotros que forjáis la injusticia, el fraude y la blasfemia, porque contra vosotros habrá un memorial por delitos!
8 ¡Desgracia para vosotros poderosos que con la violencia oprimís al justo, porque el día de vuestra destrucción está llegando, el día de vuestro juicio y en ese tiempo vendrán días numerosos y buenos para los justos.

CAPÍTULO 97.

1 Creed, oh justos, porque los pecadores serán avergonzados y perecerán el día de la iniquidad.
2 Sabed pecadores que el Más Alto está pendiente de vuestra destrucción y que los ángeles del cielo se alegran por vuestra perdición.
3 ¿Qué vais a hacer pecadores y a dónde huiréis el día del juicio cuando escuchéis el murmullo de la oración de los justos?
4 Os irá como a aquellos contra quienes estas palabras serán un testimonio: "Sois cómplices de pecado".
5 En esos días la oración de los justos llegará hasta el Señor y llegarán los días del juicio para vosotros.

6 Se leerán ante el Santo y el Justo todas las palabras sobre vuestra injusticia, se os llenará la cara de vergüenza y Él rechazará toda obra basada en la injusticia.
7 ¡Desgracia que estáis en medio del océano o sobre el continente, porque su memoria es funesta para vosotros!
8 ¡Desgracia para vosotros que adquirís el oro y la plata con la injusticia! Decís: "Hemos llegado a ser ricos, a tener fortuna y propiedades y hemos conseguido lo que hemos deseado; (Jr 22:13-17; Mi 3:10; Ap 3:7).
9 realicemos ahora nuestros proyectos, porque hemos acumulado plata, llenan nuestros depósitos hasta el borde, como agua, y numerosos son nuestros trabajadores". (Am 8:5).
10 Como agua se derramarán vuestras quimeras, porque vuestra riqueza no permanecerá, sino que súbitamente volara de vosotros, porque la habéis adquirido con injusticia y seréis entregados a una gran maldición. (Ha 2:5-8).

CAPÍTULO 98.

1 Ahora juro ante vosotros, para los sabios y para los tontos, que tendréis extrañas experiencias sobre la tierra.
2 Porque vosotros los hombres os pondréis más adornos que una mujer y más ropas de colores que una muchacha. En la realeza, en la grandeza y en poder; en la plata, en el oro y en el púrpura; en el esplendor y en los manjares, ellos serán derramados como agua.
3 Porque carecerán de conocimiento y sabiduría y a causa de ello serán destruidos junto con sus propiedades, su gloria y su esplendor, con oprobio, mortandad y gran carestía, su espíritu será arrojado dentro de un horno ardiente.
4 Juro ante vosotros pecadores que así como una montaña no se convierte en un esclavo ni una colina se convierte en una sirvienta, así el pecado no ha sido enviado sobre la tierra sino que el hombre lo ha cometido y cae bajo una gran maldición quien lo comete. (Mt 15:19).
5 La esterilidad no ha sido dada a la mujer sino que es por causa de la obra de sus manos por la que muere sin hijos.

6 Os juro a vosotros pecadores por el Santo y el Grande que todas vuestras malas acciones son manifiestas en los cielos y que ninguno de vuestros actos de opresión está oculto o secreto. (Lc 8:17, 12:2).
7 No penséis en vuestro espíritu ni digáis en vuestro corazón que no sabíais o no veíais que todo pecador es inscrito diariamente en el cielo ante la presencia del Más Alto. (Mt 25:44).
8 Desde ahora sabéis que toda la opresión que ejercéis es registrada día a día hasta el día del juicio.
9 ¡Desgracia para vosotros insensatos porque seréis perdidos por vuestra necedad! No escuchasteis a los sabios y la buena suerte no será vuestra herencia.
10 Ahora sabéis que estáis preparados para el día de la destrucción, por eso no esperéis vivir vosotros, pecadores, sino apartarse y morir; porque vosotros no conoceréis redención, ya que estáis preparados para el día del gran juicio, día de la gran tribulación y de la gran vergüenza para vuestros espíritus.

11 ¡Desgracia para vosotros los de corazón espeso que forjáis la maldad y coméis sangre! ¿De dónde coméis tanto y tan bueno y bebéis y os hartáis si no es de todos los bienes que el Señor, el Más Alto ha puesto sobre la tierra? Vosotros no tendréis paz. (Mt 10:34).
12 ¡Desgracia para vosotros que amáis la injusticia! ¿Por qué os prometisteis la felicidad? Sabed que seréis librados a las manos de los justos que os cortarán la cabeza y os matarán y no tendrán piedad de vosotros.
13 ¡Desgracia para vosotros que os complacéis por la tribulación de los justos, porque ninguna tumba será excavada para vosotros!
14 ¡Desgracia para vosotros que tenéis en nada la palabra de los justos, porque no hay para vosotros esperanza de vida!
15 ¡Desgracia para vosotros que escribís mentiras y palabras impías! Porque escriben sus mentiras para que la gente pueda escucharlas y hagan mal a su prójimo; por eso ellos no tendrán paz sino que perecerán súbitamente.

CAPÍTULO 99.

1 ¡Desgracia para vosotros que actuáis con impiedad, alabáis la mentira y la ensalzáis: pereceréis y no habrá vida feliz para vosotros!
2 ¡Desgracia para quienes pervierten las palabras de verdad, trasgreden la ley eterna y se convierten en lo que no eran: sobre la tierra serán pisoteados!
3 En esos días, estad listos, oh justos, para elevar vuestras oraciones y ponerlas como testimonio ante los ángeles, para que ellos puedan recordar los pecados de los pecadores ante el Más Alto.
4 En esos días las naciones se agitarán y las familias de los pueblos se levantarán en el día de la destrucción.
5 En esos días los miserables saldrán y llevarán a sus hijos y los abandonarán y sus hijos perecerán; abandonarán hasta a sus niños de pecho, no volverán a ellos y no tendrán compasión de sus seres queridos.

6 De nuevo os juro pecadores que el pecado está maduro para el día del incesante derramamiento de sangre.
7 Los que adoran la piedra y los que fabrican imágenes de oro, plata, madera o barro y los que adoran espíritus impuros o demonios y toda clase de ídolos sin discernimiento, a ellos ninguna ayuda les llegará.
8 Ellos caen en la impiedad por causa de la necedad de sus corazones, sus ojos están enceguecidos al temor de sus corazones y a la visión de sus sueños.
9 Por eso se vuelven impíos y temibles, porque han forjado con toda su obra un engaño y han adorado la piedra; perecerán en un instante.
10 En cambio, en esos días bienaventurados quienes acepten las palabras de sabiduría y las entiendan, sigan los caminos del Más Alto, caminen por los senderos de su justicia y no se conviertan a la impiedad con los impíos; porque ellos serán salvados. (Jr 15:19).

11 ¡Desgracia para vosotros que difundís la maldad entre vuestro prójimo, porque quedaréis muertos en la tumba!
12 ¡Desgracia para vosotros que usáis una medida de fraude y de trampa y que provocáis la amargura sobre la tierra, porque por eso seréis consumidos! (Lv 20:35-36; Dt 25:13-15; Pr 20:10; Am 8:5; Os 12:8; Mi 6:10).
13 ¡Desgracia para vosotros que edificáis vuestra casa gracias al trabajo de los demás: todos los materiales de construcción son ladrillos y piedras de injusticia y os digo que no tendréis ni un momento de paz! (Pr 21:9 LXX).
14 ¡Desgracia para aquellos que rechazan la mesura y la herencia eterna de sus padres y cuyas almas siguen luego a los ídolos, porque ellos no tendrán descanso!
15 ¡Desgracia para aquellos que obran injusticia, colaboran con la opresión y asesinan a su prójimo, hasta el día del gran juicio!

16 Porque Él echará por tierra vuestra gloria, causará dolor en vuestros corazones, suscitará su cólera y os destruirá a todos con la espada y todos los santos y los justos se acordarán de vuestros pecados.

CAPÍTULO 100.

1 En esos días en un mismo lugar serán castigados juntos los padres y sus hijos, y los hermanos uno con otro caerán en la muerte hasta que corra un río con su sangre.
2 Porque un hombre no podrá impedir a su mano que asesine a su hijo y a su nieto, ni el pecador podrá impedir a su mano que asesine a su querido hermano, desde el amanecer hasta que el sol se oculte, ellos se degollarán entre sí. (Ex 32:27-28).
3 El caballo avanzará hasta que su pecho se bañe en sangre y el carro hasta que su parte superior sea sumergida.
4 En esos días los ángeles descenderán en un sitio escondido, reunirán en solo lugar a todos los que han hecho llegar el pecado y en ese día del juicio el Más Alto se levantará para sentenciar el gran juicio en medio de los pecadores.
5 Para todos los justos y los santos Él designará Vigilantes de entre los santos ángeles, ellos les guardarán como a la niña de un ojo hasta que Él extermine toda maldad y todo pecado y si los justos duermen un sueño largo, no tendrán de qué preocuparse.

6 Entonces los hijos de la tierra observarán la sabiduría en seguridad y entenderán todas las palabras de este libro y reconocerán que la riqueza no puede salvarlos de la ruina de su pecado.
7 ¡Desgracia para vosotros si en el día de la terrible angustia atormentáis a los justos o los quemáis con fuego, pues seréis compensados de acuerdo con vuestras obras!
8 ¡Desgracia para vosotros duros de corazón que veláis para planificar la maldad, porque el terror se apoderará de vosotros y nadie os ayudará!
9 ¡Desgracia para vosotros pecadores por causa de las palabras de vuestra bocas y de las obras de tus manos, las cuales vuestra maldad ha forjado; en unas llamas ardientes peores que el fuego, os quemaréis! (Ap 20:15).
10 Ahora, sabed que para Él, los ángeles del cielo investigarán vuestras acciones, desde el sol, la luna y las estrellas en referencia a vuestro pecado, porque sobre la tierra ya ejecutó el juicio sobre los justos;

11 pero Él añadirá como testimonio contra vosotros toda nube, neblina, rocío o lluvia que estarán impedidos para descender sobre vosotros y pondrán atención a vuestros pecados.
12 ¡Ahora dadle regalos a la lluvia a ver si no se niega a descender sobre vosotros! ¿Cuándo ha aceptado el rocío oro y la plata para descender?
13 Cuando caigan sobre vosotros la escarcha y la nieve con sus escalofríos y todas las tormentas de nieve con sus calamidades, en esos días no podréis manteneros ante ellos.

CAPÍTULO 101.

1 Hijos del cielo observad el cielo y toda la obra del Más Alto, temblad ante Él y no obréis el mal en su presencia.
2 Si el cierra las ventana del cielo e impide a la lluvia y al rocío caer sobre vosotros ¿qué haréis?
3 Si envía contra vosotros su cólera a causa de todas vuestras obras, no tendréis ocasión de suplicarle si pronunciáis contra su justicia palabra soberbias e insolentes y así no tendréis paz.
4 ¿No veis a los pilotos cuando son agitados sus navíos por las olas y sacudidos por los vientos y caen en peligro?
5 A causa de esto temen que todas sus magníficas propiedades se vayan al mar con ellos y hacen malos presagios: que el mar os devorará y perecerán allí.

6 Todo el mar, todas sus aguas y todos sus movimientos ¿no son acaso obra del Más Alto, no ha puesto Él su sello sobre toda su acción y no lo ha encadenado a la arena?
7 En su reprimenda está temblando, se seca y todos sus peces mueren, así como todo lo que contiene, pero vosotros pecadores que estáis sobre la tierra, no le teméis.
8 ¿Acaso no ha hecho Él el cielo y la tierra y todo lo que contienen? ¿Quién ha dado la ciencia y la sabiduría a todos los que se mueven en la tierra y en el mar?
9 Los pilotos de los navíos no le temen al mar y los pecadores no le temen al Más Alto.

CAPÍTULO 102.

1 En esos días si Él lanza sobre vosotros un fuego terrible ¿a dónde huiréis y cómo os salvaréis? Y si lanza su palabra sobre vosotros ¿no estaréis consternados y no temblaréis?
2 Todas las luminarias serán presas de un gran temor y la tierra entera estará aterrada, temblará y se alarmará.
3 Todos los ángeles ejecutarán sus órdenes y buscarán ocultarse a sí mismos de la presencia de la Gran Gloria; los hijos de la tierra temblarán y se estremecerán y vosotros pecadores seréis malditos para siempre y no tendréis paz.
4 No temáis vosotras, almas de los justos; tened esperanza vosotros que habéis muerto en la justicia.
5 No os entristezcáis si vuestra alma ha descendido con dolor a la tumba y si a vuestro cuerpo no le ha ido en vida de acuerdo con vuestra bondad. En cambio, esperad el día del juicio de los pecadores, el día de la maldición y el castigo.

6 Cuando morís, los pecadores dicen de vosotros: "Tal como nosotros estamos muertos, los justos están muertos, ¿que provecho han sacado de sus obras?
7 "Al igual que nosotros ellos han muerto en la tristeza y en las tinieblas y ¿qué tienen de más que nosotros? Desde ahora somos iguales.
8 "¿Qué se llevarán y qué verán en la eternidad? Porque he aquí que ellos han muerto también y desde ahora no verán la luz".
9 Yo os digo: "A vosotros pecadores os basta comer y beber, robar, pecar, despojar a los hombres, adquirir riquezas y vivir felices días. (Is 22:15; 1 Co 15:32).
10 "¿Habéis visto el final de los justos? No se ha encontrado en ellos ninguna clase de violencia hasta su muerte.

11 "Sin embargo han muerto, ha sido como si no hubieran sido y sus vidas han bajado a la tumba en la aflicción.

CAPÍTULO 103.

1 "Pero, ahora os juro a vosotros justos, por la gloria del Grande, del Glorioso, del Poderoso en dominio y por su grandeza:
2 "Conozco el misterio, lo he leído en las tablillas del cielo, he visto el libro de los santos y he encontrado escrito y registrado en ellos:
3 que todo bienestar, alegría y gloria están preparados para ellos y escritos para los que han muerto en la justicia; numerosos bienes os serán dados en recompensa de vuestros trabajos y vuestro destino será mejor que el de los vivos. (Is 42:20, 64:3; Jr 3:16; 1Co 2:9).
4 "Las almas de vosotros los que habéis muerto en la justicia vivirán y se alegrarán y vuestro espíritu y vuestra memoria no perecerán ante la presencia del Grande por todas las generaciones del mundo y desde ahí no temeréis la afrenta".
5 ¡Desgraciados vosotros que habéis muerto pecadores! Si morís en la riqueza de vuestros pecados, los que son como vosotros dicen: "Dichosos estos pecadores que han visto todos sus días,

6 y ahora han muerto en el placer y en las riquezas y no han visto en su vida la tribulación ni el asesinato, han muerto en la gloria y no se ha proferido juicio contra ellos en vida".
7 Sabed que hará descender vuestras almas al Seol, serán allí desgraciadas y su sufrimiento será grande
8 en las tinieblas, las cadenas y el fuego ardiente, allí en donde se ejecutará el gran castigo. ¡Desgraciados vosotros porque no tendréis paz!
9 No digáis al observar a los justos y buenos que están con vida: "Durante su vida han trabajado laboriosamente y experimentado mucho sufrimiento, han conocido muchos males, han sido consumidos, disminuidos y su espíritu humillado.
10 "Han sido destruidos y no han encontrado a nadie que los ayude ni con una palabra, han sido torturados y no esperan ver la vida al día siguiente.

11 "Esperaban ser la cabeza pero son la cola, han sufrido trabajando pero no disponen del fruto de su trabajo; son alimento de los pecadores y los malvados han descargado su yugo sobre ellos.
12 "Les han dominado los que los odian y los que los agreden. Ante quienes los odian han bajado la cabeza y ellos no han tenido piedad.
13 "Han intentado alejarse de ellos para escapar y descansar pero no han encontrado a dónde huir ni cómo escapar de ellos.
14 "Se han quejado ante los gobernantes por su tribulación y han gritado contra quienes los devoran, pero sus gritos no han sido atendidos ni escucharían su voz,
15 porque los gobernantes ayudan a los que los despojan y devoran, a los que han reducido su número; encubren la opresión; no retiran el yugo de los que los devoran, desplazan y matan; ocultan su violencia y no recuerdan que han levantado su mano contra Él".

(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com

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