domingo, 22 de marzo de 2015

Primer libro de Enoc. Parte 5

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.

Talvez no has leído aun:

Primer libro de Enoc. Parte 4.

Primer libro de Enoc. Parte 3.

Primer libro de Enoc. Parte 2.

Primer libro de Enoc. Parte 1.

Vida de Adán y Eva. Libro 2. Parte 8.

CAPÍTULO 40.

1 Después de eso vi miles de miles y miríadas, vi una multitud innumerable e incalculable, que se sostiene ante el Señor de los espíritus.
2 Y sobre los cuatro costados del Señor de los espíritus vi cuatro presencias diferentes de aquellos que no duermen y aprendí sus nombres porque el ángel que va conmigo me los dio a conocer y me mostró todas las cosas ocultas.
3 Y escuché las voces de esas cuatro presencias y cómo ellas pronuncian alabanzas ante el Señor de la Gloria.
4 La primera voz bendice al Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.
5 A la segunda voz la escuché bendiciendo Elegido y a los elegidos que dependen del Señor de los espíritus.

6 A la tercera voz la oí orar e interceder por los que viven sobre la tierra y suplicar en nombre del Señor de los espíritus.
7 Y escuché la cuarta voz expulsando a los Satanes e impidiendo que lleguen hasta el Señor de los espíritus a acusar a quienes viven en la tierra Él.
8 Después de eso pregunté al ángel de paz que iba conmigo y me mostraba todas las cosas que están ocultas: "¿Quiénes son esas cuatro presencias que he visto y cuyas palabras he oído y escrito abajo?".
9 Me dijo: "El primero, el misericordioso y muy paciente, es Miguel; el segundo, que está encargado de las enfermedades y de todas las heridas de los hijos de los hombres, es Rafael; el tercero, que está encargado de todos los poderes, es Gabriel; el cuarto, que está encargado de la esperanza de quienes heredarán la vida eterna, es llamado Sariel.
10 Estos son los cuatro ángeles del Señor de los espíritus y las cuatro voces que he escuchado esos días.

CAPÍTULO 41.

1 Después vi todos los misterios de los cielos y cómo el reino está dividido y cómo las acciones de los humanos son pesadas en la balanza.
2 Allí vi la habitación de los elegidos y la morada de los santos y mis ojos vieron a los pecadores cuando eran expulsados de allí porque rechazaron el nombre del Señor de los espíritus y no podían quedarse a causa del castigo que procede del Señor de los espíritus.
3 Allí mis ojos vieron los misterios del relámpago y del trueno; y los secretos de los vientos y cómo se distribuyen para soplar sobre la tierra; y los secretos de las nubes y el rocío, de dónde proceden en ese lugar y desde dónde saturan el polvo de la tierra.
4 Allí vi las cámaras cerradas desde donde son distribuidos los vientos, el depósito del granizo y del viento, el depósito de la neblina y las nubes que revolotean sobre la tierra desde el comienzo del mundo.
5 Y vi las cámaras del sol y de la luna, de dónde proceden y hacia dónde regresan, y su maravilloso retorno; cómo el uno es superior a la otra; su magnífica órbita y cómo no se alejan de ella y mantienen fielmente el juramento que han hecho uno a otro.

6 El sol sale primero y sigue su ruta según el mandamiento del Señor de los espíritus, cuyo nombre es poderoso por los siglos de los siglos.
7 Y después de eso vi el camino oculto de la luna y el visible y ella cumple el recorrido de su camino en ese lugar de día y de noche; y uno mantiene una posición opuesta al otro, ante el Señor de los espíritus. Ellos dan gracias y alaban sin descanso, porque para ellos dar gracias es descansar.
8 El sol gira frecuentemente para bendecir, o para maldecir y el recorrido de la ruta de la luna es bendición para los justos y tinieblas para los pecadores, en el nombre del Señor, que ha separado la luz de las tinieblas, ha repartido los espíritus de los humanos y ha fortalecido los espíritus de los justos en nombre de su justicia.
9 Porque ningún ángel lo impide y ningún poder es capaz de impedirlo, porque Él cita un juicio para todos ellos y los juzga a todos ante Él.

CAPÍTULO 42.

1 La Sabiduría no encuentra un lugar donde pueda habitar, entonces su casa está en los cielos. (Pr 9:1).
2 La Sabiduría fue a habitar entre los hijos de los hombres y no encontró sitio. Entonces la Sabiduría ha regresado a su hogar y ha tomado su silla entre los ángeles. (Pr 8:1-4; Jn 1:11).
3 Y la injusticia ha salido de sus cuevas, ha encontrado a los que no buscaban y ha habitado entre ellos, como la lluvia en el desierto y como el rocío sobre la tierra sedienta. (Pr 2:12-19).

CAPÍTULO 43.

1 Después vi otros relámpagos y estrellas del cielo y vi cómo Él las llamaba por sus nombres y ellas le ponían atención.
2 Y vi cómo ellas eran pesadas en balanzas justas, de acuerdo con su luminosidad, sus dimensiones y el día de su aparición y cómo su movimiento genera relámpagos; y vi su curso de acuerdo con el número de los ángeles y cómo se guardan fidelidad entre ellas.
3 Le pregunté al ángel que iba conmigo y me mostró los que estaba oculto: "¿Qué es eso?".
4 Me dijo: "El Señor de los espíritus te ha mostrado su parábola; estos son los nombres de los santos que viven sobre la tierra y creen en el Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.

CAPÍTULO 44.

1 Vi también otros fenómenos relativos a los relámpagos: cómo algunas estrellas surgen, llegan a ser relámpagos y no pueden abandonar su nueva forma.

CAPÍTULO 45.

1 SEGUNDA PARÁBOLA- "Ésta es la segunda parábola, acerca de quienes rechazan la comunidad de los santos y al Señor de los espíritus.
2 "Ellos no subirán al interior del cielo ni volverán a la tierra, tal será la suerte los pecadores que han renegado del nombre del Señor de los espíritus a quienes tú has reservado para el día del sufrimiento y la tribulación. (Pr 2:22).
3 "En este día mi Elegido se sentará sobre el trono de gloria y juzgará sus obras; sus sitios de descanso serán innumerables y dentro de ellos sus espíritus se fortalecerán cuando vean a mi Elegido y a aquellos que han apelado a mi nombre glorioso.
4 "Entonces, haré que mi Elegido habite entre ellos; transformaré el cielo y lo convertiré en bendición y luz eternas;
5 transformaré la tierra y haré que mis elegidos la habiten, pero los pecadores y los malvados no pondrán los pies allí.

6 "Porque he abastecido y satisfecho con paz a mis justos y los he hecho vivir ante mí; pero el juicio de los pecadores es inminente, de manera que los destruiré en la faz de la tierra".

CAPÍTULO 46.

1 Allí vi a alguien que tenía una Cabeza de los Días y su cabeza era blanca como lana; con Él había otro, cuya figura tenía la apariencia de un hombre y su cara era llena de gracia como la de los santos ángeles. (Dn 7:9,13; Ap 1:13,14).
2 Le pregunté al ángel que iba conmigo y que me mostraba todas las cosas secretas con respecto a este Hijo del Hombre: "¿Quién es éste, de dónde viene y por qué va con la Cabeza de los Días?".
3 Me respondió y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre, que posee la justicia y con quien vive la justicia y que revelará todos los tesoros ocultos, porque el Señor de los espíritus lo ha escogido y tiene como destino la mayor dignidad ante el Señor de los espíritus, justamente y por siempre. (Dn 7:14; Mt 24:30, 26:64; Mc 13:26, 14:52; Lc 21:27, 22:69).
4 "El Hijo del Hombre que has visto, levantará a los reyes y a los poderosos de sus lechos y a los fuertes de sus tronos; desatará los frenos de los fuertes y les partirá los dientes a los pecadores; (Sal 110:5).
5 derrocará a los reyes de sus tronos y reinos, porque ellos no le han ensalzado y alabado ni reconocieron humildemente de dónde les fue otorgada la realeza. (Lc 1:52).

6 "Le cambiará la cara a los fuertes llenándolos de temor; las tinieblas serán su morada y los gusanos su cama, y no tendrán esperanza de levantarse de esa cama, porque no exaltaron el nombre del Señor de los espíritus.
7 "Estos que juzgan a las estrellas del cielo, que levantan sus manos contra el más Alto, que oprimen la tierra y habitan sobre ella, cuyas acciones expresan todas injusticia, cuyo poder reside en su riqueza, cuya confianza está puesta en los dioses que ellos han hecho con sus manos: ellos niegan el nombre del Señor de los espíritus;
8 ellos persiguen sus congregaciones y a los fieles, a quienes condenan en nombre del Señor de los espíritus.

CAPÍTULO 47.

1 En esos días la oración de los justos y la sangre de los justos habrán subido desde la tierra, hasta el Señor de los espíritus.
2 En tales días los santos que habitan en lo alto de los cielos se unirán en una sola voz: suplicarán, orarán, alabarán, darán gracias y bendecirán el nombre del Señor de los espíritus, en nombre de la sangre de los justos que ha sido derramada y para que la oración de los justos no sea en vano ante el Señor de los espíritus, se haga justicia y su paciencia no sea eterna (Ap 6:10; 4 Es 4:35-37).
3 En esos tiempos vi la Cabeza de los Días cuando se sentó en el trono de su gloria y los libros de los vivos fueron abiertos ante Él. Todas sus huestes que habitan en lo alto del cielo y su corte estaban ante Él. (Ap 20:11,12).
4 Y el corazón de los santos se llenó de alegría, porque el número de los justos ha sido establecido, la oración de los justos ha sido escuchada y la sangre de los justo ha sido denunciada ante el Señor de los espíritus. (Ap 6:11).

CAPÍTULO 48.

1 En ese lugar vi la fuente de la justicia, la cual era inagotable, y a su alrededor había muchas fuentes de sabiduría, todos los sedientos bebían de ellas y se llenaban de sabiduría y habitaban con los santos, los justos y los elegidos. (Jn 4.10-14; Ap 20:6).
2 En ese momento ese Hijo del Hombre fue nombrado en presencia del Señor de los espíritus y su nombre ante la Cabeza de los Días.
3 Ya antes de que el sol y los signos fueran creados, antes de que las estrellas del cielo fueran hechas, su nombre fue pronunciado ante el Señor de los espíritus.
4 Él será para los justos un bastón en el que puedan apoyarse y no caer; será luz para las naciones y esperanza para los que sufren.
5 Todos los que habitan sobre la tierra se prosternarán y lo adorarán; alabarán, bendecirán y celebrarán con canciones al Señor de los espíritus.

6 Por tal razón ha sido él Elegido y reservado ante Él, desde antes de la creación del mundo y para siempre. (Pr 8:23-30; Jn 1:3).
7 La sabiduría del Señor de los espíritus lo ha revelado a los santos y a los justos, porque Él ha preservado el destino de los justos, porque ellos han odiado y despreciado a este mundo de injusticia y han odiado todas sus obras y caminos, en el nombre del Señor de los espíritus, porque por su nombre serán salvados ellos y Él vengará sus vidas.
8 En estos días los reyes de la tierra y los poderosos que dominan la tierra tendrán el rostro abatido a causa de la obra de sus manos, porque del día de la su angustia y aflicción no se salvarán.
9 Los entregaré en las manos de mis elegidos, como la paja en el fuego arderán frente la cara de los santos y como el plomo en el agua serán sumergidos frente a la cara de los justos , así serán sumergidos frente a la cara de los justos y no se encontrará más rastro de ellos.
10 En el día de su aflicción habrá descanso en la tierra, ante ellos caerán y no se levantarán jamás y nadie estará para levantarlos, porque han renegado del Señor de los espíritus y su Ungido. ¡Qué sea bendito el nombre del de Señor de los espíritus!

CAPÍTULO 49.

1 Porque ante Él, la Sabiduría está brotando como agua y la Gloria no decae por los siglos de los siglos.
2 Como tiene poder sobre todos los secretos de justicia, la injusticia desaparecerá como la sombra y no tendrá refugio, porque el Elegido está de pie ante el Señor de los espíritus y su gloria permanece por los siglos de los siglos y su poder por todas las generaciones.
3 En el habita el espíritu de la sabiduría, el espíritu que ilumina y da discernimiento, el espíritu de entendimiento y de poder, el espíritu de quienes han dormido en justicia.
4 Él es quien juzga las cosas secretas y nadie puede pronunciar palabras vanas frente a él, porque es el Elegido ante el Señor de los espíritus, según su voluntad. (Lc 9:35).

CAPÍTULO 50.

1 En esos días tendrá lugar un cambio para los santos y elegidos: la Luz de los Días residirá sobre ellos y la gloria y el honor virarán hacia los santos. (Ro 2:10).
2 En el día de la aflicción, cuando la desgracia se acumule sobre los pecadores, los justos triunfarán por el nombre del Señor de los espíritus y hará que otros testifiquen que pueden arrepentirse y renunciar a la obra de sus manos. (Sb 11:23; Ro 1:18-32, 2:4).
3 Ellos no tendrán ningún mérito en nombre del Señor de los espíritus, sin embargo serán salvados por su nombre y el Señor de los espíritus tendrá compasión de ellos porque su misericordia es grande. (Ro 3:24, 5:10).
4 Además Él es justo en su juicio y en presencia de su Gloria, la injusticia no podrá mantenerse; en su juicio el que no se arrepienta perecerá ante Él. (Ro 2:2-5,8-9).
5 "Y desde ese momento no tendré más misericordia con ellos", dijo el Señor de los espíritus.

CAPÍTULO 51.

1 En esos días la tierra devolverá lo que ha sido depositado en ella; el seol también devolverá lo que ha recibido y los infiernos devolverán lo que deben. Por los mismos días el Elegido se levantará (Is 26:19; Ez 37:1-4; Dn 12:2;Ap 20:13).
2 y de entre ellos seleccionará a los justos y a los santos, porque se acerca el día en que serán salvados. (Mt 25:32).
3 El Elegido se sentará en mi trono en esos días y de su boca fluirán todos los misterios de la sabiduría y consejo, porque el Señor de los espíritus se lo ha concedido y lo ha glorificado. (Lc 9:35).
4 En esos días las montañas se moverán como arietes y las colinas saltarán como corderos que han tomado leche hasta quedar satisfechos; los rostros de los ángeles del cielo brillarán alegremente;
5 la tierra se regocijará, los justos la habitarán y los elegidos se pasearán por ella.

CAPÍTULO 52.

1 Después de esos días, en el sitio donde había visto todas las visiones de lo que está oculto, porque había sido arrastrado por un ciclón y conducido hacia el occidente,
2 allí mis ojos vieron los todos secretos del cielo que llegará: una montaña de cobre, otra de plata, otra de oro, otra de estaño y otra de plata.
3 Pregunté al ángel que iba conmigo, diciendo: "¿Qué cosas son éstas que he visto en secreto?".
4 Me dijo: "Todo lo que has visto servirá para el gobierno de su Ungido, para que pueda ser fuerte y poderoso sobre la tierra".
5 Y luego este ángel de paz dijo: "Espera un poco y te serán revelados todos los misterios que rodean al Señor de los espíritus:

6 "Esas montañas que tus ojos han visto, de hierro, cobre, plata, oro, estaño y plomo, en presencia del Elegido serán como la cera frente al fuego y como el agua derramada y se derretirán a sus pies. (Dn 2:34-45).
7 "Sucederá en esos días que nadie será salvado ni por el oro ni por la plata y nadie podrá escapar;
8 no habrá hierro para la guerra, ni revestimiento para corazas; el bronce será inútil, el estaño no será estimado y el plomo será indeseable.
9 "Todas estas cosas serán eliminadas de la superficie de la tierra cuando aparezca el Elegido ante el rostro del Señor de los espíritus".


(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com

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