viernes, 23 de octubre de 2015

Evangelio de Ammonio. Parte 1

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.

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Evangelio de Ammonio.
 
(Armonía de los evangelios canónicos).

ACONTECIMIENTOS QUE PRECEDIERON Y QUE SIGUIERON AL NACIMIENTO DE JESÚS.

I.

1. En el principio era el Verbo, por el que fue hecho todo.
2. José desposó a la virgen María, y el arcángel Gabriel se le apareció, y le anunció su próxima preñez, que se produciría por modo sobrenatural.
3. Y José no la conoció, mientras no dio a luz.
4. Y Octavio Augusto mandó hacer un censo de todo el Imperio Romano.
5. Y José era de Bethlehem, la ciudad de David, y fue allí a empadronarse, porque era de la casa de aquel rey.

6. Y, estando allí, la virgen parió al Cristo.
7. Y los ángeles del cielo lo anunciaron por la noche a los pastores que cuidaban de los ganados.
8. Y unos magos de lejanas tierras vinieron a asistir a su nacimiento.
9. Y, pasados los ocho días, el niño fue circuncidado y lo llamaron Jesús.
10. Y una estrella condujo a los magos a Jerusalén.

11. Y comunicaron a Herodes que había nacido el rey de los judíos.
12. Y Herodes juntó consejo de príncipes y escribas para saber dónde nacería y le dijeron que en Bethlehem.
13. Y los magos adoraron a Jesús en aquella villa.
14. Y un justo llamado Simeón y Ana, profetisa, hija de Phanuel, vinieron al templo y predicaban de Jesús.
15. Y Herodes pensó en su ánima matar a todos los niños de la edad de Jesús en Nazareth.

16. Mas un oráculo advirtió a José que huyese a Egipto.
17. Y todos los niños pequeños fueron degollados.
18. Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu.
19. Y estuvieron siete años en Egipto, hasta que Herodes murió.
20. Y, cuando José lo supo por aviso del cielo, volvió a Nazareth, su patria.

INFANCIA DE JESÚS. APARICIÓN DE JUAN EL BAUTISTA.

II.

1. Y, cuando Jesús tenía doce años, subieron sus padres a Jerusalén.
2. Y he aquí que lo encontraron en el templo, hablando con los doctores de la Ley de los asuntos de su Padre.
3. Y, habiendo vuelto a su casa, estaba sometido a sus padres.
4. Y he aquí que vino palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, precursor de Cristo, el cual predicaba.
5. Y predicaba el arrepentimiento y la vida austera, y bautizaba.

6. Y los judíos, viéndolo en la verdad, pensaban primero si sería el Cristo.
7. Mas Juan vaticinó del Cristo, porque venía como su mensajero.

BAUTISMO DE JESÚS. MUERTE DE JUAN.

III.

1. Y Jesús llegó de Galilea para ser bautizado en el Jordán.
2. Y, al salir del agua, se oyó una voz del Padre celestial, diciendo: Este es mi Hijo dilecto, en quien me complazco.
3. Y, después de esto, fue llevado al desierto cuarenta días, para ser tentado del diablo.
4. Y Juan dijo de Jesús: Es el cordero de Dios, que quita los delitos del mundo.
5. Y los primeros que siguieron a Jesús fueron Simón Barjona y su hermano Andrés.

6. Mas luego Jesús llamó también a Felipe.
7. Y, estando en unas bodas, trocó el agua en vino.
8. Y, bajando a Jerusalén, arrojó del templo a los mercaderes.
9. Y, habiendo pasado una noche entera Simón Pedro sin pescar nada, por la palabra de Jesús tuvo una pesca copiosa y se llenó de asombro.
10. Y le dijo: Apártate de mí, Señor, que soy pecador.

11. Y los discípulos de Juan fueron a decirle que los de Jesús bautizaban.
12. Y les contestó: A él conviene crecer y a mí menguar.
13. Porque quien del cielo viene es sobre todos.
14. Y Herodes, por cuanto Juan le reprendía un vínculo ilícito, le hizo cortar la cabeza.
15. Y, oyéndolo Jesús, que estaba en Galilea, se fue a los confines de Zabulón y de Nephtalim.

16. Y predicaba la penitencia y el reino de los cielos.

JESÚS ELIGE DOCE DISCÍPULOS Y EMPIEZA A HACER MILAGROS.

IV.

1. Y Jesús hacía milagros y evangelizaba.
2. Según dijo Isaías: El Espíritu Santo es sobre mí, para predicar a los pobres.
3. Y muchos se congregaban y lo seguían.
4. Y entonces eligió doce discípulos.
5. Y, subiendo a un monte, les propuso las diversas fórmulas de las bienaventuranzas.

6. Y dio a los que predicasen su doctrina facultad de curar enfermos y de arrojar demonios.
7. Y solícitamente instruía a la muchedumbre, cuando descendió al campo desde el monte.
8. Y su doctrina era milagrosa e iba en bien de los míseros. Y curaba a los leprosos.
9. Y curó la parálisis del fámulo de un centurión.
10. Y, llegando a las puertas de la ciudad de Nain, resucitó a uno que llevaban a enterrar.

11. Y su fama se extendió por toda la Siria.
12. Y no sólo hacía estos beneficios, sino que también libró a una pecadora de los fariseos, y la absolvió.
13. Y, siguiéndole muchos, les dijo que para seguirlo era preciso renunciar a todos los afectos terrenos.
14. Y que no esperasen fortuna, porque el Hijo del hombre no tenía ni almohada en que reposar su cabeza.
15. Y, pidiéndole uno licencia para, antes de seguirlo, ir a enterrar a su padre, le dijo: Deja que entierren los muertos a sus muertos.

16. Y a otro, que antes de seguirlo quería ir a despedirse de su casa, le dijo que no era buen sembrador quien, puesta ya la mano en el arado, volvía la vista atrás.
17. Y, viniendo al país de los gergesenos, en una barca, hubo gran temporal, mientras él dormía.
18. Y él hizo cesar la tempestad.
19. Y, llegado a puerto, libró a un endemoniado de un tropel de espíritus inmundos, y les permitió alojarse en una manada de puercos.
20. Y, llegando a Cafarnaum, curó a un paralítico, por su mucha fe.

21. Y, viendo al publicano Mateo, lo llamó a las funciones apostólicas.
22. Al pasar para Galilea por Samaria, entabló coloquio con una mujerzuela, que era pecadora.
23. Y ella sabía que vendría el Mesías, que llamaban el Cristo.
24. Y, llegando a Caná de Galilea, vino a él un notable de la ciudad que tenía un hijo moribundo, y fue sano.
25. Y, entrando en la casa de Leví, le reprendieron los fariseos, porque andaba con publicanos.

26. Y dijo Jesús: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos.
27. Y le dijeron los fariseos que por qué sus discípulos no ayunaban, y no hacían sacrificios, como los de Juan.
28. Contestó él: ¿Pueden los que están de bodas no comer y beber, mientras esté presente el esposo?
29. No se ha de poner remiendo de paño nuevo en vestido viejo.
30. Ni echar vino nuevo en viejos odres.

31. Mas los fariseos calumniaban al Cristo.
32. Y decían que debía hacer signos. Y él, conociendo su maldad, díjoles:
33. Generación insensata, yo no necesito más signo que el de Jonás.
34. Que tres días estuvo en el vientre de la ballena.
35. Nínive acusará a esta generación, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás.

36. Y la reina del Austro os dio ejemplo, cuando vino desde lejos a escuchar la sabiduría de Salomón.
37. Porque, cuantas veces el espíritu inmundo sale del hombre y vuelve, trae otros espíritus y sus últimas cosas son las peores.
38. Y, oyéndolo, una mujer dijo: Bendito el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron.
39. Mas él dijo: Bienaventurados los que sigan la palabra de Dios y la guarden.
40. Y, predicando un día, le dijeron que su madre y hermanos estaban fuera, y que querían verlo.

41. Mas él los reprendió, diciendo que su madre y hermanos eran quienes hicieren la voluntad divina.

RESURRECCIÓN DE LA HIJA DE JAIRO Y EXPULSIÓN DE DEMONIOS.

V.

1. Y, confirmando el Señor sus milagros, resucitó a la hija de Jairo, príncipe de la Sinagoga.
2. Y expulsó muchos demonios y la gente estaba llena de admiración.
3. Y entonces dijeron los fariseos que echaba los demonios en nombre de Beelzebuh.
4. Y él les contestó que quien da buenas cosas tiene buen tesoro, y que quien las da malas mal tesoro tiene.
5. Porque decía: El buen árbol da buenos frutos.

6. Y de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta a Dios en el día del juicio.

MAQUINACIONES DE LOS ENEMIGOS DE JESÚS.

VI.

1. Y, entrando Jesús en casa de Marta, andaba ésta ocupada.
2. Mas su hermana María, sentada a los pies de Jesús, oía su palabra.
3. Y, como Marta se quejase de esto, dijo Jesús: Déjala. Ella eligió la parte mejor.
4. Y designó Jesús otros setenta y dos discípulos para que predicasen el Evangelio.
5. Y para que lo precediesen e hiciesen beneficios de salud.

6. Porque los potestó para sanar enfermos y para echar fuera demonios.
7. Y vinieron gozosos los discípulos, diciendo que los demonios les obedecían, en su nombre.
8. Y él contestó: Vi a Satanás como un rayo que caía del cielo.
9. Gracias, Padre benigno, porque has dado a estos emisarios los conocimientos celestes que niegas a los grandes.
10. Mas los fariseos procuraban ver de sorprender al Cristo en alguna cosa.

11. Y un sábado iban por los sembrados, y recogían espigas, y las comían.
12. Y, diciéndole los fariseos que era impío, les puso Jesús el ejemplo de David, que comió los panes de la proposición, porque tenía hambre.
13. Había, pues, un sábado en la sinagoga un hombre que tenía seca la mano derecha.
14. Y él preguntó: ¿Es lícito hacer beneficio en sábado?
15. Y, como lo sanó, dijo: Porque ninguno de vosotros, si una res, en sábado, se le cae al pozo, dejará de sacarla.

16. Y entonces buscaban ocasión de perder a Jesús.
17. Y él fue a un monte a orar, y se pasó la noche en oración.
18. Y después de esto les propuso la parábola del sembrador, que, sembrando, arrojó simiente en tierra, y en piedra y en espinas.
19. Y lo que cayó en buena tierra, fructificó; mas lo que cayó fuera, pereció.
20. Y les dijo del grano de mostaza, que es la simiente más pequeña y el árbol mayor.

21. Y les habló del fermento que la mujer mezcló con harina.
22. Y, diciendo esto a la gente, explicaba a los discípulos las parábolas de los misterios superiores.
23. Les habló, pues, del tesoro escondido en el campo, y del mercader que vendió todas sus perlas para comprar una sola de gran valor.
24. Y en sus palabras les ponderaba la sublimidad del reino de los cielos.
25. Y les enseñó claramente la parábola de la cizaña.

IMPRECACIONES DE JESÚS CONTRA LOS FARISEOS.

VII.

1. Y, yendo Jesús a su patria, no pudo enseñar con gusto, por ser esto común a los profetas, que no suelen en su patria ser glorificados.
2. Y por la incredulidad de ellos hizo pocos milagros.
3. Mas el tetrarca Herodes, oyendo la fama de Jesús, creyó que era Juan que había resucitado y deseó verlo.
4. Jesús, por entonces, estando en un sitio desierto con una gran multitud, le dio de comer con sólo cinco panes y dos peces.
5. Y, viéndolo, muchos lo juzgaron digno de ser hecho príncipe.

6. Mas no tenía ambición, y por ello huyó a un monte, y oró toda la noche.
7. Y sus discípulos estaban en el mar, y una tempestad los agitaba.
8. Y en medio de ella, Jesús fue a sus discípulos andando sobre las olas.
9. Mas ellos disputábanle por espectro.
10. Y hablándoles Jesús, Pedro tuvo fe en él, y anduvo sobre el agua, mas, cuando sintió incredulidad, se sumergía.

11. Y el Señor mandó al viento y entró en la nave.
12. Y vinieron a tierra de Genezareth.
13. Y allí acudían los enfermos, y, tocando la orla de su vestidura, quedaban sanos.
14. Empero cuando oyeron que Jesús hablaba de darles su carne y su sangre a modo de pan celestial, muchos huyeron de él.
15. Mas Pedro dijo que lo seguiría, porque sus palabras eran de vida eterna.

16. Y, habiendo llamado un fariseo a comer a Jesús, se escandalizó de verlo comer sin lavarse antes.
17. Mas dijo él: Necios, ¿observáis las tradiciones y la caridad de Dios no observáis?
18. Vosotros diezmáis la menta y los demás productos, mas no sois justos.
19. Hipócritas, que amáis los primeros sitios en las sinagogas y que hacéis culto de las fórmulas externas.
20. Sois como sepulcros blanqueados.

21. Y sustraéis, so pretexto de oblación, los socorros a los valetudinarios, con falsa doctrina.
22. Mas toda planta que mi Padre no plantó será desarraigada.
23. Ya lo profetizó Isaías: Este pueblo me honra con sus labios, mas su corazón está alejado de mí.
24. Nada exterior al hombre lo puede contaminar, mas sí lo interior.
25. Porque el corazón es la oficina de que salen el adulterio, y la fornicación, y el homicidio, y el hurto.

26. Y el dolo, y la impostura, y la impudicia, y la necedad, y la soberbia.
27. Mas todo os será quitado si a vuestros hermanos hacéis limosnas.

Fuente: “Los Evangelios Apócrifos”, por Edmundo González Blanco.

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