domingo, 21 de junio de 2015

El Apocalipsis de Elías

Estos son libros y testimonios antiguos que muchas religiones cristianas no quieren que conozcas pero te los presentamos para que tú mismo elabores tus conclusiones.

These are books and old testimonies that many Christian religions don't want you to know but we present them to you so that yourself elaborates your conclusions.

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Tercer libro de Enoc. Parte 18.

Tercer libro de Enoc. Parte 17.

Tercer libro de Enoc. Parte 16.

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CAPÍTULO 1.

1. La palabra del Señor vino a mí, diciendo: "Hijo de hombre, di a este pueblo, ¿por qué apiláis pecado sobre pecado y provocáis la cólera del Señor Dios, que es vuestro Creador?
2. No améis al mundo ni a las cosas del mundo, porque el orgullo del mundo es propio del diablo con su corrupción". (1 Juan 2.15-16; 3.89.
3. Recordad que el Señor de la gloria, que ha creado todo, tuvo compasión de vosotros, para salvarnos de la esclavitud de esta época.
4. Frecuentemente, el diablo ha deseado hacer que el sol deje de brillar sobre la tierra y que la tierra deje de producir frutos. Desea consumir a los humanos, como el fuego que corre por el rastrojo, quiere tragarlos como agua.
5. Esto es porque el Dios de la gloria tuvo misericordia de nosotros y Él envió a su Hijo al mundo para que nos salvara del cautiverio.

6. Él no le advirtió esto a ningún ángel, arcángel ni potestad, sino se transformó en hombre cuando Él vino a nosotros para salvarnos. (Flp 2.6-7; Rm 8.3; Hb 2.17).
7. Por ello sois sus hijos así como Él es vuestro Padre. (Ga 4.6-7).
8. Recordad que Él os ha preparado tronos y coronas en los cielos: "Todos aquellos que me escuchen, llegarán a recibir los tronos y las coronas", dijo el Señor, (1 Co 2.9; Is 64.3; Jr 3.16; To 17 Ap 2.10, 26, 27; 3.11, 21; 4.4; 12.1; 14.14; 20.4).
9. "además, a los míos Yo les escribiré mi nombre sobre la frente y les sellaré la mano derecha y nunca tendrán hambre ni sed;
10. "ni los hijos de la desobediencia tendrán poder sobre ellos. Los tronos no les retendrán, sino que marcharán con los ángeles hacia mi ciudad”. (Sb 5.23; Mt 7.23; 13.41; 25.45-46- -2 Co 6.14; Tt 2.14; Hb 1.9; Rm 6.19).

11. Los pecadores serán avergonzados: no traspasarán los tronos, sino que los tronos de la muerte los retendrán y dominarán sobre ellos,
12. porque los ángeles de Dios no los reconocen y son extraños a la morada de Dios.
13. Escuchad, sabios de la tierra, estad en guardia contra los impostores que abundarán en los tiempos del fin. Porque tendrán doctrinas que no son las de Dios, rechazarán la Ley de Dios -hombres que han hecho de su estómago su Dios-, diciendo: "el ayuno no tiene sentido y Dios no lo estableció". (1 Tm 4.1,2; 6.3-5,10; Flp 3.19; 2 Co 2.17; Judas 4).
14. Se hacen a sí mismos extraños a la Alianza de Dios y se roban a sí mismos las promesas gloriosas. Tales hombres nunca se establecen firmemente en la fe, luego ¡No dejes que te extravíen!
15. Recordad que el Señor estableció el ayuno cuando hizo los cielos para ganancia del hombre, por las pasiones y deseos que están en guerra con ustedes, de manera que el malvado no los queme.

16. Pero, "Yo he creado un ayuno puro", dijo el Señor,
17. "el hombre que ayuna continuamente no pecará jamás por envidias o discordias.
18. Dejad que el hombre que es puro ayune. Pero el hombre que ayuna y no es puro, provoca a Señor y también a los ángeles;
19. somete al mal su propia alma, acumulando para sí mismo la ira para el día de la cólera".
20. "He creado un ayuno puro, con corazón puro y manos puras;

21. perdona los pecados, cura las enfermedades, saca los demonios,
22. es eficaz ante el trono de Dios, como un dulcificante, como una fragancia, para el perdón de los pecados mediante una oración pura.
23. ¿Qué trabajador respetable entre vosotros irá a los campos sin sus herramientas en las manos? ¿O quién partirá para la guerra sin vestir en el pecho una coraza?
24. ¿No será asesinado, si es encontrado, por haber despreciado el servicio del rey?
25. Igualmente, es imposible para cualquiera venir al lugar santo con un corazón doble.

26. Al hombre que ora con corazón doble está en tinieblas en su interior y los ángeles no lo reconocen.
27. Tened siempre el mismo corazón en el Señor, para que todo lo suyo reconozcáis.

CAPÍTULO 2.

1. "Porque he aquí que los reyes de Asiria y la disolución de los cielos y la tierra y lo que está bajo la tierra,
2. desde ahora no prevalecerán sobre aquellos que me pertenecen", dijo el Señor, "y ellos no temerán en la batalla".
3. Cuando ellos vean a un rey apareciendo por el Norte, lo designarán rey asirio y el rey de la injusticia; hará guerras sin fin sobre Egipto y causará muchas perturbaciones:
4. habrá gemidos por la tierra, porque se llevarán vuestros hijos.
5. Muchos buscarán la muerte en esos días pero la muerte los eludirá.

6. Y un rey se levantará en las tierras del occidente a quien llamarán "el rey de paz";
7. correrá sobre le mar como un león rugiente;
8. matará al rey de injusticia y se vengará sobre Egipto con guerra y derramamiento de sangre.
9. Pasará en esos días que ordenará paz y un regalo inútil, desde Egipto.
10. Dará la paz a los santos diciendo: "El nombre de Dios es Uno".

11. Honrará a los santos y exaltará la ciudad santa;
12. dará regalos inútiles a la casa de Dios;
13. desde las ciudades de Egipto merodeará, astutamente, sin que lo sepan;
14. contará los santos lugares, pesará los ídolos de las gentes, contará sus riquezas y designará los sacerdotes.
15. Ordenará que los sabios de la tierra y los grandes de los pueblos sean apresados y llevados a la metrópoli por mar, diciendo: "¡No hay sino una lengua!"

16. Y cuando escuchéis: "¡Hay Paz y Alegría!": (1 Ts 5.3).
17. ¡He aquí! Voy a deciros cuáles son las señales para que podáis reconocerlo:
18. Tiene dos hijos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
19. Aquel que está a su derecha tendrá una apariencia de un demonio y desafiará el nombre de Dios.
20. Ahora cuatro reyes vienen de ese rey.

21. En su año treinta bajará a Menfis y construirá allí un templo;
22. su propio hijo se levantará contra él y lo matará;
23. toda la tierra se agitará.
24. En ese día él promulgará un decreto por toda la tierra, para que sean encarcelados los sacerdotes de la tierra y todos los santos, diciendo: "¡Todos los regalos y todas las cosas buenas os las ha dado mi padre, ahora devolveréis el doble"!
25. Cerrará los lugares santos, les quitará sus casas y hará prisioneros a sus hijos.

26. Ordenarán que se ofrezcan sacrificios abominables y traerá la miseria sobre la tierra.
27. Aparecerá debajo del sol y de la luna;
28. los sacerdotes de la tierra rasgarán sus vestiduras.
29. ¡Ay de vosotros jefes de Egipto en tales días porque vuestro día ha pasado!
30. La violencia hecha a los pobres se devolverá contra vosotros y vuestros hijos serán llevados como botín.

31. En esos días las ciudades de Egipto se lamentarán porque no escucharán la voz del comprador ni la voz del vendedor.
32. Los mercados de Egipto se cubrirán de polvo. Los habitantes de Egipto llorarán al tiempo; anhelarán la muerte, pero la muerte huirá y los abandonará;
33. correrán sobre las rocas y saltarán hacia abajo, diciendo: "¡Caigan sobre nosotros!", pero no morirán.
34. Doble tribulación vendrán sobre toda la tierra aquel día:
35. En esos días el rey ordenará que todas las mujeres con hijos en el vientre sean arrestadas y traídas ante él atadas y que le den de mamar a serpientes y que su sangre sea exprimida de sus senos para usarla como veneno para flechas.

36. Debido a la necesidad de soldados para las guerras, ordenará que todos los niños menores de doce años sean reclutados y tengan que aprender a disparar con arco y flecha.
37. Todas las parteras de la tierra se lamentarán en esos tiempos y la mujer que tenga hijos elevará sus ojos al cielo diciendo: ¿Por qué me senté en la silla de parir para traer niños al mundo?".
38. Las estériles y las vírgenes se regocijarán diciendo: "Ahora es el momento para regocijarnos por no tener hijos sobre la tierra, nuestros hijos están en los cielos".
39. En esos días tres reyes se levantarán entre los persas, tomarán a los judíos que estén en Egipto y los transportarán hasta Jerusalén y habitarán y permanecerán allí.
40. Si escucháis que "la seguridad está en Jerusalén", entonces ¡rasgad las vestiduras! vosotros sacerdotes de la tierra, porque la llegada del Hijo de la Perdición no demorará. (1 Ts 5.3; 2 Ts 2.3,8; Jn 17.12).

41. En esos días el Impío se manifestará en los lugares santos; (2 Ts 2,4; Dn 9:27; 1 M 3.6; 9.23, 58, 69; 11.25; 14.14; 2 Cr 15.3; Sb 17.2).
42. los reyes de los persas huirán hacia Hrearit con los reyes de los asirios. Cuatro reyes pelearán contra tres.
43. Durarán tres años en ese lugar hasta que allí puedan poner sus manos sobre el tesoro del templo.
44. En esos días la sangre correrá desde Kôs hasta Menfis. El río de Egipto se convertirá en sangre y nadie podrá beber de él por tres días.
45. ¡Ay de Egipto y sus habitantes!

46. En esos días un rey aparecerá en la ciudad llamada "La Ciudad del Sol". Toda la tierra se consternará y él se apresurará hacia Menfis.
47. En el sexto año de los reyes persas, él planeará una emboscada en Menfis; él matará a los reyes asirios. Los persas se vengaran de la tierra.
48.  Ordenará la ejecución de todos los gentiles y ateos, y mandará que los templos de los gentiles sean saqueados y aniquilados sus sacerdotes, y mandará reconstruir los templos santos. (Dt 7.25; Ro 2.22, 24).
49. Él dará dobles regalos al templo de Dios y dirá "¡El Nombre de Dios es Uno!".
50. Toda la tierra adorará a los persas.

51. Por eso, el resto, los que han sobrevivido la arremetida, dirán: "Este es un rey justo que el Señor nos envió para que la tierra no sea convertida en desierto".
52. Ordenará no dar nada al rey durante tres años y seis meses. La tierra se llenará de abundantes riquezas.
53. Los vivos irán al encuentro de los muertos y les dirán: "Levantaos y compartid con nosotros esta vida de paz".

CAPÍTULO 3.

1. En el cuarto año de este rey el Hijo de la Iniquidad aparecerá diciendo: "Yo soy el Ungido", pero él no lo es. ¡No creáis en él! (Mt 24.23; Mc 13.6; Lc 21.8).
2. Cuando el Ungido llegue, vendrá como un palomar, con una corona de palomas rodeándole y marchará sobre las nubes del cielo con el signo de la cruz precediéndole.
3. El universo entero le verá como al sol que resplandece, desde las regiones del Oriente hasta las regiones del Poniente.
4. Así vendrá, con todos sus ángeles rodeándolo.
5. El hijo de la Iniquidad de nuevo comenzará a pararse sobre el lugar santo.

6. Dirá al Sol: "¡Cae!" y él caerá; le dirá: "¡Brilla!" y él lo hará; le dirá: "¡Obscurécete!" y él lo hará.
7. Dirá a la luna: "¡Conviértete en sangre!" y ella lo hará.
8. Recorrerá el cielo con ellos; caminará sobre el mar y sobre los ríos como sobre la tierra seca.
9. Hará caminar a los paralíticos, oír a los sordos, hablar a los mudos y ver a los ciegos.
10. Limpiará a los leprosos, curará a los enfermos y sacará demonios.

11. Multiplicará las señales y prodigios en presencia de todos. (Mt 24.24; 2 Ts 2, 9; Ap 13.13).
12. Hará las mismas obras que el Ungido, excepto resucitar los muertos.
13. Por esto sabrás que él es el Hijo de la Iniquidad, porque no tiene poder para dar vida.
14. Sí, os diré cuáles son las señales que lo distinguen, para que podáis ser capaces de reconocerlo.
15. Es un hombre escuálido hombre herboso, con las piernas débiles, alto, con un mechón gris por delante de su cabeza calva, las cejas le llegan hasta las orejas y por delante de la mano tiene una mancha de lepra.

16. Se transformará delante, de vosotros y de quienes los miren, unas veces como un anciano otras veces como un niño;
17. se transformará en todas sus características, pero las señales de su cabeza no las podrá cambiar.
18. En esto conoceréis que él es el Hijo de la Iniquidad.

CAPÍTULO 4.

1. La virgen cuyo nombre es Tabitha escuchará que el Sinvergüenza se ha aparecido en el lugar santo. Ella vestirá con su ropa de lino y lo perseguirá por Judea.
2. Elle lo reprochará por todo el camino a Jerusalén gritando: "¡Oh Sinvergüenza! ¡Oh Hijo de la Iniquidad! ¡Enemigo de todos los santos!"
3. Entonces el Sinvergüenza volverá su ira contra la virgen; la perseguirá hacia el occidente y en la tarde beberá su sangre,
4. la verterá sobre el templo, y ella se convertirá en curación para el pueblo.
5. Ella resucitará por la mañana y lo reprochará diciendo: "¡Ah Sinvergüenza, tú no tienes ningún poder sobre mi alma ni sobre mi cuerpo, porque yo vivo siempre en el Señor”.

6. Y ella le dirá después, también: "Tú has derramado mi sangre sobre el templo y se convirtió en salvación para el pueblo”.
7. Entonces, cuando Elías y Henoc escucharon que el Sinvergüenza se había aparecido en el lugar santo, descendieron para combatirlo, y le dijeron:
8. "¿No te da vergüenza cuando te adhieres a los santos aunque siempre has sido un extraño?
9. Tú has sido un enemigo de lo que está en los cielos y de lo que está sobre la tierra.
10. Has sido un enemigo de los tronos y de los ángeles, has sido siempre un extraño.

11. Has caído del cielo como el lucero del alba. Te has alejado de tu casa, has enajenado tu tribu y te has convertido en tinieblas para todos. (Is 14.12; Ez 28.17, 18; Ap 12.9, 10).
12. Pero tú no te avergüenzas cuando te acercas a Dios, porque tú eres un diablo”.
13. El Sinvergüenza escuchará esto y se pondrá furioso y luchará contra ellos en el mercado de la Gran Ciudad. Estarán tres horas en el combate, pero él los matará.
14. Ellos estarán tendidos, muertos, en el mercado, durante tres días y medio, y toda la gente los verá. (Ap 11.4-11).
15. pero al cuarto día ellos resucitarán y lo reprocharán, diciendo: "¡Oh Sinvergüenza. Oh Hijo de la Iniquidad! ¿No te avergüenzas por descarriar al pueblo de Dios por el que tú no has sufrido? No sabes tú que nosotros vivimos en el Señor, tanto que nosotros podemos reprocharte cada vez que tu digas: '¡Yo dominé sobre ellos!'

16. Nosotros separamos la carne del espíritu y te matamos, sin que te sea posible hablar en este día, porque nosotros estamos fuertes en el Señor, siempre, mas tú eres siempre hostil a Dios".
17. El Sinvergüenza escuchará, se enfurecerá y combatirá contra ellos.
18. Y toda la Ciudad se reunirá alrededor de ellos.
19. En ese día se verán arriba en el cielo brillando como las estrellas, y el pueblo y el universo entero los verán.
20. El Hijo de la Iniquidad no dominará sobre ellos. Volcará su furia sobre la tierra, cometerá él mismo una falta contra el pueblo.

21. Perseguirá a todos los santos y junto con los sacerdotes de la tierra ellos serán llevados prisioneros ante él;
22. los matará, los destruirá y ordenará que les sean sacados sus ojos con clavos de hierro;
23. les quitará la piel de la cabeza; les arrancará sus uñas, de una en una, y ordenará que les coloquen vinagre y lejía en sus narices.
24. Entonces quienes no puedan soportar las torturas de ese rey, tomarán su oro y huirán por los vados de los ríos hacia el desierto. Cuando mueran estarán como quienes duermen;
25. el Señor mismo recibirá sus espíritus y sus almas.

26. Sus carnes se harán duraderas como una roca y ninguna bestia la comerá hasta el último día, del gran juicio.
27. Entonces ellos se levantarán y encontrarán un lugar de descanso, pero no compartirán el reino del Ungido como los que resistieron, porque el Señor dice: "A quienes resistieron les concederé un sitio a mi mano derecha. Ellos obtendrán gracia para los demás.
28. Ellos vencerán sobre el Hijo de la Iniquidad; verán la disolución del cielo y de la tierra;
29. y recibirán los tronos de gloria y las coronas”.
30. Sesenta justos serán escogidos en esos días, serán preparados.

31 Ellos se armarán con las corazas de Dios, correrán hasta Jerusalén, combatirán contra el Sinvergüenza, diciendo: "Todas las obras prodigiosas que los profetas hicieron desde el comienzo, tú las has hecho. Pero tú no puedes resucitar los muertos porque no tienes el poder de dar vida, por eso hemos conocido que tú eres el Hijo de la Iniquidad”.
32. El Sinvergüenza escuchará y se enfurecerá;
33. ordenará colocar fuego en los altares y amarrar a los justos, para colocarlos sobre ellos y quemarlos.

CAPÍTULO 5.

1. En ese día, aterrados muchos cambiarán sus mentes y se separarán de él, diciendo: "¡Este no es el Ungido! El Ungido no asesina a los justos ni persigue a los hombres honestos sino que busca persuadirlos con señales y prodigios”.
2. En esos días el Ungido tendrá misericordia de ellos y enviará sus ángeles de los cielos, un total de cuatro mil seiscientos, cada uno con seis alas. (Is 6.2; Ap 4.8; 2 Hen 16.7; Apo Mo 37.3).
3. Su voz hará temblar el cielo y la tierra cuando ellos bendigan y glorifiquen a su Señor.
4. A quienes tienen el nombre del ungido sobre la frente y el sello en su mano derecha, del más pequeño al más grande, ellos los colocarán sobre sus alas y los protegerán de su cólera.
5. Entonces, Gabriel y Uriel formarán una columna de luces para conducirlos dentro de la tierra santa. (Ex 13.21,22; 14.19; 33.9,10; Nm 12.5; 14.14; Dt 31.15; Sal 99.7; Ne 9.12,19; Si 24.4).

6. Y les darán de comer del fruto del árbol de la vida y les vestirán de blanco; los ángeles vigilarán para protegerlos; no tendrán hambre ni sed y el Hijo de la Iniquidad no dominará sobre ellos. (Gn 3.22, 24; Isa 49.10; Pr 3.18; 11.30; 13.12; 15.4; Ap 2.7; 7.9, 13, 16 22.2).
7. En esos días la tierra entera será sacudida; el sol se obscurecerá y la paz y el espíritu serán desterrados de la tierra;
8. los árboles serán desarraigados y derribados; las bestias salvajes y el ganado morirán en la confusión y las aves caerán muertas al suelo;
9. habrá sequía en la tierra y las aguas del mar se secarán.
10. Los pecadores se lamentarán sobre la tierra, diciendo: "Por qué nos has hecho esto a nosotros, por decir 'yo soy el Ungido', cuando en realidad eres el diablo?

11. No tienes poder para salvarte, ¿cómo puedes salvarnos? Tú has realizado milagros inútiles delante de nosotros para apartarnos del Ungido del creador. ¡Desgraciados nosotros que te escuchamos!
12. ¡Mirad que ahora moriremos de hambre! ¿Dónde habrá algún vestigio de un justo para que los reverenciemos? O bien ¿Donde hay un maestro que pueda apelar a ellos?
13. Ahora pereceremos en el día de la cólera porque hemos desobedecido a Dios.
14. Fuimos a las profundidades del océano, pero no hemos encontrado agua; hemos cavado seis codos en los ríos y tampoco hemos encontrado agua”.
15. Entonces el Sinvergüenza llorará en ese día diciendo: "Desgraciado de mí, porque mi época ha pasado aunque dije que no pasaría jamás:

16. Mis años han sido meses, mis días se han desvanecido como polvo llevado por el viento. Mirad que voy a perecer con vosotros.
17. Ahora ejecútalo en el desierto, pon las manos sobre los bandidos y mátalos.
18. Lleva a los santos porque por ellos dará fruto la tierra; por ellos el sol brillará; sí, a causa de ellos el rocío caerá sobre la tierra”.
19. Los pecadores llorarán, diciendo: "Tú nos has hecho enemigos de Dios, si puedes ¡elévate y persíguelos!"
20. Entonces el tomará sus alas de fuego, volará en persecución de los santos y los combatirá nuevamente.

21. Los ángeles escucharán esto y descenderán y lucharán contra él en una batalla con muchas espadas.
22. En ese día escuchará y ordenará con una gran cólera al cielo y a la tierra producir fuego.
23. El fuego abrumará la tierra en una extensión de setenta y dos codos. El fuego consumirá a los pecadores y a los diablos, como a la paja.
24. Habrá un juicio justo:
25. En ese día las montañas y la tierra harán oír su voz. Los caminos se dirán entre ellos: "¿habéis escuchado hoy algún ruido de un humano caminando que no venga al juicio del hijo de Dios?"

26. Los pecados de cada uno se levantarán contra ellos en el lugar donde fueron cometidos, tanto los cometidos de día como los cometidos en la noche.
27. Los que pertenecen a los justos y los que pertenecen a los santos, verán a los pecadores en sus castigos, tanto a quienes los persiguieron, como a quienes los asesinaron.
28. Entonces los pecadores verán el lugar de los justos.
29. Y así habrá gracia: en esos días, lo que los justos pidan les será dado muchas veces.
30. En ese día el Señor juzgará al cielo y a la tierra; a quienes han transgredido en el cielo y a quienes los han hecho en la tierra.

31. Juzgará a los pastores del pueblo; los interrogará acerca de las ovejas y ellos serán entregados sin obstáculos de maldades y mentiras. (Ez 34.4, 5; Os 4.4; Za 11.4, 5; 1 Henoc 89.70; 90.22).
32. Entonces Elías y Henoc descenderán y dejarán a un lado su carne mundana y tomarán un cuerpo espiritual. (1 Co 15.44).
33. Ellos perseguirán al Hijo de la Iniquidad y lo matarán sin que él pueda hablar. En ese día él se derretirá ante ellos como hielo derretido por el fuego. Morirá como una serpiente sin aliento.
34. Le dirá: "Tu tiempo ha terminado, ahora vas a perecer con aquellos que te apoyaron”.
35. Ellos serán arrojados en el fondo del abismo y quedará cerrado sobre ellos. (Ap 20.2, 3).

36. En ese día vendrá desde el cielo el Ungido, el Rey, con todos los santos;
37. quemará la tierra y se consumirá por mil años,
38. porque los pecadores habían tomado posesión de ella; entonces él creará un cielo nuevo y una tierra nueva y no habrá en ellos ni diablo ni muerte. (Isa 25.8; Apo 20.14; 21.1, 4; 4 Esdras 8.53).
39. Él reinará con sus santos, subirán y descenderán y estarán con los ángeles siempre, y con el Ungido durante mil años. (Apo 20.4).

FIN DEL LIBRO.

Esta versión en castellano del Apocalipsis de Elías, fue traducida durante la primera semana de enero de 2002, desde las siguientes versiones: inglesa, editada por Hedley F. D. Sparks (1984); francesa, editada por André Dupont-Sommer y Mark Philonenko (1987); y alemana, la pionera en lenguas contemporáneas, de Georg Steindorff (1899); traducidas estas desde manuscritos coptos, parte de los cuales Steindorff reproduce en su edición.

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