lunes, 24 de julio de 2023

Hacer dinero y ahorrar: las dos habilidades para la prosperidad financiera

La extraordinaria importancia de “hacer dinero” como base para generar más ingresos, y “ahorrar” como fuerza para evitar que nuestro dinero se escurra porque si no se aprende y practica las dos cualidades es muy difícil o casi imposible construir un bienestar financiero personal sostenible.

Hay muchos ejemplos, incluso célebres, de fracasos financieros debidos a estas dos habilidades que –buena noticia– quienquiera puede aprender si se lo propone sinceramente, pero que –mala noticia– no siempre todos estamos dispuestos a aprenderlo ni mucho menos a practicarlo.

Si aprendes y cultivas el arte de hacer dinero, naturalmente, inevitablemente verás que tus ingresos crecen gradualmente, causándote primero alegría y luego euforia, pero –y aquí entra en juego la otra parte de la balanza– si no aprendes y cultivas la virtud de ahorrar tu dinero, tu dinero se irá incluso más rápido de lo que llegó. O sea, hacer dinero sin saber ahorrar es como arar en el mar, en vano, como si fuera mejor no hacerlo.

Por qué? Hacer dinero sin saber ahorrar es querer llenar un pozo sin fondo: ahorrar sin saber hacer dinero es sólo administrar la pobreza, ninguna de estas formas conduce a construir la independencia financiera sino todo lo contario. Entonces es indispensable practicar las dos cosas. Y aquí te comparto algunas pautas para hacerlo:

Hacer dinero.
Significa generar ingresos, que es el primer paso para construir una base financiera estable. El dinero es una herramienta que te permite cubrir tus necesidades básicas, alcanzar metas y disfrutar de una mayor calidad de vida.

Educación y habilidades.
Ya lo dije, eso se aprende. En cuanto puedas deber invertir en tu educación y desarrollo de habilidades que estén en demanda en el mercado laboral y de las que puedas aprovecharte para obtener más ingresos. Cuanto más valiosas sean tus habilidades, mayores serán las oportunidades de obtener empleo bien remunerado o incluso emprender tu propio negocio.

Planificación a medio y largo plazo.
Establece metas a largo plazo en tu carrera, ocupación, oficio o profesión, si es que ya tiene una, y trabaja en desarrollar una trayectoria que te permita alcanzarlas. Avanzar en tu carrera y buscar oportunidades de crecimiento te ayudará a aumentar tus ingresos con el tiempo.

Ahorro e inversión.
No sólo se trata de ganar dinero, sino también de usarlo sabiamente, sin gastarlo a lo loco. Aprende a vivir dentro de tus posibilidades y destina una parte de tus ingresos al ahorro y la inversión para generar más riqueza a lo largo del tiempo. Nunca gastes más de lo que tienes; es más, asume el reto de controlar tus finanzas, cada santo día. El ahorro es una fuerza poderosa para evitar que el dinero se escurra y es una práctica esencial para lograr un bienestar financiero sostenible.

Tener siempre un fondo de emergencia.
Siempre habrá épocas de “vacas flacas”. Ahorrar te permite crear un fondo de emergencia que te proteja de situaciones inesperadas, como gastos médicos, reparaciones importantes o la pérdida del empleo. Tener un fondo de emergencia de al menos tres a seis meses de gastos te proporcionará seguridad y tranquilidad.

Evitar deudas y pago de intereses.
Has oído sobre que “conseguir prestado es "comprar deuda”?, pues los intereses son el precio de esa compra: Ahorrar regularmente te ayuda a evitar contraer deudas innecesarias y te permite pagar tus gastos sin recurrir a préstamos con altas tasas de interés, lo que te ahorrará dinero a largo plazo.

Inversión para el futuro.
Los ahorros no solo deben quedarse en una cuenta bancaria porque llegados a cierto puto se convierten en “dinero durmiendo en el banco”; más bien pueden utilizarse para invertir en activos que generen ingresos pasivos, como acciones, bonos o bienes raíces, o al menos ganancias pequeñas que alivian las dificultades o se reciclan para crecer repetidamente. Las inversiones inteligentes te permiten hacer que tu dinero trabaje para ti y aumente tu riqueza con el tiempo. Recuérdalo; “el dinero hace dinero

Disciplina financiera.
Es lo más importante, huye de los gastos no indispensables como se huye de la peste, y que no te importe la opinión de los demás… Practicar el hábito del ahorro fomenta la disciplina financiera y te ayuda a mantener el control sobre tus finanzas, lo que te permitirá mantener un equilibrio entre el gasto y el ahorro. Ahorra, porque hasta las hormiguitas lo hacen…!

En resumen, hacer dinero y ahorrar son dos cualidades fundamentales para alcanzar un bienestar financiero personal sostenible. Generar ingresos te da la capacidad de construir riqueza, mientras que el ahorro te permite proteger y hacer crecer ese dinero. Al combinar estas dos habilidades, podrás establecer una base financiera sólida que te permitirá alcanzar tus objetivos a largo plazo y vivir una vida cómoda y segura económicamente. Recuerda que la clave está en la educación financiera, que pueden ir aprendiendo mediante esos libritos descargables, que te cambiarán la vida, literalmente, o viendo videos sobre el tema en YouTube.

Difícil? Talvez; imposible? No, definitivamente… Un abrazo.

miércoles, 19 de julio de 2023

Te reto a registrar tus gastos sólo por una semana - Tercera parte

Si de algún modo has practicado las dos primeras partes de este reto es muy posible que a estas alturas ya tengas idea de cuánto gastas entre lo indispensable y superfluo así como también cuánto puedes llegar a ahorrar si te lo propones en serio para mejorar sustancialmente tus finanzas personales.

La primera parte del reto, que si no la has leído puedes hacerlo haciendo clic aquí, era para que te des cuenta de cómo manejas tus finanzas personales de forma espontánea, sin llevar notas ni apuntar nada, o sea “espontáneamente y a ciegas” sin más motivación que tus hábitos e impulsos y sin más limitación que tu billetera vacía. La segunda parte del reto era para que comprendas (y ojalá aprendas) la importancia de llevar la cuenta de tus gastos y malgastos, mismos que, una vez controlados, pueden dejarte con mucho margen de ahorro y al final, con más dinero para el futuro.

Lo has hecho así? Sincera y honestamente contigo mismo? Qué bien… entonces, ya estarías en condiciones para cambiar radicalmente tu vida financiera, ahorrar mucho dinero y, además, para cultivar el arte de hacer dinero.

Y ahora, qué…?

A partir de ahora, entonces, la tercera parte del reto ya no ha de durar una semana sino que es indefinida hacia el futuro, hasta que tú lo quieras, y con toda probabilidad, si has “aprendido la lección” durará muchísimo tiempo. Y se compone de lo siguiente:

Sigue llevando la cuenta de tus gastos.
Puedes seguir aplicando el modelo que te propuse o no, aunque es probable que, salvo detalles, llegarás a lo mismo. Anota lo que gastas y clasifica cada gasto, sea en las tres categorías que te propuse (A, B y C) o en otra forma que mejor te parezca, siempre que sea clara y no te complique la vida. No se trata de comportarse como un contador enojón sino que este hábito sea algo cómodo y natural en tu día a día. Haz resúmenes semanales, saca totales y porcentajes. Verás que te resulta incluso divertido. Si ocasionas la murmuración o burla de los demás (y yo la he sufrido al principio), hazlo en privado. A veces la gente se burla de lo que no entiende, o de lo que no puede y tú sí.

Maximiza tus gastos A minimizando tus gastos C.
Es decir, prioriza siempre lo indispensable y trata de eliminar o cuando menos reducir lo superfluo. Casi siempre en ello está la esencia del ahorro; ahorrar no significa privarse de lo que es realmente necesario sino de lo que “podemos vivir sin ello”. Posiblemente ya comprobaste que gran parte de tu dinero, en verdad, se estaba yendo en esos “gastos hormiga”. o gastos a lo loco, la mayoría de los cuales ni siquiera lograrías acordarte si no los hubieras “anotado”.

Sé moderado, no caigas en extremos.
Puede que en algún momento digas “y qué importa? Es mi dinero, y punto”, renegando de tus primeras intenciones para ahorrar; si es así, lo siento, no hay mucho que se pueda hacer por ti ya que muy probablemente nunca llegarás a tener alguna riqueza… pero también puede que en otro momento te tientes a aminorar tus gastos hasta el extremo de la avaricia, lo cual es igualmente malo, porque “de qué sirve el dinero si conservarlo nos hace infelices?”… que te satisfagas algún antojo de vez en cuando no está mal, pero “de vez en cuando”. En fin… eso lo decidirás tú, pero siempre “anótalo”.

Disciplínate, hazlo por un buen tiempo.
Alguna vez has escuchado eso de los “21 días para consolidar un buen hábito”? Pues, deberías… yo, de buena fe, te recomiendo un tiempo de 3 meses, pero dependerá de ti. Si lo dejas luego de poco tiempo no conseguirás cambios realmente sustanciales, eso sí te lo digo, además reflejará el poco compromiso contigo mismo, lo cual es un asunto moral muy tuyo; pero si lo haces por mucho más tiempo verás cómo, casi de milagro, incluso sin que por otra parte tus ingresos aumenten sustancialmente, cada fin del día y de semana te quedará más y más dinero… Créeme, esos diminutos éxitos periódicos son adictivos, y listo, estarás casi listo –o lista– para construir tu propia riqueza.

Te animas´…? Anda, hazlo ya desde hoy mismo… y mientras lo haces aprende y motívate mucho más sobre finanzas personales leyendo libritos descargables que te cambiarán la vida, literalmente, sobre finanzas personales, y viendo videos en YouTube sobre los mismos temas.

Hasta la próxima, futuro millonario, o millonaria… un abrazo.

sábado, 1 de julio de 2023

Te reto a registrar tus gastos sólo por una semana. Segunda parte

Cuando compruebas por tus propios medios la forma a veces exagerada en que gastas tu dinero entonces comprendes por qué no logras ahorrar y eso puede animarte a cambiar de actitud y hábitos hacia unas finanzas personales saludables.

Este artículo será bastante más breve que el anterior; y si no lo has leído aun puedes hacerlo luego. Y es que el reto de anotar tus gastos diarios, como lo explico allí, comienza por establecer categorías sencillas (gastos A, B y C), elaborarse una tablita en que anotar esos gastos y luego hacer totales y resúmenes. Incluso con sólo este primer paso del reto ya puedes darte cuenta que en ocasiones gastas mucho dinero a lo loco sin darte cuenta, deduciendo que para comenzar a ahorrar, porque hasta las hormiguitas ahorran, hace falta solamente cambiar ciertos hábitos de tu vida diaria.

Hasta esta parte del reto, y luego de la primera semana de haber registrado tus gastos personales, hechos espontáneamente sin ninguna limitación, tal como lo has venido haciendo siempre, ya tienes una “historial” de cómo y en qué se va tu dinero. Imaginas si tuvieras ese mismo historial pero de los 12 o 36 o 60 meses anteriores? Te lo dejo para tu reflexión íntima personal…

Yendo hacia adelante… Tus gastos A (indispensables, inevitables) hicieron un monto semanal, lo mismo tus gastos B (convenientes pero no indispensables) y tus gastos C (opcionales y superfluos) totalizan el suyo propio… Con estos datos y cifras a la mano, ¿sientes satisfacción de haber dispuesto tu dinero así?... y como muy probablemente tus gastos C son un porcentaje respetable, ¿Estás conforme con ello?.. Bueno, pero ahora, al menos, ya sabes más o menos en qué gastas tu dinero.

Si has registrado tus gastos “honestamente” es muy probable que muchos de tus gastos C no se justifican, gran parte de ellos son “gastos hormiga” (con las disculpas de las hormiguitas, que ellas más bien ahorran), mayormente improductivos, irreflexivos o cuando menos “evitables”… fuiste en taxi cuando pudiste haberlo hecho en bus o incluso a pie con sólo alistarte en casa desde más temprano; preferiste comer fuera cuando hubiera sido mejor cocinar en casa o comer lo mismo pero en otro lugar y pagando menos; compraste en el quisco de la esquina la misma cosa varias veces cuando hubiera sido más barato comprar por más cantidad en el supermercado y pagando menos; compraste algún objeto que te atrajo por un momento pero ahora está en un rincón, casi olvidado, “sin oficio ni beneficio”, etc.

Pues bien… para esta segunda semana del reto tu desafío es sencillo: deberás moderar razonablemente tus gastos B y recortar lo más radicalmente que puedas tus gastos C… Suena cruel? A primera vista parecería que sí, pero con el correr de los días verás que “nadie se ha muerto por ahorrar su dinero” sino todo lo contrario… Te lanzas, verdad?

Por supuesto, sigue anotando todos tus gastos, lo más fielmente que puedas y conforme su categoría (A, B o C, según corresponda)--- pronto comprobarás que, si lo haces honestamente, y poco a poco, más y más dinero se quedará en tu billetera, y también poco a poco el fastidio inicial de tener que “medir limitando tus gastos” se transformará primero en alivio y luego en satisfacción al ver que ahora tu dinero ya no se te escurre tan fácilmente de entre tus manos… porque, créeme, tener y retener nuestro dinero siempre nos viene bien…

En verdad, el ahorro no lo es todo pero es un muy buen comienzo en ese arte de hacer dinero. La otra clave de construir unas fuertes finanzas personales es también incrementar nuestros ingresos, aplicando nuestro ahorro acumulado como un pequeño capital puesto en un negocio o emprendimiento. Estas dos fuerzas, el ahorro y la inversión, por muy pequeñas que puedan ser en un principio, nos ayudarán a salir de la pobreza y robustecer nuestra salud financiera personal. También es bueno leer y aprender de sencillos libritos descargables que nos cambiarán la vida, literalmente, de videos en YouTube sobre los mismos temas, y compartiendo nuestras buenas experiencias con las personas que apreciamos.

Todo listo para esta segunda semana del reto hacia la prosperidad personal y familia? Ánimo… hasta la próxima semana, Abrazos…