sábado, 13 de junio de 2015

Tercer libro de Enoc. Parte 16

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.

Talvez no has leído aun:

Tercer libro de Enoc. Parte 15.

Tercer libro de Enoc. Parte 14.

Tercer libro de Enoc. Parte 13.

Tercer libro de Enoc. Parte 12.

Tercer libro de Enoc. Parte 11.


CAPÍTULO XXVIII – LA GEMA TERRIBLE.

SOBRE EL ÁRBOL DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL Y SOBRE EL LIBRE ALBEDRÍO.

1. Floreciendo estaba este sombreado Jardín
2. Con muchos árboles fragantes y divinos
3. Sus apariencias eran de variada belleza,
4. Como los colores de la Santa Ciudad.
5. El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal

6. Estaba allí en el medio del mismo,
7. Parecido a un árbol de tamarindo
8. Cargaba frutos que se asemejaban a uvas;
9. Su perfume se extendía a gran distancia;
10. Estaba rodeado por luz.

11. ¡Cuán hermoso es este árbol!, dije
12. Y cuán deleitable es su apariencia.
13. Uno de los Gloriosos Espíritus respondió:
14. Este es el Árbol del conocimiento de Bien y Mal,
15. Del que las Esencias que desean cambiar

16. Participan y ponen en orden su trasmigración.
17. Porque todos los Espíritus que viven en el Universo
18. Son hechos libres por Dios;
19. Son dotados con completa voluntad
20. Porque ésta no es una tierra de esclavos.

21. Así como la luz y la oscuridad están en el Cosmos
22. Así también están lo Bello y Bajo;
23. Aquellos que se inclinan, sean a uno u otro, son muy libres
24. De acuerdo a las Eternas Ordenanzas;
25. Y aquellos que desean solo lo Bello

26. Se abstienen completamente de los frutos de este Árbol
27. Y asoleándose en el brillo del Sol de lo Divino
28. Habitan satisfechos en Celestial Sueño.
29. Pero aquellos que desean obtener conocimiento,
30. Sea este bueno o malo,

31. Así como muchos grandes hacen o han hecho
32. Saborean el fruto de este Árbol
33. Y entonces pasan a otras condiciones,
34. Porque solamente así puede ser obtenido el conocimiento.
35. Pero grande es el precio que ellos pagan

36. La posesión de esta gema es terrible.

SOBRE LA NECESIDAD DE LA CAÍDA.

37. Los más Altos Espíritus delante del Trono
38. No podrían jamás saber qué es ser un hombre,
39. Hasta que hayan tomado sobre sí la condición de un hombre
40. Y experimentado todas las fases del pensamiento de un hombre;

41. Por lo tanto y para este fin por libre voluntad
42. Este Árbol crece allí.
43. Cualquiera que desee alterar su condición,
44. Pruebe de este fruto y será hecho.
45. Dios es el Difusor de Amor,

46. También de Vida y de Belleza,
47. Pero si la Muerte no viene y hace un cambio
48. Aun estos podrían desgastarse al final.
49. Entonces levanté mis manos,
50. Y di gracias al Santo y Grande:

51. Bendito eres tú oh Señor, oh Rey
52. Y Grande y Santificada es tu Majestad.
53. Señor de todas las criaturas de las esferas
54. Rey de Reyes, Dios del solitario,
55. Cuyo reinado, cuya sabiduría, cuyo amor, cuyas leyes

56. Permanecen a través de las edades.
57. Para siempre perdurará tu dominio
58. Y la renovación de tus espíritus a la luz,
59. Los Cielos son tu Trono para siempre,
60. Las estrellas no son sino tu bajo pedestal.

61. Tú conoces todas las cosas,
62. Tú escuchas todas las cosas
63. Ni hay algo en luz u oscuridad
64. Que esté oculto de ti.
65. Tú consideras las necesidades de cada criatura

66. Y prestas atención de lo que puede satisfacerlas.
67. Todo lo que tiende a la perfección
68. Es lo que preparas para todos.
69. No hay lugar en los Cielos ni en la Tierra
70. Que no manifieste tu amor sin límites.

71. No hay vida a través del Infinito
72. Que no participe en tus amorosos pensamientos.

LOS REYES SOLARES.

73. Vi tres esplendores
74. Y cada uno impulsaba un carruaje con corceles de combate,
75. Y el fantasma de un Vaso Dorado

76. Brilló lejano ante los ojos de cada uno.
77. En los Cielos arriba de ellos había un grupo de Luces;
78. El sol, la dorada gloria de estrellas
79. Y un rayo como el de la Luna
80. Y el Arco Iris del éter

81. Los Serafines, aquellos (...) reyes
82. Y cada uno estaba ceñido del Iris
83. Y cada uno relucía con una miríada de ojos
84. Y así ellos siguieron en la brillante senda;
85. Los Querubines llegaron en fuego

86. Desde el dorado Altar de Incienso.
87. En sus ojos el espíritu de un poder
88. Que invade el vasto infinito.
89. Tú has visto al Sol en tormentas
90. Aun así era su serena grandeza.

91. O la Luna después de la batalla,
92. Aun así era su calmada luz.
93. Entonces los Ofanines pasaron rápidamente,
94. Con el viento en sus pies.
95. Estos son Reyes Solares;

96. Pero yo escondí su secreta sabiduría
97. Y los previamente formados ceñidos con estrellas.
98. Y los seis veces alados con los rayos del Sol
99. Sus espadas relucían en la nube violeta,
100. Sus cetros eran como Árboles de Olivo.

EN LA TIERRA CELESTIAL.

101. Entonces una nube me arrebató arriba
102. Los vientos me elevaron sobre la esfera.
103. Ellos me ubicaron en la Tierra Celestial
104. Sobre un lugar de muchos truenos.
105. Allí vi otra visión:

106. Palacios de pura celestialidad
107. Allí los espíritus cantaban himnos a Dios,
108. Ellos intercedían por los hijos de los hombres.
109. El Cielo con brillo de Sol fluía alrededor
110. Amor y belleza eran como Rocío,

111. La Justicia floreció ante su faz;
112. El florecer de la luz fue sobre todo.
113. Así será con ellos por todas las edades.
114. Con estos incontables, deslumbrantes espíritus;
115. Ellos habitan bajo las alas del eterno,

116. Y cantan en la medida de las estrellas.
117. Ellos están de pie delante de él cómo fuego viviente.
118. Sus bocas, una bendición, semejante a dulce miel.
119. Sus labios glorifican al Supremo
120. Y la virtud brilló a través de cada uno.

121. Yo deseé permanecer allí
122. Mi espíritu ansió su hogar precedente.
123. Una vez, como estos también, he estado ante el Señor.
124. Entonces exalté su Nombre
125. Bendito sea Él, y bendito por siempre

126. El Señor de las Tierras con Brillo de Estrellas.
127. Sabio, antes que el Universo fuese formado.
128. Sabio, cuando todos habrán pasado.
129. ¿Qué son las tierras? ¿Y qué es el hombre?
130. Y el que duerme y no te alaba.

131. Todos son, sino como hojas que se corrompen en invierno.
132. Ellos han vivido, y ahora no son más
133. Pero benditos son en tu luz
134. Quienes sin dormitar están de pie delante de tu Trono.
135. Ellos cantan al Señor de Pureza

136. Quien llena el Universo de vida con amor.

CAPITULO XXIX – EL VESTIDO DE AZUL – TRES FUENTES MÍSTICAS.

1. Hay tres Fuentes Místicas
2. Y sobre ellas Doce Árboles se inclinan,
3. Haciendo música semejante a la de dulces arpas
4. Cuando ellas se estremecen al plateado toque.
5. De sus profundidades la aurora se levanta,

6. La Aurora del rayo primero.
7. La Luz se precipita sobre sus profundidades;
8. ¡Pero oh! ¿Qué es esa Luz?
9. Las Águilas clamaron, las serpientes se levantaron,
10. Como llamas de fuego dentro del Sol.

11. Y vi el fulgor del Más Anciano:
12. Adora a Dios solamente.
13. ¿Qué divide el espíritu del alma,
14. La espléndida llama del humo?
15. ¿Cuál es la luz del ojo?

16. ¿Cuál es la vívida fuerza del corazón?
17. Vi una Fuente Blanca
18. Fluyendo en medio de los arbustos.
19. Vi a un Arco Iris tocar la tierra,
20. No obstante esto no es de la tierra.

21. La Luna está en medio del Cielo,
22. No obstante no está en el aire que nos rodea.
23. El pulso de la naturaleza está en el Océano,
24. No obstante el Océano no es la naturaleza.

HOMBRES CON ARPAS Y ESPADAS.

25. Allí vi una Isla de Fuego;
26. Ríos de llama, surgían de sus entrañas;
27. Y muchos Espíritus brillantes como olas
28. Entremezclados hermosamente con dorados relámpagos.
29. En el medio vi un Trono Brillante como una estrella blanca de belleza;
30. (…)

31. Pero este destelló en medio de solemne silencio;
32. Oscuramente silente; oscuramente espléndido.
33. Y enfrente un mar de plata,
34. Y a sus pies Siete Ríos,
35. Y rodeando su arco Siete Arco Iris,

36. Y a los lados había Ruedas Plateadas.
37. Voces de olas y místicas aguas
38. Resonaron alrededor de aquel Trono.
39. Y vi pilares de resplandeciente lustre;
40. Y escuché Trompetas que hablaban de Dios.

41. Hombres pasaron con arpas musicales;
42. Hombres pasaron con refulgentes espadas
43. Como peces en el mar;
44. Así ellos se deslizaron en medio de océanos de fuego
45. ¿Quiénes son estos? dijo el Ángel,

46. Yo dije: Mi Señor, tú lo sabes;
47. Él me miró con penetrantes ojos,
48. Tú también, oh Enoc, no eres ignorante.
49. Ellos pasaron como nubes del ocaso;
50. Suaves, brillantes y vívidas

51. Sobre los cerros de oscuridad,
52. A verdes planicies.
53. Las Águilas clamaron con gran gozo;
54. Los Truenos estallaron; ellos rieron;
55. Traen de vuelta los muchos a Dios;

56. Bendito es el que trae aun uno.

EL VESTIDO DE AZUL.

57. Vístete con tu cinto azul,
58. Oh hijo de oración.
59. No tiembles; no dejes plegarse a tus ojos,
60. No palpite tu corazón, ni te permitas titubear en tus palabras;

61. Yo te mostraré los secretos de lo profundo.
62. El místico canto de los Ancianos;
63. Esto fue murmurado en lo oscuro
64. Antes que la Montaña fluya con remolinos de luz
65. Él vendrá sobre las costas del Mundo,

66. Él extenderá sus dominios sobre ellas.
67. Tres veces, tres veces, tres veces,
68. Pero no lo escucharán;
69. Moviéndose profundamente en su poderosa fuerza;
70. Es el Azul-Verde Adi

71. ¿Quién escapará de la masa de lobreguez?
72. ¿Quién huirá del oleaje tempestuoso de las llamas de muerte?
73. El señor de los Truenos se levanta,
74. El Soberano de los Relámpagos y de los Fuegos.
75. Él desata las cadenas.

76. Yo veo su carruaje en la obscura niebla púrpura
77. ¡Oh Dama de Belleza!
78. ¡Oh deslumbrante Reina de las estrellas!
79. El mar se levanta en sus terrores
80. Como lanzas resplandecientes son sus espumosas olas.

81. Cuatro veces los truenos resoplaron
82. Como corceles de batalla en su furor.
83. El noveno con diademas de perlas
84. Suplicó: detener al de ancho pecho,
85. Pero este vino; arrolló como corceles guerreros de la montaña

86. Terribles con cascos y cuellos de humo.
87. Vi el poder del pálido fulgor.
88. Su espada cayó, y todo fue mortandad.

(Continuará…)

Fuente: librosapocrifos.blogspot.com

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