miércoles, 29 de marzo de 2023

Sabes bien en qué gastas tu dinero?

No puedes controlar lo que no conoces y por eso llevar un registro aunque sea sencillo de tus gastos personales de cada día te lleva a conocer en qué se va tu dinero como el agua de las manos y también conocer cómo puedes gobernarlo mejor.

Un ejemplo: alguien consciente de su sobrepeso necesita identificar cuánto lo tiene demás para luego decidir qué hacer al respecto. Cómo comenzará? Primero, sabiendo, al menos aproximadamente, cuánto pesa demás, y luego por qué: sobrecomidas, ejercicio, golosinas, etc. No tan igual pero algo parecido sucede con el dinero personal: si no sabes en qué “nomás” lo gastas difícilmente lograrás economizar ni ahorrar.

Llevar la cuenta de tus gastos diarios equivale, de algún modo, a usar una balanza para saber cómo evoluciona tu peso corporal. Lo malo es que, especialmente entre los jóvenes, casi nadie lo hace… lo bueno es que es fácil, ridículamente fácil de hacerlo, o comenzar a hacerlo…

Por olvido, porque no lo consideran importante (que lo es, y mucho), por no parecer “tacaños o avaros” ante los demás, etc., casi ningún padre o madre inculca a sus hijos esa cultura de “llevar las cuentas personales”, hacerse un “presupuesto”, ni mucho menos economizar y ahorrar. Es más, en casi ningún hogar promedio se habla con los hijos sobre el dinero… gran error.

Por qué es importante que, desde lo más temprano posible en la vida, aprendamos y nos habituemos a controlar nuestras finanzas personales, que es la base de toda educación financiera? Veamos:

Saber cómo fluye tu dinero.
Es decir, cómo nos llega y cómo se nos va. En qué consisten nuestros ingresos y en qué rubros se hacen nuestros gastos. En cuanto a ingresos, lo usual es atribuirlos a lo que los padres nos dan periódicamente –como gastos para el colegio, transporte, golosinas, imprevistos, obsequios ocasionales, etc.– o cuando ya “trabajamos” lo atribuimos a nuestros salario periódico y algunos “extras” que nos procuramos por ahí. El problema, y no menor por cierto, son nuestros gastos, porque son bastante variados, y los “microgastos” que a pesar de ser eso, micro, pueden desangrar nuestra billetera incluso más que los de considerable magnitud. Tú lleva tus cuentas con algún detalle, por al menos una semana, y verás que tus microgastos representan un gran porcentaje; el detalle es que no te das cuenta de ellos.

Conocer nuestros “patrones” de gastos personales.
Sabes en qué gastas a diario? Sabes en qué “microgastas” mayormente?: Talvez comida callejera que bien podrías reducir al menos un poco inicialmente, transporte que podrías limitar caminando un poco más o saliendo más temprano de casa, esas compras de moda que bien podrías reducir razonablemente, ese gimnasio que pagaste para todo el mes y fuiste ni a la mitad de las sesiones que contrataste, y un largo etcétera. Registrar tus gastos personales te facilitará, inclusive, tener un porcentaje concreto de cada categoría de gastos… pero cómo lo sabrás si no “los anotas”?

Planificar tus finanzas.
No eres la única persona sin su propio “presupuesto personal” pero serías una de las primeras de tu entorno en tenerlo. Un presupuesto, como previsión de lo que has de gestionar y gastar tu dinero, no será algo inamovible pero en cambio una guía que te ayudará a limitar tus sobregastos, priorizando lo importante, moderando lo que puede reducirse y evitando lo innecesario y superfluo. Así, además, podrás decidir cuánto ahorrar, auto-imponiéndote esa misión para tu futuro. Sólo así hallarás el sentido a “hacer dinero” y “ahorrar dinero”.

Evitar las deudas.
Para los negocios la deuda es una herramienta, que hay que saber manejarla adecuadamente, pero para lo personal la deuda es, casi, una calamidad, créemelo… es un tema no muy fácil de explicar pero algún día tienes que aprenderlo. Si llevas un registro de tus gastos sabrás en qué se va tu dinero, con eso, y aprendiendo a presupuestar tus gastos, puedes lograr más ahorros, y más difícilmente incurrirás en deudas. Por eso, el inicio es monitorizar y controlar tus gastos.

Hazlo, aprende, lee libros sobre finanzas personales, libritos que te cambiarán la vida, literalmente. Esfuérzate por ganar mucho dinero, y por ahorrar mucho de ese dinero que ganas. Además de tus redes sociales y películas favoritas ve también videos en YouTube sobre cómo manejar mejor tus finanzas. Si lo haces, garantizado, te lo agradecerás.

Abrazos…


martes, 14 de marzo de 2023

Aprendamos y enseñemos a ahorrar desde la edad más joven

Si aprendes fácilmente cualquier habilidad como pedalear la bicicleta o ese videojuego súper complicado por qué no aprendes a ahorrar si es uno de los hábitos más sencillos de aprender a sola condición de que lo hagas un poco cada día?

Si eres joven o más aun adolescente tienes gran facilidad, o plasticidad mental, para aprender virtualmente cualquier habilidad que influirá en tu vida futura, desde los hábitos más cotidianos como organizar tus horarios y rutinas hasta las destrezas más complejas como conducir un coche o jugar en tu computadora hablando al mismo tiempo, todo sin mucho esfuerzo ni concentración… pero…

Por qué te resulta especialmente difícil aprender a ahorrar tu dinero?

La verdad, no eres la única persona con ese problema. Por eso aquí van algunas razones o factores que pudieran causar esa dificultad de aprendizaje del ahorro. No son los únicos factores porque hay varias más por los que adolescentes y jóvenes pueden encontrar difícil y poco atractivo aprender y habituarse a ahorrar su dinero, esta lista es sólo un breve muestrario.

Falta de experiencias positivas y conocimientos sobre cómo comenzar a ahorrar.
A menudo, los jóvenes no tienen mucha experiencia manejando dinero y desconocen los conceptos básicos de finanzas personales, como hacer dinero, ahorrar su dinero e invertir su dinero. Esto puede hacer que les resulte difícil entender la importancia del ahorro y cómo hacerlo de manera efectiva. Y la verdad es que ni la familia ni la escuela tampoco ayudan enseñando sobre el por qué, para qué y cómo ahorrar. Entonces, estas habilidades, al menos a corto y mediano plazo deben auto–aprenderse

Presión social y cultural.
En muchas culturas, se espera que los adolescentes y jóvenes disfruten de su juventud y gasten su dinero en entretenimiento y bienes materiales pasajeros. La presión social y cultural puede hacer que ahorrar sea visto como aburrido o poco atractivo. Así, llegan a pensar que “la vida es hoy, y hay que vivirla porque mañana nadie sabe”, que el ahorro es “para los viejitos” y que de eso ya “uno se ocupará después” (cuál “después”? Si cada vez queda menos tiempo?)

Falta de motivación a largo plazo.
Los jóvenes a menudo tienen inmediatas, “para mañana”, como conseguir ese nuevo modelo de celular, salir de fiesta el sábado, ese vestuario de última moda, ese concierto del artista top que llegará a la ciudad, etc. En ello, en vez de aprender a ganar dinero aprenden a gastar todo el que tienen, como si les fastidiara. Es más, cuando abren su cuenta de banco lo primero que hacen es obtener su primera tarjeta de crédito y en lugar de aprender a ahorrar aprenden a gastar incluso dinero que aún ni tienen (ni tendrán, si siguen así). De este modo, no experimentan en carne propia la importancia y satisfacción de ahorrar para metas más allá del año o el quinquenio, y terminan lidiando con sus deudas en lugar de con sus ahorros conseguidos.

Dificultades económicas.
En algunos casos, los jóvenes pueden enfrentar dificultades económicas y no tener suficiente dinero para ahorrar, lo que puede generar desmotivación y frustración. En países con problemas crónicos de economía y empleo puede ser el principal factor, aunque diversas experiencias y casos demuestran que incluso en esas condiciones es posible inculcar el ahorro, comenzando con el micro–ahorro, e incluso el micro emprendimiento juvenil, a nivel de la escolaridad, la Secundaria y luego en la juventud.

Pero, entonces, qué hacer? Cómo aprender primero a hacer dinero y luego a ahorrar lo más posible de ese dinero?

Hay que asumir que al menos por un buen tiempo más no habrá escuelas o institutos de Educación financiera, mucho menos para adolescentes y jóvenes… pero hay muchas otras formas y ayudas, afortunadamente accesibles y agradables de aprovechar. Sólo es cuestión de dedicarles un poco de tiempo e interés como por ejemplo: videos de YouTube sobre el tema, tutoriales y libritos cuya lectura te cambiarán la vida, literalmente.

Pero, como siempre, en todo lo bueno de la vida, el primer paso deberá ser pequeño y por decisión propia: gastar un poco menos “cada santo día”, iniciarse en el micro–ahorro, recudir los micro–gastos, limitar las compras innecesarias o compulsivas, registrar o llevar cuentas sobre lo gastado y ahorrado como cuando se controla y reduce el sobrepeso corporal, limitar las amistades que incitan a la vida de gastos y jolgorios sin mucho sentido, tener metas financieras a largo plazo, etc.

Difícil? Sí… Imposible? No…!!!

Tú hazte un gran favor, comienza a ahorrar ya, desde ahora, porque hasta las hormiguitas ahorran… pronto lo agradecerás…

Abrazos…

sábado, 11 de marzo de 2023

Por qué gastas “a lo loco”? te fastidia tu dinero?

Quien no respeta ni cuida su dinero quita valor o desprecia el trabajo propio o ajeno que ha costado conseguirlo y más temprano que tarde pagará las consecuencias por haber tenido actitudes y hábitos de esa negligencia, porque la vida es tan justa que da las cosas a quien las sabe apreciar y las quita a veces definitivamente de quien las toma como si teniéndolas estuviera haciendo un favor al mundo.

Fácil viene y fácil se va. Es la principal razón por la que las personas, especialmente jóvenes y adolescentes, tienen una actitud de displicencia hacia el dinero, a diferencia de quienes, grandes o chicos, han tenido que hacer sacrificios para conseguirlo. Pero tampoco es la única razón, porque también hay personas y familias mesuradas, conscientes de que el dinero no es lo más importante pero aun así se lo debe cuidar, que caen en gastos que luego les pesan al final del día o del mes.

Por qué?

Todos sabemos que ganar dinero tiene mucho de práctica y otro mucho de arte, y que el ahorro monetario es un gran base para toda estabilidad financiera, y lo sabemos incluso de forma intuitiva y sin haber leído aun ninguno de esos libritos sobre educación financiera, libritos que cambian vidas, literalmente, igual, dejamos huir el dinero como agua de entre las manos. Y estas son algunas razones, tan simples que no podríamos creer que nos hacen tanto daño económico. Algunas de esas razones son:

Falta de presupuesto.
La falta de un presupuesto personal de gastos, así sea rudimentario y hecho a nuestro propio modo, es una gran causa de nuestros gastos sin control. Y es que los gastos y microgastos terminan siendo un escape que luego no podemos cerrar, y cuando lo intentamos recordando compras que en realidad no eran importantes, o cuando hacemos cuentas mentales de las minucias diarias que se llevaron nuestro dinero, que parecían no tener importancia, suman montos realmente asombrosos. Tener un presupuesto es como tener un auto–filtro que inicialmente nos da idea de nuestras prioridades, nuestros márgenes de maniobra financiera, y nuestras metas de ahorro por día, semana, mes, etc. Y todo eso debiéramos tenerlo presente.

Falta de educación financiera.
Nos educaron y educan en casi todo, menos en el tema del dinero. Hasta hace pocos años eso era culpa principalmente del sistema educacional y de nuestros padres. Pero hoy ya no, porque hay muchísimas formas de aprender finanzas personales, en libros sobre el tema, muchos de ellos que se pueden descargar, algunos incluso gratis, mediante videos como en los de este canal de YouTube, etc.  El problema es que preferimos distraernos en lugar de aprender, y luego la vida nos lo enseña, pero al precio de decepciones, fracasos o la quiebra personal. Hay que evitarlo usando mejor nuestro tiempo para aprender y mejorar, en lugar de desperdiciar tanta oportunidad como no existió nunca antes.

Presión social.
Posiblemente este sea el factor más poderoso en los jóvenes y adolescentes. Súper publicidad, marketing comercial despiadado, la cultura de la moda, la temporada y lo visual; el aparentar más que el realmente ser, y la visión de una vida epicúrea y superficial de lo fácil, lo inmediato y lo pasajero; todo ello se lleva ingentes cantidades de nuestro bolsillo. Este ritmo de vida supuestamente ligera y posmoderna nos cuesta demasiado, y mediante el “lléveselo ahora y pague después” o la trampera de las tarjetas de crédito, nos empobrece hasta niveles vergonzantes muchas veces. Es legítimo aspirar a una vida cómoda y placentera pero no en base a gastar en ello todo nuestro dinero, incluso dinero que aún no tenemos Debiéramos tener límites de gastos basados en prioridades y no sobreponer el ocio improductivo por sobre el negocio rentable, ni la necedad por sobre la necesidad. Necesitamos educación financiera, leer, aprender… en lugar de gastar mucho dinero, ahorrar mucho dinero.

Compras impulsivas.
Muchas otras veces somos víctimas financieras de nuestros propios impulsos, y los comerciantes sagaces lo aprovechan a la perfección. “Liquidaciones”, ventas de saldos, Viernes Negros o días de otro color, precios inflados paulatinamente para luego aparecer con supuestos “descuentos imperdibles”, etc., nos cautivan, y por otro lado nuestra inclinación a comprar sólo “porque estaba barato”; todo ello es el drenaje que puede vaciar nuestra billetera, sin dejar nada, o casi nada, para las necesidades y urgencias de después.

Te ha sucedido algo de lo anterior? Pues ya no más. Haz conciencia, ya no gastes “a lo loco”; ten una lista de lo que gastas agrupando aparte lo necesario, lo conveniente y lo opcional. Pero primero que todo, antes y no después, separa algo, aunque sea un poco, para muchísimo después… eso es el ahorro… claro que en épocas difíciles será muy poco, pero ten ese hábito. También procura aumentar tus ingresos porque de lo contrario no estarás construyendo riqueza sino sólo administrando tu pobreza. Y así, poco a poco, te irá mejor. Está científicamente comprobado.

Eso negativo que se acaba de comentar no debe ocurrir nunca más en tu vida personal. Anda, reforma tus hábitos financieros lee y aprende en libros sobre finanzas personales, combina ver videos divertidos con videos formativos en finanzas personales, cultiva el arte de hacer dinero y de ahorrar mucho dinero. Si lo haces desde hoy, tu vida económica comenzará a mejorar para siempre. Te lo aseguro.

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