viernes, 27 de febrero de 2015

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 5

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

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CAPÍTULO 14.
El tiempo se lleva otra generación de hombres.

1. Cuando tenía Enós novecientos años, todos los hijos de Set, y de Cainán, y su primogénito, con sus mujeres y niños, se juntaron alrededor de él, pidiéndole una bendición de él.
2. Él entonces oró por ellos y les bendijo, y les hizo jurar a ellos por la sangre de Abel el justo diciéndoles a ellos: “No permitan a ninguno de vuestros hijos que baje de esta Pura Montaña, y que ellos no hagan ningún compañerismo con los hijos de Caín el asesino”.
3. Entonces Enós llamó a su hijo Cainán y le dijo a él: “Mira, Oh mi hijo, y pon tu corazón sobre tu pueblo, y establéceles en justicia, y en inocencia, y párate sirviendo ante el cuerpo de nuestro padre Adán, todos los días de tu vida”.
4. Luego de esto Enós entró al descanso, envejecido novecientos ochenta y cinco años, y Cainán le envolvió, y le recostó a él en la Cueva de Tesoros a la izquierda de su padre Adán; e hizo ofrendas por él, tras la costumbre de sus padres.

CAPÍTULO 15.
La descendencia de Adán continúa manteniendo la Cueva de Tesoros como un sepulcro familiar.

1. Luego de la muerte de Enós, se paró Cainán a la cabeza de su pueblo en justicia e inocencia, como su padre le había mandado a él; él también continuaba sirviendo ante el cuerpo de Adán, dentro de la Cueva de Tesoros.
2. Entonces cuando él había vivido novecientos diez años, le vino encima sufrimiento y aflicción. Y cuando él estaba por entrar al descanso, todos los padres con sus mujeres y niños vinieron a él, y él les bendijo, y les hizo jurar por la sangre de Abel, el justo, diciéndoles a ellos: “No permitan a ninguno de entre ustedes que baje de esta Montaña Pura, y no hagan compañerismo con los hijos de Caín el asesino”.
3. Mahalaleel, su hijo primogénito, recibió este mandamiento de su padre, quien le bendijo a él y se murió.
4. Entonces Mahalaleel le embalsamó a él con especies dulces, y le recostó en la Cueva de Tesoros, con sus padres; y ellos hicieron ofrendas por él, tras la costumbre de sus padres.

CAPÍTULO 16.
La buena rama de la familia todavía les tiene miedo a los hijos de Caín.

1. Entonces Mahalaleel se paró encima de su pueblo, y les alimentó en justicia e inocencia, y les vigilaba a ellos para observar que ellos no tuvieran ninguna relación con los hijos de Caín.
2. Él también continuaba en la Cueva de Tesoros orando y sirviendo ante el cuerpo de nuestro padre Adán, pidiéndole a Yahvé por misericordia sobre él mismo y sobre su pueblo, hasta que él tenía ochocientos setenta años, cuando él se enfermó.
3. Entonces todos sus hijos se juntaron a él, para verle, y para pedir por su bendición sobre todos ellos, antes de que se fuese de este mundo.
4. Entonces Mahalaleel se levantó y se sentó en su cama, sus lágrimas derramándose de su cara, y él llamó a su hijo mayor Jared, quien le vino a él.
5. Él entonces besó su cara, y le dijo: “Oh Jared, mi hijo, te hago jurar por Él quien hizo los cielos y la tierra, que vigiles a tu pueblo, y que les alimentes en justicia y en inocencia, y que no permitas que ninguno de ellos baje de esta Montaña Pura a los hijos de Caín, por si él perezca con ellos.

6. Oye, Oh mi hijo, luego de esto vendrá una gran destrucción sobre esta tierra por causa de ellos; Yahvé estará enojado con el mundo, y les destruirá a ellos con aguas.
7. Pero Yo también sé que tus hijos no te harán caso a ti, y que ellos bajarán de esta montaña y tendrán relaciones con los hijos de Caín, y que ellos perecerán con ellos.
8. ¡Oh mi hijo! Instrúyeles, y supervísales a ellos, para que ninguna culpa se conecte a ti por causa de ellos”.
9. Mahalaleel dijo más aún a su hijo Pared: “Cuando yo me muera, embalsama mi cuerpo y recuéstalo en la Cueva de Tesoros, al lado de los cuerpos de mis padres, entonces párate al lado de mi cuerpo y ora a Yahvé; y cuídales, y cumple tu servicio ante ellos, hasta que entres al descanso tú mismo”.
10. Mahalaleel entonces bendijo todos sus hijos, y entonces se acostó sobre su cama, y entró al descanso como sus padres.

11. Pero cuando vio Jared que su padre Mahalaleel estaba muerto, él lloró, y estuvo triste, y abrazó y besó sus manos y sus pies, y así hicieron todos sus hijos.
12. Y sus hijos le embalsamaron cuidadosamente, y le recostaron al lado de los cuerpos de sus padres. Entonces ellos se levantaron, y lamentaron por él cuarenta días.

CAPÍTULO 17.
Jared se vuelve disciplinario. Él se deja llevar a la tierra de Caín adonde él ve muchas vistas atractivas. Jared apenas se escapa con corazón limpio.

1. Entonces Jared guardó el mandamiento de su padre, y subió como un león sobre su pueblo. Él les alimentó en justicia e inocencia, y les mandó que no hagan nada sin su consejo. Porque él tenía miedo por ellos, por si ellos se fuesen a los hijos de Caín.
2. Por eso él les dio órdenes repetidamente; y continuaba haciendo así hasta el final del año número cuatrocientos ochenta y cinco de su vida.
3. Al final de estos años mencionados, le vino a él esta señal. Mientras Jared estaba parado como un león ante los cuerpos de sus padres, orando y advirtiéndoles a su pueblo, Satanás le envidió, y trabajó una apariencia hermosa, porque Jared no permitía a sus hijos hacer nada sin su consejo.
4. Satanás entonces le apareció a él con treinta hombres de sus ejércitos, en la forma de hombres buenos mozos, Satanás mismo siendo el mayor y el más alto de entre ellos, con una barba fina.
5. Ellos se pararon a la boca de la cueva, y llamaron afuera a Jared, de dentro de ella.

6. Él salió a ellos, y les encontró luciendo como hombres finos, llenos de luz, y de gran belleza. Él maravilló a su hermosura y a sus apariencias, y se preguntó en sigo mismo si ellos no fuesen hijos de Caín.
7. Él dijo también en su corazón: “Como los hijos de Caín no pueden subir hasta la altura de esta montaña, y ninguno de ellos es tan buen mozo como estos aparentan ser, y entre estos hombres no hay ninguno de mi familia, ellos deben de ser extranjeros”.
8. Entonces Jared y ellos intercambiaron un saludo y él dijo al mayor de entre ellos: “Oh mi padre, explícame la maravilla que está en ustedes, y cuéntame quienes son estos contigo, porque ellos me lucen como hombres extraños”.
9. Entonces el mayor comenzó a llorar, y el resto lloraron con él, y él dijo a pared: “Yo soy Adán quien Elohíym hizo primero; y este es Abel mi hijo, quien fue matado por su hermano Caín, en cuyo corazón Satanás le puso que le asesine a él.
10. Entonces éste es mi hijo Set, a quien yo pedí de Elohíym, quien me lo dio a mí, para confortarme en lugar de Abel.

11. Entonces este es mi hijo Enós, hijo de Set, y ese otro es Cainán, hijo de Enós, y ese otro es Mahalaleel, hijo de Cainán, tu padre”.
12. Pero Jared se quedó maravillando a su apariencia, y de lo que le dijo el mayor a él.
13. Entonces el mayor le dijo a él, “No maravilles, Oh mi hijo; nosotros vivimos en la tierra al norte del jardín, la cual Elohíym creó antes del mundo. Él no quiso permitirnos vivir ahí, sino nos puso dentro del jardín, debajo del cual ustedes están ahora habitando.
14. Pero luego de que yo transgredí, Él me hizo salir, y yo fui dejado que habite en esta cueva, problemas grandes y graves me vinieron encima, y cuando se acercaba mi muerte, yo mandé a mi hijo Set que tiene a su pueblo bien, y este mi mandamiento debía ser pasado de uno al próximo, hasta el final de las generaciones que vengan.
15. Pero, Oh Jared, mi hijo, nosotros vivimos en regiones hermosas, mientras ustedes viven aquí en miseria, como este tu padre Mahalaleel me informó, contándome que un gran diluvio vendrá y inundará la tierra entera.

(Continuará…)

Fuente: burgaraescrituras.blogspot.com

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 4

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CAPÍTULO 11.
Set se vuelve cabeza de los “hijos de Yahvé” – la tribu de gente más feliz y justa que jamás vivió.

1. Luego de la muerte de Adán y de Eva, Set separó sus hijos, y los hijos de sus hijos, de los hijos de Caín. Caín y su semilla bajaron y habitaron hacia el oeste, debajo del lugar donde él había matado a su hermano Abel.
2. Pero Set y sus hijos, habitaban hacia el norte sobre la montaña de la Cueva de Tesoros, para estar cerca de su padre Adán.
3. Y Set el mayor, alto y bueno, con un alma fina, y de una mente fuerte, se paraba a la cabeza de su pueblo, y les tenía a ellos en inocencia, penitencia, y mansedumbre, y no permitió ni uno de ellos que baje a los hijos de Caín.
4. Pero debido a su propia pureza, ellos fueron llamados “Hijos de Yahvé,” y ellos estaban con Yahvé, en lugar de los ejércitos de enviados quienes cayeron, porque ellos continuaban en honras a Yahvé y cantando canciones a Él, en su cueva, la Cueva de Tesoros.
5. Entonces Set se paró ante el cuerpo de su padre Adán, y de su madre Eva, y oró noche y día, y pidió por misericordia para él mismo y sus hijos, y que cuando él tuviese alguna dificultad tratando con un niño, que Él le diese consejo.

6. Pero a Set y sus hijos no les gustaba el trabajo terrenal, sino que se entregaban a cosas celestiales, porque ellos no tenían otro pensamiento que honras, palabras que honraban, y canciones hacia Yahvé.
7. Por eso oían ellos en todo momento las voces de enviados, exaltando y honrando a Yahvé desde adentro del jardín, o cuando ellos fueron enviados por Yahvé en una tarea, o cuando ellos se subían al cielo.
8. Porque Set y sus hijos, por motivo de su propia pureza, oían y veían esos enviados. Entonces, otra vez, el jardín no estaba lejos arriba de ellos, sino sólo algunos quince cúbitos espirituales.
9. Ahora un cúbito espiritual corresponde a tres cúbitos de un hombre, todo junto cuarenta y cinco cúbitos.
10. Set y sus hijos habitaban sobre la montaña debajo del jardín. Ellos no sembraban, ni cosechaban, ellos no trabajaban ninguna comida para el cuerpo, ni siquiera trigo, sino sólo ofrendas. Ellos comían de la fruta y de árboles bien favorecidos que crecían sobre la montaña adonde ellos vivían.

11. Entonces Set a menudo ayunaba cada cuarenta días, como también hacían sus hijos mayores. Porque la familia de Set olía el olor de los árboles del jardín, cuando el viento soplaba desde ahí.
12. Ellos estaban felices, inocentes, sin temor repentino. No había celosía, ni acción mala, y ningún odio entre ellos. No había pasión de animal; De ninguna boca entre ellos salía ni palabras profanas, ni maldición, ni consejo malvado, ni fraude. Porque los hijos de Adán de esa época nunca juraban, pero bajo circunstancias duras, cuando los hombres deben jurar, ellos juraban por la sangre de Abel el justo.
13. Pero ellos obligaban a sus hijos y sus mujeres cada día en la cueva que ayunen y oren, y que adorasen al Elohíym más Alto. Ellos se bendecían a sí mismos por el cuerpo de su padre Adán, y se ungían a sí mismos al lado de él.
14. Y ellos hacían así hasta que se acercaba el final de Set.

CAPÍTULO 12.
Asuntos de la familia de Set: Su muerte. El encabezamiento de Enós. Cómo siguió la rama exiliada de la familia de Adán.

1. Entonces Set, el justo, llamó a su hijo Enós, y Cainán, hijo de Enós, y Mahalaleel, hijo de Cainán, y les dijo a ellos:
2. “Como mi final está cerca, yo deseo construir un techo sobre el altar sobre cual se ofrecen las ofrendas”.
3. Ellos le hicieron caso a su mandamiento y salieron todos ellos, ambos ancianos y jóvenes, y laboraron duro en eso, y construyeron un techo hermoso sobre el altar.
4. Y el pensamiento de Set, en hacer esto, fue que una bendición debiese venir sobre sus hijos sobre la montaña; y que él debiese presentar una ofrenda por ellos antes de su muerte.
5. Entonces cuando fue completada la construcción del techo, él les mandó que hagan ofrendas. Ellos trabajaron diligentemente en estos, y los trajeron a Set su padre quien los tomó y los ofreció sobre el altar, y oró a Yahvé que acepte sus ofrendas, para tener misericordia sobre las almas de sus hijos, y que les guarde a ellos de la mano de Satanás.

6. Y Yahvé aceptó su ofrenda, y envió Su bendición sobre él y sobre sus hijos. Y entonces Yahvé hizo una promesa a Set, diciendo: “Al final de los grandes cuatro días, sobre cuales Yo he hecho una promesa a ti y a tu padre, Yo enviaré Mi Palabra y te salvaré a ti y a tu Semilla”.
7. Entonces Set y sus hijos, y los hijos de sus hijos, se reunieron, y bajaron desde el altar, y fueron a la Cueva de Tesoros – adonde ellos oraron y se bendijeron con el cuerpo de nuestro padre Adán, y se ungieron a sí mismos con ello.
8. Pero Set habitó en la Cueva de Tesoros, unos pocos días, y entonces agonizó sufrimientos hacia la muerte.
9. Entonces Enós, su hijo primogénito, le vino a él, con Cainán, su hijo, y Mahalaleel, el hijo de Cainán, y Jared, el hijo de Mahalaleel, y Enoc, el hijo de Jared, con sus mujeres e hijos para recibir una bendición de Set.
10. Entonces Set oró por ellos, y les bendijo, y les conjuró a ellos por la sangre de Abel el justo, diciendo, “Yo les ruego de ustedes mis hijos, que no permitan ni uno de ustedes bajar de esta montaña dedicada y pura.

11. No hagan ningún compañerismo con los hijos de Caín el asesino y el pecador, quien mató a su hermano, porque ustedes saben, Oh mis hijos, que nosotros huimos de él y de todo su pecado con todo nuestro poder porque él mató a su hermano Abel”
12. Luego de haber dicho esto, Set bendijo a Enós, su hijo primogénito, y le mandó que acostumbre servir en pureza ante el cuerpo de nuestro padre Adán, todos los días de su vida, entonces, también, que vaya periódicamente al altar que él, Set había construido. Y él le mandó que alimente su pueblo en justicia, en juicio y pureza todos los días de su vida.
13. Entonces los miembros de Set fueron soltados; sus manos y pies perdieron todo poder, su boca se volvió muda e incapaz de hablar, y él entregó el espíritu y se murió el día después de su año novecientos veinte; en el día veintisiete del mes Avíyv; Enoc entonces teniendo veinte años.
14. Entonces ellos envolvieron cuidadosamente al cuerpo de Set, y le embalsamaron con especies dulces, y le recostaron en la Cueva de Tesoros, al lado derecho del cuerpo de nuestro padre Adán, y ellos lamentaron por él cuarenta días. Ellos ofrecieron dádivas por él, como ellos habían hecho por nuestro padre Adán.
15. Luego de la muerte de Set, Enós subió a la cabeza de su pueblo, a quienes él alimentó en justicia, y juicio, como su padre le había mandado a él.

16. Pero para cuando Enós tenía ochocientos veinte años, Caín tenía una progenie grande, porque ellos tomaban mujeres frecuentemente, siendo entregados a lujurias de animal, hasta que la tierra abajo de la montaña estaba llena de ellos.

CAPÍTULO 13.
Entre los hijos de Caín había mucho robo, matanza y pecado.

1. En esos días vivía el ciego, quien era de los hijos de Caín. Él tenía un hijo cuyo nombre era Atun, y ellos dos tenían mucho ganado.
2. Pero tenía la costumbre de enviarles al pastizal con un pastor joven, quien les atendía a ellos, y quien cuando volvía a casa en el anochecer lloraba ante su abuelo, y ante su padre Atun y su madre Jazina, y les dijo a ellos: “En cuanto a mí, yo no puedo alimentar ese ganado solo, por si alguno me robe de algunos de ellos, o me maten por causa de ellos”. Porque entre los hijos de Caín, había mucho robo, matanza y pecado.
3. Entonces le tuvo pena, y le dijo a él, “Ciertamente, cuando él está solo, podría ser apoderado por los hombres de este lugar”.
4. Así que se levantó Lémekh, tomó un arco que él había guardado desde que él era un joven, antes de que él se volviera ciego, y él tomó flechas grandes, y piedras lisas, y una honda que él tenía, y se fue al campo con el pastor joven, y se puso a si mismo detrás del ganado, mientras el pastor joven velaba el ganado. Así hizo muchos días.
5. Mientras tanto Caín, siempre desde cuando Yahvé le había echado, y le había maldecido a él con temblor y terror, no podía ni asentarse ni hallar reposo en ningún lugar, sino que vagaba de lugar a lugar.

6. En sus vagancias él vino a las mujeres de Lémekh, y les preguntó a ellas sobre él. Ellas le dijeron a él, “Él está en el campo con el ganado”.
7. Entonces Caín se fue a buscarle a él, y mientras él entraba al campo, el joven pastor oyó el sonido que él hacía, y el ganado juntándose de delante de él.
8. Entonces dijo él a Lémekh, “Oh mi soberano, ¿es esa una bestia salvaje o un ladrón?”.
9. Y le dijo a él, “Hazme entender de qué manera él luce, cuando él se asoma”.
10. Entonces arqueó su arco, le puso una flecha, y calzó una piedra en la honda, y cuando salió Caín del campo abierto, el pastor dijo a Lémekh, “Dispara, mira, él está viniendo”.

11. Entonces disparó hacia Caín con su flecha y le pegó en su costado. Y le pegó con una piedra de su honda, la cual cayó sobre su cara, y le quitó ambos de sus ojos, entonces cayó Caín inmediatamente y se murió.
12. Entonces y el pastor joven se acercaron a él, y le encontraron acostado en el suelo. Y el pastor joven le dijo a él: “¡Es Caín nuestro abuelo, a quien tú has matado, Oh mi soberano!”.
13. Entonces estaba triste por eso, y de la amargura de su arrepentimiento, él pegando con sus manos, y pegó con su palma abierta la cabeza del joven, quien se cayó como muerto, pero pensó que fue un truco, así que él tomó una piedra y le pegó, y azotó su cabeza hasta que él se murió.

(Continuará…)

Fuente: burgaraescrituras.blogspot.com

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 3

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CAPÍTULO 7.
Set se casa con Aklia. Adán vive a ver nietos y bisnietos.

1. Cuando nuestro padre Adán vio que Set era de un corazón maduro, él deseó que él se case, por si apareciese el enemigo a él otra vez, y le venza.
2. Así que Adán dijo a su hijo Set, “Yo deseo, Oh mi hijo, que tú tomes a tu hermana Aklia, la hermana de Abel, para que ella te tenga hijos, quienes repletarán la tierra, según la promesa de Yahvé a nosotros.
3. No temas, Oh mi hijo; no hay disfavor en ello. Yo deseo que tú te cases, por temor que el enemigo te venza”.
4. Sin embargo Set no deseaba casarse, pero en obediencia a su padre y madre, él no dijo ninguna palabra.
5. Así que Adán le casó a Aklia. Y él tenía quince años.

6. Pero cuando él tenía veinte años, él procreó un hijo, a quién él llamó Enós; y entonces procreó otros niños que él,
7. Entonces Enós se creció, se casó, y procreó a Cainán.
8. Cainán también se creció, se casó, y procreó a Mahalaleel.
9. Esos padres nacieron durante la vida de Adán, y habitaron por la Cueva de Tesoros.
10. Entonces fueron los días de Adán novecientos treinta años, y los de Mahalaleel cien (tenía 535 años cuando murió Adán). Pero Mahalaleel, cuando él había crecido, amaba ayunar, orar, y laboraba duro, hasta que se acercaba el final de los días de nuestro padre Adán.

CAPÍTULO 8.
Las palabras asombrosas últimas de Adán: Él predice el Diluvio. Él exhorta su descendencia al bien, él revela ciertos misterios de la vida.

1. Cuando nuestro padre Adán vio que su fin estaba cerca, él llamó a su hijo Set, quien vino a él en la Cueva de Tesoros, y él le dijo a él:
2. “Oh Set, mi hijo, tráeme tus hijos y tus nietos, para que yo derrame mi bendición sobre ellos antes de que yo muera”.
3. Cuando Set oyó estas palabras de su padre Adán, él se fue de él, derramó un chorro de lágrimas sobre su cara, y juntó sus hijos y los hijos de sus hijos, y les trajo a su padre Adán.
4. Pero cuando nuestro padre Adán les vio a ellos alrededor de él, él lloró al tener que ser separarse de ellos.
5. Y cuando ellos le vieron a él llorando, ellos todos lloraron juntos, y cayeron sobre su cara diciendo: “¿Cómo serás tú removido de nosotros, Oh nuestro padre? ¿Y cómo te recibirá la tierra y te esconderá de nuestros ojos?”. Así lamentaron ellos mucho, y en palabras parecidas.

6. Entonces nuestro padre Adán les bendijo a todos ellos, y le dijo a Set, luego de que él les había bendecido:
7. “Oh Set, mi hijo, tú conoces este mundo que está lleno de tristeza, y de cansancio, y tú conoces todo lo que nos ha acontecido, por nuestras pruebas en ello, yo por eso te ordeno en estas palabras: que guarden la inocencia, que sean puros y justos, y confiando en Yahvé. Y que no se inclinen hacia los discursos de Satanás, ni a las apariciones en cual él se mostrará a sí mismo a ustedes.
8. Pero guarda los mandamientos que yo te doy a ti este día; entonces dáselos los mismos a tu hijo Enós. Y que Enós se los dé a su hijo Cainán; y Cainán a su hijo Mahalaleel, para que este mandamiento se quede firme entre todos tus hijos.
9. Oh Set, mi hijo, el momento que esté muerto, lleven mi cuerpo y embobínalo con mirra, aloe, y casia, y déjenme aquí en esta Cueva de Tesoros en cual están todos estos símbolos cuales Yahvé nos dio del Jardín.
10. Oh mi hijo, luego de esto vendrá un diluvio e inundará toda criatura, y eximirá solamente ocho almas.

11. Pero permitan a esos a quienes eximirá de entre tus hijos en ese momento, quitar mi cuerpo con ellos fuera de esta cueva; y cuando ellos lo hayan llevado con ellos, que el mayor entre ellos ordene a sus hijos que acuesten mi cuerpo en un barco hasta que la inundación haya sido apaciguada, y ellos saliesen del barco.
12. Entonces ellos llevarán mi cuerpo y lo acostarán en el medio de la tierra, poco luego que ellos hayan sido salvados de las aguas del diluvio.
13. Porque el lugar adonde mi cuerpo será acostado es el medio de la tierra; Yahvé vendrá desde ahí y salvará todos nuestros familiares.
14.Pero ahora, Oh Set, mi hijo, colócate a la cabeza de tu pueblo, tiéndelos y vigila sobre ellos en el temor de Yahvé, y dirígelos en el buen Camino. Ordénalos que ellos ayunen para Yahvé; y hazles entender que ellos no deben hacerle caso a Satanás, por si él les destruyese a ellos.
15. Entonces, otra vez, separa tus hijos y los hijos de tus hijos de los hijos de Caín; nunca les permitas a ellos jamás mezclarse con esos, ni se acerquen a ellos ni en sus palabras o en sus obras”.

16. Entonces Adán permitió su bendición descender sobre Set, y sobre sus hijos, y sobre todos los hijos de sus hijos.
17. Él entonces se viró a su hijo Set, y a Eva su mujer, y les dijo a ellos, “Preserva este oro, este incienso, y esta mirra, que Yahvé nos ha dado como un símbolo; porque en días que están viniendo, un diluvio inundará la creación entera. Pero aquellos quienes entrarán dentro de la caja “arca” llevarán con ellos el oro, el incienso, y la mirra, juntos con mi cuerpo; y acostarán al oro, el incienso, y la mirra, con mi cuerpo en el medio de la tierra.
18. Entonces, luego de mucho tiempo, la ciudad en la cual se encuentra el oro, el incienso, y la mirra, con mi cuerpo, será despojada. Pero cuando será despojada, el oro, el incienso, y la mirra serán cuidados con el despojo que se guarda, y ninguno de ellos perecerá, hasta que la Palabra de Yahvé, hecho hombre vendrá, cuando reyes los llevarán, y se lo ofrecerán a Él, oro en simbolismo de Su ser Rey, incienso en simbolismo de Su ser el Elohíym del cielo y la tierra, y la mirra en simbolismo de Su sufrimiento.
19. Oro también, como un símbolo de Su triunfo sobre Satanás, y todos nuestros enemigos; incienso como símbolo de que Él se levantará de los muertos, y será exaltado arriba de todas las cosas en los cielos y las cosas en la tierra, y la mirra en símbolo de que Él beberá bilis amargo, y sentirá los dolores del Seol por Satanás.
20. Y ahora, Oh Set, mi hijo, mira, yo te he revelado a ti secretos escondidos, los cuales Elohíym me ha revelado a mí. Guarda mi mandamiento, para ti mismo, y para tu pueblo”.

CAPÍTULO 9.
La muerte de Adán.

1. Cuando Adán había terminado su mandamiento a Set, sus miembros fueron soltados, sus manos y pies perdieron todo poder, su boca se volvió muda, y su lengua cesó de hablar enteramente. Él cerró sus ojos y cedió el espíritu.
2. Pero cuando sus hijos vieron que él estaba muerto, ellos se tiraron ellos mismos sobre él, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, llorando.
3. La muerte de Adán sucedió al final de novecientos y treinta años que él vivió sobre la tierra, en el día quince de Barmudeh, tras la observación de una epacta del sol, a la novena hora.
4. Fue en un sexto día de la semana, el mismo en cual él fue creado, y en cual él descansó, y la hora en la cual él se murió, fue la misma a la cual él había salido del jardín.
5. Entonces Set le envolvió bien a él, y le embalsamó con muchas especies dulces, de árboles puros y de la Montaña Pura, y él recostó su cuerpo en el lado oriental del interior de la cueva, el lado del incienso, y puso enfrente de él un pedestal de lámpara que se mantenía quemando.

6. Entonces sus hijos se pararon ante él llorando y lamentando por él la noche entera hasta el amanecer.
7. Entonces Set y su hijo Enós, y Cainán, el hijo de Enós, salieron y llevaron buenas ofrendas para presentar ante Yahvé, y ellos vinieron al altar sobre cual Adán había ofrecido dádivas a Elohíym, cuando él solía ofrecer.
8. Pero Eva le dijo a ellos: “Esperen hasta que nosotros hayamos primero pedido a Yahvé que acepte nuestra ofrenda, y que guarde con Él el alma de Adán Su sirviente, y que lo lleve al descanso”.
9. Y ellos todos se pararon y oraron.

CAPÍTULO 10.
Adán fue el primero.

1. Y cuando ellos habían terminado su oración, la Palabra de Yahvé vino y les confortó a ellos por su padre Adán.
2. Luego de esto, ellos ofrecieron sus dádivas por ellos mismos y por su padre.
3. Y cuando ellos habían terminado su ofrenda, la Palabra de Yahvé vino a Set, el mayor entre ellos, diciéndole a él: “Oh Set, Set, Set”; tres veces. “Como Yo estaba con tu padre, así también estaré Yo contigo, hasta el cumplimiento de la promesa que Yo le hice a él, tu padre, diciendo, ‘Yo enviaré Mi Palabra y te salvaré a ti y a tu Semilla’.
4. Pero acerca de tu padre Adán, guarden ustedes el mandamiento que él te dio, y separa tu semilla de la de Caín tu hermano”.
5. Y Yahvé retiró Su Palabra de Set.

6. Entonces Set, Eva, y sus niños, bajaron de la montaña a la Cueva de Tesoros.
7. Pero Adán fue el primero (de la línea de la Semilla) cuya vida murió en la tierra de Edén, en la Cueva de Tesoros; porque ninguno había muerto anterior a él, excepto su hijo Abel, quien murió asesinado.
8. Entonces todos los hijos de Adán se levantaron, y lloraron por su padre Adán, e hicieron ofrendas por él, ciento cuarenta días.

(Continuará…)

Fuente: burgaraescrituras.blogspot.com

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 2

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Libros bíblicos apócrifos. Parte 6.

CAPÍTULO 4.
Adán ve al Adversario en sus colores verdaderos.

1. Entonces Yahvé ordenó a Satanás que se muestre sí mismo a Adán claramente, en su propia forma horrenda.
2. Pero cuando Adán le vio, él temió, y tembló al verle a él.
3. Y Yahvé le dijo a Adán: “Mira a este shëd, y a su vista horrenda, y sepas que él es quién te hizo caer de la iluminación a la oscuridad, de la paz y descanso a trabajo y miseria.
4. ¡Y mírale, Oh Adán, a él, quien dijo de sí mismo que él es Elohíym! ¿Puede Yahvé ser negro? ¿Tomaría Yahvé la forma de una mujer? ¿Existe alguno más fuerte que Yahvé? ¿Y puede Él ser vencido?
5. ¡Ve, entonces, Oh Adán, y mírale atado en tu presencia, en el aire, incapaz de huirse! Por eso, Yo te digo a ti, no le tengas miedo; desde ahora en adelante ten cuidado, y vélate de él, en cualquier cosa que él te haría”.

6. Entonces Yahvé le echó a Satanás de delante de Adán, a quien Él fortaleció, y cuyo corazón Él confortó, diciéndole a él, “Vete abajo a la Cueva de Tesoros, y no te separes a ti mismo de Eva; Yo apagaré todo el deseo animal en ti”.
7. Desde esa hora les dijo a Adán y Eva, y ellos disfrutaron descanso por el mandamiento de Elohíym. Pero Yahvé no hizo algo semejante a ninguno de la semilla de Adán, sino sólo a Adán y Eva.
8. Entonces Adán adoró ante Yahvé, por haberle liberado, y por haberle detenido sus pasiones. Y él vino abajo de encima de la cueva, y habitó con Eva como anteriormente.
9. Esto terminó los cuatro días de su separación de Eva.

CAPÍTULO 5.
Satanás pinta un cuadro brillante para que Set lo considere.

1. Acerca de Set, cuando él tenía siete años, él reconocía el bien y el mal, y era consistente ayunando y orando, y pasó todas sus noches rogándole a Yahvé por misericordia y perdón.
2. Él también ayunó cuando traía su ofrenda cada día, más que lo que hizo su padre, porque él era de una mirada linda, parecido a un enviado de Yahvé. Él también tenía un buen corazón, preservaba las cualidades mejores de sí mismo, y por esta razón él traía su ofrenda cada día.
3. Y Yahvé estaba agradado con su ofrenda, pero Él estaba también agradado con su pureza. Y él continuaba así haciendo la voluntad de Yahvé, y de su padre y madre, hasta que él tenía siete años.
4. Después de eso, mientras él bajaba desde el altar, cuando había terminado su ofrenda, Satanás le apareció a él en la forma de un enviado hermoso, brillante con luz, con una vara de luz en su mano, habiéndose ceñido con un cinto de luz.
5. Él le saludó a Set con una sonrisa hermosa, y comenzó a engañarle con palabras bonitas, diciéndole a él, “Oh Set, ¿Por qué te quedas en esta montaña? Porque es difícil, llena de rocas y de arena, y de árboles sin ninguna buena fruta, una desolación sin casas y sin pueblos, ningún buen lugar para habitar. Y todo es calor, cansancio, y problemas”.

6. Él dijo además: “Pero nosotros habitamos en lugares hermosos, en otro mundo que esta tierra. Nuestro mundo es uno de luz y nuestra condición es de lo mejor; nuestras mujeres son más deseables que cualquiera de las otras, y yo deseo que tú, Oh Set, te tomes para ti una de ellas, porque yo veo que tú eres lindo para la vista, y en esta tierra no existe ni una mujer suficientemente buena para ti. Además, todos los que viven en este mundo son solamente cinco almas.
7. Pero en nuestro mundo, existe muchísimos hombres y muchas muchachas, cada una más linda que la otra. Yo desearía, por eso, quitarte de aquí, para que tú puedas ver mis familiares y ser casado con la cual te guste.
8. Tú entonces habitarás al lado mío y estarás en paz; tú serás llenado con esplendor y luz, como nosotros estamos.
9. Tú te quedarás en nuestro mundo, y descansarás de este mundo y su miseria, tú nunca más te sentirás debilitado y cansado, tú nunca mas traerás una ofrenda, ni peticionar misericordia, porque tú no cometerás más pecados ni serás desviado por pasiones.
10. Y si tú me hicieses caso a lo que yo te digo, tú tomarás para ti una de mis hijas, porque con nosotros no es pecado hacer eso, ni se considera lujuria de animal.

11. Porque en nuestro mundo nosotros no tenemos ningún Elohíym, sino que nosotros todos somos elohíym; Nosotros todos somos de la luz, celestiales, poderosos, fuertes, y honorables”.

CAPÍTULO 6.
La conciencia de Set le ayuda. Él regresa a Adán y Eva.

1. Cuando Set oyó estas palabras él estaba asombrado, e inclinó su corazón a los dichos traicioneros de Satanás, y le dijo a él, “¿Dijiste que hay otro mundo creado además de este, y otras criaturas más hermosas que las criaturas que están en este mundo?”
2. Y Satanás dijo, “Sí; mira, tú me has oído; pero yo aún les honraré a ellos y sus caminos en tu audiencia”.
3. Pero Set le dijo a él, “Tus palabras me han asombrado, y tu descripción bonita de todo eso.
4. Pero yo no puedo ir contigo hoy día, no hasta que yo me haya ido a mi padre Adán y a mi madre Eva, y haya contado a ellos todo lo que tú me has dicho a mí. Entonces si ellos me dan permiso de ir contigo, yo iría”.
5. Otra vez Set dijo, “Yo tengo miedo de hacer cualquier cosa sin el permiso de mi padre y madre, por si yo pereciera como mi hermano Caín (parece que debería referirse a Abel, porque se supone que en ese momento Caín todavía vivía, a no ser que por “perecer” deba entenderse rendirse al pecado), y como mi padre Adán, quien trasgredió el mandamiento de Yahvé. Pero, mira, tú conoces este lugar; ven, y encuéntrame aquí mañana”.

6. Cuando Satanás oyó esto, él le dijo a Set: “Si tú le cuentas a tu padre Adán lo que yo te he contado, él no te permitirá venir conmigo.
7. Pero hazme caso; no le cuentes a tu padre y madre lo que yo te he dicho, sino ven conmigo hoy día, a nuestro mundo, donde tú verás cosas hermosas y te divertirás ahí, y juega este día entre mis niños, mirándoles y llenándote de alegría, y regocíjate para siempre. Entonces yo te traeré a ti de vuelta a este lugar mañana; pero si tú prefirieses vivir conmigo, así sería”.
8. Entonces Set contestó: “El espíritu de mi padre y de mi madre, depende de mí; y si yo me escondiese de ellos un solo día, ellos se morirán, y Elohíym me sostendrá culpable de pecar en contra de ellos.
9. Y excepto que ellos saben que yo he venido a este lugar para traer a ello mi ofrenda, ellos no se separarían de mí por una sola hora; ni debería yo ir a cualquier otro lugar, a menos que ellos me dejen. Pero ellos me tratan a mí lo más amablemente, porque yo regreso de vuelta a ellos rápidamente”.
10. Entonces Satanás le dijo a él: “¿Qué te sucedería a ti si tú te escondieras de ellos una noche, y regresarías a ellos al amanecer?”.

11. Pero Set, cuando él vio cómo él seguía hablando, y que él no le quería dejar, corrió, y subió al altar, y extendió sus manos hacia Yahvé, y buscó liberación de Él.
12. Entonces Yahvé envió Su Palabra, y maldijo a Satanás, quien huyó de Él.
13. Pero acerca de Set, él había subido al altar, diciéndose así en su corazón: “El altar es el lugar de ofrenda, y Yahvé está ahí; un fuego supernatural lo consumirá, así Satanás será incapaz de herirme, y no me quitará para allá”.
14. Entonces Set bajó del altar y se fue a su padre y madre, a quienes él encontró en el camino, anhelando oír su voz, porque él había tardado un rato.
15. Él entonces comenzó a contarles lo que le había acontecido por Satanás, bajo la forma de un enviado.

16. Pero cuando Adán oyó su historia, él besó su cara, y le advirtió en contra de ese enviado, diciéndole que fue Satanás quien se apareció así a él. Entonces Adán tomó a Set, y ellos se fueron a la Cueva de Tesoros, y se regocijaron ahí dentro.
17. Pero desde ese día en adelante Adán y Eva nunca se separaban de él, a cualquier lugar que él fuese, ni por su ofrenda o por algún otro motivo.
18. Esta señal le sucedió a Set, cuando él tenía nueve años de edad.

(Continuará…)

Fuente: burgaraescrituras.blogspot.com

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 1

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.

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Libros bíblicos apócrifos. Parte 6.

Libros bíblicos apócrifos. Parte 5.


CAPÍTULO 1.
La familia lamenta: Caín toma a Luluwa y se mudan.

1. Cuando Luluwa oyó las palabras de Caín, ella lloró y se fue a llamar a su padre y madre, y les contó cómo fue que Caín había matado a su hermano Abel.
2. Entonces ellos todos lamentaron y levantaron sus voces, y pegaban sus caras, y tiraron polvo sobre sus cabezas, y rasgaban sus ropas, y salieron y vinieron al lugar adonde Abel fue asesinado.
3. Y ellos le encontraron acostado sobre la tierra, muerto, y bestias alrededor de él, mientras ellos lloraron y clamaron por este justo. Desde su cuerpo, por motivo de su pureza, salía el olor de especies dulces.
4. Y Adán le llevó, sus lágrimas corriendo por su cara; y se fue a la Cueva de Tesoros, donde él le acostó, y le arropó con especies dulces y mirra.
5. Y Adán y Eva continuaron al lado de su entierro en gran luto ciento cuarenta días. Abel tenía quince años y medio de edad, y Caín diecisiete años y medio.

6. Acerca de Caín, cuando el luto por su hermano se había acabado, él tomó su hermana Luluwa y vino a ella, sin permiso de su padre y madre; porque ellos no podían protegerle a ella de él, por motivo de su corazón pesado.
7. Él entonces bajó a la base de la montaña, lejos del jardín, cerca al lugar adonde él había matado a su hermano.
8. Y en ese lugar había muchos árboles de frutas y árboles de bosque. Su hermana le parió hijos, quienes en su turno comenzaron a multiplicarse por grados hasta que ellos llenaron ese lugar.
9. Pero acerca de Adán y Eva, ellos no se vinieron juntos luego del funeral de Abel, por siete años. Pero luego de esto, Eva concibió; y cuando ella estaba embarazada, Adán le dijo a ella, “Ven, tomemos una ofrenda y ofrezcámosla a Yahvé, y pidámosle a Él que nos dé un niño lindo, en quién nosotros pudiésemos hallar alivio, y quien pudiésemos unir en matrimonio a la hermana de Abel”.
10. Entonces ellos prepararon una ofrenda y la trajeron al altar, y la ofrecieron ante Yahvé, y comenzaron a rogarle a Él que acepte su ofrenda, y que les dé una buena descendencia.

11. Y oyó a Adán y aceptó su ofrenda. Entonces ellos adoraron, Adán, Eva, y su hija, y bajaron a la Cueva de Tesoros y pusieron una lámpara en ella, que queme de noche y de día, ante el cuerpo de Abel.
12. Entonces Adán y Eva siguieron ayunando y orando hasta que vino el momento de Eva que ella debiese dar a luz, cuando ella dijo a Adán, “Yo deseo ir a la cueva en la roca, para parir en ella”.
13. Y él dijo, “Anda, y toma contigo tu hija que te atienda; pero yo me quedaré en esta Cueva de Tesoros ante el cuerpo de mi hijo Abel”.
14. Entonces Eva hizo caso a Adán, y se fue ella y su hija. Pero Adán se quedó solo en la Cueva de Tesoros.

CAPÍTULO 2.
Un tercer hijo nace a Adán y Eva.

1. Y Eva produjo un hijo que era perfectamente hermoso en figura y de cara. Su belleza era como la de su padre Adán, pero aún más lindo.
2. Entonces Eva fue confortada cuando ella le vio, y quedó ocho días en la cueva, entonces ella envió su hija a Adán para decirle que venga y vea al niño y que le nombre a él. Pero la hija quedó en su lugar al lado del cuerpo de su hermano, hasta que regresó Adán. Así hizo ella.
3. Pero cuando vino Adán y vio la apariencia linda del niño, su hermosura, su figura perfecta, él se regocijó por él, y fue confortado por Abel. Entonces él nombró al niño Set, lo cual significa “Que el Poderoso ha oído mi oración, y me ha liberado de mi aflicción”. Pero también significa “poder y fuerza”.
4. Entonces, luego que Adán había nombrado al niño, él regresó a la Cueva de Tesoros; y su hija regresó de vuelta a su madre.
5. Pero Eva continuó en la cueva, hasta que se cumplieron cuarenta días, cuando ella vino a Adán, y ella trajo con ella al niño y su hija.

6. Y ellos vinieron al río de agua, adonde Adán y su hija se lavaron, debido a su tristeza por Abel; pero Eva y el bebé se lavaron para purificación.
7. Entonces ellos regresaron, y tomaron una ofrenda, y subieron a la montaña y la ofrecieron, por el bebé, y Yahvé aceptó su ofrenda, y envió Su bendición sobre ellos, y sobre su hijo Set; y ellos regresaron a la Cueva de Tesoros.
8. Acerca de Adán, él no conoció otra vez a su mujer Eva, todos los días de su vida, ni tampoco nació de ellos ninguno más, sino sólo esos cinco, Caín, Luluwa, Abel, Aklia, y Set solamente.
9. Y Set creció en estatura y en fuerza, y comenzó a ayunar y orar, fervientemente.

CAPÍTULO 3.
Satanás aparece como una mujer hermosa tentándole a Adán, diciéndole que él es todavía un joven. “Pasa tu juventud en alegría y placer”. Las formas distintas que toma Satanás.

1. Acerca de nuestro padre Adán, al final de siete años del día en que él se había separado de su mujer Eva, Satanás le envidió, cuando él le vio así separado de ella; y peleó para hacerle vivir con ella otra vez.
2. Entonces se levantó Adán y subió arriba de la Cueva de Tesoros; y continuó durmiendo ahí noche tras noche. Pero tan pronto que era luz cada día, él bajaba a la cueva, para orar ahí y para recibir una bendición de ella.
3. Pero cuando era anochecer él subía al techo de la cueva, adonde él dormía solo, por temor a que le venciese Satanás. Y él siguió así aparte treinta y nueve días.
4. Entonces Satanás, el que odia todo el bien, cuando él vio a Adán así solo, ayunando y orando, le apareció a él en la forma de una mujer hermosa, quien vino y se paró ante él en la noche del día cuarenta, y le dijo a él:
5. “Oh, Adán, desde el momento que ustedes han habitado en esta cueva, nosotros hemos experimentado gran paz de ti, y tus oraciones nos ha llegado, y hemos sido confortados acerca de ti.

6. Pero ahora, Oh Adán, que tú te has trepado sobre el techo de la cueva para dormir, nosotros hemos tenido nuestras dudas acerca de ti, y gran tristeza nos ha venido encima de nosotros por causa de tu separación de Eva. Entonces otra vez, cuando tú estás sobre el techo de esta cueva, tu oración se derrama, pero tu corazón vacila de lado a lado.
7. Pero cuando tú estabas en la cueva tu oración era como fuego concentrado; bajaba a nosotros, y tú encontraste descanso.
8. Entonces yo también me afligí por tus hijos que están separados de ti; y mi tristeza es grande acerca del asesinato de tu hijo Abel, porque él fue justo, y por un hombre justo todos se afligirán.
9. Y yo me regocijé sobre el nacimiento de tu hijo Set; pero luego de un ratito yo me entristecí grandemente sobre Eva, porque ella es mi hermana. Porque cuando Elohíym envió un profundo sueño sobre ti, y la sacó fuera de tu lado, Él también me sacó a mí afuera con ella. Pero Él la exaltó a ella poniéndola a ella contigo, mientras Él me rebajó a mí.
10. Yo me regocijé sobre mi hermana por ella estar contigo, pero Elohíym me había hecho una promesa anteriormente, y me dijo, ‘No te aflijas; cuando Adán haya subido sobre el techo de la Cueva de Tesoros, y sea separado de Eva su mujer, Yo te enviaré a ti a él, tú te unirás a ti misma a él en matrimonio, y le tendrás a él cinco hijos, como Eva le tuvo cinco’.

11. ¡Y ahora mira! La promesa de Elohíym para mí se ha cumplido; porque es Él Quien me ha enviado a ti para las bodas, porque si tú me tomas, yo te tendré niños más finos y mejores que esos de Eva.
12. Entonces otra vez, tú eres todavía aún un joven, no acabes tu juventud en este mundo en tristeza, sino pasa tus días de tu juventud en alegría y placer. Porque tus días son pocos y tus pruebas son muchas. Sé fuerte, termina tus días en este mundo en regocijo. Yo tomaré placer en ti, y tú te regocijarás conmigo en este asunto, y sin temor.
13. Levántate, ahora, y cumple la orden de tu Elohíym”. Ella entonces se acercó a Adán, y le abrazó.
14. Pero cuando vio Adán que ella le debiese vencer, él oró a Yahvé con un corazón ferviente que le libere de ella.
15. Entonces Yahvé envió Su Palabra a Adán, diciendo: “Oh Adán, esa figura es la que te prometió la Persona del Poderoso, y majestad; Él no está dispuesto favorablemente hacia ti, sino que se muestra a si mismo a ti en un momento en la forma de una mujer, en otro momento en la semejanza de un enviado, en otras ocasiones en la similitud de una serpiente, y en otra ocasión, en la similitud de un elohíym; Pero él hace todo eso solamente para destruir tu alma.

16. Ahora, por lo tanto, Oh Adán, entendiendo tu corazón, Yo te he liberado muchas veces de sus manos; para demostrarte que Yo soy un Elohíym misericordioso, y que Yo deseo tu bien, y que Yo no deseo tu ruina”.

(Continuará…)

Fuente: burgaraescrituras.blogspot.com

jueves, 26 de febrero de 2015

Pensando en voz alta

La gente que adora las apariencias, tarde o temprano, termina siendo casi igual que ellas: pura apariencia.

Fdo. qdquasar

martes, 24 de febrero de 2015

Pensando en voz alta

Cierto: el hábito no hace al monje; pero el monje no sólo tiene que serlo sino que también parecerlo.

Fdo. qdquasar

domingo, 22 de febrero de 2015

Pensando en voz alta

Cuando alguien inteligente anda presumiéndolo ante los demás, talvez no es todo lo inteligente que dice ser.

Fdo. qdquasar

miércoles, 18 de febrero de 2015

Pensando en voz alta

Nunca debemos ser soberbios: la vida va y viene, lo que está arriba puede aparecer muy abajo, y nunca se sabe si le ha de tocar a uno mismo.

Fdo. qdquasar

martes, 10 de febrero de 2015

Pensando en voz alta

No podemos anticipar el futuro pero podemos anticipar-nos a él preparándonos en el presente para afrontarlo.

Fdo. qdquasar

lunes, 9 de febrero de 2015

Pensando en voz alta

Es coherente desconfiar de alguien solamente si ese alguien ha tenido o recibido antes, alguna vez, nuestra confianza.

Fdo. qdquasar

Pensando en voz alta

Autofobia (horror a uno mismo) es lo que sienten los malvados en sus raros momentos de lucidez o sentido común.

Fdo. qdquasar

domingo, 8 de febrero de 2015

Pensando en voz alta

Tarde o temprano el tirano termina tratando de destruir a la gente que oprime, y que dice amar o servir.

Fdo. qdquasar

sábado, 7 de febrero de 2015

Pensando en voz alta

El peor miedo que tienen los poderosos, dictadores y tiranos es que la gente a la que oprimen les pierda el miedo.

Fdo. qdquasar

martes, 3 de febrero de 2015

Pensando en voz alta

Es lamentable que en nuestra sociedad actual lo realmente seguro sea la inseguridad.

Fdo. qdquasar