Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.
These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.
Talvez no has leído aun:
Evangelio de Ammonio. Parte 2.
Evangelio de Ammonio. Parte 1.
Evangelio armenio de la infancia de Jesús. Parte 14.
Evangelio armenio de la infancia de Jesús. Parte 13.
Evangelio armenio de la infancia de Jesús. Parte 12.
Evangelio de Ammonio.
These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.
Talvez no has leído aun:
Evangelio de Ammonio. Parte 2.
Evangelio de Ammonio. Parte 1.
Evangelio armenio de la infancia de Jesús. Parte 14.
Evangelio armenio de la infancia de Jesús. Parte 13.
Evangelio armenio de la infancia de Jesús. Parte 12.
Evangelio de Ammonio.
(Armonía de los evangelios canónicos).
LA ÚLTIMA CENA. DETENCIÓN Y CONDENA DE JESÚS.
XIV.
1. Y los sacerdotes reunieron consejo para condenarlo y ofrecieron dinero a Judas para que se lo entregara.
2. Y el primer día de la fiesta, fue Jesús a comer en la ciudad la Pascua con los discípulos.
3. Y les lavó los pies, para darles ejemplo de modestia.
4. Y, tomando el pan, dijo: Comed, éste es mi cuerpo.
5. Y, dándoles vino, dijo: Bebed, ésta es mi sangre.
6. Y como les anunciase que sería entregado y muerto, dijo Pedro que lo seguiría a la cárcel y a la muerte.
7. Mas Jesús le predijo que lo negaría tres veces.
8. Y mandó que se amaran mutuamente, según él los había amado.
9. Y dijo: No os turbéis.
10. Porque yo voy a preparar lugar en que recibiros.
11. El que guarde mis mandamientos tendrá vida eterna y Dios os enviará el Espíritu consolador.
12. Mas el que en mí sea estéril será como pámpano sin fruto, que se echa a las llamas.
13. No he sido elegido de vosotros, sino yo os elegí.
14. Y el mundo os aborrecerá, para que se cumpla la profecía: Sin causa me aborrecieron.
15. Si a mí me persiguieron, a vosotros os perseguirán, porque no es el discípulo más que su maestro.
16. Mas cuando venga el Espíritu de consuelo acusará al mundo.
17. Y si antes tuvisteis tristeza, entonces tendréis gozo.
18. Y dio paz Jesús a sus discípulos y les prometió que, siguiendo su ejemplo, vencerían al mundo.
19. Y alzando los ojos al Padre, pidió que lo glorificase, y que hiciese a los discípulos unos con él, como él era uno con el Padre.
20. Y tras de haber entonado el himno, fueron a Getsemaní, tras el arroyo de los Cedros. Y Judas sabía el lugar.
21. Y tomó a Pedro y a los hijos de Zebedeo y empezó a angustiarse.
22. Y su alma estaba triste hasta la muerte, y se alejó y oró.
23. Y pidió a su Padre que apartase aquel cáliz, si era posible; mas si no, que se hiciese su voluntad.
24. Y yendo a sus discípulos, los halló dormidos, y les recomendó velar y orar, para no caer en la tentación.
25. Porque el espíritu estaba presto, mas la carne era frágil.
26. Y en su angustia, sudaba como sangre.
27. Mas una voz del cielo lo confortó.
28. Y sobrevino Judas con una tropa de ministriles de los pontífices y los fariseos.
29. Y dijo Jesús a los discípulos: Dormid ya y descansad.
30. Y preguntando a quién buscaban, y diciendo que a Jesús Nazareno, repuso: Yo soy.
31. Y cayeron por tierra. Mas, acercándose Judas, lo llamó maestro y lo besó.
32. Y éste era el signo convenido con los judíos.
33. Y entonces, lo apresaron y ataron.
34. Y Pedro, que tenía espada, hirió a Malco, criado del Pontífice, y le cortó la oreja derecha.
35. Mas Jesús se la sanó, y dijo a Pedro que quien a hierro mata a hierro ha de morir.
36. Y preguntó a los que lo prendieron que por qué iban a él armados, como si fuese ladrón, a pesar de que siempre estaba en el templo enseñando públicamente.
37. Mas que aquella era su hora y la de las potencias de las tinieblas.
38. Y los discípulos se salvaron huyendo, y los esbirros llevaron a Jesús ante Anás, suegro del Sumo Pontífice Caifás.
39. Y entonces le preguntaron de sus discípulos y de su doctrina, mas él dijo: Preguntad a los que la oyen.
40. Y un criado del Pontífice le dijo que cómo contestaba así y lo abofeteó.
41. Empero replicó Jesús: Si he hablado mal, testimóniamelo. Y si bien, ¿por qué me hieres?
42. Y lo llevaron ante Caifás, y presentaban falsos testigos, mas no se concertaban sus testimonios.
43. Y dijo el Pontífice: ¿Eres el Cristo?
44. Contestó Jesús: Tú lo has dicho.
45. Y aun os digo que veréis al Hijo del hombre viniendo en las nubes del cielo.
46. Entonces el Pontífice rasgó sus vestiduras y Jesús fue condenado a muerte.
47. Y le taparon la cabeza, y lo escupían, y le pegaban, diciéndole: Profetiza quién te dio.
48. Y, estando Pedro en el patio de Anás, le preguntaron si era de sus discípulos y lo negó.
49. Y dos veces volvió a negarlo en el patio de Caifás.
50. Y cantó entonces el gallo y Pedro recordó las palabras de Jesús.
51. Y salió afuera y lloraba.
JESÚS EN EL PRETORIO.
XV.
1. Y llevaron los judíos a Jesús al Pretorio, mas no entraban, por no contaminarse antes de comer la Pascua.
2. Y viendo Judas que lo condenaban, arrojó en el templo los treinta dineros.
3. Y por ser precio de sangre, compróse con ello un campo para sepultar a los forasteros.
4. Y habiéndole llevado a Pilatos, acusaban los judíos a Jesús.
5. Y decían que subvertía al pueblo y que prohibía dar tributo al César.
6. Y oyendo Pilatos a Jesús en secreto, no halló culpa en él y quiso absolverlo.
7. Y, enterado de que Jesús predicaba en Galilea, lo envió a Herodes el tetrarca, que estaba en Jerusalén, por ser de su jurisdicción.
8. Y Herodes, con sus gentes, se burló de él y le mandó poner, por escarnio, una veste blanca y lo devolvió a Pilatos.
9. Y, por ser costumbre perdonar a un culpado en la Pascua, quiso Pilatos perdonar a Jesús.
10. Mas, habiendo indicado su Proyecto a los judíos, ellos le pidieron que librase a Barrabás, que era homicida.
11. Y decían que crucificase al Cristo.
12. Y los soldados de la guardia lo desnudaron, y lo azotaron, y lo golpearon, y lo hirieron y, por burla, lo llamaban rey de los judíos.
13. Y Pilatos salió a éstos, y les dijo que Jesús estaba ya muy castigado y que tuviesen piedad de él. Porque también su mujer había soñado con Jesús.
14. Mas los judíos pedían que lo crucificase, y que si no, era enemigo del César.
15. Y Pilatos se lavó las manos, para quedar limpio de aquella sangre.
16. Y lleváronse a Jesús para crucificarlo.
JESÚS EN EL CALVARIO.
XVI.
1. Y lo sentenciaron a ser ejecutado entre dos ladrones.
2. Y Simón Cirineo le llevaba la cruz.
3. Mas iba tras él mucha gente y mujeres que lloraban.
4. Y dijo Jesús que no llorasen sobre él.
5. Sino sobre Jerusalén, porque vendría hora en que fuesen felices las estériles.
6. Y lo crucificaron en el Calvario, entre los dos ladrones.
7. Y uno, acudiendo a Jesús, le pidió que se acordase de él cuando estuviese en su reino.
8. Y Jesús le prometió que estaría con él en el Paraíso.
9. Y Pilatos había mandado poner a Jesús un cartel que repugnaba a los judíos.
10. Porque decía en latín, y en griego, y en hebreo: Jesús Nazareno, rey de los judíos.
11. Y los soldados repartieron sus vestiduras, según la profecía.
12. Y estaban junto a la cruz de Jesús su madre María y su discípulo Juan.
13. Y él dijo: Mujer, he ahí a tu hijo. Y a Juan: He ahí a tu madre.
14. Y luego clamó: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste?
15. Y oyéndolo gritar, le ofrecieron una esponja con vinagre.
16. Y Jesús, inclinando la cabeza sobre el pecho, exclamó: En tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu. Y expiró, dando una gran voz.
PRODIGIOS QUE ACOMPAÑARON LA MUERTE DEL CRUCIFICADO. SU SEPULTURA.
XVII.
1. Su muerte fue seguida de prodigios. Porque el sol se oscureció, las estrellas temblaron, y se rasgó el velo del templo.
2. Y se quebraron las piedras, y se abrieron los sepulcros, y hubo resurrecciones.
3. Y el centurión que había allí dijo: Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios.
4. Y los judíos rogaron a Pilatos que mandase sepultar a los condenados, porque sus cuerpos no estuviesen el sábado en la cruz.
5. Y quebraron las piernas a los ladrones. Mas, como Jesús se hallaba ya exánime, le dieron una lanzada, y salió sangre y agua.
6. Y el decurión José pidió a Pilatos el cuerpo de Jesús para darle sepultura.
7. Y él y Nicodemo lo ungieron y lo perfumaron con más de cien libras de mirra y de áloe.
RESURRECCIÓN Y ASCENSIÓN DE JESÚS.
XVIII.
1. Vinieron los judíos a Pilatos, pidiéndole poner guardias en el sepulcro y tapar la puerta y sellarla.
2. Para que no vinieran los discípulos y robaran el cuerpo y dijeran que había resucitado.
3. Mas al tercer día hubo como un gran terremoto, y el Señor resucitó, y dos ángeles refulgentes apareciéronse ante los guardias, y los guardias cayeron a tierra como muertos.
4. Mas los judíos sobornaron a los soldados para que dijesen que el cuerpo de Jesús había sido robado por la noche.
5. Y María Magdalena y Salomé iban al sepulcro para ungir y aromar el cuerpo del Señor.
6. Y hallaron la piedra de la puerta movida, y que no estaba el cuerpo del Señor.
7. Y en esto se aparecieron dos ángeles, y les dijeron que el Señor había resucitado, y que fuesen a predicar a los discípulos a Galilea.
8. Porque el Señor había predicho su muerte y su resurrección.
9. Y ellas lo dijeron a los discípulos, que no les creyeron.
10. Mas yendo Pedro y Juan al sepulcro, vieron que las mujeres decían verdad.
11. Y estando María Magdalena cerca del sepulcro, aparecióse a ella el Señor, por primera vez.
12. Y yendo a Emmaús, se apareció a dos de sus discípulos.
13. Y les explicó desde Moisés todas las Escrituras.
14. Y después, estando una tarde reunidos los discípulos con las puertas cerradas, se apareció Jesús y les deseó paz.
15. Y, como ellos se maravillasen, les mostró los agujeros de sus manos y de sus pies.
16. Y, porque si fuera Espíritu no comería, comió con ellos miel y pescado.
17. Y les explicó el sentido de las Escrituras, y de la Ley, y de los salmos.
18. Y les explicó cómo profetizaban al Cristo, y su muerte, y resurrección al tercer día.
19. Y les envió a predicar el Evangelio a los gentiles y la remisión de los pecados.
20. Y los discípulos sintieron grande gozo.
21. Y otra vez les dio paz, y dijo que él los enviaba a ellos, como el Padre a él.
22. Y luego les insufló el Espíritu Santo.
23. Y ocho días más tarde, estando los discípulos con las puertas cerradas, se apareció y los deseó paz.
24. Y Tomás, que dudaba, porque antes estaba ausente, vio la herida del costado de Cristo, y sus manos y pies agujereados, y creyó.
25. Y otro día, pescando los discípulos en el Tiberíades, se manifestó.
26. E hizo a Pedro confesarle tres veces su amor, y le dio orden de que apacentase sus ovejas.
27. Y luego los discípulos fueron a Galilea, a un monte que les había indicado el Señor, y lo adoraron.
28. Y les dijo que toda potestad les era dada.
29. Y que fuesen y bautizasen a los gentiles, y que anunciasen el Evangelio y el perdón de los pecados.
30. Y que echasen demonios, y curasen enfermos, y en su nombre predicasen.
31. Y he aquí que, cuando el Señor los hubo adoctrinado, se iba al cielo.
32. Y fue en él recibido y se sentó a la diestra de Dios.
33. Y los discípulos fuéronse, y andaban predicando por todas partes.
34. Y el Señor obraba con ellos y hacían señales en su nombre.
35. Y confirmaban sus palabras con las obras que se seguían.
Fuente: “Los Evangelios Apócrifos”, por Edmundo González Blanco.
LA ÚLTIMA CENA. DETENCIÓN Y CONDENA DE JESÚS.
XIV.
1. Y los sacerdotes reunieron consejo para condenarlo y ofrecieron dinero a Judas para que se lo entregara.
2. Y el primer día de la fiesta, fue Jesús a comer en la ciudad la Pascua con los discípulos.
3. Y les lavó los pies, para darles ejemplo de modestia.
4. Y, tomando el pan, dijo: Comed, éste es mi cuerpo.
5. Y, dándoles vino, dijo: Bebed, ésta es mi sangre.
6. Y como les anunciase que sería entregado y muerto, dijo Pedro que lo seguiría a la cárcel y a la muerte.
7. Mas Jesús le predijo que lo negaría tres veces.
8. Y mandó que se amaran mutuamente, según él los había amado.
9. Y dijo: No os turbéis.
10. Porque yo voy a preparar lugar en que recibiros.
11. El que guarde mis mandamientos tendrá vida eterna y Dios os enviará el Espíritu consolador.
12. Mas el que en mí sea estéril será como pámpano sin fruto, que se echa a las llamas.
13. No he sido elegido de vosotros, sino yo os elegí.
14. Y el mundo os aborrecerá, para que se cumpla la profecía: Sin causa me aborrecieron.
15. Si a mí me persiguieron, a vosotros os perseguirán, porque no es el discípulo más que su maestro.
16. Mas cuando venga el Espíritu de consuelo acusará al mundo.
17. Y si antes tuvisteis tristeza, entonces tendréis gozo.
18. Y dio paz Jesús a sus discípulos y les prometió que, siguiendo su ejemplo, vencerían al mundo.
19. Y alzando los ojos al Padre, pidió que lo glorificase, y que hiciese a los discípulos unos con él, como él era uno con el Padre.
20. Y tras de haber entonado el himno, fueron a Getsemaní, tras el arroyo de los Cedros. Y Judas sabía el lugar.
21. Y tomó a Pedro y a los hijos de Zebedeo y empezó a angustiarse.
22. Y su alma estaba triste hasta la muerte, y se alejó y oró.
23. Y pidió a su Padre que apartase aquel cáliz, si era posible; mas si no, que se hiciese su voluntad.
24. Y yendo a sus discípulos, los halló dormidos, y les recomendó velar y orar, para no caer en la tentación.
25. Porque el espíritu estaba presto, mas la carne era frágil.
26. Y en su angustia, sudaba como sangre.
27. Mas una voz del cielo lo confortó.
28. Y sobrevino Judas con una tropa de ministriles de los pontífices y los fariseos.
29. Y dijo Jesús a los discípulos: Dormid ya y descansad.
30. Y preguntando a quién buscaban, y diciendo que a Jesús Nazareno, repuso: Yo soy.
31. Y cayeron por tierra. Mas, acercándose Judas, lo llamó maestro y lo besó.
32. Y éste era el signo convenido con los judíos.
33. Y entonces, lo apresaron y ataron.
34. Y Pedro, que tenía espada, hirió a Malco, criado del Pontífice, y le cortó la oreja derecha.
35. Mas Jesús se la sanó, y dijo a Pedro que quien a hierro mata a hierro ha de morir.
36. Y preguntó a los que lo prendieron que por qué iban a él armados, como si fuese ladrón, a pesar de que siempre estaba en el templo enseñando públicamente.
37. Mas que aquella era su hora y la de las potencias de las tinieblas.
38. Y los discípulos se salvaron huyendo, y los esbirros llevaron a Jesús ante Anás, suegro del Sumo Pontífice Caifás.
39. Y entonces le preguntaron de sus discípulos y de su doctrina, mas él dijo: Preguntad a los que la oyen.
40. Y un criado del Pontífice le dijo que cómo contestaba así y lo abofeteó.
41. Empero replicó Jesús: Si he hablado mal, testimóniamelo. Y si bien, ¿por qué me hieres?
42. Y lo llevaron ante Caifás, y presentaban falsos testigos, mas no se concertaban sus testimonios.
43. Y dijo el Pontífice: ¿Eres el Cristo?
44. Contestó Jesús: Tú lo has dicho.
45. Y aun os digo que veréis al Hijo del hombre viniendo en las nubes del cielo.
46. Entonces el Pontífice rasgó sus vestiduras y Jesús fue condenado a muerte.
47. Y le taparon la cabeza, y lo escupían, y le pegaban, diciéndole: Profetiza quién te dio.
48. Y, estando Pedro en el patio de Anás, le preguntaron si era de sus discípulos y lo negó.
49. Y dos veces volvió a negarlo en el patio de Caifás.
50. Y cantó entonces el gallo y Pedro recordó las palabras de Jesús.
51. Y salió afuera y lloraba.
JESÚS EN EL PRETORIO.
XV.
1. Y llevaron los judíos a Jesús al Pretorio, mas no entraban, por no contaminarse antes de comer la Pascua.
2. Y viendo Judas que lo condenaban, arrojó en el templo los treinta dineros.
3. Y por ser precio de sangre, compróse con ello un campo para sepultar a los forasteros.
4. Y habiéndole llevado a Pilatos, acusaban los judíos a Jesús.
5. Y decían que subvertía al pueblo y que prohibía dar tributo al César.
6. Y oyendo Pilatos a Jesús en secreto, no halló culpa en él y quiso absolverlo.
7. Y, enterado de que Jesús predicaba en Galilea, lo envió a Herodes el tetrarca, que estaba en Jerusalén, por ser de su jurisdicción.
8. Y Herodes, con sus gentes, se burló de él y le mandó poner, por escarnio, una veste blanca y lo devolvió a Pilatos.
9. Y, por ser costumbre perdonar a un culpado en la Pascua, quiso Pilatos perdonar a Jesús.
10. Mas, habiendo indicado su Proyecto a los judíos, ellos le pidieron que librase a Barrabás, que era homicida.
11. Y decían que crucificase al Cristo.
12. Y los soldados de la guardia lo desnudaron, y lo azotaron, y lo golpearon, y lo hirieron y, por burla, lo llamaban rey de los judíos.
13. Y Pilatos salió a éstos, y les dijo que Jesús estaba ya muy castigado y que tuviesen piedad de él. Porque también su mujer había soñado con Jesús.
14. Mas los judíos pedían que lo crucificase, y que si no, era enemigo del César.
15. Y Pilatos se lavó las manos, para quedar limpio de aquella sangre.
16. Y lleváronse a Jesús para crucificarlo.
JESÚS EN EL CALVARIO.
XVI.
1. Y lo sentenciaron a ser ejecutado entre dos ladrones.
2. Y Simón Cirineo le llevaba la cruz.
3. Mas iba tras él mucha gente y mujeres que lloraban.
4. Y dijo Jesús que no llorasen sobre él.
5. Sino sobre Jerusalén, porque vendría hora en que fuesen felices las estériles.
6. Y lo crucificaron en el Calvario, entre los dos ladrones.
7. Y uno, acudiendo a Jesús, le pidió que se acordase de él cuando estuviese en su reino.
8. Y Jesús le prometió que estaría con él en el Paraíso.
9. Y Pilatos había mandado poner a Jesús un cartel que repugnaba a los judíos.
10. Porque decía en latín, y en griego, y en hebreo: Jesús Nazareno, rey de los judíos.
11. Y los soldados repartieron sus vestiduras, según la profecía.
12. Y estaban junto a la cruz de Jesús su madre María y su discípulo Juan.
13. Y él dijo: Mujer, he ahí a tu hijo. Y a Juan: He ahí a tu madre.
14. Y luego clamó: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste?
15. Y oyéndolo gritar, le ofrecieron una esponja con vinagre.
16. Y Jesús, inclinando la cabeza sobre el pecho, exclamó: En tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu. Y expiró, dando una gran voz.
PRODIGIOS QUE ACOMPAÑARON LA MUERTE DEL CRUCIFICADO. SU SEPULTURA.
XVII.
1. Su muerte fue seguida de prodigios. Porque el sol se oscureció, las estrellas temblaron, y se rasgó el velo del templo.
2. Y se quebraron las piedras, y se abrieron los sepulcros, y hubo resurrecciones.
3. Y el centurión que había allí dijo: Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios.
4. Y los judíos rogaron a Pilatos que mandase sepultar a los condenados, porque sus cuerpos no estuviesen el sábado en la cruz.
5. Y quebraron las piernas a los ladrones. Mas, como Jesús se hallaba ya exánime, le dieron una lanzada, y salió sangre y agua.
6. Y el decurión José pidió a Pilatos el cuerpo de Jesús para darle sepultura.
7. Y él y Nicodemo lo ungieron y lo perfumaron con más de cien libras de mirra y de áloe.
RESURRECCIÓN Y ASCENSIÓN DE JESÚS.
XVIII.
1. Vinieron los judíos a Pilatos, pidiéndole poner guardias en el sepulcro y tapar la puerta y sellarla.
2. Para que no vinieran los discípulos y robaran el cuerpo y dijeran que había resucitado.
3. Mas al tercer día hubo como un gran terremoto, y el Señor resucitó, y dos ángeles refulgentes apareciéronse ante los guardias, y los guardias cayeron a tierra como muertos.
4. Mas los judíos sobornaron a los soldados para que dijesen que el cuerpo de Jesús había sido robado por la noche.
5. Y María Magdalena y Salomé iban al sepulcro para ungir y aromar el cuerpo del Señor.
6. Y hallaron la piedra de la puerta movida, y que no estaba el cuerpo del Señor.
7. Y en esto se aparecieron dos ángeles, y les dijeron que el Señor había resucitado, y que fuesen a predicar a los discípulos a Galilea.
8. Porque el Señor había predicho su muerte y su resurrección.
9. Y ellas lo dijeron a los discípulos, que no les creyeron.
10. Mas yendo Pedro y Juan al sepulcro, vieron que las mujeres decían verdad.
11. Y estando María Magdalena cerca del sepulcro, aparecióse a ella el Señor, por primera vez.
12. Y yendo a Emmaús, se apareció a dos de sus discípulos.
13. Y les explicó desde Moisés todas las Escrituras.
14. Y después, estando una tarde reunidos los discípulos con las puertas cerradas, se apareció Jesús y les deseó paz.
15. Y, como ellos se maravillasen, les mostró los agujeros de sus manos y de sus pies.
16. Y, porque si fuera Espíritu no comería, comió con ellos miel y pescado.
17. Y les explicó el sentido de las Escrituras, y de la Ley, y de los salmos.
18. Y les explicó cómo profetizaban al Cristo, y su muerte, y resurrección al tercer día.
19. Y les envió a predicar el Evangelio a los gentiles y la remisión de los pecados.
20. Y los discípulos sintieron grande gozo.
21. Y otra vez les dio paz, y dijo que él los enviaba a ellos, como el Padre a él.
22. Y luego les insufló el Espíritu Santo.
23. Y ocho días más tarde, estando los discípulos con las puertas cerradas, se apareció y los deseó paz.
24. Y Tomás, que dudaba, porque antes estaba ausente, vio la herida del costado de Cristo, y sus manos y pies agujereados, y creyó.
25. Y otro día, pescando los discípulos en el Tiberíades, se manifestó.
26. E hizo a Pedro confesarle tres veces su amor, y le dio orden de que apacentase sus ovejas.
27. Y luego los discípulos fueron a Galilea, a un monte que les había indicado el Señor, y lo adoraron.
28. Y les dijo que toda potestad les era dada.
29. Y que fuesen y bautizasen a los gentiles, y que anunciasen el Evangelio y el perdón de los pecados.
30. Y que echasen demonios, y curasen enfermos, y en su nombre predicasen.
31. Y he aquí que, cuando el Señor los hubo adoctrinado, se iba al cielo.
32. Y fue en él recibido y se sentó a la diestra de Dios.
33. Y los discípulos fuéronse, y andaban predicando por todas partes.
34. Y el Señor obraba con ellos y hacían señales en su nombre.
35. Y confirmaban sus palabras con las obras que se seguían.
Fuente: “Los Evangelios Apócrifos”, por Edmundo González Blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradece cualquier comentario sobre este artículo o el blog en general, siempre que no contenga términos inapropiados, en cuyo caso, será eliminado...