Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.
These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.
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Tercer libro de Enoc. Parte 8.
Tercer libro de Enoc. Parte 7.
Tercer libro de Enoc. Parte 6.
Tercer libro de Enoc. Parte 5.
CASTIGO EJEMPLAR.
88. Aquí también se levantó una gran Montaña,
89. Con un estrecho valle en su base.
90. Pero hacia los extremos, oscuras y sinuosas planicies.
91. Rocas negras y salvajes,
92. En estas extendidas soledades,
93. Los remolinos unen sus alas;
94. Ellos se despiertan, ellos se levantan, ellos se abalanzan,
95. Como águilas voraces por comida.
96. En el centro de estos, está situado un Árbol.
97. Me maravillé en extremo del Valle y del Árbol,
98. Entonces pregunté: ¿Qué significa este Jardín?
99. ¿Y estos Árboles, y este brumoso valle?
100. Y el revestido de estrellas respondió, diciendo:
101. Este valle es la Tierra De Los Malditos,
102. Aquí serán recogidos todos aquellos que blasfeman,
103. Hablando del Glorioso en lenguaje impío;
104. Aquí serán finalmente congregados;
105. Aquí estará su maldito territorio.
106. Ellos serán un como un ejemplo de justicia divina
107. Para el puro, cuya rectitud brillará por siempre.
108. No tiembles! Dijo él
109. Pero la frialdad del hielo se deslizó sobre mi
110. ¡Oh! si pudiera ocultarme
111. Bajo la cubierta de aquella caverna
112. ¡No tiembles! Dijo él
113. Tú, que eres El Mensajero.
114. Aún el hielo de la muerte fue sobre mí,
115. Al ver esas escenas tan terribles.
116. Los hijos de las negras nubes,
117. Que viven en pecado, quienes mueren en culpa.
118. ¿Tienes tus más sentimientos por ellos que Dios?
119. Yo fui humillado. Me extinguí en vergüenza.
SEPARACIÓN ENTRE JUSTOS E INICUOS.
(Comparar con Capítulo XIV).
120. Entonces el contestó. Tres son las separaciones que dividen a los puros de los impíos: la primera, un Golfo - un abismo de oscuridad. La segunda es un Océano de profundas aguas. La tercera, un fuego, el cual, semejante a un ardiente meteoro brilla diez mil leguas sobre ese Océano.
121. Porque así como en la Tierra el muerto es sepultado en tumbas, para ser así separados de los hombres vivos, así aquí, los inicuos que son como fétidos cadáveres, están divididos de los puros y vivos. Así separados, ellos permanecen en sufrimientos, maldiciéndose eternamente el uno al otro.
122. Así ha sido esto desde el principio, y así esto continuará hasta el fin. En el Día Secreto, sus esencias vivientes no serán aniquiladas, ni les será posible remontarse a la Luz.
123. Su naturaleza terrenal los arrastra hacia abajo. Pero en este Golfo, y en medio este Desierto, el cual ellos fabricaron diariamente para sí mismos, ellos vivirán en la oscuridad del fango, en la oscuridad que ellos siempre han amado. Porque así como un pájaro no puede montar en el aire si perdiera sus livianas alas, no pueden ellos elevarse, cargados por sus pecados, que cuelgan como plomo sobre sus almas.
124. ¡He aquí! Esta es la Ordenanza Eterna, la Ordenanza de la Naturaleza, Verdad y Justicia. El puro se elevará al Sol; el impuro quedará por siempre atascado.
125. Pero sus moradas no estarán aquí para siempre;
126. No estarán encadenados por siempre en oscuridad,
127. Hay una hora de liberación para todos;
128. Entonces ellos saldrán y asumirán formas;
129. Pasarán a esferas de vida;
130. Para lo cual ellos concordarán en el temperamento.
131. Ellos tomarán sobre sí un nuevo desarrollo,
132. En conformidad con su naturaleza real.
EL SEÑOR CON DIEZ MIL VELOS.
133. Un rayo de Luz,
134. Y he aquí, ya estaba en otro lugar,
135. Escuché a los vientos desvanecerse,
136. En un sueño de Forestas y oscuros Bosques,
137. Un centelleante Mar de Fuego y estremecido brillo,
138. Y en la vista una obscura forma;
139. El Señor soberano, el Supremo Padre,
140. Cubierto con diez mil velos de flashes.
141. ¿Veo esa venerable forma?
142. No puedo penetrar las tres zonas;
143. Las aguas de un diluvio parecen cubrirme.
144. Ellas me dieron vuelta en oscuridad.
145. ¡No estés triste, oh Mensajero!
146. Hijo de Dos Nacimientos.
147. El corcel de combate del Sol no puede llevarte,
148. Más allá de las rugientes olas de aquellas llamas.
EL TERCER SALMO.
149. ¡Oh tú Supremo Ser! Eterno, Inefable e incomprensible escucha a tu humilde hijo, que ansia juntarse contigo en el espíritu; tú eres El Todo Perfecto, La Fuente Autoexistente de Toda Existencia.
150. Tú estas sobre todas las esencias, más hermoso en tu brillo que toda belleza. Tú eres la Verdad, pero más sublime que toda verdad. Tú eres la Sabiduría, pero más exaltado que toda la sabiduría. Tú eres el Bueno, pero más excelente que toda bondad. Porque tú eres el principio y el fin de todos estos.
151. Así como el Sol es el principio de Luz a las esferas errantes que revolucionan alrededor de él, así eres tú a todos los espíritus que han emanado del centro de la llama resplandeciente.
152. Omnisciente, Omnipresente y Todopoderoso ¿quién es digno de ser adorado sino tú? Tú eres Infinito y comprendes Todas las Cosas, pero tú mismo eres incomprensible para todos. Tú eres el dador de toda bondad. Tú eres la fuente de todo lo que es divino. Tú eres el reposo de todo lo que es lo más justo en las esferas celestiales que revolucionan ante ti.
153. Como la Luz de la Mañana sobre la tierra, así es tu santificada presencia para los espíritus. Como la dorada Estrella Vespertina, así es tu sagrado aspecto a los ojos del espíritu.
154. Tú eres el único creador. El Gobernador Soberano del Universo. El Juez todo-perfecto y todo-conocimiento, que allegas tu equidad al gusano de la tierra.
155. Sé tú nuestro guía y guardián, que eres el Padre común de todos; que confieres todo lo más excelso; la dulzura de la Paz; la pureza de la Inocencia.
156. ¡Presérvanos Señor! Para que podamos amarte. ¡Guíanos Padre! Para que podamos caminar en tus sendas. Siempre aspirando a lo alto, hacia ti como las flores que crecen a los cielos.
CAPITULO XIX. - LA MONTAÑA – LA COPA RELUCIENTE.
(Comparar con 1 Enoc XVII y XVIII).
EN LA ELEVADA MONTAÑA.
1. Dios por su espíritu, me elevó a un lugar
2. Donde estaba la apariencia de los fulgurantes fuegos;
3. Y cuando deseaban asumían formas de hombres,
4. Hombres de Heroica y Majestuosa belleza.
5. Ellos me llevaron a una altura elevada,
6. A una Montaña que se extendía hasta el Empyrean.
7. Allí vi los receptáculos de los truenos,
8. En las extremidades del lugar donde el Golfo se hacia más profundo.
9. Y cada uno tenía en sus manos un Arco de Fuego
10. Y Flechas de brillante temblor;
11. Una Espada de Fuego y armadura de pura llama
12. Y relámpagos terribles en resplandor.
13. Entonces ellos me elevaron a las Aguas Vivientes,
14. Mejor dicho Aguas de Vida
15. Y a una Llama que capturó la puesta del Sol,
16. Y de la cual el Sol atrajo nueva sangre.
17. Yo examiné el Magneto que soporta al Mundo.
18. Los cuatro vientos que producen las esquinas de la tierra,
19. Cuyo relampagueo e iluminación semejan espíritus vivientes,
20. Y ondean en medio del firmamento celestial.
21. Y vi también Vientos que viven en el Empyrean.
22. Y como ellos se levantan entre el cielo y la tierra.
23. Grandes eran y armados con truenos,
24. Constituyendo los Pilares del Universo.
25. Y vi también los Vientos que hacen orbitar los cielos,
26. Los que causan que el espíritu de la Luz se levante y se ponga,
27. Y vi los Vientos que llevan por el aire las Nubes,
28. Guiándolas como naves en sus rutas.
29. Vi el ancho camino de los Espíritus de Luz
30. Pavimentado con el brillo de diez mil soles.
LA COPA RELUCIENTE.
31. Percibí en el extremo de la Tierra la Copa reluciente;
32. Extensamente lejos: un velo tachonado de estrellas.
33. Entonces pasé adelante al Sur
34. Donde ardían seis Montañas formadas de gemas;
35. Había tres hacia el este
36. Y tres se tendían hacia el Sur.
37. Aquellas hacia el este eran de variados brillos
38. Y uno era margarita y otro ópalo;
39. Aquellas hacia el Sur eran escarlatas en esplendor.
40. El centro se levantó como un Trono de Dios,
41. Este era todo un bello y lúcido jaspe.
42. El punto máximo era de claro zafiro.
43. Bello en cuerpo como la radiante forma
44. Del Supremo Señor, el rector de la Luz.
45. Y sobre todo como una cortina de fuego
46. Una ardiente luz ondulaba en doradas olas,
47. En doradas ondas y estrelladas olas ondulaba
48. Más gloriosamente divino que la Puesta del Sol.
49. Y allí yo observé un lugar de amabilidad,
50. Donde lucientes aguas eran colectadas en Lagos,
51. Reluciendo sobre terrenos de lo angélico
52. Como la esfera de la Luna en la púrpura.
53. Relámpagos destellaron desde estas Montañas,
54. Sus Llamas se elevaron en lo alto;
55. Las nubes brillaron, las estrellas fueron vistas;
56. Águilas de Fuego silbaron y giraron alrededor;
57. Místicas Voces hicieron eco sobre todos lados.
58. Adora a Dios solamente.
59. Él es el santo de años.
60. Él es el Único Anciano.
61. Ao, Amoun, Oul Om
62. Osiris, Adon, Bel;
63. Oh tú que elevas el poderoso himno,
64. En la hora-estrella adora solamente a Él.
(Continuará…)
Fuente: librosapocrifos.blogspot.com
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Tercer libro de Enoc. Parte 8.
Tercer libro de Enoc. Parte 7.
Tercer libro de Enoc. Parte 6.
Tercer libro de Enoc. Parte 5.
CASTIGO EJEMPLAR.
88. Aquí también se levantó una gran Montaña,
89. Con un estrecho valle en su base.
90. Pero hacia los extremos, oscuras y sinuosas planicies.
91. Rocas negras y salvajes,
92. En estas extendidas soledades,
93. Los remolinos unen sus alas;
94. Ellos se despiertan, ellos se levantan, ellos se abalanzan,
95. Como águilas voraces por comida.
96. En el centro de estos, está situado un Árbol.
97. Me maravillé en extremo del Valle y del Árbol,
98. Entonces pregunté: ¿Qué significa este Jardín?
99. ¿Y estos Árboles, y este brumoso valle?
100. Y el revestido de estrellas respondió, diciendo:
101. Este valle es la Tierra De Los Malditos,
102. Aquí serán recogidos todos aquellos que blasfeman,
103. Hablando del Glorioso en lenguaje impío;
104. Aquí serán finalmente congregados;
105. Aquí estará su maldito territorio.
106. Ellos serán un como un ejemplo de justicia divina
107. Para el puro, cuya rectitud brillará por siempre.
108. No tiembles! Dijo él
109. Pero la frialdad del hielo se deslizó sobre mi
110. ¡Oh! si pudiera ocultarme
111. Bajo la cubierta de aquella caverna
112. ¡No tiembles! Dijo él
113. Tú, que eres El Mensajero.
114. Aún el hielo de la muerte fue sobre mí,
115. Al ver esas escenas tan terribles.
116. Los hijos de las negras nubes,
117. Que viven en pecado, quienes mueren en culpa.
118. ¿Tienes tus más sentimientos por ellos que Dios?
119. Yo fui humillado. Me extinguí en vergüenza.
SEPARACIÓN ENTRE JUSTOS E INICUOS.
(Comparar con Capítulo XIV).
120. Entonces el contestó. Tres son las separaciones que dividen a los puros de los impíos: la primera, un Golfo - un abismo de oscuridad. La segunda es un Océano de profundas aguas. La tercera, un fuego, el cual, semejante a un ardiente meteoro brilla diez mil leguas sobre ese Océano.
121. Porque así como en la Tierra el muerto es sepultado en tumbas, para ser así separados de los hombres vivos, así aquí, los inicuos que son como fétidos cadáveres, están divididos de los puros y vivos. Así separados, ellos permanecen en sufrimientos, maldiciéndose eternamente el uno al otro.
122. Así ha sido esto desde el principio, y así esto continuará hasta el fin. En el Día Secreto, sus esencias vivientes no serán aniquiladas, ni les será posible remontarse a la Luz.
123. Su naturaleza terrenal los arrastra hacia abajo. Pero en este Golfo, y en medio este Desierto, el cual ellos fabricaron diariamente para sí mismos, ellos vivirán en la oscuridad del fango, en la oscuridad que ellos siempre han amado. Porque así como un pájaro no puede montar en el aire si perdiera sus livianas alas, no pueden ellos elevarse, cargados por sus pecados, que cuelgan como plomo sobre sus almas.
124. ¡He aquí! Esta es la Ordenanza Eterna, la Ordenanza de la Naturaleza, Verdad y Justicia. El puro se elevará al Sol; el impuro quedará por siempre atascado.
125. Pero sus moradas no estarán aquí para siempre;
126. No estarán encadenados por siempre en oscuridad,
127. Hay una hora de liberación para todos;
128. Entonces ellos saldrán y asumirán formas;
129. Pasarán a esferas de vida;
130. Para lo cual ellos concordarán en el temperamento.
131. Ellos tomarán sobre sí un nuevo desarrollo,
132. En conformidad con su naturaleza real.
EL SEÑOR CON DIEZ MIL VELOS.
133. Un rayo de Luz,
134. Y he aquí, ya estaba en otro lugar,
135. Escuché a los vientos desvanecerse,
136. En un sueño de Forestas y oscuros Bosques,
137. Un centelleante Mar de Fuego y estremecido brillo,
138. Y en la vista una obscura forma;
139. El Señor soberano, el Supremo Padre,
140. Cubierto con diez mil velos de flashes.
141. ¿Veo esa venerable forma?
142. No puedo penetrar las tres zonas;
143. Las aguas de un diluvio parecen cubrirme.
144. Ellas me dieron vuelta en oscuridad.
145. ¡No estés triste, oh Mensajero!
146. Hijo de Dos Nacimientos.
147. El corcel de combate del Sol no puede llevarte,
148. Más allá de las rugientes olas de aquellas llamas.
EL TERCER SALMO.
149. ¡Oh tú Supremo Ser! Eterno, Inefable e incomprensible escucha a tu humilde hijo, que ansia juntarse contigo en el espíritu; tú eres El Todo Perfecto, La Fuente Autoexistente de Toda Existencia.
150. Tú estas sobre todas las esencias, más hermoso en tu brillo que toda belleza. Tú eres la Verdad, pero más sublime que toda verdad. Tú eres la Sabiduría, pero más exaltado que toda la sabiduría. Tú eres el Bueno, pero más excelente que toda bondad. Porque tú eres el principio y el fin de todos estos.
151. Así como el Sol es el principio de Luz a las esferas errantes que revolucionan alrededor de él, así eres tú a todos los espíritus que han emanado del centro de la llama resplandeciente.
152. Omnisciente, Omnipresente y Todopoderoso ¿quién es digno de ser adorado sino tú? Tú eres Infinito y comprendes Todas las Cosas, pero tú mismo eres incomprensible para todos. Tú eres el dador de toda bondad. Tú eres la fuente de todo lo que es divino. Tú eres el reposo de todo lo que es lo más justo en las esferas celestiales que revolucionan ante ti.
153. Como la Luz de la Mañana sobre la tierra, así es tu santificada presencia para los espíritus. Como la dorada Estrella Vespertina, así es tu sagrado aspecto a los ojos del espíritu.
154. Tú eres el único creador. El Gobernador Soberano del Universo. El Juez todo-perfecto y todo-conocimiento, que allegas tu equidad al gusano de la tierra.
155. Sé tú nuestro guía y guardián, que eres el Padre común de todos; que confieres todo lo más excelso; la dulzura de la Paz; la pureza de la Inocencia.
156. ¡Presérvanos Señor! Para que podamos amarte. ¡Guíanos Padre! Para que podamos caminar en tus sendas. Siempre aspirando a lo alto, hacia ti como las flores que crecen a los cielos.
CAPITULO XIX. - LA MONTAÑA – LA COPA RELUCIENTE.
(Comparar con 1 Enoc XVII y XVIII).
EN LA ELEVADA MONTAÑA.
1. Dios por su espíritu, me elevó a un lugar
2. Donde estaba la apariencia de los fulgurantes fuegos;
3. Y cuando deseaban asumían formas de hombres,
4. Hombres de Heroica y Majestuosa belleza.
5. Ellos me llevaron a una altura elevada,
6. A una Montaña que se extendía hasta el Empyrean.
7. Allí vi los receptáculos de los truenos,
8. En las extremidades del lugar donde el Golfo se hacia más profundo.
9. Y cada uno tenía en sus manos un Arco de Fuego
10. Y Flechas de brillante temblor;
11. Una Espada de Fuego y armadura de pura llama
12. Y relámpagos terribles en resplandor.
13. Entonces ellos me elevaron a las Aguas Vivientes,
14. Mejor dicho Aguas de Vida
15. Y a una Llama que capturó la puesta del Sol,
16. Y de la cual el Sol atrajo nueva sangre.
17. Yo examiné el Magneto que soporta al Mundo.
18. Los cuatro vientos que producen las esquinas de la tierra,
19. Cuyo relampagueo e iluminación semejan espíritus vivientes,
20. Y ondean en medio del firmamento celestial.
21. Y vi también Vientos que viven en el Empyrean.
22. Y como ellos se levantan entre el cielo y la tierra.
23. Grandes eran y armados con truenos,
24. Constituyendo los Pilares del Universo.
25. Y vi también los Vientos que hacen orbitar los cielos,
26. Los que causan que el espíritu de la Luz se levante y se ponga,
27. Y vi los Vientos que llevan por el aire las Nubes,
28. Guiándolas como naves en sus rutas.
29. Vi el ancho camino de los Espíritus de Luz
30. Pavimentado con el brillo de diez mil soles.
LA COPA RELUCIENTE.
31. Percibí en el extremo de la Tierra la Copa reluciente;
32. Extensamente lejos: un velo tachonado de estrellas.
33. Entonces pasé adelante al Sur
34. Donde ardían seis Montañas formadas de gemas;
35. Había tres hacia el este
36. Y tres se tendían hacia el Sur.
37. Aquellas hacia el este eran de variados brillos
38. Y uno era margarita y otro ópalo;
39. Aquellas hacia el Sur eran escarlatas en esplendor.
40. El centro se levantó como un Trono de Dios,
41. Este era todo un bello y lúcido jaspe.
42. El punto máximo era de claro zafiro.
43. Bello en cuerpo como la radiante forma
44. Del Supremo Señor, el rector de la Luz.
45. Y sobre todo como una cortina de fuego
46. Una ardiente luz ondulaba en doradas olas,
47. En doradas ondas y estrelladas olas ondulaba
48. Más gloriosamente divino que la Puesta del Sol.
49. Y allí yo observé un lugar de amabilidad,
50. Donde lucientes aguas eran colectadas en Lagos,
51. Reluciendo sobre terrenos de lo angélico
52. Como la esfera de la Luna en la púrpura.
53. Relámpagos destellaron desde estas Montañas,
54. Sus Llamas se elevaron en lo alto;
55. Las nubes brillaron, las estrellas fueron vistas;
56. Águilas de Fuego silbaron y giraron alrededor;
57. Místicas Voces hicieron eco sobre todos lados.
58. Adora a Dios solamente.
59. Él es el santo de años.
60. Él es el Único Anciano.
61. Ao, Amoun, Oul Om
62. Osiris, Adon, Bel;
63. Oh tú que elevas el poderoso himno,
64. En la hora-estrella adora solamente a Él.
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Fuente: librosapocrifos.blogspot.com
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