Así como las Grandes Pirámides se construyeron a partir de humildes bloques así mismo una fortaleza financiera personal duradera comienza por hábitos humildes pacientemente practicados cada día.
Talvez la historia no fue exactamente así, pero un solitario náufrago, en una isla lejana sobrevivía alimentándose de vegetales que había allí. Pronto decidió no comerse todo lo que encontraba sino guardar un poco para después, así se aseguraba de no pasar hambre mañana… hasta que, pensando a mayor futuro, cultivó semillas que luego le aseguraron mucho más alimento.
Repito, puse mucha imaginación en esta historia, que talvez ya hayas oído alguna vez…
Algo muy parecido sucede –en la vida real– en ese asunto que, por llamarlo de alguna forma, diremos el arte de hacer dinero. Porque, ladrillo sobre ladrillo, moneda sobre moneda, así se construyen las finanzas sólidas y duraderas.
Y tú, puedes hacer lo mismo? Construirte un bienestar económico personal sostenible, y no sólo eso, cada vez mejor? Claro que sí, eso se aprende, y se comienza sincronizándote con el dinero.
Imagina tu dinero como semillas que plantas en un jardín. La primera etapa es economizar, lo que significa cuidar esas semillas, conservándolas y dándoles le mejor uso posible. Cuando recibes tu dinero, no lo gastes a lo loco, todo y de inmediato, en cosas que solo te darán placer a corto plazo. En lugar de eso, guarda una parte de tus ingresos, como un pequeño porcentaje, como si estuvieras reservando esas semillas para el futuro.
La siguiente etapa es ahorrar, sí, como las hormiguitas. Aquí es donde riegas esas semillas para que crezcan un poco más. Al ahorrar, estás acumulando una reserva de dinero que puedes usar en caso de emergencia o para alcanzar metas a corto plazo, como comprar algo que realmente deseas. Este hábito te da seguridad y te prepara para imprevistos.
Pero, la verdadera magia sucede en la etapa de invertir. Cuando inviertes, estás plantando tus semillas en el suelo adecuado para que crezcan y se multipliquen. El dinero invertido tiene el potencial de generar más dinero a lo largo del tiempo. Puedes invertir en acciones, bienes raíces, negocios o cualquier otra oportunidad que tenga un potencial de crecimiento a largo plazo.
Imagina que esas inversiones son árboles que con el tiempo dan frutos. A medida que pasan los años, esos árboles crecen y producen más frutos, es decir, más dinero. Esto te permite alcanzar tus metas financieras más grandes, como comprar una casa, viajar por el mundo o jubilarte cómodamente.
Entonces, ¿por qué es importante aprender esto, especialmente cuando somos jóvenes o incluso adolescentes? Porque cuanto antes empieces, más tiempo tendrán tus inversiones para crecer. El tiempo es tu aliado en el mundo de las finanzas. Si comienzas a economizar, ahorrar y luego invertir desde una edad temprana, construirás una fortaleza financiera sólida que te brindará libertad y seguridad en el futuro.
En lugar de usar tu tiempo sólo en asuntos pasajeros, aprende también sobre finanzas personales, sea mediante recursos descargables o videos ilustrativos que afortunadamente se pueden obtener fácilmente en Internet
Así que, ¡piensa en el largo plazo y comienza a sembrar las semillas de tu éxito financiero hoy mismo!
Hasta la próxima, futuro millonario, o millonaria…
Talvez la historia no fue exactamente así, pero un solitario náufrago, en una isla lejana sobrevivía alimentándose de vegetales que había allí. Pronto decidió no comerse todo lo que encontraba sino guardar un poco para después, así se aseguraba de no pasar hambre mañana… hasta que, pensando a mayor futuro, cultivó semillas que luego le aseguraron mucho más alimento.
Repito, puse mucha imaginación en esta historia, que talvez ya hayas oído alguna vez…
Algo muy parecido sucede –en la vida real– en ese asunto que, por llamarlo de alguna forma, diremos el arte de hacer dinero. Porque, ladrillo sobre ladrillo, moneda sobre moneda, así se construyen las finanzas sólidas y duraderas.
Y tú, puedes hacer lo mismo? Construirte un bienestar económico personal sostenible, y no sólo eso, cada vez mejor? Claro que sí, eso se aprende, y se comienza sincronizándote con el dinero.
Imagina tu dinero como semillas que plantas en un jardín. La primera etapa es economizar, lo que significa cuidar esas semillas, conservándolas y dándoles le mejor uso posible. Cuando recibes tu dinero, no lo gastes a lo loco, todo y de inmediato, en cosas que solo te darán placer a corto plazo. En lugar de eso, guarda una parte de tus ingresos, como un pequeño porcentaje, como si estuvieras reservando esas semillas para el futuro.
La siguiente etapa es ahorrar, sí, como las hormiguitas. Aquí es donde riegas esas semillas para que crezcan un poco más. Al ahorrar, estás acumulando una reserva de dinero que puedes usar en caso de emergencia o para alcanzar metas a corto plazo, como comprar algo que realmente deseas. Este hábito te da seguridad y te prepara para imprevistos.
Pero, la verdadera magia sucede en la etapa de invertir. Cuando inviertes, estás plantando tus semillas en el suelo adecuado para que crezcan y se multipliquen. El dinero invertido tiene el potencial de generar más dinero a lo largo del tiempo. Puedes invertir en acciones, bienes raíces, negocios o cualquier otra oportunidad que tenga un potencial de crecimiento a largo plazo.
Imagina que esas inversiones son árboles que con el tiempo dan frutos. A medida que pasan los años, esos árboles crecen y producen más frutos, es decir, más dinero. Esto te permite alcanzar tus metas financieras más grandes, como comprar una casa, viajar por el mundo o jubilarte cómodamente.
Entonces, ¿por qué es importante aprender esto, especialmente cuando somos jóvenes o incluso adolescentes? Porque cuanto antes empieces, más tiempo tendrán tus inversiones para crecer. El tiempo es tu aliado en el mundo de las finanzas. Si comienzas a economizar, ahorrar y luego invertir desde una edad temprana, construirás una fortaleza financiera sólida que te brindará libertad y seguridad en el futuro.
En lugar de usar tu tiempo sólo en asuntos pasajeros, aprende también sobre finanzas personales, sea mediante recursos descargables o videos ilustrativos que afortunadamente se pueden obtener fácilmente en Internet
Así que, ¡piensa en el largo plazo y comienza a sembrar las semillas de tu éxito financiero hoy mismo!
Hasta la próxima, futuro millonario, o millonaria…
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