lunes, 31 de octubre de 2011

Algunos porqués navideños

El origen y razón de algunas costumbres de fin de año.

Autor: Víctor Sueiro.
Fuente: Revista “Conozca Más”, enero, 1996.

¿POR QUÉ HACEMOS REGALOS EN NAVIDAD?
San Nicolás de Bari, obispo de Myra en el siglo IV, fue llamado luego en latín Santus Nicolaus. De una contracción de esas dos palabras surge el Santa Claus con el que el mundo entero lo conoce como el simpático símbolo humano (o casi, bueno) de la Navidad. Su imagen está muy ligada a los niños debido a que, entre los milagros que se le adjudicaron en su época para canonizarlo, se contaba el de haber resucitado a tres chicos que habían sido ahogados por un siniestro personaje. Históricamente se sabe que era un hombre de una extraordinaria bondad al que todos recurrían para pedirle consejo y orientación. En una de esas oportunidades una madre, desesperada, pidió verlo y le contó que la familia estaba pasando por una situación económica tan dura que sus tres jóvenes hijas habían decidido dedicarse a la prostitución porque no hallaban otro modo de ayudar en aquel trance. San Nicolás no dudó un instante y sacó de sus propias arcas episcopales una considerable cantidad de monedas de oro que dividió en tres partes y entregó a aquellas jovencitas. Gracias a eso y con una inmensa alegría y agradecimiento, cada una de ellas contó con una dote —tal como era indispensable en ese entonces— y se casaron con tres hombres de bien que se hicieron cargo de la familia, terminando allí todas sus penurias. Todo esto ocurría en Navidad y fue aquél el primer regalo de Santa Claus. Lo que siguió ya forma parte de la tradición que todos los comerciantes del mundo se apuraron en mantener tal como hoy la conocemos. Como sea, los regalos de hoy —sin que importe su valor monetario— son símbolos de amor, entrega, esperanza y solidaridad, tal como aquel del inicio.

¿POR QUÉ EN ALGUNOS PAÍSES LOS REGALOS SE HACEN EL 6 DE ENERO EN VEZ DEL 25 DE DICIEMBRE?
El 6 de enero se celebra la llegada de los Tres Reyes Magos. El evangelio de Mateo cuenta la historia de tres magos que viajaron desde Oriente –siguiendo una estrella– para adorar a Jesucristo en un pesebre de Belén. Los exégetas han dicho que se trata de una parábola por medio de la cual Mateo simbolizó que el nacimiento de Jesús unió a tres grandes civilizaciones: Oriente, Israel y Egipto. Una tradición del siglo VI completó la historia dándoles nombres: Melchor, el anciano de larga barba, ofreció oro a Jesús como al Rey de Reyes; Gaspar, el joven rubio de apariencia angelical ofreció incienso como a Jesús Dios; y Baltazar, el Príncipe negro que ofreció mirra al Jesús hombre. Al parecer no eran reyes sino astrónomos —posiblemente de Caldea— que iniciaron su viaje para confirmar las profecías que hablaban del Salvador.
De los regalos que llevaron a Jesús viene la costumbre, genuinamente española, de regalar juguetes a los niños. Se extendió por toda Hispanoamérica y en algunos países es reemplazada por el viejito pascuero u otra figura similar.

¿CUÁLES SON LAS COSTUMBRES MÁS TRADICIONALES DE AÑO NUEVO?
La fiesta de Año Nuevo es una de las celebraciones más importantes del calendario. De los pueblos del norte de Europa se heredó la tradición de celebrar con un gran banquete y mucha bebida el nacimiento del nuevo año. Cuando el reloj marca las doce, se inician los rituales típicos que podrían asegurar un año próspero: se dice que vestir ropa interior amarilla esa noche llama a la buena fortuna, mejor aún si se le ha bordado un gato, una cifra, un trébol o una herradura. Para que el dinero no falte en la casa se cocinan lentejas, cada una de ellas simboliza una moneda, y a medianoche se comen tres cucharadas colmadas. En España, se ha hecho tradición guardar el mejor racimo de la vid para Año Nuevo y comer de él, doce uvas, una por cada mes de abundancia. Nunca estará demás dar el primer abrazo con un billete en la mano derecha, o en las dos, si se propone acumular millones. Si desea viajar en el próximo período, debe tener cerca sus maletas y cargarlas, dando vueltas a la casa. Para el amor, es aconsejable que el primer saludo de Año Nuevo sea para una persona de sexo opuesto y beber la champaña del brindis en una copa con un anillo de oro dentro, sin tragárselo, claro.

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domingo, 30 de octubre de 2011

Cruzadas, la gran aventura

Pequeño y comprensivo resumen de esta gesta legendaria, para conocer y reflexionar.

Autor: Sergio Kieman
Fuente: Revista “Conozca Más”, enero, 1996.

El 27 de diciembre de 1095, el papa Urbano II llamó a los príncipes de Europa a combatir a los turcos, rescatando a Bizancio y conquistando Jerusalén y los Santos Lugares. La cristiandad respondió con entusiasmo y un gran ejército de nobles, vasallos y peregrinos zarpó rumbo a Medio Oriente. Comenzó así la Primera Cruzada, que dio origen a los Reinos Latinos de Palestina y fue la gran aventura de la Edad Media.
Hace más de 900 años, con sed de gloria y devoción religiosa, la Europa cristiana se lanzó a la impresionante aventura de las Cruzadas. Convocados por el papa Urbano II, y sin más plan que atacar a los turcos y conquistarles los Santos Lugares, caballeros y plebeyos, reyes y peregrinos, se lanzaron a la guerra bajo la bandera de la cruz. Fue un momento único en la historia del mundo: por primera vez desde la caída del Imperio Romano, el Mediterráneo era escenario de una guerra multinacional; por primera vez desde la caída de España ante los ejércitos moros, el Islam pasaba a la defensiva.
Las Cruzadas, que fueron nueve en 196 años, hicieron de Palestina una segunda patria para las grandes familias de Europa, que enterraron en el suelo de Medio Oriente a generación tras generación de guerreros. Es que “combatir a los infieles” se transformó en una vocación heredada de padres a hijos. Por ejemplo, en la pequeña y antigua iglesia de Hereford, en el corazón de Inglaterra, se pueden ver aún hoy las tumbas de cuatro generaciones de Lores de Oxford, que combatieron en sucesivas Cruzadas. Alberico de Vere, llamado El Triste, fue el primer lord Oxford, y murió en 1194. A su lado yacen el segundo lord, muerto en 1215; el tercero, muerto en 1221, y el quinto, muerto en 1295. Todas sus tumbas tienen estatuas representando a estos nobles con sus armaduras y con las piernas cruzadas, símbolo de los veteranos de las guerras contra los musulmanes. Por toda Europa las iglesias medievales guardan series de tumbas familiares donde yacen lado a lado nobles que siguieron los pasos de sus ancestros, combatiendo a los turcos.
La primera Cruzada fue resultado de una crisis política mayúscula, la aparición de los belicosos turcos seljúcidas, una de las más aguerridas naciones turcas. Los seljúcidas reforzaron el naciente imperio turco —que llegaría a su cúspide cuando entraran en escena los otomanos— y amenazaron como nunca a la ciudad de Bizancio, que hoy conocemos como Estambul y que era entonces el último resto del Imperio Romano.
El Islam ya se extendía por entonces desde Granada hasta la India, pero estaba pasando por un período de relativa declinación. Los problemas de los musulmanes habían tranquilizado a los cristianos, pero la llegada de los seljúcidas le dio nueva fuerza al Islam. El emperador bizantino Alexius I, viendo que no podría resistir un ataque turco, pidió ayuda a los reinos cristianos de Occidente. El papa Urbano II atendió el pedido y el 27 de noviembre de 1095, en el concilio de Clermont, convocó a los príncipes católicos a combatir al Islam, prometiendo recompensas celestiales y plenas indulgencias papales.
El llamado de Roma fue un éxito que superó los sueños del emperador bizantino. Europa vivía en ese siglo un revivir religioso, con movimientos carismáticos y una moda que no se había visto nunca: el peregrinaje. Los grandes santuarios —París, Santiago de Compostela— llamaban a los fieles de todo el continente. Por los caminos y los pueblos se veían pasar hombres de todas las condiciones sociales vistiendo el manto basto y humilde del peregrino, caminando a veces por más de un año para orar ante alguno de los grandes templos.
Este fervor era producto de la llegada del milenio. Al acercarse el año mil, adivinos y profetas llenaron de terror las mentes de los fieles, que esperaron el fin del mundo y la llegada del anti-Cristo. El año 1000 llegó y pasó sin que el Apocalipsis se cumpliera, pero la variante fundamentalista y apasionada de la religión ya se había impuesto en la cultura del continente.
Cuando la convocatoria papal llegó a Francia, las plazas y las catedrales se llenaron del grito “Deus volt” —Dios así lo quiere— y el enrolamiento fue masivo. La primera expedición fue espontánea y desordenada. Se la llamó “La Cruzada del Pueblo” y fue liderada por dos extraños personajes, mezcla de profetas y guerreros: Pedro el Ermitaño y Walter el Pobre.
Básicamente una banda de campesinos mal armados y peor organizados, pero ardiendo de fervor religioso y creyendo que pelear y morir en la Jerusalén terrestre les ganaría un lugar en la Jerusalén celeste, esta cruzada espontánea desembarcó en tierra santa mientras los reyes y nobles todavía reunían sus tropas. Los turcos no tuvieron la menor dificultad en derrotar a las bandas armadas de Pedro y Walter.
Mientras, una gran flota llevó a los ejércitos de caballeros a Constantinopla, bajo el mando de algunos de los grandes nombres de Europa. Raimundo de Saint Gilles, conde de Toulousse; Roberto de Normandía; Hugo de Vermandois; Bohemond y Tancredo de Normandía, y los hermanos Balduino y Godofredo de Bouillon, conducían la expedición, formada principalmente por franceses. Tras serios problemas iniciales —los caballeros estaban escasos de fondos y amenazaron arruinar económicamente a la capital bizantina— los cruzados le juraron fidelidad a Alexius. De inmediato, y pese a los consejos del prudente emperador romano, los caballeros se lanzaron al ataque de los despreciados turcos. Pero los musulmanes les infligieron dos sangrientas derrotas en cuestión de días. Con más respeto hacia el enemigo, los cruzados se reorganizaron y bajaron por la costa del Mediterráneo, atacando a sus enemigos. En 1097 tomaron Nicaea y destruyeron un ejército turco en Dorylaeum. El mismo año, una flota inglesa comandada por Guillermo el Conquistador y tripulada por sajones, bloqueaba y luego tomaba Seleucia, el puerto de Antioquía. Poco después, en octubre, llegaba el cuerpo principal del ejército y sitiaba la ciudad, que resistió hasta junio de 1098. Lo que sucedió fue que los cruzados se encontraron por primera vez con una gran fortaleza al estilo turco, la tecnología de construcción más avanzada de la época. Antioquía tenía una muralla de diez kilómetros de longitud puntuada por nada menos que 450 torres. En el centro, una formidable ciudadela dominaba el perímetro defensivo. Las armas y las maquinarias de sitio europeas nada pudieron contra la piedra y el cemento musulmán, y la ciudad sólo pudo ser conquistada por una operación de inteligencia organizada por los bizantinos: por una gruesa suma de dinero, lograban que un traidor abriera las puertas.
Mientras tanto, otras columnas cruzadas atacaron el interior de Siria, y grupos menores avanzaron hacia el sur, entrando en una región dividida en pequeños emiratos árabes, que fueron presa fácil de los caballeros. En 1099, los cruzados finalmente se dirigieron a Jerusalén. Cuando los caballeros franceses llegaron a la ciudad, creyeron tener una visión. Según las crónicas de la época, vieron “a la ciudad de los hombres y creyeron ver la ciudad de Dios”.
Bajo el fuerte sol, las murallas y las torres de Jerusalén centelleaban bajo el sol. Los cruzados, ya enfervorizados por “la tarea de la cruz” que estaban realizando, pasaron de llamarse “herederos de Israel” a afirmar que eran “ellos mismos Israel, el pueblo de Dios”. Al pie de las murallas, se arrodillaron y rezaron, y asaltaron la ciudad el 13 de junio de 1099. No tenían alimentos, ni agua, ni siquiera escaleras para subir a los muros, pero atacaron esperando un milagro. Fueron rechazados con facilidad por los sitiados turcos.
Finalmente, llegó ayuda en la forma de una flota genovesa que atracó en Jaifa trayendo suministros y armas. Poco después, una escuadra inglesa llegaba también a la costa y sus tripulantes, enterados de que se acercaba la hora de recuperar la ciudad más sagrada para la cristiandad, quemaron sus naves y se dirigieron rumbo a Jerusalén a ayudar en su conquista. Al llegar, los ingleses se encontraron con un triste espectáculo: los franceses estaban reducidos a doce mil hombres debilitados y hambrientos, privados de lo más elemental. Con los refuerzos ingleses y los suministros genoveses, los cruzados declararon el 8 de julio un santo feriado y marcharon en procesión, descalzos, alrededor de la ciudad santa. El 10 de julio, volvieron a atacar, y siguieron combatiendo furiosamente hasta que el 15 de julio las defensas cedieron. La toma de la ciudad santa se vio manchada por una masacre general de musulmanes y judíos que duró dos días. El saqueo fue completo y aquellos que no murieron ni pudieron huir perdieron todo y fueron reducidos a la esclavitud o a la servidumbre. A los musulmanes no les chocó tanto perder la ciudad, que por entonces no creían ni tan importante ni tan sagrada como hoy, pero se indignaron por la brutalidad de los ocupantes. Todavía hoy, en los sermones de los musulmanes fundamentalistas, se escuchan los ecos del shock árabe ante la violencia de los europeos.
Tras la caída de Jerusalén, los cristianos se encontraron en control de las zonas costeras de lo que hoy es Israel y el Líbano, y formaron cuatro feudos. Uno, Jerusalén, fue gobernado por Godofredo de Bouillon con el título de Defensor del Santo Sepulcro, ya que los caballeros consideraron que la ciudad no podía tener un gobernante que se llamara a sí mismo rey. Los otros tres, Edessa, Trípoli y Antioquía, fueron gobernados respectivamente por Balduino, Raimundo y Bohemond. Estos feudos dedicarían sus breves existencias a resistir ataque tras ataque turco, y pasarían a la historia como los Reinos Latinos de Oriente.
Pero los primeros años de los reinos fueron exitosos y gloriosos. A lo largo y a lo ancho de los nuevos territorios cristianos, se alzaron las severas fortalezas de los cruzados. Krak des Chevaliers, Aleppo, Montreal, Sahyoun, Tiro, Acre, Beaufort, Montfort, Kerak y la misma Jerusalén todavía exhiben las formas románicas de las iglesias, conventos, palacios y castillos de los barones francos, sajones e italianos. Las líneas marítimas que unían Europa con el Medio Oriente también se poblaron de fortalezas cruzadas. El mar Egeo, las islas del Peloponeso, Malta, fueron gobernadas por nobles franceses o por las órdenes cruzadas de los Templarios, los caballeros Hospitalarios o los ya milenarios caballeros de Malta. Para los contemporáneos, este éxito pareció un sueño o un milagro. Miles de peregrinos visitaron los Santos Lugares, en viajes llenos de riesgos que duraban meses. A los cronistas de la época, la conquista de Jerusalén pareció mostrarles que el ideal caballeresco –el noble consagrado al oficio de las armas, buscando “justas causas para defender” y al servicio de Cristo– era superior a todo lo conocido. Los turcos les parecieron a los europeos como débiles e incapaces de vencerlos. Poco duró esta convicción. Entre 1147 y 1149, una segunda cruzada acudió al rescate de los sitiados reinos latinos, que habían perdido Edessa. Ni la presencia de San Bernardo y de Luis VIII de Francia lograron recuperar lo perdido. Poco después, los cristianos perdieron Jerusalén, reconquistada para el Islam por Saladino. La tercera cruzada, capitaneada por Ricardo Corazón de León, se estrelló entre 1189 y 1192 ante el genio militar del musulmán. En 1202, los cristianos atacaron por cuarta vez, desembarcando en Egipto y siendo una vez más derrotados. La quinta cruzada fue un nuevo fracaso. En 1229, la sexta y breve cruzada fue más exitosa: su comandante, Federico III, negoció con el emir de Egipto y le compró Jerusalén, Belén y Nazareth. Sin embargo, en 1244 los árabes retomaron definitivamente la ciudad santa, y entre 1248 y 1254 Luis IX, que luego sería canonizado como San Luis de Francia, condujo la séptima cruzada, poco fructífera. La octava cruzada, en 1270, le costó la vida a San Luis. En 1291, Europa envió la última cruzada, que trató de salvar a Acre, la última ciudad en manos cristianas, del sitio del emir Al Ashraf. El 14 de agosto de ese año, casi dos siglos después del primer desembarco, los templarios evacuaban sus fortalezas de Chateau-Pélerin y Tortose. Así terminó la mayor movilización religiosa de la historia de la Cristiandad y una de las aventuras militares más increíbles.

LA CIENCIA DE LA GUERRA EN EL MEDIO EVO.
La Edad Media ya contaba con una sofisticada ingeniería para el combate.
Al enfrentarse, musulmanes y cristianos descubrieron que tenían un arsenal muy similar. La espada se vio ante la cimitarra y ambos bandos usaban hachas y mazas guerreras muy similares. Los cristianos tenían la ventaja de sus armaduras y cotas de malla, que los árabes compensaban con la mayor movilidad de sus caballerías livianas. Los pesados arcos de las infanterías eran muy parecidos y no daban ventaja a ningún bando. Los musulmanes, sin embargo, fueron superiores en organización y en maquinaria de sitio. Cuando los francos y normandos sitiaron las fortalezas turcas, se encontraron con una tecnología militar muy superior, ante la cual sus ballestas y catapultas poco podían. Tuvieron que aprender cómo romper los perímetros defensivos de las fortalezas seljúcidas, perfeccionando sus maquinarias o imitando las del sultán.

LA EDAD MEDIA VIVE EN EE.UU.
La Edad Media sigue viviendo, con torneos, reyes, damas que bordan tapices y combates de honra. El nuevo centro medieval es el estado de Nueva York –llamado Señorío de Ostgard– y los custodios de la herencia de torneos y feudos son los 9.000 miembros de la muy secreta Sociedad del Anacronismo. Los Anacronistas, como se llaman sus miembros, pueden tener cualquier edad, status o raza, pero deben convencer a un panel de “nobles” que sus conocimientos históricos son sólidos, y que rigen sus vidas por el código de honor caballeresco de los siglos Xl a XIII: cortesía, bravura, firmeza. La actividad más famosa de la Sociedad es su guerra anual, la “Pennsic”, donde el Reino Medio –los miembros que viven en los estados del interior de EE.UU.– se enfrenta al Reino del Oriente –los miembros de los estados costeros. Los caballeros que tienen el honor de defender a sus feudos –llamados Rimaris, Ealdormere, Ansterora o Drachenwald, por ejemplo– gastan miles de dólares en reproducir exactamente armaduras, vestimentas y armas de época, y muchas horas en aprender las tácticas de combate. La única concesión es que las amenazadoras hachas, lanzas y mazos de guerra son de madera, pintados para que parezcan de metal.

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viernes, 28 de octubre de 2011

Peter Tamm, el príncipe de las mareas

Autor: Bruno Pasarelli
Fuente: Conozca Más. Enero, 1996

Es un magnate de la prensa alemana y dueño del mayor museo naval del mundo. En su palacio de Hamburgo reunió 18.000 miniaturas de buques, 1.000 banderas, 80.000 libros y un arsenal que podría equipar una flota.
El amor al mar es contagioso y lleva a los hombres a hacer cosas aventuradas, insólitas y arriesgadas. Navegar es necesario, decía el poeta portugués Fernando Pessoa, y agregaba que lo era aún más que vivir. Algunos navegantes se dejaron llevar por el mar amante y descubrieron continentes. Otros buscaron aventuras doblando el cabo de Hornos en pequeños veleros, o dando la vuelta al mundo solos. Y hay los que aman el mar a través de los objetos y las naves con que los hombres lo recorren.
En Alemania, entre los árboles de la avenida Elbchaussee de Hamburgo, junto a la desembocadura del Elba en el mar Báltico, una vieja e histórica mansión es el monumento al amor por el mar de un ex-cadete naval, ex-periodista y millonario, Peter Tamm. La casona aloja la mayor colección del mundo de maquetas navales, una de las mayores de banderas, uniformes y documentos, y un arsenal que sería la envidia de algunos países menores. En su jardín, como avisando lo que el visitante encontrará al entrar, monta guardia una lancha torpedera de la Armada de la desaparecida Alemania Oriental.
Peter Tamm comenzó su colección de artefactos navales cuando tenía apenas seis años y armó su primera maqueta. A los 17 años, en 1945, era un joven cadete naval que se felicitaba de haber sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial y se preguntaba qué nueva carrera elegir, ya que su derrotado país no iba a tener una Marina de guerra por muchos años más. Con los años, Tamm se transformó en un alto gerente del grupo Springer, la editorial más grande de Alemania, que publica el diario Bild. Ya retirado, reunió sus colecciones y creó el Instituto de Navegación e Historia Marina. El primer paso fue la compra, en 1988, de la casona de Elbchaussee, una mansión construida en 1865 para un armador naviero y que luego fuera del príncipe Otto de Bismarck y del kaiser Guillermo II. La casa aloja muchas obras de arte, frescos y ornamentaciones únicas, y fue cuidadosamente restaurada a su condición original. La historiadora búlgara Anna Nikoloff comenzó en 1993 a catalogar las piezas del Instituto y a prepararlas para su exhibición y estudio. Lo primero en prepararse, claro, fueron las 18.000 maquetas en miniatura (la escala es de apenas 1 en 1.250) de buques de todas las épocas. La colección incluye todos los principales tipos de naves usadas en la historia, desde las galeras egipcias hasta los portaviones nucleares. Estas miniaturas comparten los salones de la mansión con maquetas mayores —45 a 48 veces más pequeñas que el original— que se destacan por la perfección de sus detalles. Algunas, además, son únicas: la colección incluye una réplica en oro puro de la Santa María, la carabela insignia de Cristóbal Colón, junto a pequeñas naves hechas de ámbar, marfil y plata. En una sala reposa la mayor colección existente de los barcos hechos en huesos humanos por marineros franceses prisioneros de Inglaterra durante las guerras napoleónicas.
Los modelos mayores, los de escala 1 en 45 o 1 en 48, incluyen algunas de las naves más destacadas de la historia naval mundial. Allí se pueden apreciar buques como el Yamato, el mayor acorazado jamás construido, que fue botado en 1940 y hundido por los norteamericanos en 1945. También puede verse el Meteor IV, velero del kaiser alemán Guillermo II, y el Chesapeake, la fragata norteamericana capturada en 1813 por una nave mucho menor de la Armada británica, en una de las más famosas acciones de combate de la guerra anglo-americana de 1812-1814.
La maqueta de la Chesapeake es justamente famosa: mide 144 centímetros de largo, y fue construida en huesos de ballena coloreados por los marineros de la fragata capturados en el combate. Los historiadores navales consideran esta maqueta la más perfecta alguna vez realizada.
Argentina está presente en el Instituto, que cuenta con miniaturas de casi todos los navíos de la flota de mar de la Armada y con réplicas de buques extranjeros relacionados con su historia. Por ejemplo, se puede ver una detallada reproducción del acorazado de bolsillo Graf Von Spee, que fue arrinconado en el Río de la Plata por cruceros ingleses en 1939. Su comandante, el capitán Langsdorff, hundió la nave en el canal central del río, puso a salvo su tripulación en Buenos Aires, y se suicidó en un hotel de Retiro. También está en exhibición el Deutschland, un buque gemelo del perdido en el río.
Cerca del Spee y el Deutschland, se puede ver una verdadera curiosidad, el primer portaviones alemán. Comisionado hacia el fin de la guerra, cuando la política de la industria armamentística nazi ya era errática, el portaviones nunca fue botado ni bautizado. Los rusos lo capturaron casi terminado en su astillero en mayo de 1945, y se lo llevaron a remolque a su puerto nórdico de Leningrado. El desafortunado buque tampoco llegó a servir en la Armada Roja, porque se hundió antes de llegar a su nuevo puerto. Para tener su maqueta, Tamm tuvo que conseguir los planos originales de la nave, y mandar a hacer su maqueta en escala.
En el mismo salón se pueden ver modelos de submarinos de la más alta tecnología. Uno de ellos es una nave soviética que es el mayor sumergible jamás construido, grande como un crucero de superficie y capaz de bajar hasta los 1.000 metros de profundidad, navegando a 80 kilómetros por hora. Junto a los submarinos, una colección de réplicas de buques-tanque que historia su evolución desde el primero construido, un modelo de 1889 que transportaba 1.390 toneladas de petróleo, hasta el mayor botado alguna vez, el Cristina Onassis, capaz de transportar más de 500.000. Las series históricas incluyen réplicas de naves del almirante inglés Nelson —el triunfador de Trafalgar—, del buque de Américo Vespucci, de un crucero ruso que participó en la revolución de 1905, y del brig de guerra Jamaica, botado en 1710, y el primer navío en izar la bandera norteamericana, en 1790.
Otra sala del Instituto alberga la mayor colección existente en el mundo de pinturas sobre temas navales, que incluye piezas del 1500 hasta nuestros días. Al lado, están ya disponibles los 80.000 libros de la biblioteca especializada, y los historiadores trabajan clasificando las miles de cartas navales de la colección, que incluyen algunas de las primeras que se hayan dibujado. Cientos de cajas de archivo guardan una inmensa masa de documentos relacionados con la historia de la navegación, incluyendo 500 autógrafos de almirantes famosos —50 de ellos del almirante Nelson—, 30.000 planos originales de navíos antiguos y modernos, un millón de fotografías, y 2.000 películas documentales y de ficción. La colección documental se completa con condecoraciones, medallones conmemorativos, porcelanas y 1.000 banderas de guerra, entre ellas una insignia de combate de la Armada Argentina y el estandarte imperial del kaiser Guillermo II.
Los restauradores del instituto trabajan activamente preparando la sección uniformes, que incluye originales y réplicas, que serán exhibidos en maniquíes que reproducen a marinos célebres de todas las épocas. La sección incluye una verdadera joya, un uniforme original de un marino de la tripulación de lord Nelson, que data de principios del siglo pasado. Otro original es el centenario uniforme de capitán naval argentino que el almirante Ferrer le regaló a Peter Tamm para su museo. En 1992, Tamm visitó este país y fue agasajado como sueña un amante del mar: navegó en buques argentinos, y se sumergió en un submarino de la Armada construido en el astillero alemán Nordseewerke.
En vitrinas especiales, el Instituto exhibe piezas únicas. Por ejemplo, una pequeña colección de raros bastones de mando de comandantes supremos de la armada alemana, que incluyen el de Enrique de Prusia —hermano del kaiser Guillermo y comandante naval durante la Primera Guerra Mundial— fundido por un orfebre en 1909. Otras piezas destacadas son los bastones de los almirantes de la Segunda Guerra Erich Raeder y Karl Donitz. Este último le regaló personalmente su bastón a Tamm y es una pieza histórica especial: Donitz comandó las flotas de submarinos alemanes que atacaron el tráfico naval aliado en el Atlántico Norte entre 1940 y 1944, y fue el sucesor de Hitler, luego de que el dictador se suicidara, encargándole en su testamento rendir el país.
Finalmente, claro, están las armas. La colección incluye desde lo invaluable, como las espadas persas de 3.000 años de antigüedad, hasta lo impactante, como la enorme y todavía artillada lancha torpedera de Alemania Oriental que recibe a los visitantes en el jardín del Instituto. También llaman la atención las armas de mano de todo tipo, como una tanaka —espada samurai— regalada por el emperador Hirohito a un alto jefe naval alemán. Junto a este verdadero arsenal, se exhiben los instrumentos técnicos de la guerra: comunicaciones, aparatos ópticos y de navegación, máquinas para descifrar claves y, más inocentemente, la maquinaria usada para construir réplicas a escala de navíos.
Casi un sueño, este Instituto, es un verdadero Edén para los amantes del mar. No es casual, ya que la casona de Hamburgo aloja la mayor colección de piezas navales del planeta: no hay nada que se compare a lo que Peter Tamm logró reunir en 61 años de colecciones.

LA PASIÓN DE TODA UNA VIDA.
Para su fundador, el Instituto es mucho más que un museo: es una herramienta de investigación de la historia naval.
Para Peter Tamm, exhibir sus colecciones es darle un mayor sentido a una pasión que dominó toda su vida. “Mi vida iba a vivirse en el mar, yo iba a ser marino”, cuenta el empresario, “pero el fin de la Segunda Guerra dejó al adolescente que era yo sin carrera, porque la Armada alemana dejó de existir por varios años. Así que seguí mi pasión por otros medios”.
Tamm continuó acumulando artefactos, réplicas y armas navales, e invirtiendo fortunas —sin la menor ayuda del estado alemán, como proclama orgullosamente un cartel a la entrada del Instituto— en conseguir documentos, planos y fotos. “Más que un museo, lo que yo pretendo es que mi Instituto de Navegación e Historia Marina sea una institución de investigación, una real herramienta para todos los que se interesan en el mar”, dice Tamm.
“En especial, son bienvenidos los jóvenes, porque es fundamental que tengan conciencia de que los barcos fueron el medio por el que se movilizó la historia de la humanidad. Sin barcos no se hubiera descubierto América, sin barcos no existiría la Argentina. Sin ellos nada sería igual”. Mientras fuma incansablemente cigarros, Tamm da otra definición sobre su instituto: “Tampoco podemos habilitarlo sólo como museo, porque necesitaríamos cien lugares para estacionamiento y tenemos sólo cinco, O sea que, si vienen a visitarnos, por favor vengan en taxi”.

Peter Tamm, the prince of the tides

Author: Bruno Pasarelli.
Source: “Conozca Más” review, 1996

(sorry, my English is very basic)

He is a magnate of the German press and owner of the biggest naval museum in the world. In their palace of Hamburgo he gathered 18.000 miniatures of ships, 1.000 flags, 80.000 books and an arsenal that it could equip a fleet.
The love to the sea is contagious and it takes to the men to make venturous, unusual and chancy things. To navigate is necessary, the Portuguese poet Fernando Pessoa said, and he added that it was still it more than to live. Some navigators were allowed to take for the sea lover and they discovered continents. Others looked for adventures bending the end of Hornos cape in small sailing ships, or giving the turn to the alone world. And there are those that love the sea through the objects and the ships with which the men travel him.
In Deutschland, among the trees of the avenue Elbchaussee of Hamburgo, next to the outlet of the Elba in the Baltic sea, an old and historical mansion is the monument to the love for the sea of a naval former-cadet, former-journalist and millionaire, Peter Tamm. The large house houses the biggest collection in the world of naval scale models, one of those bigger than flags, uniforms and documents, and an arsenal that it would be the envy of some smaller countries. In their garden, as warning what the visitor will find when entering, guard mounts a shuttle boat of the Armada of the missing Oriental Germany.
Peter Tamm began his collection of naval devices when he was hardly six years old and it armed his first scale model. To the 17 years, in 1945, he was a young naval cadet that was congratulated of having survived the Second World War and he wondered how new career to choose, since their defeated country won't have a Marina of war more for many years. With the years, Tamm became a high manager of the group Springer, the biggest editorial in Germany that the daily Bild publishes. Already retired, it gathered their collections and created the Institute of Sailing and Marine’s history. The first step was the purchase, in 1988, of the large house of Elbchaussee, a mansion built in 1865 for a shipping builder and that then outside of the prince Otto of Bismarck and of the kaiser Guillermo II. The house contains many works of art, fresh and unique ornamentations, and it was carefully restored to its original condition. The Bulgarian historian Anna Nikoloff began in 1993 to classify the pieces of the Institute and to prepare them for her exhibition and study. The first thing in getting ready, clear, they were the 18.000 scale models in miniature (the scale is of hardly 1 in 1.250) of ships of all the times. The collection includes all the main types of ships used in the history, from the Egyptian galleys until the nuclear airplane carrier. These miniatures share the living rooms of the mansion with more scale models —45 to 48 smaller times that the original— that stand out for the perfection of their details. Some, also, are only: the collection includes a reproduction in pure gold of the Santa María, Christopher Columbus (Cristóbal Colón) caravel badge, next to small ships made of amber, ivory and silver. In a room the biggest existent collection in the ships made in human bones by sailors French prisoners from England during the wars napoleonic wars.
The biggest models, those of scale 1 in 45 or 1 in 48, include some of the most outstanding ships in the world naval history. There ships like the Yamato can be appreciated, the biggest battleship never built that was thrown away in 1940 and collapsed by the North Americans in 1945. He also can the Meteor IV, sailing ship of the German kaiser it turns Guillermo II, and the Chesapeake, the North American frigate captured a lot in 1813 by a ship smaller than the British Army, in one of the most famous actions in combat of the anglo-American war of 1812-1814.
The scale model of the Chesapeake is exactly famous: it measures 144 centimeters long, and it was built in colored whale bones by the sailors of the frigate captured in the combat. The naval historians consider this scale model at some time the most perfect carried out.
Argentina is present in the Institute that has miniatures of almost all the ships of the fleet of sea of the Army and with reproductions of foreign ships related with its history. For example, one can see a detailed reproduction of the pocket battleship Graf Von Spee that was put in a corner in the Río de la Plata by English cruises in 1939. His commandant, captain Langsdorff, sank the ship in the central channel of the river, it put safe his company in Buenos Aires, and he in a hotel of Retiro. It is also in exhibition the Deutschland, a twin ship of the lost one in the river.
Near the Spee and the Deutschland, one can see a true curiosity, the first German airplane carrier. Commissioner toward the end of the war, when the politics of the Nazi weapons industry was already erratic, the carriers was never thrown away neither baptized. The Russians captured him almost finished in their navy in May of 1945, and they took it to tow to their Nordic port of Leningrado. The unfortunate ship neither ended up serving in the Red Army, because he collapsed before arriving to its new port. To have their scale model, Tamm had to get the original planes of the ship, and to send to make its scale model in scale.
In the same living room they can be seen model of submarines of the highest technology. One of them is a Soviet ship that is never the great submergible built, big as a surface cruise and able to lower until the 1.000 meters deep, navigating to 80 kilometers per hour. Next to the submarines, a collection of ship-tank reproductions that history their evolution from the first one built, a model of 1889 that transported 1.390 tons of petroleum, until the great bounced at some time, the Cristina Onassis, able to transport more than 500.000. The historical series include reproductions of the English admiral's ships Nelson —el winner of Trafalgar—, of Américo Vespucci's ship, of a Russian cruise that participated in the revolution of 1905, and of the brig of war Jamaica, bounced in 1710, and the first ship in hoisting the North American flag, in 1790.
Another room of the Institute harbors the biggest existent collection in the world of paintings on naval topics that it includes pieces of the 1500 until our days. To the side, they are already available the 80.000 books of the specialized library, and the historians work classifying the thousands of naval letters of the collection that include some of the first ones that have been drawn. Hundred of file boxes keep an immense mass of documents related with the history of the sailing, including 500 autographs of famous admirals admiral's Nelson —50 of them—, 30.000 original planes of old and modern ships, a million pictures, and 2.000 documental movies and of fiction. The documental collection is completed with badges, commemorative lockets, porcelains and 1.000 flags of war, among them a badge of combat of the Argentina Army and the imperial banner of the kaiser Guillermo II.
The restorers of the institute work preparing the section uniforms that it includes actively original and reproductions that will be exhibited in mannequins that reproduce celebrated marines of all the times. The section includes a true jewel, an original uniform of a marine of the lord company Nelson that dates of principles of last century. Another original is Argentinean naval captain's uniform centennial that admiral Ferrer gave to Peter Tamm for his museum. In 1992, Tamm visited this country and it was entertained as a lover of the sea he dreams: it navigated in Argentinean ships, and he dove in a submarine of the Armada built in the German navy Nordseewerke.
In special cabinets, the Institute exhibits unique pieces. For example, a small collection of strange canes of supreme commandants of the German Army control that they include that of Enrique from Prusia —kaiser Guillermo’s brother and major naval during the First World War—fused by a goldsmith in 1909. Other outstanding pieces are the canes of the admirals of the Second War Erich Raeder and Karl Donitz. This last one gave their cane personally to Tamm and it is a special historical piece: Donitz commanded the fleets of German submarines that attacked the traffic naval ally in the North Atlantic between 1940 and 1944, and it was the successor of Hitler, after the dictator, taking charge him in his testament to surrender the country.
Finally, clear, the weapons are. The collection includes from the invaluable, as the 3.000 year-old Persian swords, until the enormous one and still weapon boat of Oriental Germany that receives the visitors in the garden of the Institute. They also call the attention the weapons of hand of all type, like a tanaka —a samurai sword— given by emperor Hirohito to a high German naval boss. Next to this true arsenal, the technical instruments of the war are exhibited: communications, optic apparatuses and of sailing, machines to decipher keys and, more innocently, the machinery used to build replicas to scale of ships.
Almost a dream, this Institute, is a true Eden for the lovers of the sea. It is not casual, since the large house of Hamburgo houses the biggest collection in naval pieces of the planet: there is not anything that it is compared to what Peter Tamm was able to gather in 61 years of collections.

A ENTIRE LIFE PASSION.
For their founder, the Institute is much more than a museum: it is a tool of investigation of the naval history.
For Peter Tamm, to exhibit their collections is to give a bigger sense to a passion that dominated all their life. “My life will be lived in the sea, I will be army”, the manager says, “but the end of the Second War left the adolescent that was me without career, because the German Army stopped to exist for several years. So I followed my passion for other means.”
Tamm continued accumulating devices, reproductions and naval weapons, and investing fortunes —without the German state help, like it proclaims a poster proudly to the entrance of the Institute— in getting documents, planes and pictures. “More than a museum, what I seek is that my Institute of Sailing and Army History is an investigation institution, a real tool for all those that are interested in the sea”, Tamm says.
“Especially, they are welcome the youths, because it is fundamental that they have conscience that the ships were the means for which the humanity's history was mobilized. Without ships America had not been discovered, without ships the Argentina would not exist. Without them anything would be same.” While he smokes cigarettes unfailingly, Tamm gives another definition on its institute: “Neither we can only enable it as museum, because we would need a hundred places for parking and we only have five, that is to say that, if they come to visit one another, please they come in taxi.”

viernes, 7 de octubre de 2011

Chau, Steve

Puedo estar equivocado…
Desde la década de los años 70, hasta 2011 el mundo se ha transformado casi totalmente. Por muchas razones, este período comprime acontecimientos, progresos y cambios que en cualquier otra época anterior hubieran tomado incluso siglos. Y aunque el futuro inmediato tendrá la misma dinámica, ese tiempo será memorable por los progresos y nuevos rumbos de la economía, la tecnología, la sociedad y la cultura en general.
Quienes hemos vivido nuestra adolescencia y juventud, incluso nuestra adultez en esta época hemos experimentado personalmente estas transformaciones, y hemos tenido el privilegio de hacerlo “en primera fila”.
En 1975 la computadora personal era poco menos que un sueño. Hoy, cualquier calculadora de estudiante tiene más potencia que las computadoras de la nave Apolo que llegó a la Luna.
En 1975 los viajes al espacio podían durar sólo pocos días. Hoy, salvo la jubilación de los transbordadores norteamericanos, los astronautas pueden permanecer en el espacio por meses enteros.
En 1975 las radios portátiles pesaban, por lo menos, medio kilo. Hoy, cualquier adolescente puede comprar, con su dinero para el recreo escolar, una radio tan pequeña que incluso cabe en el mismo auricular.
En 1975 los mini-casetes de audio eran el standard doméstico para conservar música. Hoy, cualquier chip o dispositivo similar puede conservar lo que miles de esos casetes.
En 1975 las redes de computadoras eran privilegio de grandes empresas y universidades. Hoy, cualquier computadora doméstica puede conectarse al mundo entero, y gracias a Internet nuestro planeta parece más pequeño.
En 1975 los teléfonos móviles parecían maletines de comunicación militar. Hoy, en cada hogar hay, por lo menos, un teléfono celular, incluso en algunas ciudades, hay un celular por cada persona.
En 1975 la radio, teléfono, agenda personal, cámara fotográfica y filmadora eran aparatos diferentes. Hoy, todo eso está reunido en un solo y diminuto aparato, y además, toda una discoteca, videojuego y otros añadidos.
¿Qué ha pasado?
Estos cambios dramáticos no son obra de la casualidad; son la suma y producto de varios progresos pequeños que cuando interactúan entre sí hacen funcionar una sinergia que multiplica las posibilidades y resultados. Pero se necesitan creadores, emprendedores y visionarios que inicien esta dinámica, porque ella no nace de la nada.
Steve Jobs fue uno de ellos.
En 1975, Steve vivía el dilema entre encaminar seriamente su vida universitaria o lanzarse a la aventura de marcar su propio camino, a su modo. Así, finalmente, al año siguiente la decisión se había tomado, y con un amigo terminó por fundar la “compañía de la manzana”.
Lo demás es historia…
Aparte de 12 años de ausencia, entre 1985 y 1997, en que Apple experimentó con el Proyecto Newton, que al final no triunfó como negocio pero de todos modos marcó un horizonte, Steve y su compañía fueron literalmente uno, lo mismo.
En una época en que la compatibilidad computacional era el primer mandamiento para crecer, prevalecer y prosperar, Apple prefirió seguir el suyo, y sin aislarse por completo, evolucionó su propio Standard. En un ambiente que exigía “compatibilizarse o morir”, Apple no sólo sobrevivió sino prosperó.
En tiempos de la Mac la gente común pensaba: “es buena, pero no es compatible con las demás computadoras; además, no hay mucho software para ella”. En ese tiempo, la gente que conozco soñaba, clamaba y reclamaba que los productos de Apple se parezcan a IBM, HP, Epson o Sony. Ahora es al revés, la competencia busca parecerse lo más posible a los productos de Apple.
¿Por qué?
Sin ignorar ni menospreciar la fortaleza de la empresa, los 12 años de ausencia de Apple sin Steve demuestran que el genio, y muchas veces el ingenio de su fundador marcaron la diferencia.
Su estrategia: innovación e integración, eficiencia y calidad. Luchar para crear algo diferente y mejor, aunque resulte costoso, y luego luchar para que sea accesible, con equilibrio entre precio y desempeño. Desarrollar y ofrecer nuevos productos; pero no quedarse ahí sino ofrecer nuevas experiencias. Dar más importancia a lo beneficia al cliente, los beneficios para la empresa llegarán solos, por añadidura.
A la inversa de los magos, que extraen muchas cosas de un sombrero pequeño, Steve nos enseñó que es posible reunir muchos aparatos o dispositivos en un solo objeto pequeño. Antes de él, lo único parecido que conocía la gente común era el venerable “3 en 1”: receptor de radio, reproductor de cintas y tornamesa para discos. Y Steve inició una revolución que le sobrevive y se extenderá por siempre.
En mi país hay un refrán que dice: “lo bueno de los patos es que nadan y vuelan, pero lo malo es que ni vuelan bien ni nadan bien”. Steve nos demostró con el iPhone que ese “pato” hace varias cosas, y muy bien.
Pero ese no es su único legado.
Otra enseñanza de Steve, incluso más profunda que las anteriores, es su testimonio de vida: la entereza del revolucionario que trabaja sin descanso por lo que cree que está bien y es posible, el optimismo para asumir los problemas como desafíos y los imposibles como tareas, la entereza para sobreponerse a las dificultades, y vencerlas; la paciencia para reconocer los malos tiempos como oportunidades y las desventajas como motivaciones; la entereza para mantener un ideal y convertirlo en proyecto de vida; la sencillez para ser como se es y convertir lo sofisticado en cotidiano; y el amor a la vida para seguir viviendo aun a pesar de la muerte…
Steve nos regaló en forma de tecnología e innovación lo que Dios le dio en inteligencia, creatividad y fuerza vital. ¿Qué nos hubiera dado si él hubiera sido economista, poeta, músico, filósofo, sacerdote o político? ¿Acaso no fue Steve algo de esas cosas?
Steve nos enseñó con su ejemplo de vida que no se necesita ser rico para gozar de los progresos materiales, y se preocupó porque todos los jóvenes y adolescentes del mundo accedan a los productos tecnológicos. Ahí está el economista con vocación social.
Steve nos mostró cómo los sueños pueden convertirse en realidades, con trabajo, dedicación y perseverancia. Ahí está el poeta que anuncia y presenta la metamorfosis de la idea que se materializa en realizaciones.
Steve nos enseñó que la música puede llegar a ser verdaderamente universal, traspasar cualquier barrera y reconciliarse con el mundo cibernético lleno de piratas que prosperan con el esfuerzo ajeno, ahí está el músico padrino del artista y compositor que espera una recompensa decorosa por su esfuerzo.
Steve nos enseñó que la vida diaria no tiene que subordinarse a la tecnología, sino que la tecnología debe servir a un mejor bienestar, que la máquina debe servir al ser humano y no al revés. Ahí está el filósofo que nos muestra un mundo en que arte, máquina y cotidianidad aportan por igual a la sensación y alegría por vivir.
Steve nos enseñó que cuando uno desea, espera, trabaja y pide con toda su fuerza y corazón, como decía Santiago, cualquier logro bueno es posible. Además, él también nos enseñó que predicar y practicar lo que se cree no son asuntos separados. Él predicó y practicó. Ahí está el sacerdote que dejó a las nuevas generaciones una lección de amor y compromiso con el ideal que se convierte en trabajo y éxito.
Steve nos enseñó que los progresos deben, y pueden, beneficiar a todos, que el conocimiento es poder, que ese poder bien utilizado contribuye al bienestar, y que el bienestar es un derecho humano. Ahí está el político que trabajó por democratizar el acceso a la tecnología, mucho más, y en silencio, que varios gobernantes o estadistas.
Pero Steve nos dejó algo más. Él creía, como nosotros, que todos somos valiosos, pero nadie es indispensable. Sabiendo que ninguna vida material es eterna, compartió su forma de pensar y de vivir con quienes le rodearon. La compañía Apple seguirá experimentando todavía el influjo de su genio innovador. A diferencia de otros que prefieren llevarse consigo sus virtudes, él se preocupó por “dejar escuela”, y mientras se deslizaba discretamente hacia más atrás de la escena, apoyó a sus seguidores hasta que su salud le dijo que era hora de detenerse.
Y Steve se fue.
¿Steve murió? No, sólo se fue…
La muerte material, comparada con la inmensidad de la Vida, es sólo una circunstancia. Steve vive y vivirá por siempre porque se ha hecho eterno. Es verdad, se hablará del él sucesivamente menos, como casi no se habla de los otros genios de la Historia, pero cuando se lo hace, se lo hace en presente y no en pasado. En esto, otro grande a quien admiro más cada vez que lo vuelvo a leer, José Ortega y Gasset, dice que ser eterno no consiste en extenderse en el tiempo, longevidad imposible, sino quedarse en el presente de uno mismo, de modo que la gente del futuro regrese a esa época para aprender de ella, y de su protagonista. Entonces, hacerse eterno no es prolongarse hacia el futuro sino que el futuro dirija la mirada hacia ese presente, por mucho que pertenezca al pasado.
Steve se ha convertido en un inevitable referente de esta época; no es el único, verdad, pero quizás es el que más ha tocado el corazón de quienes nos hemos quedado aquí y estaremos un tiempo más.
1975, 2011. Dos épocas distintas, dos realidades distintas, y Steve tuvo mucho que ver en eso...
Su partida no me llena de dolor sino de nostalgia. No se puede, no se debe sentir dolor por la partida de alguien que ha vivido intensamente, y nos ha enseñado a hacerlo. No lo conocí personalmente, pero es como si lo hubiera conocido. Al final, como me dice Gaboshi cuando escribo estas líneas con el corazón más que con la razón, los buenos tiempos son los que quedan, como si fueran fotografías. Personalmente yo guardo muchas “fotografías” como un tesoro inmaterial: Ariel pellizcándome el cuello sus primeros días de kinder, Carola ufanándose de haber salvado la cuchara aunque se haya roto el plato, o Gabo apurándose a su primer día de kinder “para estar en problemas”. Sí, así es, Gaboshi, en la ingenuidad de tu niñez tienes mucha razón…
Y mientras Steve intercambia bromas con Newton, Leonardo, Pascal, Von Neumann, Edison y sus demás amigos, nos corresponde a nosotros aprender lo bueno y positivo de su vida, persiguiendo nuestros ideales como él lo hizo, y lo logró.
Chau, Steve, es lo menos que podemos hacer en tu memoria…
Ukamau la cosa.

Bye, Steve

(Sorry, my English is very basic)

I can be mistaken…
From the decade of the seventies, up to 2011 the world has transformed almost totally. For many reasons, this period compresses events, progresses and changes that they had even taken centuries in any other previous time. And although the immediate future will have the same dynamics that time it will be memorable for the progresses and new directions of the economy, the technology, the society and the culture in general.
Who have lived our adolescence and youth, even our adulthood in this time has experienced these transformations personally, and we have had the privilege of making it “in first line.”
In 1975 the personal computer was little less than a dream. Today, student's calculator has more power than the computers of the ship Apollo that arrived to the Moon.
In 1975 the flights to the space could only last few days. Today, except for the jubilation of the North American ferries, the astronauts can remain in the space for whole months.
In 1975 the portable radios weighed, at least, half kilograms. Today, any adolescent can buy, with her money for the school recess, such a small radio that even fits in the same headphone.
In 1975 the audio mini-cassettes was the standard one domestic to conserve music. Today, any chip or similar device can conserve that that thousands of those cassettes.
In 1975 the nets of computers were privilege of big companies and universities. Today, any domestic computer can be connected to the whole world, and thanks to Internet our planet it seems smaller.
In 1975 the mobile telephones seemed handbags of military communication. Today, in each home there is, at least, a cellular telephone, even in some cities; there is a cellular one for each person.
In 1975 the radio, telephone, personal calendar, photographic camera and home movie-recorder were different tools. Today, all that is gathered in a single and tiny apparatus, and also, an entire music discs, videogames and others added.
What has it happened?
These dramatic changes are not work of the chance; they are the sum and product of several small progresses that when interacting to each other makes a synergy that multiplies the possibilities and results to work. But creators are needed, venturesome and visionary that they begin this dynamics, because all this not born of the void.
Steve Jobs belonged one to them.
In 1975, Steve lived the dilemma between to guide his university life seriously or to rush to the adventure of marking his own road, to his way. This way, finally, the following year the decision had taken, and with a friend it ended up founding the “company of the apple.”
The rest is history…
Apart from 12 years of absence, between 1985 and 1997 in that Apple experienced with the Newton Project, that didn't triumph at the end like business but anyway it marked a horizon, Steve and its company they were one, literally.
In a time in that the computational compatibility was the first commandment to grow, to prevail and to prosper, Apple preferred to follow his own, and without being isolated completely, its own one evolved Standard. In an atmosphere that demanded “to be coordinated or to die”, Apple didn't only survive but it prospered.
In times of the Mac common people thought: “it is good, but is not compatible with the other computers; also, there is not a lot of software for her”. In that time, people that I know dreamt, he clamored and claimed that the products of Apple resemble IBM, HP, Epson or Sony. Now it is the other way around, the competition looks for to resemble the most possible thing the products of Apple products.
Why?
Without to ignore neither to minimize the strength of the company, the 12 years of absence of Apple without Steve demonstrate that the genius, and many times its founder's genius marked the difference.
Their strategy: innovation and integration, efficiency and quality. To fight to create something different and better, although it is expensive, and then to fight so that it is accessible, with balance between price and utility. To develop and to offer new products; but not to stay there but offering new experiences. To give more importance to it benefits him to the client, the benefits for the company will arrive alone, besides.
To the inverse of the magicians that extract many things of a small hat, Steve taught us that it is possible to gather many apparatuses or devices in a single small object. Before him, the only resemblance that common people knew was the venerable “3 in 1”: radio receiver, tape-players and disks-players. And Steve began a revolution that he survives him and he will extend for always.
In my country there is a proverb that says: “the good of the ducks is that they swim and fly, but the bad thing is that neither they fly well neither swim well.” Steve demonstrated us with the iPhone that this “duck” makes several things, and very well.
But that it is not their only legacy.
Steve's teaching, even deeper than the previous ones, it is their testimony of life: the revolutionary's integrity that works without rest for what believes that it is well and it is possible, the optimism to assume the problems like challenges and the impossible ones as tasks, the integrity to overcome to the difficulties, and to conquer them; the patience to recognize the bad times like opportunities and the disadvantages like motivations; the integrity to maintain an ideal and to transform it into project of life; the simplicity to be like it is been and to convert that sophisticated in daily; and the love to the life to continue even living in spite of the death…
Steve gave us in technology form and innovation what God gave him in intelligence, creativity and vital force. What had given us if he had been economist, poet, musician, philosopher, priest or political? Maybe Steve something of those things was not?
Steve taught us with his example of life that is not needed to be rich to enjoy the material progresses, and he worried because all the youths and adolescents of the world can gives to the technological products. There is the economist with social vocation.
Steve showed us how the dreams can become realities, with work, dedication and perseverance. There is the poet that announces and presents the metamorphosis of the idea that is materialized in realizations.
Steve taught us that the music can end up being truly universal, to pass over any barrier and to reconcile there with the cybernetic world full with pirates that prosper with the other people's effort, there is the artist's musician godfather and composer that waits a decorous recompense for its effort is.
Steve taught us that the daily life doesn't have to be subordinated to the technology, but rather the technology should serve to a better well-being that the machine should serve the human being and not the other way around. There is the philosopher that shows us art world, machine and daily life contribute equally to the sensation and happiness to live is.
Steve taught us that when one wants, he waits, he works and he requests with all his force and heart, like Santiago, any good achievement said it is possible. Also, he taught us that to preach and to practice what is believed is not separate. He preached and practiced. There the priest that left to the new generations a lesson of love and commitment with the ideal that becomes work and success is.
Steve taught us that the progresses should, and can, to benefit to all that the knowledge is to be able to that that well used power contributes to the well-being, and that the well-being is a human right. There is the politician that worked to democratize the access to the technology, is much more, and in silence that several governments or statesmen.
But Steve left us more something. He believed, as us that we all are valuable, but nobody is indispensable. Knowing that no material life is eternal, it shared its form of thinking and of to live with who surrounded him. The company Apple will continue still experiencing its innovative genius's influence. Contrary to others that prefer to be taken I get their virtues, he worried for “to leave school”, and while slipped discreetly behind of the scene, it supported their followers until their health told him that it was hour of stopping.
And Steve left.
Did Steve die? No, he only left…
The material death, compared with the immensity of the Life, is only a circumstance. Steve lives and will live for always because it has become eternal. It is true, it will be spoken of him successively less, like as spoken of the other geniuses of the History, but when makes it to him, makes it to him in present and not in past. In this, other big to who I admire more every time that I read it again, José Ortega y Gasset, say that to be eternal doesn't consist on extending in the time, impossible longevity, but staying presently of oneself, for the people of the future return to that time to learn of her, and of her protagonist. Then, to become eternal is not to be prolonged toward the future but rather the future directs the look toward that present, no matter how much it belongs to the past.
Steve has become an necessary reference of this time; he is not the only one, truth, but maybe he is the one that more has played the heart of who we have stayed here and a time will be more.
1975, 2011. Two different times, two different realities, and Steve had a lot to see in that...
Their departure not full with pain but of nostalgia for me. One is not able to, pain should not be felt by the departure of somebody that has lived intensely, and has taught us to make it. I didn't meet him personally, but it is as if had known it. At the end, as Gaboshi says when I write these lines with the heart more than with the reason, the good times are stays, as if they were pictures. Personally I keep many “pictures” as an immaterial treasure: Ariel pinching me the neck their first days of kinder, Carola boasting of having saved the spoon although the plate or Gabo has hurrying to its first day of kinder “to be in problems”. Yes, this is truth, Gaboshi, in the ingenuousness of your childhood you has a lot of reason…
And while Steve exchanges jokes with Newton, Leonardo, Pascal, Von Neumann, Edison and his other friends, it corresponds us to learn the good and positive of his life, pursuing our ideals as him made it, and he achieved it.
Bye, Steve, is it less we can make in your memory…
Ukamau the thing.

jueves, 6 de octubre de 2011

Pendrives anti-writing, already manufacture them

(sorry, my English is very basic)

I can be mistaken…
Supposing that in this time in that they appear new virus every day, even every hour, we were still using the venerable diskettes that had their famous fissures or notches anti-writing, it is possible that at least low control were half of these dangerous enemies, far from our computers.
I began my computerized life more than 20 years, when the flexible disks were still big and delicate, those of 5.25 inches were in fashion. These disks had to a side a small notch, and they sold them with an adhesive tape to cover it and this way to impede any recording or not wanted writing. Then the diskettes of 3.5 inches that had a hole with a tiny one in a corner appeared it registers that covered it as it is wanted to record or not. This way, if it was information or sensitive programs that interested us to conserve intact, it was only enough with assuring these disks against not wanted writing. And that was everything.
In summary, the user had the total control of those that it happened to his disks and of the information that was accepted to conserve.
However, the times have changed, mostly for well; but also, although in smaller measure, for bad.
Now the natural, indispensable resource, is the pendrive that calls it to him flash-memory in my country or simply flash.
Next to their certain comfort, the pendrives gives great storage capacity, and great part of the technological portability in programs, databases and massive information, thanks to the Standard USB, it is possible thanks to these elements “of first necessity.”
However, the risks are also next to the benefits.
So much storage capacity gathered in some square millimeters of circuits causes admiration. The nearest thing to this power is the disks DVD, but even so the pendrives are growing in power and decreasing in size, coming closer to the last frontier of the good thing. To them it is also necessary to add the portable hard disks, although that it is a topic to analyze it separated.
I did mention the risks: contrary to the old diskette, a current pendrive “is it open” the whole time; does this mean that as much the user as the one who it can feign to be it manage all that there is in him arbitrarily: to register or to modify data and documents (well), to activate and to use their portable programs (very well) or to assimilate virus that immediately can begin to damage or to eliminate everything, being contagious the infection to all that is connected (well?)…
And here the problem is.
As for computer programs, it is unavoidable that when working they need to extract or to send information (codes, registrations, parameters, etc.) from and toward the pendrive. As for the user's data this versatility is not always needed. As for the threats that wander somewhere around in big quantities, especially if we go to use public's computer, there is not completely effective defense; if there is her, please, I request to my readers that help me.
When I bought my first pendrive I made it to conserve my documents and works, that is to say I eat cellar; but almost immediately I used a disk DVD re-writable again because he didn't have any guarantee that they were conserved entire. And the protocol of to add or record my new or modified documents that it requires well long minutes again is worth to pain. In this life, everything has a price, in this case, the work and the delay they are it.
The current virus seems to have special predilection for the pendrives, and in general for all portable device (cellular, cameras, etc.), in fact because they represent the possibility to go from a side to another. They can be infected this way even disconnected computers to Internet, with that which there is not reliable hiding place in front of these threats.
What can we make?
Revising some antiques that I conserve for a lot of time, found my old diskettes, and while I thought on what to make with them repaired it is their famous notches or openings. Through them a small sensor distinguished a light that, according to the case, “it authorized” or not to write data to the disk. Today this technology is not used, possibly for the fantastic speeds of process, for the portable programs or for reasons that it would be good to debate among friends interested in these trivialities.
Trivialities? Maybe not…
What would it happen if some maker rushed to the market pendrives with a device type switch that, according to the user he does want it or do need, do allow or not to record information?
I think that it is not very venturous or lunatic to think of this possibility: if a portable program needs it, a message could appear in the screen requesting authorization to record, then the user would decide what he needs, the same thing it would happen to the data. This way, we could use a pendrive in way “read only”.
I believe that to manufacture this device is not very difficult: he has to interpose a switch in a thread or driver particularly related with the action of writing information; I am not expert in electronic but I am sure that there will be them several. When data are only read there won't be problem; and when one tries to write them, then only it will be possible if the switch is closed or an orientation message would be shown for the user. Although to say it is easier than to make it, this concept is not so disheveled as it seems, truth?
Maybe only says starting from my experience; but many times we only use the pendrive to conserve data, and we would like to sometimes rescue them after a lot of time, except for the portable programs and the files that process, to many to have the power of deciding what it is at least what is stored in the pendrive, we would be aware that what there is there has our permission.
Now then, when I exposed my idea to an expert friend, he commented me: “the idea is interesting but has two defects: with the speed to that they happen the things this switch would have to be activated and to be disabled thousands of times per day, and the other one is that at the end it would finish deteriorating. Also, Windows 7 already has a preventive mechanism that alerts the user on the potential modification of data in the computer, it is necessary to wait to that this mechanism is more efficient until becoming maybe a powerful auxiliary anti-virus.”
My friend is right, there is not switch that lasts forever, and Windows seems to be reinvented with each version. But the use of new materials lengthens the life of the devices, like in the case of the video games panels whose contacts thousands of times are activated per hour, and it is even far the day in that the watchman of Windows 7 competes with the best current antivirus programs. Also, how many times has ourselves erased information by mistake, confusion or distraction?
It is well. The idea doesn't seem very fortunate, but it is only an idea. However, if there was in the market a pendrive this way many we would thank it; and if after buying it we need to have it continually open to all that enters, with the advantages and risks that it supposes, use it eternally enabled, and end of the history. Truth?
Ukamau the thing.

Pendrives anti-escritura, fabríquenlos ya

Puedo estar equivocado…
Suponiendo que en esta época en que aparecen nuevos virus cada día, incluso cada hora, todavía estuviéramos usando los venerables disquetes que tenían sus famosas hendiduras o muescas anti-escritura, es posible que al menos la mitad de estos peligrosos enemigos estuvieran bajo control, lejos de nuestras computadoras.
Yo comencé mi vida informatizada hace un poco más de 20 años, cuando los discos flexibles eran todavía grandes y delicados, estaban de moda los de 5.25 pulgadas. Estos discos tenían a un costado una muesca pequeña, y los vendían con una cinta adhesiva para cubrirla y así impedir cualquier grabación o escritura no deseada. Luego aparecieron los disquetes de 3.5 pulgadas que en una esquina tenían un orificio con una diminuta ficha deslizable que lo cubría según se quiera grabar o no. De este modo, si se trataba de información o programas sensibles, que nos interesaban conservar intactos, sólo bastaba con asegurar estos discos contra escritura no deseada. Y eso era todo.
En resumen, el usuario tenía el control total de los que sucedía con sus discos y de la información que se aceptaba conservar.
Sin embargo, los tiempos han cambiado, mayormente para bien; pero también, aunque en menor medida, para mal.
Ahora el recurso natural, indispensable, es el pendrive, que en mi país se lo llama flash-memory o simplemente flash.
Junto a su indudable comodidad, los pendrives suministran gran capacidad de almacenamiento, y gran parte de la portabilidad tecnológica en programas, bases de datos e información masiva, gracias al Standard USB, es posible gracias a estos elementos “de primera necesidad”.
Sin embargo, junto a los beneficios también están los riesgos.
Tanta capacidad de almacenamiento reunida en unos cuantos milímetros cuadrados de circuitos causa admiración. Lo más cercano a esta potencia son los discos DVD, pero aun así los pendrives están creciendo en potencia y reduciéndose en tamaño, acercándose a la última frontera de lo óptimo. A ellos también hay que añadir los discos duros portables, aunque ese es un tema para analizarlo aparte.
Mencionaba los riesgos: a diferencia del antiguo disquete, un pendrive actual “está abierto” todo el tiempo; esto significa que tanto el usuario como quien puede simular serlo manejan arbitrariamente todo lo que hay en él: registrar o modificar datos y documentos (bien), activar y usar sus programas portables (muy bien) o asimilar virus que inmediatamente pueden comenzar a dañar o eliminar todo, contagiándose la infección a todo lo que se le conecte (¿bien?)…
Y aquí está el problema.
En cuanto a programas informáticos, es inevitable que al funcionar necesiten extraer o enviar información (códigos, registros, parámetros, etc.) desde y hacia el pendrive. En cuanto a datos del usuario no siempre se necesite esta versatilidad. En cuanto a las amenazas que vagan por ahí en grandes cantidades, especialmente si acudimos a una computadora de uso público, no hay defensa totalmente eficaz; si la hay, por favor, les pido a mis lectores que me ayuden.
Cuando yo compré mi primer pendrive lo hice para conservar mis documentos y trabajos, o sea como bodega; pero casi inmediatamente volví a usar un disco DVD re-grabable porque no tenía ninguna garantía de que se conservaran íntegros. Y el protocolo de añadir o volver a grabar mis documentos nuevos o modificados, que requiere largos minutos bien valen a pena. En esta vida, todo tiene un precio, en este caso, el trabajo y la demora lo son.
Los virus actuales parecen tener especial predilección por los pendrives, y en general por todo dispositivo portátil (celulares, cámaras, etc.), precisamente porque representan la posibilidad de ir de un lado a otro. Así pueden infectarse incluso equipos desconectados a Internet, con lo cual no hay escondite confiable frente a estas amenazas.
¿Qué podemos hacer?
Revisando algunas antigüedades que conservo por mucho tiempo, encontré mis disquetes antiguos, y mientras yo pensaba sobre qué hacer con ellos reparé es sus famosas muescas o aberturas. A través de ellas un pequeño sensor distinguía una luz que, según el caso, “autorizaba” o no escribir datos al disco. Hoy esta tecnología no se usa, posiblemente por las velocidades fantásticas de procesamiento, por los programas portables o por razones que sería bueno debatir entre amigos interesados en estas trivialidades.
¿Trivialidades? Talvez no…
¿Qué sucedería si algún fabricante lanzara al mercado pendrives con un dispositivo tipo interruptor que, según el usuario lo quiera o necesite, permita o no grabar información?
Yo pienso que no es muy aventurado o loco pensar en esta posibilidad: si un programa portable lo necesita, podría aparecer un mensaje en la pantalla pidiendo autorización para grabar, entonces el usuario decidiría lo que le conviene, lo mismo sucedería con los datos. Así, podríamos usar un pendrive en modo “sólo lectura”.
Yo creo que fabricar este dispositivo no es muy difícil: se tiene que interponer un interruptor en un hilo o conductor particularmente relacionado con la acción de escribir información; no soy experto en electrónica pero estoy seguro de que los habrá varios. Cuando sólo se leen datos no habrá problema; y cuando se intenta escribirlos, entonces sólo será posible si el interruptor está cerrado o se mostraría un mensaje de orientación para el usuario. Aunque decirlo es más fácil que hacerlo, este concepto no es tan descabellado como parece, ¿verdad?
Talvez opino sólo a partir de mi experiencia; pero muchas veces usamos el pendrive sólo para conservar datos, y rescatarlos algunas veces luego de mucho tiempo, con excepción de los programas portables y los archivos que procesan, a muchos nos gustaría tener el poder de decidir qué es lo que se almacena en el pendrive, al menos estaríamos conscientes de que lo que hay allí tiene nuestro permiso.
Ahora bien, cuando expuse mi idea a un amigo experto, él me comentó: “la idea es interesante pero tiene dos defectos: con la velocidad a que ocurren las cosas este interruptor tendría que activarse y desactivarse miles de veces por día, y la otra es que al final terminaría deteriorándose. Además, Windows 7 ya tiene un mecanismo preventivo que alerta al usuario sobre la potencial modificación de datos en la computadora, hay que esperar a que este mecanismo sea más eficiente hasta convertirse talvez en un poderoso auxiliar anti-virus”.
Mi amigo tiene razón, no hay interruptor que dure para siempre, y Windows parece reinventarse con cada versión. Pero el uso de nuevos materiales alarga la vida de los dispositivos, como en el caso de los paneles de videojuegos cuyos contactos se activan miles de veces por hora, y aun está lejos el día en que el vigilante de Windows 7 rivalice con los mejores antivirus actuales. Además, ¿cuántas veces nosotros mismos hemos borrado información por error, confusión o distracción?
Está bien. La idea no parece muy afortunada, sólo es una idea. Sin embargo, si hubiera en el mercado un pendrive así muchos lo agradeceríamos; y si luego de comprarlo necesitamos tenerlo continuamente abierto a todo lo que ingrese, con las ventajas y riesgos que supone, lo usamos eternamente habilitado, y fin de la historia. ¿Verdad?
Ukamau la cosa.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Bolivia: judicial elections 2011

(Sorry, my english is very basic)

I can be mistaken…
Up to where I know, the general election of candidates to compose the maximum instances of the Bolivian judicial power, denominated now Judicial Organ Plurinational, are the first experience in their gender at world level, that that of for yes it causes expectation and not few objections, mistrust and questions.
And it is not for less.
In the democratic systems, from Greece, the elections are a form of consenting to the political power; but the judicial, much more functions those of high level or last instance, they have almost always been nomination object or selection, usually for a collegiate body generally of character legislative that is the nearest instance and it would originate to the civic will. That is to say that the legislators, as first receivers of the trust and their voters' will, are vicarial also to designate judges, in the supposition that these legislators have the knowledge, healthy vision or better approach to value professional antecedents, honesty and other desirable attributes for those who will administer justice.
Although this is the generally desirable thing, it is also good to recognize that the one lobbies and, when not, the games of interests or pressure of groups of power have always been, they are and they will be a factor of distortion for this dynamics, and although countries with long democratic tradition and “meritocracy” they have achieved big qualitative advances in this respect, the risk always exists.
Now Bolivia opens a new road that, truly, it is not known where it will drive.
To move away from this tradition, and beyond adhesions or objections that can be expressed and to defend, this Bolivian experience will not only mark a social learning in the immediate thing but also in perspective, because its novelty, clearly anecdotic up to now, it not only resides in the same election but in the later acting that will have this power of the State from now on.
The current government says that to snatch the privilege of designating judges and magistrates to a group of politicians that, even happening for on his ideological differences they finished being distributed quotas or portions of the judicial power, it is to return the citizens a not well used portion of his sovereignty, that which seems to make sense inside a society whose democratic culture is even in construction, after a long period of colonialism and later republican life enough sprinkled of political turbulences, despotism and tyrannies for all pleasure.
However who they are opposed and they question this modality they affirm that it is the current government's intent to enlarge their space of power, capturing in benefice to of their leaders and followers the positions judicial key to even dominate more the public life, and to cover in case, now or in the near future, it should confront trials and responsibilities for bad public administration, damages to the State or even emergent crimes of the abuse of power.
To who to agree with?
Some say that for the first time in the history the same town, and not their representatives, they will choose their judges, and the other ones respond that already anything is to choose, since in the previous phase of candidates qualification, carried out in the power legislative, of which derived a “indicative names”, they have already been selected to the candidates you tune to the government party, and that without caring who is winning, it will be an official one dedicated, fated or threatened to reproduce the power for their biggest hegemony.
In this respect, I cannot avoid to remember what I read in some part in sense that Henry Ford boasted of giving the potential buyers of its model T the freedom of choosing the color that they want, knowingly that the only one available it was black.
The time that is the definitive judge in these things, will only say it, and it much still stops that lack, what the critics of the history denominate “perspective.”
Anyway, the process advances and, of not having great obstacles, it will culminate October 16 with the results that for the time being they are an enigma.
But something is very certain. The Bolivians know more than the polemic that of the candidates. One of those “rule of the game” it is that no candidate can be promoted or to make campaign of proselytism, because it is not a political election. Adding this that at least nine of each ten Bolivians not understood in laws and their associate topics, the fact that the candidates, instead of candidating, that is to say, to be shown before their electing potentials, they should little less than to hide, the uncertainty is the denominator common of this atmosphere. Another reason more to qualify this process of sui generis.
Very little help the informative action that the power electoral Bolivian undertakes in these last days to remedy this hole of information. That, and the call for the null vote or the abstention that the opponents promote that every time is them more, even inside the same government party, makes difficult a decision and informed, much less consistent and committed civic vote.
Who enthusiasts wait the day of the election of judges and national magistrates, and who are not of agreement with this experiment, they need to know, at least, who compete, and for it, to collaborate and to guide the national public opinion, I offer the link-connection toward the list and main data of the candidates for the new Judicial Power of Bolivia. This link is: http://www.oep.org.bo/oep/candidatos.aspx
For de election winners: in advance who wins it will be subject to the rigorous scrutiny of who they supported him, and of who not; because the origin of its investiture was the urns and it doesn't compare it and lobby in the politicians' hands in legislators' list. Will it be for well? Will it be for bad? It is only to wait to that the future responds him to us.
Ukamau the thing…

Bolivia: elecciones judiciales 2011, los candidatos

Puedo estar equivocado…
Hasta donde yo sepa, la elección general de candidatos o postulantes para componer las máximas instancias del poder judicial boliviano, denominado ahora Órgano Judicial Plurinacional, es la primera experiencia en su género a nivel mundial, lo que de por sí causa expectativa y no pocas objeciones, recelos y cuestionamientos.
Y no es para menos.
En los sistemas democráticos, desde Grecia, las elecciones son una forma de acceder al poder político; pero las funciones judiciales, mucho más las de alto nivel o última instancia, casi siempre han sido objeto de nominación o selección, usualmente por un cuerpo colegiado generalmente de carácter legislativo, que es la instancia más cercana y originaria a la voluntad ciudadana. Es decir que los legisladores, como primeros depositarios de la confianza y voluntad de sus votantes, están delegados también para designar jueces, en el supuesto de que estos legisladores cuentan con el conocimiento, sana visión o mejor criterio para valorar antecedentes profesionales, probidad y otros atributos deseables para quienes administrarán justicia.
Aunque esto es lo generalmente deseable, también es bueno reconocer que el cabildeo y, cuándo no, los juegos de intereses o presión de grupos de poder siempre han sido, son y serán un factor de distorsión para esta dinámica, y aunque países con larga tradición democrática y “meritocracia” hayan logrado grandes avances cualitativos al respecto, el riesgo siempre existe.
Ahora Bolivia abre un nuevo camino que, en verdad, no se sabe adónde conducirá.
Por apartarse de esta tradición, y más allá de adhesiones u objeciones que se pueden expresar y defender, esta experiencia boliviana marcará un aprendizaje social no sólo en lo inmediato sino también en perspectiva, porque su novedad, claramente anecdótica hasta ahora, radica no sólo en la elección misma sino en el desempeño posterior que tendrá en adelante este poder del Estado.
El actual gobierno dice que arrebatar el privilegio de designar jueces y magistrados a un grupo de políticos que, incluso pasando por sobre sus diferencias ideológicas terminaban repartiéndose cuotas o porciones del poder judicial, es devolver a los ciudadanos una porción mal utilizada de su soberanía, lo cual parece tener sentido dentro de una sociedad cuya cultura democrática aun está en construcción, luego de un largo período de colonialismo y posterior vida republicana bastante salpicada de turbulencias políticas, despotismo y tiranías para todo gusto.
Sin embargo, quienes se oponen y cuestionan esta modalidad afirman que es un intento del actual gobierno por ampliar su espacio de poder, capturando a favor de sus líderes y adeptos los puestos judiciales clave para dominar aun más la vida pública, y para cubrirse en caso de que, ahora o en el futuro cercano, deba afrontar juicios y responsabilidades por mala gestión pública, daños al Estado o incluso delitos emergentes del abuso de poder.
¿A quién dar la razón?
Unos dicen que por primera vez en la historia el mismo pueblo, y no sus representantes, elegirá a sus jueces, y los otros responden que ya nada queda por elegir, puesto que en la fase previa de calificación de postulantes, realizada en el poder legislativo, de la que derivó una “lista indicativa”, ya se han seleccionado a los postulantes afines al partido gubernamental, y que sin importar quién resulte ganador, será un oficialista destinado, predestinado o conminado a reproducir el poder para su mayor hegemonía.
Al respecto, no puedo evitar recordar lo que leí en alguna parte en sentido de que Henry Ford se ufanaba de dar a los potenciales compradores de su modelo T la libertad de elegir el color que quieran, a sabiendas de que el único disponible era negro.
Sólo el tiempo, que es el juez definitivo en estas cosas, lo dirá, y para eso falta mucho todavía, lo que los críticos de la historia denominan “perspectiva”.
De todos modos, el proceso avanza y, de no haber obstáculos insalvables, culminará el 16 de octubre con los resultados que por ahora son un enigma.
Pero algo es muy cierto. Los bolivianos saben más de la polémica que de los candidatos. Una de las “reglas del juego” es que ningún postulante puede promoverse o hacer campaña de proselitismo, porque no se trata de una elección política. Añadiendo a esto que por lo menos nueve de cada diez bolivianos no entendidos en leyes y sus temas asociados, el hecho de que los postulantes, en lugar de candidatear, es decir, mostrarse ante sus potenciales electores, deben poco menos que esconderse, la incertidumbre es el denominador común de este ambiente. Otro motivo más para calificar este proceso de sui generis.
Muy poco ayuda la acción informativa que el poder electoral boliviano emprende en estos últimos días para remediar este vacío de información. Eso, y el llamado por el voto nulo o la abstención que promueven los opositores, que cada vez los hay más, incluso dentro del mismo partido de gobierno, hace difícil una decisión y voto ciudadano informado, mucho menos consistente y comprometido.
Quienes esperan entusiastas el día de la elección de jueces y magistrados nacionales, y quienes no están de acuerdo con este experimento, necesitan conocer, al menos, quiénes compiten, y por ello, para colaborar y orientar la opinión pública nacional, ofrezco el enlace hacia la lista y datos principales de los postulantes para el nuevo Poder Judicial de Bolivia. Este enlace es: http://www.oep.org.bo/oep/candidatos.aspx
Por adelantado, quien gane estará sujeto al riguroso escrutinio de quienes lo apoyaron, y de quienes no; porque el origen de su investidura fueron las urnas y no la compulsa y cabildeo en manos de los políticos en rol de legisladores. Será para bien? Será para mal? Sólo queda esperar a que el futuro nos lo responda.
Ukamau la cosa…