Hay muchos ejemplos, incluso célebres, de fracasos financieros debidos a estas dos habilidades que –buena noticia– quienquiera puede aprender si se lo propone sinceramente, pero que –mala noticia– no siempre todos estamos dispuestos a aprenderlo ni mucho menos a practicarlo.
Si aprendes y cultivas el arte de hacer dinero, naturalmente, inevitablemente verás que tus ingresos crecen gradualmente, causándote primero alegría y luego euforia, pero –y aquí entra en juego la otra parte de la balanza– si no aprendes y cultivas la virtud de ahorrar tu dinero, tu dinero se irá incluso más rápido de lo que llegó. O sea, hacer dinero sin saber ahorrar es como arar en el mar, en vano, como si fuera mejor no hacerlo.
Por qué? Hacer dinero sin saber ahorrar es querer llenar un pozo sin fondo: ahorrar sin saber hacer dinero es sólo administrar la pobreza, ninguna de estas formas conduce a construir la independencia financiera sino todo lo contario. Entonces es indispensable practicar las dos cosas. Y aquí te comparto algunas pautas para hacerlo:
Hacer dinero.
Significa generar ingresos, que es el primer paso para construir una base financiera estable. El dinero es una herramienta que te permite cubrir tus necesidades básicas, alcanzar metas y disfrutar de una mayor calidad de vida.
Educación y habilidades.
Ya lo dije, eso se aprende. En cuanto puedas deber invertir en tu educación y desarrollo de habilidades que estén en demanda en el mercado laboral y de las que puedas aprovecharte para obtener más ingresos. Cuanto más valiosas sean tus habilidades, mayores serán las oportunidades de obtener empleo bien remunerado o incluso emprender tu propio negocio.
Planificación a medio y largo plazo.
Establece metas a largo plazo en tu carrera, ocupación, oficio o profesión, si es que ya tiene una, y trabaja en desarrollar una trayectoria que te permita alcanzarlas. Avanzar en tu carrera y buscar oportunidades de crecimiento te ayudará a aumentar tus ingresos con el tiempo.
Ahorro e inversión.
No sólo se trata de ganar dinero, sino también de usarlo sabiamente, sin gastarlo a lo loco. Aprende a vivir dentro de tus posibilidades y destina una parte de tus ingresos al ahorro y la inversión para generar más riqueza a lo largo del tiempo. Nunca gastes más de lo que tienes; es más, asume el reto de controlar tus finanzas, cada santo día. El ahorro es una fuerza poderosa para evitar que el dinero se escurra y es una práctica esencial para lograr un bienestar financiero sostenible.
Tener siempre un fondo de emergencia.
Siempre habrá épocas de “vacas flacas”. Ahorrar te permite crear un fondo de emergencia que te proteja de situaciones inesperadas, como gastos médicos, reparaciones importantes o la pérdida del empleo. Tener un fondo de emergencia de al menos tres a seis meses de gastos te proporcionará seguridad y tranquilidad.
Evitar deudas y pago de intereses.
Has oído sobre que “conseguir prestado es "comprar deuda”?, pues los intereses son el precio de esa compra: Ahorrar regularmente te ayuda a evitar contraer deudas innecesarias y te permite pagar tus gastos sin recurrir a préstamos con altas tasas de interés, lo que te ahorrará dinero a largo plazo.
Inversión para el futuro.
Los ahorros no solo deben quedarse en una cuenta bancaria porque llegados a cierto puto se convierten en “dinero durmiendo en el banco”; más bien pueden utilizarse para invertir en activos que generen ingresos pasivos, como acciones, bonos o bienes raíces, o al menos ganancias pequeñas que alivian las dificultades o se reciclan para crecer repetidamente. Las inversiones inteligentes te permiten hacer que tu dinero trabaje para ti y aumente tu riqueza con el tiempo. Recuérdalo; “el dinero hace dinero”
Disciplina financiera.
Es lo más importante, huye de los gastos no indispensables como se huye de la peste, y que no te importe la opinión de los demás… Practicar el hábito del ahorro fomenta la disciplina financiera y te ayuda a mantener el control sobre tus finanzas, lo que te permitirá mantener un equilibrio entre el gasto y el ahorro. Ahorra, porque hasta las hormiguitas lo hacen…!
En resumen, hacer dinero y ahorrar son dos cualidades fundamentales para alcanzar un bienestar financiero personal sostenible. Generar ingresos te da la capacidad de construir riqueza, mientras que el ahorro te permite proteger y hacer crecer ese dinero. Al combinar estas dos habilidades, podrás establecer una base financiera sólida que te permitirá alcanzar tus objetivos a largo plazo y vivir una vida cómoda y segura económicamente. Recuerda que la clave está en la educación financiera, que pueden ir aprendiendo mediante esos libritos descargables, que te cambiarán la vida, literalmente, o viendo videos sobre el tema en YouTube.
Difícil? Talvez; imposible? No, definitivamente… Un abrazo.