viernes, 5 de junio de 2015

Tercer libro de Enoc. Parte 8

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.

Talvez no has leído aun:

Tercer libro de Enoc. Parte 7.

Tercer libro de Enoc. Parte 6.

Tercer libro de Enoc. Parte 5.

Tercer libro de Enoc. Parte 4.

Tercer libro de Enoc. Parte 3.


LOS NUEVE CÍRCULOS.

92. El Universo está compuesto de nueve círculos, inmensas y espléndidas esferas de incandescente Luz; y sin todo es la esfera del Dios eterno, abarcando los otros mundos de creación.
93. Tres espacios de Esferas hay: Esferas de los Cielos; el círculo del Espacio que ninguno sino Dios puede habitar; el Círculo de Causas que comprende todas las existencias; el Círculo de la Felicidad que todos pueden lograr.
94. Aun todos estos firmamentos estrellados de belleza pasarán y cesarán de ser en días a venir; ellos serán cambiados por fuego, serán renovados por aguas como en los tiempos antiguos.
95. Dios saldrá de los lugares lejanos; Él caminará sobre las montañas, y las montañas se harán camino bajo él, y los valles se ordenarán bajo sus pies, y los pilares de la tierra serán sacudidos; la voz del Supremo será escuchada; el poderoso cielo escuchará y temblará; el mar y las olas temblarán con terror.

96. El Sol no será visible; la Luna también contendrá su Luz; pero allí no habrá muerte, ni destrucción alguna; sino que todo será renovado y hecho más hermoso que nunca.
97. Así como la Tierra produce Árboles y flores de su seno, pero en si misma no es Árbol ni flor, sino que comprende estas hermosas cosas dentro de ella en su semilla o en su florecer. Así como el mar produce conchas y flores, aun en sí mismo no es ni concha ni flores, sino que comprende estas hermosas cosas dentro de los azulados valles de su seno. Aun así es con el Padre Todo Circundante, de quién los Espíritus de toda especie proceden; de Él, en Él, a través de Él y por Él, aun completamente distintos y separados de Él.
98. ¡Oh hijo! Confía eternamente en el Señor Dios; pon tu fe en Él, como en un Padre Justo, quien da su (.......) a cada criatura; y El no te desilusionará en tu fe.
99. El Hombre es espíritu, alma y cuerpo; tres propiedades en una apariencia; pero su parte espiritual es inmaterial e imperecedera, y su parte corporal es mortal. Pero la aromática esencia, que es el alma intermedia, participa de lo terrenal y de lo celestial; esta sobrevive la Tierra, y transmigra a una más alta esfera, pero no puede entrar en lo que es lo más alto.
100. Dios ha dado como un ángel guardián a cada hombre su conciencia, la cual le dice lo que es correcto; y que se rebela cuando piensa en mal. ¡Mi hijo! Deja que este ángel te dirija en Todas las Cosas.

101. Oh gran y espléndido espíritu que estás en el hombre, alimentándote de la basura de la Tierra vil, mira al León y toma una lección del León, que prefiere morir a tocar los (...) de un perro.
102. El anhelo del espíritu por ser libre anticipa la disolución; este mira hacia el Éter - Paraíso; él ansía saltar a la luz espléndida, liberarse del cuerpo mortal que es su cadena.
103. Así como el cuerpo del muerto cambia en nuevas formas de vida, desarrollándose en césped, o flores o gusanos, aun así su espíritu, que es inmortal, pasa a una existencia diferente de la que poseyó antes.

SOBRE LOS DOCE MESÍAS.

104. Las doce encarnaciones de Dios son doce brillantes montañas, resplandecientes como gemas, con corazones de llama viviente; con energías sin resistencia como el fuego ardiente.
105. Doce son las Montañas - Esferas o Montañas en La Casa del Padre, que es el Universo; en cada uno de esas asciende un Mesías, con las gloriosas huestes de sus seguidores.

106. Hay doce Manantiales brillantes de puras aguas que envían sus aguas a doce Ríos; los doce Manantiales son espíritus de Mesías; los doce Ríos son sus evangelios.
107. Hay un Libro de Luz en los Cielos divido en doce capítulos; cada capítulo es el evangelio puro de uno de los Mesías encarnados.
108. Las Leyes de Dios (..........) nunca pueden ser cambiadas aun en lo más mínimo; las leyes de los hombres son falibles y son alteradas por los hombres. Las Leyes de Dios son infalibles e inmutables.
109. Dios es eterno; Es erróneo llamarlo sempiterno. El eterno nunca tuvo un principio. El sempiterno tiene un principio, pero no tiene un fin.
110. Dios envía sus Sagrados Mensajeros de Verdad a otras esferas, así como en la esfera del hombre. Mira arriba en lo alto a los cielos estrellados, en todas esas órbitas hay Mesías.

111. Así como la vida del hombre es sostenida siempre por el aire fresco y perece si no lo recibe, así almas y espíritus perecen si la Verdad (que es su vida) no es renovada en ellos.
112. Dios hace sus maravillosas obras a través del medio denominado El Primer Nacido; este es el espíritu de Dios que eternamente renueva todas las Cosas.

LA FUENTE DEL PARAÍSO.

113. En la Esfera Paraíso de Dios hay una fuente.
114. (..........) alrededor por Árboles de olivo y palmas,
115. El Sol se levanta en su seno;

116. Las estrellas doradas emergen de su zona plateada,
117. Azules son sus brillantes aguas,
118. De un azul profundo como los oscuros ojos de un niño,
119. Y cuando su ondulación resplandece en la Luz del Sol,
120. Es como miles de deslumbrantes esmeraldas.

121. ¡Oh Peregrino de Dios! ¿Buscas tú esta Fuente?
122. ¿Quisieras tú gustar sus dulces aguas?
123. Oh vagabundo de la Eternidad, sigue
124. Y yo te guiaré a ti a su verde soledad.
125. He aquí el Sol va delante de nosotros en nuestro viaje,

126. El mismo Sol señala el camino.
127. ¡Oh peregrino! No desmayes ni te canses,
128. La Fuente Paraíso está a la mano.
129. Y cuando alcanzamos esta solitaria Fuente
130. Vimos una Virgen con hermosos ojos;

131. Era más suave que el rayo de la mañana;
132. Su sonrisa fue como la rosa en verano.
133. Ella bañó nuestros pies, derramó rico perfume
134. Sobre nuestras manos y cabellos sucios por el viaje;
135. Y cuando descansamos, ella nos dio vino dulce;

136. Y tortas de miel más ricas que la Ambrosía.

MANDAMIENTOS.

137. No adorarás ídolo alguno.
138. No matarás a nadie.
139. No hablarás contra el nombre de Dios.
140. No irás tras la mujer casada.

141. No robarás los bienes de nadie.
142. No harás ninguna cosa injusta.
143. Estos son seis preceptos que he escuchado en los Cielos Del Sacrosanto.

TRINCHERAS DE LOS SACERDOTES.

144. La Vanidad de los hombres son ofrendas a los vientos. Sobre los altares al pie de la montaña.
146. Vanas son las trincheras que tus sacerdotes han cavado,
147. Para que puedan evocar espíritus con sus mágicas canciones.
148. Odiosa es la mano del que maneja el dardo,
149. Que atraviesa la blanda carne del ciervo y la liebre,
150. Pero el lirio de agua brilla en el rostro

151. De aquél que perdona la vida.
152. ¡Oh hijo! Deja que esta verdad se grave sobre tu alma con un lápiz de diamante en fuego vivo: que solo la Virtud es la verdadera felicidad, y el Vicio es la miseria en todo aspecto.
153. Todo vicio es débil en su comienzo; pero crece hasta que es demasiado fuerte para un hombre poderoso; entonces este se pone desvergonzado ante Dios y la Tierra, tal que no hay crimen sin un apologista.

SOBRE EL NOMBRE DE DIOS EN VANO.

154. En el nombre de Dios hay un gran misterio; no es legal pronunciarlo excepto con un propósito santo; en la hora de la mañana, antes de que el Sol se levante, y después que el descienda; antes de las comidas y antes del reposo.

AMOR DEL SIERVO SOLITARIO.

155. El espíritu va a Dios, de aquél cuyas obras son hechas por amor a Dios, aquél que lo estima como el Señor Supremo, y a sí mismo Su Siervo y su solitario.
156. Hermoso y brillante es el camino que lleva a los cielos; un esplendor cristalino de gloria lo rodea; es un camino pavimentado de resplandeciente luz; rayos de Sol lo circundan y estrellas lo iluminan con brillo. Pero el inicuo no ve esto; es invisible a sus sombríos ojos; este brilla majestuosamente como el Arco Iris, pero ellos solo ven oscuridad y un vacío.

SOBRE LA DIGNIDAD ESPIRITUAL.

157. Hay un fuego dorado en la tierra del paraíso, a través del cual los espíritus puros pasan a cada revolución del Sol, de aquí que ellos crezcan eternamente brillantes, y relucen con la frescura de flores nuevas. Pero ay de aquél descuidado, que habiendo pasado aun en el menor grado de pensamiento entra en el corazón de aquel dorado fuego. Él es rechazado en agonía y confusión.
158. Hay una Fuente estrellada en los Cielos donde se bañan los espíritus de Belleza; en donde ellos renuevan su juventud, su brillo y todo lo que es divino. Pero ay de aquél irreflexivo, que habiendo pasado aun en el menor grado de pensamiento, entra en esta Fuente estrellada. Esto llega a convertirse para él en un manantial de fuego líquido.
159. El hombre no puede hacerse completamente puro, aun cuando él trabaje noche y día. ¿Entonces no hará nada, o se sentará desanimado? Esto es hacerse completamente impuro.

LA LUZ QUE EMANA DE DIOS.

160. Así como la luz que emana del Sol difunde felicidad y resplandor, así el amor que emana de Dios es el deleite del bendito en el Paraíso.

161. Los ángeles puros de Dios son tales que en un soplo ellos atraviesan la esfera; ellos viajan sobre el relámpago donde sea que su voluntad los impele.

SOBRE EL DIOS OCULTO O INVISIBLE.

162. Dios ama estar encubierto. Él no será visto por el profano.
163. Él se envuelve a sí mismo en un esplendor cegador. ¿Quién es digno de mirar hacia él?
164. Eterno, invisible, presidiendo todo, él es cognoscible pero no por los sentidos humanos; él no puede ser comprendido por algo que existe.
165. Cada cosa que tiene vida viene de Dios, aun de aquél que es el Padre Universal; y cada esencia viviente sobre la Tierra, tiene dentro de sí el fuego de la vida eterna.

166. Hay otra y futura esfera, donde todo lo bueno vivirá en rayos de Sol; hay otra y futura esfera, donde todo lo malo llorará en desolación.
167. Así como la armonía habita dentro de la flauta, así también él es con el espíritu no visible dentro del cuerpo; ningún hombre puede ver la música, aun ella está allí; también ningún hombre puede ver el espíritu, y todavía él está allí.
168. Todos los espíritus pasan a otras apariencias, tan pronto como la muerte ha operado sobre sus cuerpos; cada uno toma para si mismo esa forma de existencia para la cual sus hábitos y aspiraciones lo han preparado.
169. No dejes a un hijo sentarse en la presencia de su padre hasta que haya recibido permiso para hacerlo; no dejes que un hombre sabio reciba un presente del mediocre; hay polución en el oro de lo vil.
170. Antes de que se levante el Sol, que no salga de tu boca lenguaje vulgar; sino permite que tus pensamientos mediten en santa contemplación sobre aquél que hace al Sol levantarse.

SOBRE EL MATRIMONIO Y LA MUJER.

171. El matrimonio es un sagrado deber impuesto sobre todos. Que ningún hombre fuerte viva en celibato; feliz es aquél que deja más allá de él un representante, para cumplir las obras que él ha iniciado.
172. ¿Quién es aquella que no llega a la cama de su esposo, virgen pura de toda corrupción? Ella será como agua sucia contaminada; no será digna de su amor.
173. Pero la esposa casta es el honor de la familia; ella es quien obsequia los niños; la esposa es el alma terrenal del hombre; su mitad, su mejor amigo, la fuente de toda su felicidad.
174. Ella, con su amable conversación, es el amigo en soledad, la madre al oprimido; un refresco de deleite y consuelo en el fatigoso desierto de la vida.
175. Hermosas son las manos de aquélla mujer que teje, que hila, que borda; que cría a sus hijos con mutuo amor y ternura, cuidando a cada uno como a la niña de sus ojos.

PROVERBIOS.

176. Reverencia al Santo es el primero de todos los deberes;
177. Esto hace al corazón puro;
178. Esto retiene de toda pasión mala.
179. Hijo mío reverencia al Poderoso;
180. No temas a nadie sino aquél que no teme a Dios;

181. No hay sabiduría sino en la virtud;
182. El rey de los tontos es el hombre impío.
183. Quién se adora a si mismo, adora el infierno;
184. Pero adorar al Supremo es el cielo.
185. El inicuo está en la oscuridad;

186. Pero para el puro hay un asilo de Luz.
187. No jures por el Nombre Sagrado
188. Ni des homenaje a lo terrenal.
189. Si tu espíritu no aspira más allá del polvo,
190. Tu futuro será con el polvo.

191. Estudia también para conocer a Dios.
192. Si tú no lo conoces, no puedes conocerte a ti mismo.
193. Si los mortales conocieran lo que viene después,
194. Ellos podrían retraerse con terror del pecado.
195. Dios es un reluciente espejo,

196. En el que el Universo toma imagen,
197. Sí, y las más pequeñas cosas o el pecado en el Universo,
198. Es reflejado allí en clara luz.

(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com

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