lunes, 30 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

El líder que basa su grandeza en la pequeñez de los demás, tarde o temprano, termina más pequeño que los demás.

Fdo. qdquasar

domingo, 29 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

La fealdad y belleza física son pasajeras: primero nada, luego un humilde gusano, después fascinante mariposa y finalmente, otra vez, nada.

Fdo. qdquasar

sábado, 28 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

En la diversidad está la riqueza del género humano; pero es inmoral asumirla como desigualdad. Son conceptos diferentes.

Fdo. qdquasar

viernes, 27 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

Cada persona somos realmente un mundo aparte: lo físico tiene mucho en común, pero lo no-material puede llegar a ser infinitamente diverso.

Fdo. qdquasar

jueves, 26 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

No se sabe cuándo se presentará una buena oportunidad en la vida, por tanto hay que prepararse para ella como si fuera a pasar mañana mismo.

Fdo. qdquasar

miércoles, 25 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

La autoridad y el poder que se basan en el miedo, la fuerza o la amenaza, duran poco; acaban cuando al fin termina el miedo del oprimido.

Fdo. qdquasar

martes, 24 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

Se puede admitir que le niegues a otro tu dinero, porque es tuyo; pero es inaceptable negarle un conocimiento porque este es universal.

Fdo. qdquasar

domingo, 22 de marzo de 2015

Primer libro de Enoc. Parte 7

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.

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Primer libro de Enoc. Parte 2.


CAPÍTULO 63.

1 En esos días los reyes, los poderosos y los que dominan la tierra suplicarán a los ángeles del castigo, a quienes habrán sido entregados, para que les den un poco de descanso, y puedan postrarse ante el Señor de los espíritus, adorarlo y reconocer sus pecados ante Él. (Lc 16:23-31).
2 Bendecirán y alabarán al Señor de los espíritus y dirán: "Bendito es el Señor de los espíritus, Señor de reyes, Señor de los poderosos, Señor de los ricos, Señor de gloria, Señor de sabiduría;
3 "Sobre todas las cosas secretas es esplendoroso tu poder de generación en generación y tu gloria por los siglos de los siglos; profundos e innumerables son tus misterios e inconmensurable es tu justicia.
4 "Ahora hemos aprendido que debemos alabar y bendecir al Señor de los reyes pues reina sobre todos los reyes". (Mt 23:39).
5 Y ellos dirán: "Ojalá hubiera descanso para glorificar y dar gracias y confesar nuestra fe ante su gloria.

6 "Ahora suspiramos por un pequeño descanso, pero no lo encontramos, insistimos pero no lo obtenemos; la luz se desvanece ante nosotros y las tinieblas son nuestra morada por los siglos de los siglos.
7 "Porque ante Él no hemos creído ni hemos alabado el nombre del Señor de los espíritus y en cambio nuestras esperanzas estuvieron en el cetro de nuestro reinado y en nuestra gloria.
8 "Así, el día de nuestro sufrimiento y tribulación Él no nos ha salvado y no encontramos tregua para confesar que nuestro Señor es veraz en todas su obras y su justicia y que en su juicio no hace acepción de personas. (Si 42:1; St 2:5-9)
9 "Desaparecemos de su presencia a causa de nuestras obras y todos nuestros pecados han sido contabilizados justamente."
10 Después ellos se dirán: "Nuestras almas están llenas de riquezas injustas pero ellas no nos preservan de descender en medio del peso de la muerte". (Lc 16:9).

11 Luego, sus rostros estarán llenos de oscuridad y de vergüenza ante el Hijo del Hombre, serán expulsados de su presencia y la espada permanecerá frente a sus caras. (Mt 26:64).
12 Entonces dijo el Señor de los espíritus: "Tal es la sentencia y el juicio con respecto a los poderosos, los reyes, los dignatarios y aquellos que dominaron la tierra frente al Señor de los espíritus".

CAPÍTULO 64.

1 Después, vi otras figuras ocultas en ese lugar.
2 Escuché la voz de un ángel diciendo: "Estos son los Vigilantes que descendieron sobre la tierra y le revelaron a los humanos lo que era secreto y los indujeron a pecar".

CAPÍTULO 65.

1 [En esos días Noé vio que la tierra estaba amenazada de ruina y que su destrucción era inminente;
2 y partió de allí y fue hasta los extremos de la tierra; le gritó fuerte a su abuelo Enoc y le dijo tres veces con voz amargada: "¡Escúchame, escúchame, escúchame!"
3 Yo le dije: "Dime, ¿Qué es lo que está pasando sobre la tierra para que sufra tan grave apuro y tiemble? Quizá yo pereceré con ella".
4 Tras esto hubo una gran sacudida sobre la tierra y luego una voz se hizo oír desde el cielo y yo caí sobre mi rostro".
5 Y Enoc, mi abuelo vino, se mantuvo cerca de mí y me dijo: "¿Por qué me has gritado con amargura y llanto?".

6 Después fue expedida un orden desde la presencia del Señor de los espíritus sobre los que viven en la tierra, para que se cumpliera su ruina, porque todos han conocido los misterios de los Vigilantes, toda la violencia de los Satanes, todos sus poderes secretos, el poder de los maleficios, el poder de los hechiceros y el poder de quienes funden artículos de metal para toda la tierra:
7 cómo la plata se produce del polvo de la tierra, cómo el estaño se origina en la tierra, 8 pero el plomo y el bronce no son producidos por la tierra como la primera, sino que una fuente los produce y hay un ángel prominente permanece allí.
9 Luego, mi abuelo Enoc me tomó por la mano, me levantó y me dijo: "Vete, porque le he preguntado al Señor de los espíritus sobre esta sacudida de la tierra;
10 Él me ha dicho: "Por causa de su injusticia se ha determinado su juicio y no será detenido por mí nunca porque las brujerías que ellos han buscado y aprendido, la tierra y los que habitan en ella, serán destruidos".

11 En cuanto a esos ángeles, no habrá lugar para su arrepentimiento, porque han revelado lo que era secreto y están malditos, pero en cuanto a ti, hijo mío, el Señor de los espíritus sabe que eres puro, y sin culpa ni reproche al respecto de los secretos.
12 "Él ha destinado tu nombre entre los santos y te preservará entre los que viven sobre la tierra. Él ha destinado tu linaje para la realeza y para grandes honores y de tu semilla brotará una fuente de justos y de santos innumerables, por siempre.

CAPÍTULO 66.

1 Después me mostró los ángeles de castigo que estaban listos para venir y desatar la fuerza de las aguas que están debajo de la tierra.]
2 [y el Señor de los espíritu le mandó a los ángeles que iban saliendo que no levantaran las aguas sino que las represarán, ya que estos ángeles estaban encargados de la potencia de las aguas.]
3 [Y yo me retiré de la presencia de Enoc].

CAPÍTULO 67.

1 [En esos días la palabra del Señor del universo vino a mí y Él me dijo: "Noé, tu destino ha llegado hasta mí, un destino sin mancha, un destino de amor y rectitud.
2 "Ahora los ángeles están construyendo una casa de madera y cuando terminen su tarea, extenderé mi mano sobre ella y la preservaré y la semilla de vida germinará de ella y se producirá un cambio para que la tierra no quede desocupada.
3 "Yo consolidaré tu linaje ante mí para siempre, diseminaré a los que viven contigo y no será estéril, sino será bendecida y multiplicada sobre la superficie de la tierra en el nombre del Señor".
4 Él encarcelará a los Vigilantes que han demostrado injusticia, en este valle ardiente que antes me había mostrado mi abuelo Enoc en el occidente, cerca de las montañas de oro, plata, hierro, estaño y plomo.
5 Vi ese valle donde había gran perturbación y agitación de aguas.

6 Cuando todo esto ocurrió, de aquel ardiente metal fundido y desde la agitación, en ese lugar se produjo un olor a azufre y se mezcló con las aguas y ese valle donde estaban los Vigilantes que habían seducido a la humanidad, arde bajo la tierra.
7 De sus valles salen ríos de fuego donde son castigados esos Vigilantes que han seducido a quienes habitan sobre la tierra.
8 Esas aguas servirán en estos días a los reyes, a los poderosos y a los dignatarios y a aquellos que habitan sobre la tierra, para salud del cuerpo y para castigo del espíritu, pero su espíritu está lleno de codicia y su carne será castigada porque han rechazado al Señor de los espíritus. Serán castigados diariamente y aun así no creerán en el Señor de los espíritus.
9 Tanto como su cuerpo es quemado severamente, se produce un cambio en su espíritu por los siglos de los siglos, porque nadie profiere una palabra vana ante el Señor de los espíritus.
10 Porque el juicio vendrá sobre ellos a causa de que ellos creen en el deseo de su carne y rechazan al Espíritu del Señor.

11 En esos días hubo en esas aguas un cambio, pues cuando los Vigilantes son castigados en ellas las fuentes de agua cambian de temperatura, y cuando los ángeles suben las aguas se vuelven frías.]
12 Oí a Miguel hablar y decir: "Este juicio en el que los Vigilantes son sentenciados es un testimonio para los reyes y los poderosos que dominan la tierra; (2 P 2:4).
13 porque estas aguas de castigo proporcionan salud a los cuerpos de los reyes y curan la concupiscencia de su carne, sin embargo ellos no creen ni ven que esas aguas cambiarán y se convertirán en fuego que arderá para siempre". (Mt 3:12)

CAPÍTULO 68.

1 [Después de eso, mi abuelo Enoc me dio la explicación de todos los misterios en un libro y en las parábolas que le habían sido dadas y él las reunió para mí en las palabras del Libro de las Parábolas.]
2 Ese día Miguel habló y le dijo a Rafael: "El poder del Espíritu me transporta y me hace estremecer a causa de la severidad del juicio por los secretos y del castigo de los ángeles. ¿Quién podrá soportar la rigurosa sentencia que ha sido ejecutada y frente la cual ellos se deshacen?".
3 Miguel habló de nuevo y le dijo a Rafael: "¿Existe alguien cuyo corazón no sea tocado por esto y cuyos riñones no se turben por esta sentencia proferida contra aquellos que han sido arrojados?".
4 Pero sucedió que cuando Miguel llegó ante el Señor de lo espíritus, le dijo a Rafael: "No haré la defensa de ellos a los ojos del Señor, pues el Señor de los espíritus está furioso con ellos, porque se comportaron como si fueran el Señor.
5 "Por esto, todo lo que es secreto vendrá contra ellos por los siglos de los siglos; pues ni ángel ni humano recibirán su porción, pero ellos han recibido sus sentencia por los siglos de los siglos".

CAPÍTULO 69.

1 Después de este juicio estarán llenos de estupor y los harán temblar porque ellos han revelado aquello a los humanos que habitan la tierra.
2 He aquí los nombres de estos Vigilantes: Shemihaza, quien era el principal y en orden con relación a él, Ar'taqof, Rama'el, Kokab'el, -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 'Asa'el, Harmoni, Matra'el, 'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el, Turi'el, Yomi'el, y Yehadi'el.
3 Y los que siguen son los nombres de sus ángeles, de sus jefes de centenas y cincuentenas.
4 El primero es Yeqon, éste indujo a todos los hijos del cielo y los hizo descender sobre la tierra y los sedujo con las hijas de los hombres.
5 El nombre del segundo es Asbe'el, éste dio un mal consejo a los hijos del cielo y los condujo a corromperse a sí mismos con las hijas de los hombres.

6 El nombre del tercero es G'adri'el, este mostró a las hijas de los hombres todas las formas de dar muerte, fue él quien sedujo a Eva y él es quien enseñó a los hijos de los hombres los escudos, las corazas, las espadas de combate y todas las armas de muerte;
7 desde su mano ellos han procedido en contra de quienes viven en la tierra desde ese día y por todas las generaciones.
8 El nombre del cuarto es Panamu'el, éste mostró a los hijos de los hombres lo amargo y lo dulce y les reveló todos los secretos de su sabiduría:
9 les enseñó a los humanos a escribir con tinta y papiros y son muchos los que se han descarriado a causa de ello, desde el comienzo hasta este día.
10 Porque los hombres no han sido traídos al mundo con el propósito de afianzar su creencia en la tinta y el papel,

11 sino que los humanos han sido creados con la intención de que vivieran puros y justos para que la muerte que todo lo destruye no pudiera alcanzarles. Pero por culpa de este conocimiento suyo, el poder de ella me devora.
12 El nombre del quinto es K'asdeya'el, este mostró a los hijos de los hombres todas la plagas de los espíritus y los demonios: la plaga de embrión en el vientre para que aborte, la mordedura de serpiente, la plaga que sobreviene con el calor de mediodía, el hijo de la serpiente cuyo nombre es Taba'et.
13 Esta es la tarea de K'asbe'el, mostró a los santos el jefe del juramento, cuyo nombre es B'iq'a.
14 Éste pidió a Miguel que le revelase el nombre secreto para que el lo mencionara en el juramento, porque aquellos que han revelado a los hijos de los hombres todo lo que es secreto, tiemblan ante este nombre.
15 He aquí que el poder de este juramento es fuerte y poderoso y Él dispuso este juramento Aka'e, en la mano de Miguel.

16 Estos son los secretos de este juramento: ellos son fuertes en su juramento y el cielo fue suspendido antes de que el mundo fuera creado;
17 por ello la tierra ha sido cimentada sobre el agua y desde lo más recóndito de las montañas provienen aguas hermosas, desde la creación del mundo hasta la eternidad;
18 debido a este juramento el mar ha sido creado y para su cimiento en el tiempo de la cólera Él le ha dado arena y ella no se atreve a irse más allá desde la creación del mundo hasta la eternidad;
19 por este juramento las profundidades son firmes y estables y no se mueven de su sitio, desde la eternidad hasta la eternidad;
20 por este juramento el sol y la luna cumplen su ruta sin desobedecer sus leyes, desde la eternidad hasta la eternidad;

21 por este juramente las estrellas siguen su curso, Él las llama por su nombre y ellas le responden, desde la eternidad hasta la eternidad.
22 [De igual forma los espíritus del agua, de los vientos y de todas las brisas desde todas las regiones de la tierra.
23 Allí son preservadas la voz del trueno y la luz del relámpago y allí son preservados los depósitos del granizo, la escarcha, la nieve la lluvia y el rocío.
24 Todos estos son fieles y dan gracias ante el Señor de los espíritus y le alaban con todas sus fuerzas y su alimento está en toda acción de gracias y agradecen, alaban y ensalzan el nombre del Señor de los espíritus por los siglos de los siglos].
25 Este juramento es poderoso y a través de él, sus senderos son preservados y su curso no será destruido.

26 Y hubo gran alegría entre ellos, bendijeron alabaron y ensalzaron al Señor, porque les ha sido revelado el nombre de este Hijo del Hombre.
27 El se sentó sobre el trono de su gloria y la suma del juicio le ha sido dada al Hijo del Hombre y Él ha hecho que los pecadores sean expulsados y destruidos de la faz de la tierra;
28 y los que han descarriado al mundo serán atados con cadenas y en el lugar donde habían sido reunidos para la destrucción serán encarcelados y todas sus obras desaparecerán de la faz de la tierra. (Ap 20:1-3).
29 A partir de entonces nada se corromperá, porque este Hijo del Hombre ha aparecido y se ha sentado en el trono de su gloria, toda maldad se alejará de su presencia y la palabra de este Hijo del Hombre saldrá y se fortalecerá ante el Señor de los espíritus. Esta es la tercera parábola de Enoc.

CAPÍTULO 70.

1 Y sucedió después esto: que su nombre fue elevado en vida, arriba hacia este Hijo del Hombre y hacia el Señor de los espíritus, lejos de los que viven en la tierra; (Gn 5:24; Si 44:16; Sb 4:10-11; Hb 11:5).
2 y fue elevado sobre el carro del espíritu y el nombre desapareció de entre ellos.
3 Desde ese día no fui contado más entre ellos y Él me hizo sentar entre dos regiones, entre el norte y el occidente, allí donde los ángeles habían tomado cuerdas para medir para mí el lugar para los elegidos y los justos.
4 Allí vi a los primeros padres y a los justos que desde el comienzo habitan en ese lugar.

CAPÍTULO 71.

1 Y ocurrió entonces que mi espíritu fue trasladado y ascendió a los cielos y vi a los hijos de Dios. Ellos caminaban sobre llamas de fuego, sus ropas eran blancas y su cara resplandecía como el cristal.
2 Vi dos ríos de fuego, la luz de este fuego brillaba como el jacinto y caí sobre mi rostro ante el Señor de los espíritus.
3 El ángel Miguel me tomó de la mano derecha, me levantó y me condujo dentro de toso los misterios y me reveló los secretos de los justos; (Dn 12:1)
4 me reveló los secretos de los límites del cielo y todos los depósitos de las estrellas, de las luminarias, por donde nacen en presencia de los santos.
5 El trasladó mi espíritu dentro del cielo de los cielos y vi que allí había una edificación de cristal y entre esos cristales, lenguas de fuego vivo. (Ac 2:34).

6 Mi espíritu vio un círculo que rodeaba de fuego esta edificación y en sus cuatro esquinas había fuentes de fuego vivo. (Ap 21:11).
7 Al rededor de ella había Serafines, Querubines y Ofanines, estos son los que no duermen y vigilan el trono de su gloria.
8 Vi innumerables ángeles, miles y miles, miríadas y miríadas rodeando esa edificación
9 y a Miguel, Rafael, Gabriel y Sariel y a una multitud de santos incontable.
10 Con ellos estaba la cabeza de los Días, su cabeza era blanca y pura como la lana y sus vestidos eran indescriptibles.

11 Caí sobre mi rostro, todo mi cuerpo desmayó, mi espíritu fue trasfigurado, grité con voz fuerte, con espíritu de poder y bendije, alabé y exalté.
12 Estas bendiciones que salieron de mi boca fuero consideradas agradables ante esta Cabeza de los Días.
13 Y esta Cabeza de los Días vino con Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel y una multitud innumerable de ángeles.
14 Vino a mí, me saludó con su voz y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre que ha sido engendrado por la justicia, la justicia reside sobre él y la Cabeza de los Días no le abandonará". (Dn 7:13; Za 6:12).
15 Me dijo: "Él proclamará sobre ti la paz, en nombre del mundo por venir, porque desde allí ha provenido la paz desde la creación del mundo y así la paz estará sobre ti para siempre y por toda la eternidad. (Is 9:5).

16 Todo andará por su camino y mientras, la justicia no lo abandonará jamás, con Él vivirá, con Él su herencia y de Él no será separada nunca ni por toda la eternidad. (Sal 85:11-14).
17 Serán muchos días con este Retoño del Hombre y la paz y el camino correcto será para los justos en nombre del señor de los espíritus, eternamente. (Is 11:1; 53:2; 60:21)

(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com

Primer libro de Enoc. Parte 6

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

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Primer libro de Enoc. Parte 4.

Primer libro de Enoc. Parte 3.

Primer libro de Enoc. Parte 2.

Primer libro de Enoc. Parte 1.

CAPÍTULO 53.

1 Mis ojos vieron allí un profundo valle con amplias entradas y todos los que viven en los continentes, el mar y las islas le llevan regalos, presentes y símbolos de honor, sin que ese profundo valle llegara a llenarse.
2 Sus manos perpetraron crímenes y los pecadores devoran todo lo que producen con fatiga aquellos a quienes criminalmente oprimen; así los pecadores serán destruidos ante el rostro del Señor de los espíritus, serán desterrados de la faz de la tierra y perecerán para siempre. (Mi 3:2-4).
3 Porque vi a todos los ángeles del castigo establecerse allí y preparar todos los instrumentos de Satanás.
4 Y le pregunté al ángel de paz que iba conmigo: "¿Para qué preparan esos instrumentos?".
5 Me dijo: "Preparan eso para que los reyes y los poderosos de la tierra puedan ser destruidos. (Ap 16:14, 19:20, 20:7-10).

6 "Después de esto el Justo, el Elegido, hará aparecer la casa de su congregación y desde entonces, ellos no serán estorbados más en nombre del Señor de los espíritus.
7 "En presencia de su justicia, estas montañas no estarán más en la tierra, las colinas se convertirán en fuentes de agua y los justos descansarán de la opresión de los pecadores. (Mt 11:28)

CAPÍTULO 54.

1 Volví la mirada hacia otra parte de la tierra y vi allí un valle profundo con fuego ardiente,
2 y llevaron a los reyes y a los poderosos y comenzaron a arrojarlos en este valle profundo.
3 Allí mis ojos vieron cómo fabricaban sus instrumentos: cadenas de un peso inconmensurable.
4 Le pregunté al ángel de paz que iba conmigo, diciendo: "¿Para qué están siendo preparadas esas cadenas?".
5 Y me dijo: "Esas están siendo preparadas para las tropas de Asael, para que puedan agarrarlos y lanzarlos al abismo de total condenación y cubrir sus quijadas con piedras ásperas tal como mandó el Señor de los espíritus. (Ap 20:1-3).

6 Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel en ese gran día los agarrarán y los arrojarán en el horno ardiente, para que el Señor de los espíritus pueda vengarse de ellos por convertirse en súbditos de Satanás y descarriar a aquellos que habitan sobre la tierra.
7 Como en los tiempos en que vino el castigo del Señor de los espíritus y Él abrió los depósitos de agua que están sobre los cielos y las fuentes subterráneas.
8 Y todas esas aguas se juntaron, aguas con aguas: las que están sobre los cielos son masculinas y las que están bajo la tierra son femeninas.
9 Y fueron exterminados los que habitaban sobre la tierra y bajo los límites del cielo,
10 para que reconocieran la injusticia que perpetraron sobre la tierra y por ella perecieron.

CAPÍTULO 55.

1 Tras ello la cabeza de los Días se arrepintió y dijo: "En vano he destruido a todos los que habitan sobre la tierra".
2 Y juró por su gran nombre: "De ahora en adelante no actuaré más así con los que habitantes de la tierra; colocaré un símbolo en los cielos como prenda de la fidelidad mía para con ellos por el tiempo que los cielos estén sobre la tierra.
3 "Esta es lo que está de acuerdo con mi decisión: Cuando desee atraparlos por manos de los ángeles en el día de la tribulación y el sufrimiento a causa de esto, desataré mi castigo y mi ira sobre ellos", dijo el Señor de los espíritus;
4 "reyes y poderosos que habitáis sobre la tierra, veréis a mi Elegido sentarse sobre el trono de gloria y juzgar a 'Asa'el, sus cómplices y sus tropas, en el nombre del Señor de los espíritus". (Mc 14:62).

CAPÍTULO 56.

1 Vi las huestes de los ángeles de castigo que iban sosteniendo látigos y cadenas de hierro y bronce.
2 Pregunté al ángel de paz que iba conmigo, diciendo: "¿A donde quién van aquellos que llevan látigos?".
3 Me dijo: "hacia sus queridos elegidos, para que sean arrojados a los profundo del abismo del valle;
4 entonces este valle será llenado con sus elegidos queridos, los días de su vida llegarán a su fin y a partir de ahí, el tiempo de su extravía no será contado.
5 "En esos días los ángeles regresarán y se lanzarán hacia el oriente, donde los partos y medos y sacudirán a los reyes, tanto que un espíritu de desasosiego los invadirá, y los derrocarán de sus tronos, de manera que huirán como leones de sus guaridas y como lobos hambrientos entre su manada.

6 "Ellos irán y pisarán la tierra de sus elegidos y la tierra de sus elegidos será ante ellos un camino trillado.
7 "Pero la ciudad de mis justos será un obstáculos para sus caballos: comenzarán a combatir contra ellos y su mano derecha desplegará su fuerza contra ellos. Un hombre no conocerá a su hermano ni un hijo a su padre ni a su madre, hasta que el número de cadáveres complete su matanza y su castigo no será en vano.
8 En ese tiempo el seol abrirá sus mandíbulas, serán engullidos por él y su destrucción culminará: la muerte devorará a los pecadores en presencia de los elegidos.

CAPÍTULO 57.

1 Sucedió después de eso que vi un ejército de carros conducidos por hombre y que iban sobre los vientos desde el oriente y desde el occidente hacia el sur.
2 Se escuchaba el ruido de los carros y cuando ocurrió tal alboroto los santos notaron que las columnas de la tierra se movieron de su sitio y el sonido que se produjo se oyó de un extremo al otro del cielo durante un día.
3 Y ellos se prosternaron y adoraron al Señor de los espíritus. Este es el fin de la segunda parábola.

CAPÍTULO 58.

1 Comencé a recitar la tercera parábola acerca de los justos y de los elegidos.
2 ¡Felices vosotros justos y elegidos pues vuestra suerte será gloriosa!
3 Los justos estarán a la luz del sol y los elegidos en la luz de la vida eterna; los días de su vida no tendrán fin y los días de los santos serán innumerables. (Ap 21:23-24; 4Es 2:35)
4 Buscarán la luz y encontrarán justicia con el Señor de los espíritus: habrá paz para los justos en nombre del Señor eterno. (Lc 2:14, 24:36)
5 Después de esto serán enviados los santos del cielo a buscar los misterios de la justicia, patrimonio de la fe, pues brilla como el sol sobre la tierra y las tinieblas están desapareciendo.

6 Habrá una luz infinita aunque por determinados días ellos no vendrán, porque antes habrán sido destruidas las tinieblas, la luz habrá sido afirmada ante el Señor de los espíritus y la luz de la verdad habrá sido establecida para siempre ante el Señor de los espíritus.

CAPÍTULO 59.

1 En esos días mis ojos vieron los misterios de los relámpagos, de las luces y de su juicio: ellos resplandecen para una bendición o para una maldición según la voluntad del Señor de los espíritus.
2 Allí vi los misterios del trueno y cómo cuando resuena en arriba en el cielo, su voz es escuchada y me hace ver el juicio ejecutado sobre la tierra, ya sea que sea para bienestar y bendición, o para maldición, según la voluntas del Señor de los espíritus.
3 [Y después de esto todos los misterios de las luces y de los relámpagos me fueron mostrados: ellos brillan para bendecir y satisfacer].

CAPÍTULO 60.

1 [En el decimocuarto día, del séptimo mes, del año quinientos de la vida de [Noé] Vi que un poderoso temblor sacudió el cielo de los cielos y las huestes del Más Alto, multitudes de ángeles, miles y miles se veían angustiados por una gran agitación.
2 La Cabeza de los Días estaba sentado sobre el trono de su gloria y los ángeles y los justos permanecían a su alrededor.
3 Se apoderó de mí un gran temblor y me sobrecogió el temor: mis entrañas se abrieron, mis riñones se derritieron y caí sobre mi rostro.
4 Entonces Miguel otro de los ángeles santos, fue enviado para levantarme. Cuando me levantó mi espíritu retornó, pero yo no era capaz de soportar la visión de estas huestes, de su agitación y de las sacudidas del cielo.
5 Y Miguel me dijo: " "¿Por qué te asusta la visión de estas cosas? Hasta ahora ha sido el tiempo de su misericordia y Él ha sido misericordioso y lento para la ira para aquellos que viven sobre la tierra.

6 "Pero cuando venga el día, del poder, del castigo, del juicio que el Señor de los espíritus ha preparado para aquellos que no se inclinan ante la ley de la justicia, para aquellos que rechazan el juicio de la justicia y para aquellos que toman su nombre en vano, ese día está preparado para los elegidos un pacto, pero para los pecadores castigo.
7 [Ese día se harán salir separados dos monstruos, unos femenino y otro masculino. El monstruo femenino se llama Leviatán y habita en el fondo del mar sobre la fuente de las aguas.
8 El monstruo masculino se llama Behemoth, se posa sobre su pecho en un desierto inmenso llamado Duindaín, al oriente del jardín que habitan los elegidos y los justos, donde mi abuelo fue tomado, el séptimo desde Adán el primer hombre a quien el Señor de los espíritus creó.
9 Le supliqué a otro ángel que me revelara el poder de esos monstruos, cómo fueron separados en un solo día y arrojados el uno al fondo del mar y el otro al suelo seco del desierto.
10 Me dijo: "Hijo de hombre, aquí vas a conocer los que es un misterio".

11 Me habló otro ángel que iba conmigo, que me revelaba lo que estaba oculto, el principio y el fin, en lo alto del cielo y bajo la tierra en lo profundo, en las extremidades del cielo y en sus cimientos;
12 y en los depósitos de los vientos, cómo los vientos son divididos, cómo son pesados y cómo en sus puertas los vientos son registrados de acuerdo con su fuerza; y el poder de la luz de la luna cómo es el poder que le corresponde; y la diferenciación entre las estrellas de acuerdo con sus nombres y cómo están subdivididas y clasificadas;
13 y el trueno en los lugares donde retumba y toda la distinción que es hecha entre los relámpagos para que ellos brillen y entre sus huestes para que ellas obedezcan rápidamente.
14 El trueno hace pausas mientras espera su eco. Trueno y relámpago son inseparables, son unidos por medio del espíritu y no están separados,
15 pues cuando el relámpago resplandece, el trueno hace oír su voz y el espíritu lo aplaca mientras repica, y distribuye por igual entre ambos, pues el depósito de sus ecos es como arena y cada uno de ellos como sus ecos son retenidos con un freno y devueltos por el poder del espíritu, son impulsados hacia muchas regiones de la tierra.

16 El espíritu del mar es masculino y vigoroso y según su fuerza lo devuelve con un freno y así es alejado y dispersado entre todas las montañas de la tierra.
17 El espíritu de la helada es su propio ángel y el espíritu del granizo es un buen ángel.
18 El espíritu de la nieve la deja caer de sus por su propia fuerza desde sus depósitos; ella tiene un espíritu especial que sube de ella como humo y se llama escarcha.
19 El espíritu de la neblina no está unido con ellos en su depósito, sino que tiene un depósito propio, ya que su ruta es maravillosa, tanto en la luz como en la oscuridad, en invierno como en verano y su mismo depósito es un ángel.
20 El espíritu del rocío habita en los límites del cielo y está conectado con los depósitos de la lluvia; viaja en invierno o en verano y su nube y la nube de la neblina están relacionadas y la una da a la otra.

21 Cuando el espíritu de la lluvia sale del depósito, los ángeles van, abren el depósito y la dejan salir y cuando ella se derrama sobre toda la tierra, se une al agua que está sobre la tierra.
22 Porque las aguas son para los que viven sobre la tierra y son un alimento para la tierra seca, que viene desde el Más Alto que está en el cielo, por eso hay una medida para la lluvia y los ángeles se encargan de ella.
23 Estas cosas vi en los alrededores del jardín de los justos]
24 [y el ángel de paz que estaba conmigo me dijo: "Esos dos monstruos han sido preparados para el gran día de Dios y son alimentados a fin de que
25 el castigo del Señor de los espíritus no caiga en vano sobre ellos, harán morir los niños con sus madres y los hijos con sus padres y luego tendrá lugar el juicio acorde con su misericordia y su paciencia].

CAPÍTULO 61.

1 He aquí que en esos días vi como unas cuerdas largas fueron dadas a esos ángeles y ellos se colocaron alas y volaron hacia el norte.
2 Le pregunté al ángel diciéndole: "¿Por qué han tomado esas cuerdas y se han ido?". El me dijo "Se han ido a medir".
3 El ángel que iba conmigo me dijo: "Ellos llevan a los justos las medidas de los justos y las cuerdas de los justos para que se apoyen en el nombre del Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.
4 "Los elegidos comenzaron a residir con el Elegido y esas son las medidas que serán dadas para fe y que fortalecerán la justicia.
5 "Estas medidas revelarán todos los misterios de las profundidades de la tierra y los que han sido destruidos por el desierto o tragados por las fieras o por los peces del mar, esos podrán regresar sostenidos por el día del Elegido, porque ninguno será destruido ante el señor de los espíritus, ninguno podrá ser destruido.

6 "Todos los que habitan en lo alto del cielo han recibido un mandamiento, un poder, una sola voz y una luz como fuego.
7 "A él con sus primeras palabras lo bendijeron, ensalzaron y alabaron con sabiduría y han sido sabios en la palabra y el espíritu de vida. (Hb 5.12).
8 "El Señor de los Espíritus colocó al Elegido sobre el trono de gloria y el juzgará todas las obras de los santos y sus acciones serán pesadas en la balanza.
9 "Cuando alce la cara para juzgar sus vidas secretas según la palabra del nombre del Señor de los espíritus, su sendero por la vía del juicio justo del Señor de los espíritus, entonces a una sola voz hablarán, bendecirán, glorificarán, exaltarán y proclamarán santo el nombre del Señor de los espíritus.
10 "Él convocará a todas las huestes de los cielos, a todos los santos, a las huestes de Dios, a los Querubines, a los Serafines, a los Ofanines, a todos los ángeles de poder, a todos los ángeles de los principados y al Elegido y a los demás poderes sobre la tierra y sobre el agua. (Ef 1:21; Cl 1.16; 1 P 3:22).

11 Ese día ellos elevarán una sola voz, bendecirán, alabarán y exaltarán en espíritu de fidelidad, en espíritu de sabiduría, en espíritu de paciencia, en espíritu de misericordia, en espíritu de justicia, en espíritu de paz y en espíritu de verdad y dirán a una sola voz: "Bendito es Él y bendito sea el nombre del Señor de los espíritus para siempre y por toda la eternidad.
12 "Todos los que no duermen en el cielo alto le bendecirán; todos los santo que están en el cielo te bendecirán; todos los elegidos que habitan en el jardín de la vida y todo espíritu de luz que sea capaz de bendecir, alabar, ensalzar y proclamar santo tu nombre y toda carne glorificará y bendecirá tu nombre más allá de toda medida por los siglos de los siglos.
13 "Porque grande es la misericordia del Señor de los espíritus, Él es paciente y todas sus obras y toda su creación las ha revelado a los justos y a los elegidos, en nombre del Señor de los espíritus.

CAPÍTULO 62.

1 Así ordenó el Señor a los reyes, a los poderosos, a los dignatarios y a todos los que viven sobre la tierra, diciendo: "Abrid los ojos y levantad vuestras frentes por si sois capaces de reconocer al Elegido".
2 El Señor de los espíritus se sentó en su trono de gloria, el espíritu de justicia se esparció sobre Él y la palabra de su boca exterminó a todos los pecadores e injustos y ninguno de ellos subsistirá frente a Él. (Ap 19:15).
3 Ese día todos los reyes y los poderosos y los que dominan la tierra se levantarán, le verán y le reconocerán cuando se siente sobre el trono de su gloria; la justicia será juzgada ante Él y no se pronunciará palabra vana frente a Él.
4 El dolor vendrá sobre ellos como a una mujer en un parto difícil, cuando su hijo viene por la abertura de la pelvis y sufre para dar a luz. (Mc 13:8).
5 Se mirarán los unos a los otros aterrorizados, bajarán la mirada y la pena se apoderará de ellos cuando vean a este Hijo de Mujer sentarse sobre el trono de su gloria. (Dn 7:13; Mt 25:31; Mc 14:62).

6 Y los reyes, los poderosos y todos los que dominan la tierra alabarán, bendecirán y ensalzarán a quien reina sobre todo lo que es secreto.
7 Porque desde el principio el Hijo del Hombre fue ocultado y el Más Alto lo preservó en medio de su poder y lo reveló a los elegidos.
8 La asamblea de los elegidos y los santos será sembrada y todos los elegidos se sostendrán en pie en ese día;
9 pero los reyes, los poderosos, los dignatarios y los que dominan la tierra caerán ante Él sobre sus rostros, adorarán y pondrán su esperanza en este Hijo del Hombre, le suplicarán y le pedirán misericordia.
10 Sin embargo, el Señor de los espíritus los apremiará para que se apresuren a salir de su presencia, avergonzará sus caras y las tinieblas se acumularán sobre sus rostros. (Mt 25:41).

11 Él los entregará a los de castigo para ejecutar la venganza porque han oprimido a sus hijos, a sus elegidos.
12 Serán un espectáculo para los justos y los elegidos, quienes se alegrarán a costa de ellos, porque la ira del Señor de los espíritus cayó sobre ellos y su espada se emborrachó con su sangre.
13 En cambio los justos y los elegidos serán salvados ese día y nunca más le verán la cara a los pecadores ni a los injustos.
14 El Señor de los espíritus residirá sobre ellos y con este Hijo del Hombre comerán, descansarán y se levantarán por los siglos de los siglos.
15 Los justos y los elegidos se habrán levantado de la tierra, dejarán de estar cabizbajos y se vestirán con prendas de gloria. (1 Co 15:53)

16 Tales serán las prendas de vida del Señor de los espíritus: vuestra ropa no envejecerá y vuestra gloria no terminará ante el Señor de los espíritus. (2 Co 5:2).

(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com

Primer libro de Enoc. Parte 5

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

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Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 8.

CAPÍTULO 40.

1 Después de eso vi miles de miles y miríadas, vi una multitud innumerable e incalculable, que se sostiene ante el Señor de los espíritus.
2 Y sobre los cuatro costados del Señor de los espíritus vi cuatro presencias diferentes de aquellos que no duermen y aprendí sus nombres porque el ángel que va conmigo me los dio a conocer y me mostró todas las cosas ocultas.
3 Y escuché las voces de esas cuatro presencias y cómo ellas pronuncian alabanzas ante el Señor de la Gloria.
4 La primera voz bendice al Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.
5 A la segunda voz la escuché bendiciendo Elegido y a los elegidos que dependen del Señor de los espíritus.

6 A la tercera voz la oí orar e interceder por los que viven sobre la tierra y suplicar en nombre del Señor de los espíritus.
7 Y escuché la cuarta voz expulsando a los Satanes e impidiendo que lleguen hasta el Señor de los espíritus a acusar a quienes viven en la tierra Él.
8 Después de eso pregunté al ángel de paz que iba conmigo y me mostraba todas las cosas que están ocultas: "¿Quiénes son esas cuatro presencias que he visto y cuyas palabras he oído y escrito abajo?".
9 Me dijo: "El primero, el misericordioso y muy paciente, es Miguel; el segundo, que está encargado de las enfermedades y de todas las heridas de los hijos de los hombres, es Rafael; el tercero, que está encargado de todos los poderes, es Gabriel; el cuarto, que está encargado de la esperanza de quienes heredarán la vida eterna, es llamado Sariel.
10 Estos son los cuatro ángeles del Señor de los espíritus y las cuatro voces que he escuchado esos días.

CAPÍTULO 41.

1 Después vi todos los misterios de los cielos y cómo el reino está dividido y cómo las acciones de los humanos son pesadas en la balanza.
2 Allí vi la habitación de los elegidos y la morada de los santos y mis ojos vieron a los pecadores cuando eran expulsados de allí porque rechazaron el nombre del Señor de los espíritus y no podían quedarse a causa del castigo que procede del Señor de los espíritus.
3 Allí mis ojos vieron los misterios del relámpago y del trueno; y los secretos de los vientos y cómo se distribuyen para soplar sobre la tierra; y los secretos de las nubes y el rocío, de dónde proceden en ese lugar y desde dónde saturan el polvo de la tierra.
4 Allí vi las cámaras cerradas desde donde son distribuidos los vientos, el depósito del granizo y del viento, el depósito de la neblina y las nubes que revolotean sobre la tierra desde el comienzo del mundo.
5 Y vi las cámaras del sol y de la luna, de dónde proceden y hacia dónde regresan, y su maravilloso retorno; cómo el uno es superior a la otra; su magnífica órbita y cómo no se alejan de ella y mantienen fielmente el juramento que han hecho uno a otro.

6 El sol sale primero y sigue su ruta según el mandamiento del Señor de los espíritus, cuyo nombre es poderoso por los siglos de los siglos.
7 Y después de eso vi el camino oculto de la luna y el visible y ella cumple el recorrido de su camino en ese lugar de día y de noche; y uno mantiene una posición opuesta al otro, ante el Señor de los espíritus. Ellos dan gracias y alaban sin descanso, porque para ellos dar gracias es descansar.
8 El sol gira frecuentemente para bendecir, o para maldecir y el recorrido de la ruta de la luna es bendición para los justos y tinieblas para los pecadores, en el nombre del Señor, que ha separado la luz de las tinieblas, ha repartido los espíritus de los humanos y ha fortalecido los espíritus de los justos en nombre de su justicia.
9 Porque ningún ángel lo impide y ningún poder es capaz de impedirlo, porque Él cita un juicio para todos ellos y los juzga a todos ante Él.

CAPÍTULO 42.

1 La Sabiduría no encuentra un lugar donde pueda habitar, entonces su casa está en los cielos. (Pr 9:1).
2 La Sabiduría fue a habitar entre los hijos de los hombres y no encontró sitio. Entonces la Sabiduría ha regresado a su hogar y ha tomado su silla entre los ángeles. (Pr 8:1-4; Jn 1:11).
3 Y la injusticia ha salido de sus cuevas, ha encontrado a los que no buscaban y ha habitado entre ellos, como la lluvia en el desierto y como el rocío sobre la tierra sedienta. (Pr 2:12-19).

CAPÍTULO 43.

1 Después vi otros relámpagos y estrellas del cielo y vi cómo Él las llamaba por sus nombres y ellas le ponían atención.
2 Y vi cómo ellas eran pesadas en balanzas justas, de acuerdo con su luminosidad, sus dimensiones y el día de su aparición y cómo su movimiento genera relámpagos; y vi su curso de acuerdo con el número de los ángeles y cómo se guardan fidelidad entre ellas.
3 Le pregunté al ángel que iba conmigo y me mostró los que estaba oculto: "¿Qué es eso?".
4 Me dijo: "El Señor de los espíritus te ha mostrado su parábola; estos son los nombres de los santos que viven sobre la tierra y creen en el Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.

CAPÍTULO 44.

1 Vi también otros fenómenos relativos a los relámpagos: cómo algunas estrellas surgen, llegan a ser relámpagos y no pueden abandonar su nueva forma.

CAPÍTULO 45.

1 SEGUNDA PARÁBOLA- "Ésta es la segunda parábola, acerca de quienes rechazan la comunidad de los santos y al Señor de los espíritus.
2 "Ellos no subirán al interior del cielo ni volverán a la tierra, tal será la suerte los pecadores que han renegado del nombre del Señor de los espíritus a quienes tú has reservado para el día del sufrimiento y la tribulación. (Pr 2:22).
3 "En este día mi Elegido se sentará sobre el trono de gloria y juzgará sus obras; sus sitios de descanso serán innumerables y dentro de ellos sus espíritus se fortalecerán cuando vean a mi Elegido y a aquellos que han apelado a mi nombre glorioso.
4 "Entonces, haré que mi Elegido habite entre ellos; transformaré el cielo y lo convertiré en bendición y luz eternas;
5 transformaré la tierra y haré que mis elegidos la habiten, pero los pecadores y los malvados no pondrán los pies allí.

6 "Porque he abastecido y satisfecho con paz a mis justos y los he hecho vivir ante mí; pero el juicio de los pecadores es inminente, de manera que los destruiré en la faz de la tierra".

CAPÍTULO 46.

1 Allí vi a alguien que tenía una Cabeza de los Días y su cabeza era blanca como lana; con Él había otro, cuya figura tenía la apariencia de un hombre y su cara era llena de gracia como la de los santos ángeles. (Dn 7:9,13; Ap 1:13,14).
2 Le pregunté al ángel que iba conmigo y que me mostraba todas las cosas secretas con respecto a este Hijo del Hombre: "¿Quién es éste, de dónde viene y por qué va con la Cabeza de los Días?".
3 Me respondió y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre, que posee la justicia y con quien vive la justicia y que revelará todos los tesoros ocultos, porque el Señor de los espíritus lo ha escogido y tiene como destino la mayor dignidad ante el Señor de los espíritus, justamente y por siempre. (Dn 7:14; Mt 24:30, 26:64; Mc 13:26, 14:52; Lc 21:27, 22:69).
4 "El Hijo del Hombre que has visto, levantará a los reyes y a los poderosos de sus lechos y a los fuertes de sus tronos; desatará los frenos de los fuertes y les partirá los dientes a los pecadores; (Sal 110:5).
5 derrocará a los reyes de sus tronos y reinos, porque ellos no le han ensalzado y alabado ni reconocieron humildemente de dónde les fue otorgada la realeza. (Lc 1:52).

6 "Le cambiará la cara a los fuertes llenándolos de temor; las tinieblas serán su morada y los gusanos su cama, y no tendrán esperanza de levantarse de esa cama, porque no exaltaron el nombre del Señor de los espíritus.
7 "Estos que juzgan a las estrellas del cielo, que levantan sus manos contra el más Alto, que oprimen la tierra y habitan sobre ella, cuyas acciones expresan todas injusticia, cuyo poder reside en su riqueza, cuya confianza está puesta en los dioses que ellos han hecho con sus manos: ellos niegan el nombre del Señor de los espíritus;
8 ellos persiguen sus congregaciones y a los fieles, a quienes condenan en nombre del Señor de los espíritus.

CAPÍTULO 47.

1 En esos días la oración de los justos y la sangre de los justos habrán subido desde la tierra, hasta el Señor de los espíritus.
2 En tales días los santos que habitan en lo alto de los cielos se unirán en una sola voz: suplicarán, orarán, alabarán, darán gracias y bendecirán el nombre del Señor de los espíritus, en nombre de la sangre de los justos que ha sido derramada y para que la oración de los justos no sea en vano ante el Señor de los espíritus, se haga justicia y su paciencia no sea eterna (Ap 6:10; 4 Es 4:35-37).
3 En esos tiempos vi la Cabeza de los Días cuando se sentó en el trono de su gloria y los libros de los vivos fueron abiertos ante Él. Todas sus huestes que habitan en lo alto del cielo y su corte estaban ante Él. (Ap 20:11,12).
4 Y el corazón de los santos se llenó de alegría, porque el número de los justos ha sido establecido, la oración de los justos ha sido escuchada y la sangre de los justo ha sido denunciada ante el Señor de los espíritus. (Ap 6:11).

CAPÍTULO 48.

1 En ese lugar vi la fuente de la justicia, la cual era inagotable, y a su alrededor había muchas fuentes de sabiduría, todos los sedientos bebían de ellas y se llenaban de sabiduría y habitaban con los santos, los justos y los elegidos. (Jn 4.10-14; Ap 20:6).
2 En ese momento ese Hijo del Hombre fue nombrado en presencia del Señor de los espíritus y su nombre ante la Cabeza de los Días.
3 Ya antes de que el sol y los signos fueran creados, antes de que las estrellas del cielo fueran hechas, su nombre fue pronunciado ante el Señor de los espíritus.
4 Él será para los justos un bastón en el que puedan apoyarse y no caer; será luz para las naciones y esperanza para los que sufren.
5 Todos los que habitan sobre la tierra se prosternarán y lo adorarán; alabarán, bendecirán y celebrarán con canciones al Señor de los espíritus.

6 Por tal razón ha sido él Elegido y reservado ante Él, desde antes de la creación del mundo y para siempre. (Pr 8:23-30; Jn 1:3).
7 La sabiduría del Señor de los espíritus lo ha revelado a los santos y a los justos, porque Él ha preservado el destino de los justos, porque ellos han odiado y despreciado a este mundo de injusticia y han odiado todas sus obras y caminos, en el nombre del Señor de los espíritus, porque por su nombre serán salvados ellos y Él vengará sus vidas.
8 En estos días los reyes de la tierra y los poderosos que dominan la tierra tendrán el rostro abatido a causa de la obra de sus manos, porque del día de la su angustia y aflicción no se salvarán.
9 Los entregaré en las manos de mis elegidos, como la paja en el fuego arderán frente la cara de los santos y como el plomo en el agua serán sumergidos frente a la cara de los justos , así serán sumergidos frente a la cara de los justos y no se encontrará más rastro de ellos.
10 En el día de su aflicción habrá descanso en la tierra, ante ellos caerán y no se levantarán jamás y nadie estará para levantarlos, porque han renegado del Señor de los espíritus y su Ungido. ¡Qué sea bendito el nombre del de Señor de los espíritus!

CAPÍTULO 49.

1 Porque ante Él, la Sabiduría está brotando como agua y la Gloria no decae por los siglos de los siglos.
2 Como tiene poder sobre todos los secretos de justicia, la injusticia desaparecerá como la sombra y no tendrá refugio, porque el Elegido está de pie ante el Señor de los espíritus y su gloria permanece por los siglos de los siglos y su poder por todas las generaciones.
3 En el habita el espíritu de la sabiduría, el espíritu que ilumina y da discernimiento, el espíritu de entendimiento y de poder, el espíritu de quienes han dormido en justicia.
4 Él es quien juzga las cosas secretas y nadie puede pronunciar palabras vanas frente a él, porque es el Elegido ante el Señor de los espíritus, según su voluntad. (Lc 9:35).

CAPÍTULO 50.

1 En esos días tendrá lugar un cambio para los santos y elegidos: la Luz de los Días residirá sobre ellos y la gloria y el honor virarán hacia los santos. (Ro 2:10).
2 En el día de la aflicción, cuando la desgracia se acumule sobre los pecadores, los justos triunfarán por el nombre del Señor de los espíritus y hará que otros testifiquen que pueden arrepentirse y renunciar a la obra de sus manos. (Sb 11:23; Ro 1:18-32, 2:4).
3 Ellos no tendrán ningún mérito en nombre del Señor de los espíritus, sin embargo serán salvados por su nombre y el Señor de los espíritus tendrá compasión de ellos porque su misericordia es grande. (Ro 3:24, 5:10).
4 Además Él es justo en su juicio y en presencia de su Gloria, la injusticia no podrá mantenerse; en su juicio el que no se arrepienta perecerá ante Él. (Ro 2:2-5,8-9).
5 "Y desde ese momento no tendré más misericordia con ellos", dijo el Señor de los espíritus.

CAPÍTULO 51.

1 En esos días la tierra devolverá lo que ha sido depositado en ella; el seol también devolverá lo que ha recibido y los infiernos devolverán lo que deben. Por los mismos días el Elegido se levantará (Is 26:19; Ez 37:1-4; Dn 12:2;Ap 20:13).
2 y de entre ellos seleccionará a los justos y a los santos, porque se acerca el día en que serán salvados. (Mt 25:32).
3 El Elegido se sentará en mi trono en esos días y de su boca fluirán todos los misterios de la sabiduría y consejo, porque el Señor de los espíritus se lo ha concedido y lo ha glorificado. (Lc 9:35).
4 En esos días las montañas se moverán como arietes y las colinas saltarán como corderos que han tomado leche hasta quedar satisfechos; los rostros de los ángeles del cielo brillarán alegremente;
5 la tierra se regocijará, los justos la habitarán y los elegidos se pasearán por ella.

CAPÍTULO 52.

1 Después de esos días, en el sitio donde había visto todas las visiones de lo que está oculto, porque había sido arrastrado por un ciclón y conducido hacia el occidente,
2 allí mis ojos vieron los todos secretos del cielo que llegará: una montaña de cobre, otra de plata, otra de oro, otra de estaño y otra de plata.
3 Pregunté al ángel que iba conmigo, diciendo: "¿Qué cosas son éstas que he visto en secreto?".
4 Me dijo: "Todo lo que has visto servirá para el gobierno de su Ungido, para que pueda ser fuerte y poderoso sobre la tierra".
5 Y luego este ángel de paz dijo: "Espera un poco y te serán revelados todos los misterios que rodean al Señor de los espíritus:

6 "Esas montañas que tus ojos han visto, de hierro, cobre, plata, oro, estaño y plomo, en presencia del Elegido serán como la cera frente al fuego y como el agua derramada y se derretirán a sus pies. (Dn 2:34-45).
7 "Sucederá en esos días que nadie será salvado ni por el oro ni por la plata y nadie podrá escapar;
8 no habrá hierro para la guerra, ni revestimiento para corazas; el bronce será inútil, el estaño no será estimado y el plomo será indeseable.
9 "Todas estas cosas serán eliminadas de la superficie de la tierra cuando aparezca el Elegido ante el rostro del Señor de los espíritus".


(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com

Primer libro de Enoc. Parte 4

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CAPÍTULO 23.

1 Desde allí fui transportado a otro lugar al occidente, en las extremidades de la tierra;
2 me fue mostrado un fuego que corría sin descanso y sin interrumpir su carrera ni de día ni de noche, permaneciendo constante, mientras tanto.
3 Yo pregunté diciendo: "¿Qué es esto que no tiene reposo alguno?".
4 Me respondió Rauel: "La función de este fuego que corre hacia el occidente es guiar a todas las luminaras del cielo.

CAPÍTULO 24.

1 Y me mostró las montañas: el suelo entre ellas era de fuego ardiente y llameaba por las noches.
2 Fui hacia allá y vi siete montañas magníficas, diferentes entre sí y de piedras preciosas y hermosas y todas eran espléndidas, de apariencia gloriosa y bello aspecto: tres por el oriente, apoyadas una contra la otra; y tres por el sur, una bajo la otra; y vi cañadas profundas y sinuosas, ninguna de las cuales se unía a las demás.
3 La séptima montaña estaba en medio de todas, superándolas en altura a la manera de un trono, rodeada por árboles aromáticos,
4 entre los cuales había un árbol cuyo perfume yo no había olido nunca y no había perfume similar entre estos ni entre los demás árboles: exhala una fragancia superior a cualquiera y sus hojas, flores y madera no se secan nunca, su fruto es hermoso y se parece a los dátiles de las palmas.
5 Entonces dije: "¿Qué árbol tan hermoso! Es bello a la vista, su follaje gracioso y su fruto tiene un aspecto muy agradable".

6 Entonces, Miguel el Vigilante y santo, que estaba conmigo y que estaba encargado de esos árboles, me contestó.

CAPÍTULO 25.

1 Y él me dijo: " Enoc, para qué me preguntas por el perfume de ese árbol y para qué quieres saber la verdad?".
2 Entonces, yo, Enoc, le respondí así: "Deseo aprender de todo, pero especialmente acerca de este árbol".
3 Y él me contestó diciendo: Esta montaña alta que has visto y cuya cima es como el trono de Dios, es su trono, donde se sentará el Gran Santo, el Señor de Gloria, el Rey Eterno, cuando descienda a visitar la tierra con bondad.
4 "No se permite que ningún ser de carne toque este árbol aromático, hasta el gran juicio cuando Él se vengará de todo y llevará todas las cosas a su consumación para siempre, pero entonces será dado a los justos y a los humildes.
5 "Su fruto servirá como alimento a los elegidos y será transplantado al lugar santo, al templo del Señor, el Rey Eterno.

6 Entonces ellos se regocijarán y estarán alegres; entrarán en el lugar santo y la fragancia penetrará sus huesos; y ellos vivirán una larga vida, tal y como la que sus antepasados vivieron. En sus días no los tocará ningún sufrimiento ni plaga ni tormento ni calamidad."
7 Entonces bendije al Dios de la Gloria, al Rey Eterno, porque había preparado tales cosas para los humanos, para los justos. Estas cosas Él las ha creado y ha prometido dárselas.

CAPÍTULO 26.

1 Fui trasladado desde allí hasta el centro de la tierra y vi un lugar bendito en el cual había árboles cuyas ramas brotaban permanentemente.
2 Allí me fue mostrada una montaña santa y salía agua de debajo de la montaña, desde el oriente y descendiendo hacia el sur.
3 Y vi al oriente otra montaña más alta que aquella y entre ellas un cañón profundo y angosto por el que corría el agua que salía de la montaña.
4 Y al occidente otra montaña, más baja que la anterior, poco elevada, y por debajo, entre las dos, una hondonada profunda y seca, y otra hondonada entre las tres montañas.
5 Todas eran barrancos profundos de roca dura y no había árboles plantados en ellos.
6 Yo me maravillaba de las montañas y me asombraba de los barrancos, me asombraba demasiado.

CAPÍTULO 27.

1 Entonces dije: "¿Por qué esta tierra está bendita y llena de árboles y en medio están estos barrancos malditos?".
2 Entonces Sariel, el Vigilante y el santo, que estaba conmigo, me respondió y dijo: "Este barranco maldito es para aquellos que están malditos para siempre; ahí serán reunidos todos los malditos que con su boca pronuncian palabras indecorosas contra el Señor y ofenden su Gloria, ahí serán reunidos y ahí estará el lugar de su juicio. (2 P 2:10; Judas 15).
3 El los últimos tiempos se ejecutará sobre ellos en justicia el espectáculo del juicio, en presencia de los justos para siempre; ahí se manifestará la misericordia y la bendición del Señor de Gloria y el Rey Eterno.
4 El día del juicio sobre los anteriores, ellos le bendecirán por la misericordia que les ha reservado.
5 Entonces yo bendije al Señor de Gloria, promulgué su Gloria y alabé su grandeza.

CAPÍTULO 28.

1 Fui desde allí hacia el oriente, en medio de la cordillera del desierto y vi el desierto: estaba solitario y lleno de árboles y plantas;
2 brotaba agua desde arriba,
3 acometiendo como un río caudaloso que fluía hacia el noroeste llevando el agua y el rocío por todos lados.

CAPÍTULO 29.

1 Desde allí fui a otro lugar en el desierto y me alejé mucho, hacia el oriente de este sitio.
2 Allí vi árboles silvestres que exudaban perfumes de incienso y mirra y sus frutos son parecidos a las nueces.

CAPÍTULO 30.

1 Y más allá de ellos, me alejé muy al oriente y vi otro gran lugar, con valles de muchas aguas,
2 en el que había cañas dulces aromáticas semejantes al lentisco;
3 y en las orillas de estos valles vi el fragante cinamomo. Y más allá de estos valles me alejé hacia el oriente.

CAPÍTULO 31.

1 Me fueron mostradas otras montañas y también en ellas vi árboles de los cuales salía la resina llamada tsaru y gálbano.
2 Más allá todos los árboles todos los árboles estaban llenos de resina que era semejante a la corteza del almendro.
3 Cuando se casca en estos árboles sale de ellos un olor perfumado y cuando se muelen las cortezas son superiores a cualquier perfume.

CAPÍTULO 32.

1 Más allá de tales montañas, hacia el noreste de ellas, me fueron mostradas otras montañas, llenas de nardo escogido, lentisco, cardamomo y pimienta.
2 desde allí continué hacia el oriente de todas estas montañas, lejos de ellas, al oriente de la tierra, fui llevado por encima del mar Rojo y me alejé mucho de él, pasé por encima de la oscuridad, lejos de ella;
3 y fui llevado al lado del Paraíso de Justicia, y me fueron mostrados desde lejos árboles en él, árboles numerosos en exceso y grandes, diferentes unos de otros. Vi allí un árbol que era distinto de todos los demás, muy grande, bello y magnífico, el árbol de la sabiduría, los que comen de su fruto aprenden gran sabiduría.
4 El árbol es tan alto como un abeto, sus hojas se parecen a las del algarrobo y su fruto es como un racimo de uvas, muy bonito; y la fragancia de ese árbol penetra hasta muy lejos.
5 Y yo dije: "¡Qué hermoso es este árbol y cómo atrae mirarlo!".

6 Remeiel el Vigilante y el santo, que estaba conmigo, me contestó y dijo: "Es el árbol de la sabiduría, del cual comieron tu primer padre y tu primera madre y aprendieron la sabiduría y sus ojos se abrieron y comprendieron que estaban desnudos y fueron expulsados del jardín del Edén".

CAPÍTULO 33.

1 Desde allí fui hasta los confines de la tierra y vi allí grandes bestias diferentes unas de  otras y también pájaros que diferían en sus aspectos, hermosura y trinos.
2 Al oriente de esas bestias vi el final de la tierra, donde el cielo descansa, y donde se abren los portales del cielo.
3 Vi como nacen las estrellas del cielos y los portales de los que proceden y anoté las salidas de cada una de las estrella, según su número, nombre, curso y posición y según su tiempo y meses, según me las mostraba Uriel, uno de los Vigilantes.
4 Y me mostró y escribió para mí todo, incluso escribió para mí sus nombres de acuerdo con sus tiempos.

CAPÍTULO 34.

1 Desde allí fui transportado a la extremidad norte de la tierra y me fueron mostradas grandes obras:
2 Vi tres puertas del cielo abiertas; a través de cada una de ellas vienen los vientos del norte y cuando soplan hay frío, granizo, escarcha, nieve, rocío y lluvia.
3 Si salen por una sola de las puertas, soplan para bien; pero cuando soplan a través de las otras dos es con violencia y calamidad sobre la tierra pues soplan con fuerza.

CAPÍTULO 35.

1 Y desde allí fui hasta la extremidad occidental de la tierra y vi tres puertas del cielo abiertas, el mismo número de puertas y salidas que había visto en el oriente.

CAPÍTULO 36.

1 Desde allí fui transportado a la extremidad sur de la tierra y allí me fueron mostradas sus tres puertas abiertas del viento sur: para el rocío, la lluvia y el viento.
2 Y desde allí fui transportado al límite oriental del cielo y vi las tres puertas orientales abiertas las tres puertas orientales del cielo y encima de ellas unas puertas pequeñas
3 Por cada una de estas puertas pequeñas pasan las estrellas del cielo y corren por el curso trazado para ellas hacia el occidente.
4 Al ver esto bendije todo el tiempo al Señor de Gloria, y continuaré bendiciendo al Señor de Gloria, que ha realizado grandes y magníficos prodigios para mostrar la grandeza de su obra a los ángeles, a los espíritus y a los humanos, para que ellos puedan alabar esa obra, toda su creación, para que puedan ver la manifestación de su poder y alaben la grandiosa obra de sus manos y le bendigan por siempre.

LIBRO DE LAS PARÁBOLAS.

CAPÍTULO 37.

1 La segunda visión que él vio -visión de sabiduría- que vio Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalalel, hijo de Kainan, hijo de Enos, hijo de Set, hijo de Adán.
2 Este es el comienzo de las palabras sabias que hice salir con mi voz, para hablarle y decirle a los habitantes de la tierra: "Escuchad hombres de épocas pasadas y del porvenir, las palabras del santo que habla en presencia del Señor de los espíritus.
3 Fue excelente declararlas a los hombres de antaño pero igualmente a los del porvenir, no vamos a negarles el principio de sabiduría.
4 Hasta ahora tal sabiduría no ha sido dada por el señor de los espíritus, pero yo la he recibido de acuerdo con mi discernimiento y con el buen parecer del Señor de los espíritus gracias a quien me ha sido dada mi parte en la vida eterna.
5 Tres parábolas me fueron comunicadas ya y yo he elevado mi voz para relatarlas a quienes habitan sobre la tierra.

CAPÍTULO 38.

1 PRIMERA PARÁBOLA.- Cuando aparezca la asamblea de los justos y los pecadores sean juzgados por sus pecados y expulsados de la superficie de la tierra.
2 cuando el Justo se manifieste a los ojos de los justos, de los elegidos cuyas obras dependen del señor de los espíritus; cuando la luz brille para los justos y para los elegidos que habitan sobre la tierra: ¿Dónde estará entonces la morada de los pecadores? ¿Dónde estará el lugar de descanso de quienes han renegado del Señor de los espíritus? Habría sido mejor para ellos no haber nacido. (Mc 14:21).
3 Cuando los misterios de los justos sean manifiestos y los pecadores juzgados y expulsados de la presencia de los justos y los elegidos,
4 desde ese momento los que dominan la tierra no serán poderosos ni elegidos por más tiempo ni podrán ellos mirar a la cara de los santos, porque será la luz del Señor de los espíritus la que brillará sobre la cara de los santos, de los justos, de los elegidos.
5 Entonces, los reyes y los poderosos perecerán y serán entregados a las manos de los justos y de los santos. (Sal 149 2:9).

6 Y de ahí en adelante nadie buscará para ellos la misericordia del Señor de los espíritus porque su vida encontró su final .

CAPÍTULO 39.

1 Y ocurrirá en esos días que los hijos de los elegidos y santos descenderán de lo alto del cielo y su linaje llegará a ser uno con el de los hijos de los hombres.
2 Enoc recibió los libros del celo y la ira y los libros de la angustia y el destierro: "Nunca más obtendrán misericordia", dijo el Señor de los espíritus.
3 Y las nubes me cubrieron, y el viento me levantó de la superficie de la tierra y me dejó en el límite de los cielos.
4 Allí tuve otra visión: vi el lugar donde habitan los santos y el lugar de descanso de los justos.
5 Ahí contemplé con mis ojos las moradas en medio de los ángeles de justicia y sus lugares de descanso entre los santos. Mientras suplican y oran por los hijos de los hombres, la justicia brota entre ellos como el agua y la misericordia se esparce sobre ellos como el sobre el rocío sobre la tierra, por los siglos de los siglos.

6 En ese lugar con mis ojos vi al Elegido de Justicia y de Fe; la justicia prevalecerá en sus días y los justos y los elegidos serán innumerables ante él por los siglos de los siglos.
7 Vi su morada bajo las alas del Señor de los espíritus; todos los justos y los elegidos brillarán frente a él como el resplandor del fuego; su boca estará llena de bendición; sus labios glorificarán el nombre del Señor de los espíritus; y la justicia y la verdad no fallarán ante él.
8 Yo deseaba vivir allí y mi espíritu anhelaba esa morada: esa era desde antes mi herencia, tal y como había sido establecida para mí ante el Señor de los espíritus.
9 En esos días alabé y ensalcé el nombre del Señor de los espíritus con bendiciones y alabanzas porque Él me ha destinado para la bendición y la gloria de acuerdo con el buen parecer del Señor de los espíritus.
10 Por mucho tiempo mis ojos observaron ese lugar y lo bendije a Él y lo alabé diciendo: "Bendito es Él y bendito sea desde el principio y para siempre".

11 Ante Él no hay renuncia; Él sabe desde antes de que el mundo fuera creado qué es para siempre y qué será de generación en generación.
12 Aquellos que no duermen te bendicen; ellos están ante tu Gloria y bendicen, alaban y ensalzan diciendo: " Santo, Santo, santo es el Señor de los espíritus, Él llena la tierra con espíritus".
13 Mis ojos vieron allá a todos aquellos que no duermen, bendiciendo y diciendo: "Bendito seas tú y bendito sea el nombre del Señor de los espíritus por los siglos de los siglos".
14 Mi rostro fue cambiado y no podía sostener la mirada.

(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com

Primer libro de Enoc. Parte 3

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.

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CAPÍTULO 14.

1 Este es el libro de las palabras de la verdad y de la reprensión de los Vigilantes que existen desde siempre según lo ordenó el Gran Santo en el sueño que tuve.
2 En esta visión vi en mi sueño lo que digo ahora con la lengua de carne, con el aliento de mi boca, que el Grande ha dado a los humanos para que hablen con ella y para que comprendan en el corazón. Así como Dios ha creado y destinado a los hijos de los hombres para que entiendan las palabras de conocimiento, así me ha creado, hecho y destinado a mí para que reprenda a los Vigilantes, a los hijos del cielo.
3 Vigilantes: yo escribí vuestra petición y en una visión se me reveló que no será concedida nunca y que habrá juicio por decisión y decreto contra vosotros,
4 que a partir de ahora no volveréis al cielo y por todas las épocas no subiréis,
5 porque ha sido decretada la sentencia para encadenaros en las prisiones de la tierra por toda la eternidad.

6 Pero antes veréis que todos vuestros seres queridos irán a la destrucción con todos sus hijos y las riquezas de tus seres queridos y de sus hijos no las disfrutaréis y ellos caerán en vuestra presencia por la espada de destrucción.
7 Pues vuestra petición por ellos ni la petición por vosotros serán concedidas. Continuaréis pidiendo y suplicando y mientras lloráis no pronunciéis ni una palabra del texto que he escrito.
8 Esto me fue revelado en la visión: He aquí que las nubes me llamaban, la neblina me gritaba y los relámpagos y truenos me apremiaban y me despedían y en la visión los vientos me hacían volar, me levantaban en lo alto, me llevaban y me entraban en los cielos.
9 Entré en ellos hasta que llegué al muro de un edificio construido con piedras de granizo, rodeado y cercado completamente con lenguas de fuego que comenzaron a asustarme. (Ac 2:3).
10 Entré por esas lenguas de fuego hasta que llegué a una casa grande construida con piedras de granizo cuyos muros eran como planchas de piedra; todas ellas eran de nieve y su suelo estaba hecho de nieve

11 Su techo era como relámpagos y trueno y entre ellos querubines de fuego y su cielo era de agua.
12 Un fuego ardiente rodeaba todos sus muros cercándolos por completo y las puertas eran de fuego ardiente.
13 Entré en esta casa que era caliente como fuego y fría como nieve. No había en ella ninguno de los placeres de la vida. Me consumió el miedo y el temblor se apoderó de mí.
14 Tiritando y temblando caí sobre mi rostro y se me reveló una visión:
15 He aquí que vi una puerta que se abría delante de mí y otra casa que era más grande que la anterior, construida toda con lenguas de fuego.

16 Toda ella era superior a la otra en esplendor, gloria y majestad, tanto que no puedo describiros su esplendor y majestad.
17 Su piso era de fuego y su parte superior de truenos y relámpagos y su techo de fuego ardiente.
18 Me fue revelada y vi en ella un trono elevado cuyo aspecto era el del cristal y cuyo contorno era como el sol brillante y tuve visión de querubín.
19 Por encima del trono salían ríos de fuego ardiente y yo no resistía mirar hacia allá.
20 La Gran Gloria tenía sede en el trono y su vestido lucía más brillante que el sol y más blanco que cualquier nieve;

21 ningún ángel podía entrar ni verle la cara debido a la magnífica Gloria y ningún ser de carne podía mirarlo.
22 Un fuego ardiente le rodeaba y un gran fuego se levantaba ante Él. Ninguno de los que le rodeaba podía acercársele y multitudes y multitudes estaban de pie ante Él y Él no necesitaba consejeros.
23 Y las santidades de los santos que estaban cerca de Él no se alejaban durante la noche ni se separaban de Él.
24 Yo hasta este momento estaba postrado sobre mi rostro, temblando y el Señor por su propia boca me llamó y me dijo: "Ven aquí Enoc y escucha mi Palabra".
25 Y vino a mí uno de los santos, me despertó, me hizo levantar y acercarme a la puerta e incliné hacia abajo mi cabeza.

CAPÍTULO 15.

1 Y él me correspondió y me habló y yo oí su voz: "No temas Enoc, hombre de justo, escriba de justicia; acércate y escucha mi voz.
2 "Ve y dile a los Vigilantes del cielo que te han enviado a suplicar por ellos: 'A vosotros corresponde interceder por los humanos y no a los humanos por vosotros'.
3 '¿Por qué habéis abandonando el cielo alto, santo y eterno, os habéis acostado con mujeres y profanado a vosotros mismos con las hijas de los hombres y tomado esposas como los hijos de la tierra y habéis engendrado hijos gigantes?
4 'Vosotros que fuisteis santos espirituales viviendo una vida eterna os habéis manchado con la sangre de las mujeres y habéis engendrado con la sangre de la carne y como los hijos del hombre habéis deseado después carne y sangre como aquellos que mueren y perecen' .
5 "Por eso yo les he dado a ellos mujeres para que las fecunden y engendren hijos por ellas y para que así no falten ellos sobre la tierra."

6 'En cuanto a vosotros, fuisteis primero espirituales, viviendo una vida eterna, inmortal por todas las generaciones del mundo;
7 por ello no se os han atribuido mujeres, pues la morada de los espíritus del cielo es el cielo'.
8 "Y ahora, los gigantes que han nacido de los espíritus y de la carne, serán llamados en la tierra espíritus malignos y sobre la tierra estará su morada.
9 "Los espíritus malos proceden de sus cuerpos, porque han nacido de humanos y de los santos Vigilantes es su comienzo y origen primordial. Estarán los espíritus malos sobre la tierra y serán llamados espíritus malos.
10 "Los espíritus del cielo tienen su casa en el cielo y los espíritus de la tierra que fueron engendrados sobre la tierra tienen su casa en la tierra.

11 "Y los espíritus de los gigantes, de los Nefilim, que afligen, oprimen, invaden, combaten y destruyen sobre la tierra y causan penalidades, ellos aunque no comen tienen hambre y sed y causan daños.
12 "estos espíritus se levantarán contra los hijos de los hombre y contra las mujeres porque de ellos proceden.

CAPÍTULO 16.

1 "Después de la muerte de los gigantes cuando los espíritus han salidos de su cuerpo, su carne será destruida antes del juicio. Serán así destruidos hasta el día de la gran consumación, del gran juicio en el cual el tiempo terminará para los Vigilantes e impíos y seréis totalmente consumados.
2 "Y ahora, a los Vigilantes, que te han enviado a suplicar por ellos, que en otra época habitaban en el cielo, diles:
3 'Vosotros estabais en el cielo pero todos los misterios no se os habían revelado. No habéis conocido sino un misterio indigno y en el endurecimiento de vuestro corazón lo habéis comunicado a las mujeres y por ese misterio ellas y los hombres han multiplicado el mal sobre la tierra'.
4 "Diles pues: 'No tendréis paz'".

CAPÍTULO 17.

1 Después me llevaron a un sitio cuyos habitantes son como el fuego ardiente, pero cuando desean aparecen como humanos.
2 Me llevaron a la casa de la tempestad, sobre una montaña cuya cima tocaba el cielo,
3 y vi las mansiones de las luminarias y los tesoros de las estrellas y del trueno, en los extremos del abismo donde están el arco de fuego, sus flechas y carcaj, la espada de fuego y todos los relámpagos.
4 Luego me llevaron hasta las aguas de vida y hasta el fuego del occidente, el que recogió todas las puestas de sol.
5 Llegué hasta un río de fuego cuyas llamas corren como agua y desemboca en el gran mar que esta al lado del poniente;

6 vi grandes ríos y llegué a una gran oscuridad y hasta donde ningún ser carnal camina;
7 vi las montañas de las tinieblas de invierno y el sitio hacia donde fluyen todas las aguas del abismo;
8 y vi la desembocadura de todos los ríos de la tierra y la desembocadura del abismo.

CAPÍTULO 18.

1 Vi los tesoros de los vientos y vi que con ellos Él ha adornado toda la creación y los cimientos de la tierra;
2 y vi también la piedra angular de la tierra y los cuatro vientos que sostienen la tierra y el firmamento;
3 vi cómo los vientos extienden el velo del cielo en lo alto y cómo tienen su puesto entre el cielo y la tierra: son las columnas del cielo;
4 vi los vientos que hacen girar y que conducen por las órbitas del sol y de los astros en sus estancias;
5 vi los vientos que sostienen las nubes sobre la tierra; vi los caminos de los ángeles; vi en los confines de la tierra el firmamento en lo alto.

6 Después fui al sur y vi un sitio que ardía día y noche, en donde se encontraban siete montañas de piedras preciosas, tres del lado oriental y tres del lado del mediodía.
7 Así, entre las que estaban en el oriente, una era de piedra multicolor, una de perlas, y la otra de piedras medicinales; y las que estaban en el sur eran de piedra roja.
8 La del medio se elevaba hasta el cielo como el trono del Señor y la parte alta del trono era de zafiro.
9 Yo vi un fuego ardiente, y más allá de esas montañas   
10 está una región donde termina la gran tierra, y ahí culminan los cielos.

11 Luego me fue mostrado un profundo abismo entre columnas de fuego celeste, y vi en él columnas de fuego que descendían al fondo y cuya altura y profundidad eran inconmensurables;
12 y más allá de este abismo vi un sitio sobre el cual no se extendía el firmamento, bajo el cual no había tampoco cimientos de la tierra; sobre el que no había ni agua ni pájaros, sino que era un lugar desierto y terrible.
13 Allí vi siete estrellas parecidas a grandes montañas, que ardían, y cuando pregunté sobre esto,
14 El ángel me dijo: "Este sitio es el final del cielo y de la tierra; ha llegado a ser la prisión de las estrellas y de los poderes del cielo.
15 "Las estrellas que ruedan sobre el fuego son las que han transgredido el mandamiento del Señor, desde el comienzo de su ascenso, porque no han llegado a su debido tiempo;

16 y Él se irritó contra ellas y las ha encadenado hasta el tiempo de la consumación de su culpa para siempre, en el año del misterio".

CAPÍTULO 19.

1 Después Sariel me dijo: " Aquí estarán los Vigilantes que se han conectado por su propia cuenta con mujeres. Sus espíritus asumiendo muy diversas apariencias se han corrompido y han descarriado a los humanos para que sacrifiquen a demonios y dioses, hasta el día del gran juicio, en que serán juzgados y encontrarán su final.
2 "En cuanto a sus mujeres, las que fueron seducidas por los Vigilantes, se volverán sosegadas".
3 Yo Enoc, solo, he visto la visión, el final de todas las cosas y ningún humano ha visto lo que yo he visto.

CAPÍTULO 20.

1 He aquí los nombres de los santos ángeles que vigilan: (Ap 8:2).
2 Uriel, uno de los santos ángeles, llamado el del trueno y el temblor;
3 Rafael, otro de los santos ángeles, el de los espíritus de los humanos; (Tb 12:15)
4 Rauel, otro de los santos ángeles, que se venga del mundo de las luminarias;
5 Miguel, otro de los santos ángeles, encargados de la mejor parte de la humanidad y del pueblo; (Dn 10:13,21, 12:1; Judas 9; Ap 12:7)

6 Sariel, otro de los santos ángeles, encargado de los espíritus de los hijos de los hombres que pecan en espíritu;
7 Gabriel; otro de los santos ángeles, encargado del paraíso, las serpientes y los querubines; (Dn 8:16, 9:21; Lc:1:19,26) (Gn 3:24; Ex 25:18-22; Ez 10:4-5)
8 Remeiel, otros de los santos ángeles, al que Dios ha encargado de los resucitados. (Mt 28:2,5; Mc 16:5)

CAPÍTULO 21.

1 Después volví hasta donde todo era caótico;
2 y allá vi algo horrible: no vi ni cielo en lo alto ni tierra firme fundamentada, sino un sitio informe y terrible.
3 Vi allí cuatro estrellas del cielo encadenadas que parecían grandes montañas ardiendo como fuego.
4 Entonces pregunté: "¿Por qué pecado están encadenadas y por qué motivo han sido arrojadas acá?".
5 Uriel el Vigilante y el Santo que estaba conmigo y me guiaba, me dijo: "Enoc ¿por qué preguntas y te inquietas por la verdad?

6 Esta cantidad de estrellas de los cielos son las que han transgredido el mandamiento del Señor y han sido encadenadas aquí hasta que pasen diez mil años, el tiempo impuesto según sus pecados.
7 Desde allí pasé a otro lugar más terrible que el anterior y vi algo horrible: había allá un gran fuego ardiendo y flameando y el lugar tenía grietas hasta el abismo, llenas de columnas descendentes de fuego, pero no pude ver ni sus dimensiones ni su magnitud ni haría conjeturas.
8 Entonces dije: "¡Qué espantoso y terrible es mirar este lugar!".
9 Contestándome, Uriel el Vigilante y el Santo, que estaba conmigo me dijo: "Enoc ¿por qué estás tan atemorizado y espantado?". Le respondí: "Es por este lugar terrible y por el espectáculo del sufrimiento".
10 Y él me dijo: "Este sitio es la prisión de los ángeles y aquí estarán prisioneros por siempre".

CAPÍTULO 22.

1 Desde allí fui a otra parte, a una montaña de roca dura;
2 había ahí cuatro pozos profundos, anchos y muy lisos. Y dije: "¡Qué lisos son estos huecos y qué profundos y oscuros se ven!".
3 En ese momento, Rafael el Vigilante y el Santo, que estaba conmigo, me respondió diciendo: "Estas cavidades han sido creadas con el siguiente propósito; que los espíritus de las almas de los muertos puedan reunirse y que todas las almas de los hijos de los hombres se reúnan ahí. Así pues esos son los pozos que les servirán de cárcel;
4 "Están hechos para tal cosa, hasta el día en que sean juzgados hasta el momento del gran juicio que se les hará el último día". (Sal 68:19; Ef 4:9; 1P 3:19,20).
5 Vi allí al espíritu de un hombre muerto acusando, y su lamento subía hasta el cielo, gritando y acusando.

6 Entonces pregunté a Rafael el Vigilante y el Santo, que estaba conmigo: "¿De quién es este espíritu que está acusando que se queja de tal modo que sube hasta el cielo gritando y acusando?".
7 Me respondió diciendo: "Este es el espíritu que salió de Abel, a quien su hermano Caín asesinó; él lo acusa hasta que su semilla sea eliminada de la faz de la tierra y su semilla desaparezca del linaje de los hombres".
8 Entonces pregunté observando todos los pozos: "¿Por qué están separados unos de otros?"
9 Me respondió diciendo: "Esos tres han sido hechos para que los espíritus de los muertos puedan estar separados. Así una división ha sido hecha para los espíritus de los justos, en la cual brota una fuente de agua viva. (Jn 4:14, 7:38).
10 "Y así ha sido hecha ésta para los pecadores cuando mueren y son sepultados y no se ha ejecutado juicio contra ellos en vida.

11 "Aquí sus espíritus serán colocados aparte, para esta gran pena, hasta el día del gran juicio y castigados y atormentados para siempre quienes merecen tal retribución por sus espíritus.
12 "Esta división ha sido separada para quienes presentan su queja y denuncian su destrucción cuando fueron asesinados en los días de los pecadores.
13 También ha sido hecha ésta para los espíritus de los hombres que no fueron justos sino pecadores, para todos los transgresores y los cómplices de la trasgresión; que en el día del juicio serán afligidos fuera de allí, pero no serán resucitados desde allí".
14 Entonces bendije al Señor de Majestad y dije: "Bendito sea el juicio de justicia y bendito sea el Señor de Majestad y Justicia que es el Señor del mundo".

(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com

viernes, 13 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

La igualdad humana no consiste en que seamos todos idénticos sino en que compartimos la misma condición. No somos clones sino hermanos.

Fdo. qdquasar

Pensando en voz alta

El mundo es ancho y ajeno: para los ricos, que son cada vez menos, sobre todo ancho; para los pobres, que son cada vez más, sobre todo ajeno.

Fdo. qdquasar

jueves, 12 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

Cambiar libertad por bienestar? Nunca, gracias. Prefiero ser libre y pobre a ser esclavo de quien me da libertad. Amo mis alas andrajosas.

Fdo. qdquasar

Pensando en voz alta

Después de la vida, la libertad es posiblemente el atributo más valioso de la condición y dignidad humana. Sin libertad la vida ya no es tal.

Fdo. qdquasar

lunes, 9 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

A quien madruga Dios le ayuda; pero tampoco vale de mucho madrugar solamente sino madrugar de manera optimista y productiva.

Fdo. qdquasar

miércoles, 4 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

Todo castigo es desagradable, mucho más aquél que surge de nosotros mismos, por nuestros desatinos, negligencias o maldades.

Fdo. qdquasar

martes, 3 de marzo de 2015

Pensando en voz alta

El poder es como la droga: una vez que se es adicto a él sólo las personas de gran entereza pueden alejársele.

Fdo. qdquasar

lunes, 2 de marzo de 2015

Primer libro de Enoc. Parte 2

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Primer libro de Enoc. Parte 1.

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 8.

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 7.

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 6.

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 5.

CAPÍTULO 9.

1 Entonces Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel observaron la tierra desde el santuario de los cielos y vieron mucha sangre derramada sobre la tierra y estaba toda llena de la injusticia y de la violencia que se cometía sobre ella.
2 Considerando esto, los cuatro fueron y se dijeron: "el grito y el lamento por la destrucción de los hijos de la tierra sube hasta las puertas del cielo".
3 Y dijeron a los santos del cielo: "Es ahora a vosotros a quienes las almas de los hijos de los hombres suplican diciendo 'llevad nuestra causa ante el Altísimo, nuestra destrucción ante la gloria majestuosa y ante el Señor de todos los señores' en cuanto a majestad".
4 Y Rafael, Miguel, Sariel y Gabriel dijeron al Señor del mundo: "Tú eres nuestro gran Señor, el Señor del mundo, el Dios de dioses, el Señor de señores y el Rey de reyes; los cielos son el trono de tu gloria por todas las generaciones que existen desde siempre; toda la tierra es el escabel ante ti para siempre, y tu nombre es grande, santo y bendito por toda la eternidad.
5 "Eres tú quien todo lo ha creado y en ti reside el poder sobre todas las cosas; todo es descubierto en toda su desnudez ante ti; tú lo ves todo y nada se te puede esconder. (1 Cr 29:10-12, Hb 4:13).

6 "Tú has visto lo que ha hecho Asael, cómo ha enseñado toda injusticia sobre la tierra y revelado los secretos eternos que se cumplen en los cielos;
7 y lo que ha enseñado a los humanos Shemihaza, al que tú habías dado la facultad de gobernar sobre sus compañeros.
8 "Ellos han ido hacia las hijas de los hombres y se han acostado con ellas y se han profanado a sí mismos descubriéndoles todo pecado.
9 "Luego, estas mujeres han parido en el mundo gigantes, por lo que la tierra se ha llenado de sangre e injusticia. (Gn 6:4,5,11).
10 "Y ahora mira que las almas de los que han muerto gritan y se lamentan hasta las puertas del cielo y su gemido ha subido y no puede cesar debido a la injusticia que se comete en la tierra. (Ap 6:10).

11 "Pero tú que conoces todas las cosas antes de que sucedan, tú que sabes aquello, tú los toleras y no nos dices qué debemos hacerles al observar eso". (Ha 1:2-4).

CAPÍTULO 10.

1 Entonces el Altísimo, Grande y Santo habló y envió a Sariel al hijo de Lamec.
2 Y le dijo: "Ve hacia Noé y dile en mi nombre, 'escóndete'; y revélale la consumación que viene, pues la tierra entera va a perecer, un diluvio está por venir sobre toda la tierra y todo lo que se encuentre sobre ella perecerá.
3 "En seguida enseña al Justo, al hijo de Lamec, lo que debe hacer para preservar su alma para la vida y escapar definitivamente, pues por él será sembrada una planta y serán establecidas todas las generaciones".
4 Y además, el Señor le dijo a Rafael: "Encadena a Asael de pies y manos, arrójalo en las tinieblas, abre el desierto que está en Dudael y arrójalo en él;
5 bota sobre él piedras ásperas y cortantes, cúbrelo de tinieblas, déjalo allí eternamente sin que pueda ver la luz,

6 y en el gran día del Juicio que sea arrojado al fuego.
7 "Después, sana la tierra que los Vigilantes han corrompido y anuncia su curación, a fin de que se sanen de la plaga y que todos los hijos de los hombres no se pierdan debido al misterio que los Vigilantes descubrieron y han enseñado a sus hijos. (Jl 2:22).
8 "Toda la tierra ha sido corrompida por medio de las obras que fueron enseñadas por Asael, impútale entonces todo pecado".
9 Y el Señor dijo a Gabriel: "Procede contra los bastardos y réprobos hijos de la fornicación y haz desaparecer a los hijos de los Vigilantes de entre los humanos y hazlos entrar en una guerra de destrucción, pues no habrá para ellos muchos días.
10 "Ninguna petición en su favor será concedida, pues esperan vivir una vida eterna o que cada uno viva quinientos años.

11 Y a Miguel le dijo el Señor: ve y anuncia a Shemihaza y a todos sus cómplices que se unieron con mujeres y se contaminaron con ellas en su impureza,
12 ¡que sus hijos perecerán y ellos verán la destrucción de sus queridos! Encadénalos durante setenta generaciones en los valles de la tierra hasta el gran día de su juicio. (2 P 2:4; Judas 6).
13 "En esos días se les llevará al abismo de fuego, a los tormentos y al encierro en la prisión eterna. (Ap 20:10).
14 "Todo el que sea condenado, estará perdido de ahí en adelante y será encadenado con ellos hasta la destrucción de su generación. Y en la época del juicio que yo juzgaré, perecerán por todas las generaciones.
15 "Destruye todos los espíritus de los bastardos y de los hijos de los Vigilantes porque han hecho obrar mal a los humanos.

16 "Destruye la opresión de la faz de la tierra, haz perecer toda obra de impiedad y haz que aparezca la planta de justicia; ella será una bendición y las obras de los justos serán plantadas en alegría para siempre.
17 "En ese tiempo todos los justos escaparán y vivirán hasta que engendren millares. Todos los días de vuestra juventud y vuestra vejez se completarán en paz.
18 "Entonces toda la tierra será cultivada en justicia y toda ella será plantada de árboles y llena de bendición.
19 "Todos los árboles de la tierra que deseen serán plantados en ella y sembrarán allí viñas y cada una de ellas producirá mil jarras de vino y cada semilla producirá mil medidas por una, y una medida de aceitunas producirá diez lagares de aceite.
20 "Y limpia tú la tierra de toda opresión, de toda violencia, de todo pecado, de toda impiedad y de toda maldad que ocurre en ella y hazles desaparecer de la tierra.

21 "Y todos los hijos de los hombres llegarán a ser justos y todas las naciones me adorarán, se dirigirán en oración a mí y me alabarán.
22 "Y la tierra estará limpia de toda corrupción, de todo pecado, de todo castigo y de todo dolor y yo no enviaré más plagas sobre la tierra, hasta las generaciones de las generaciones ni por toda la eternidad.

CAPÍTULO 11.

1 "Y en esos días abriré los tesoros de bendición que están en el cielo, para hacerlos descender sobre la tierra, sobre las obras y el trabajo de los hijos de los hombres.
2 "Y la paz y la verdad estarán unidas todos los días del mundo y por todas las generaciones.

CAPÍTULO 12.

1 Ante esos sucesos Enoc había sido ocultado y no había ningún humano que supiera dónde fue escondido ni dónde están ni qué le sucedió. (Gn 5:24; Si 44:16; Sb 4:10,11; Hb 11:5).
2 El hacía todas sus acciones con los Vigilantes y pasaba sus días con los santos.
3 Así, yo Enoc estaba comenzando a bendecir al Señor de majestad, al Rey de los tiempos, y he aquí que el Vigilante del gran Santo me llamó a mí, Enoc el escribiente y me dijo:
4 "Enoc, escriba de justicia, ve a los Vigilantes del cielo que han abandonado las alturas del cielo, el eterno lugar santo y que se han contaminado con las mujeres haciendo como hacen los hijos de los hombres, y han tomado mujeres y han forjado una gran obra de corrupción sobre la tierra, y hazles saber
5 que no habrá para ellos paz ni redención de su pecado.

6 "Y así como gozaron a causa de sus hijos ellos verán la muerte de sus bienamados y llorarán por la pérdida de sus hijos y suplicarán eternamente, pero no habrá para ellos misericordia ni paz".

CAPÍTULO 13.

1 Luego, Enoc se fue y le dijo a Asael: "No habrá paz para ti, contra ti ha sido pronunciado un gran juicio para encadenarte.
2 "No habrá para ti ni tregua ni intercesión, porque has enseñado la injusticia y a causa de todas las obras de impiedad, violencia y pecado que has enseñado a los humanos.
3 Y avanzando les hablé a todos ellos y todos temieron y se espantaron y el temblor se apoderó de ellos.
4 Me suplicaron que elevara una petición por ellos para que pudieran encontrar perdón por sus pecados y que la leyera en presencia del Señor del cielo.
5 Porque desde entonces ellos no pueden hablar a Dios ni levantar sus ojos al cielo, debido a la vergüenza por los crímenes por los cuales fueron condenados.

6 Entonces escribí su oración con todas sus peticiones por sus almas y por cada una de sus obras y por lo que suplicaban todos, que hubiera para ellos perdón y larga vida.
7 Fui y me senté junto a las aguas de Dan, en la tierra de Dan, al sur del Hermonín, a su lado occidental y estuve leyendo el libro donde anoté sus peticiones, hasta que me dormí.
8 He aquí que me vinieron sueños y cayeron sobre mí visiones hasta que levanté mis párpados a las puertas del palacio del cielo y vi una visión del rigor del castigo. Y vino una voz y me dijo: "Habla a los hijos del cielo para reprenderles".
9 Cuando desperté fui a ellos. Todos estaban reunidos juntos y sentados llorando, en la Fuente del Llanto que está entre el Líbano y Senir, con los rostros cubiertos.
10 Conté delante de ellos todas las visiones que había visto en sueños y me puse a hablar con palabras de justicia y de visión y a reprender a los Vigilantes celestiales.

(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com