Concepto o significado de algunos complejos de la personalidad que experimentan algunas personas y les influyen en su conducta o desempeño diario como si fueran barreras para su bienestar.
En general, complejo es un “conjunto de ideas, tendencias y emociones que permanecen en el inconsciente y que pueden determinar la personalidad o conducta de un sujeto”. Algunos con conocidos, como el complejo de inferioridad, el complejo de culpa, el complejo de Edipo, etc.
Sin embargo, la psicología ha logrado establecer otros complejos no tan comunes, pero igualmente importantes de conocer, asociándolos con personajes históricos o fantásticos cuya personalidad, real o ficticia, es representativa de dichos rasgos.
He aquí un breve listado de esos complejos que no siempre aparecen en los libros habituales de psicología:
COMPLEJO DE AGAR Y SARA. Tendencia masculina o a veces inconsciente a clasificar a las mujeres en dos grupos: las buenas, puras e intocables a semejanza de la madre; y a las malas, aptas para la satisfacción sexual, pero indignas de amor. El hecho fue anotado por Freud y bautizado por la pscicoanalista francesa Maryse Choisy, aludiendo a un episodio bíblico: Sara, mujer de Abrahám, creyó que no podía tener hijos y autorizó a su esposo para que cohabitara con su esclava egipcia Agar, de la que tuvo un hijo llamado Ismael. Pero como más tarde Sara tuvo un hijo, Isaac, el patriarca expulsó de su casa a Agar e Ismael.
COMPLEJO DE AGRIPINA. Tiene el mismo significado que el complejo de Edipo, descrito por Freud. Sin embargo los psiquiatras belgas Sollier y Courbon reprocharon la denominación freudiana ya que el Edipo de la leyenda griega no sabía que cometía un incesto, pues desconocía el hecho de que su esposa, Yocasta, era en realidad su madre. Consideran más adecuado el término Complejo de Agripina, en razón de que la emperatriz romana de ese nombre trató de seducir a su hijo Nerón.
COMPLEJO DE ALEJANDRO. Resentimiento del hijo contra el padre. Se cuenta que Alejandro Magno, al enterarse de los triunfos bélicos de su padre Filipo de Macedonia, exclamó con ira y desaliento: "Mi padre no me deja ya nada por conquistar". En este caso los psicoanalistas hablan de una "ofensa narcisista del yo". Federico el Grande sufría de este complejo y su biografía se corta en dos mitades: neurótica, mientras vivía su progenitor, y normalidad cuando ciñó la corona.
COMPLEJO DE ANTÍFONA. Fijación excesiva en la figura de la madre e incapacidad para aceptar las leyes de la vida y del amor. Según la mitología y la caracterización dramática de Sófocles, Antígona consagró su vida a Yocasta y Edipo: sus padres.
COMPLEJO DE AQUILES. Tendencia a ocultar la propia debilidad, la impotencia o la homosexualidad bajo la apariencia de invulnerabilidad o heroísmo. Aquiles, héroe del poema homérico "La Ilíada", fue sumergido por su madre en la laguna Estigia para lograr que su cuerpo quedara inmune a las heridas; sin embargo, el talón, por donde lo sujetaba su madre, no logró ser bañado por el agua mágica y permaneció vulnerable. El término fue utilizado por primera vez por el escritor francés Pierre Audiat.
COMPLEJO DE ARISTÓTELES. Rebelión del hijo contra el padre, del discípulo contra el maestro. El nombre alude a la oposición que tuvo Aristóteles hacia su maestro Platón. El discípulo trata de destruir la obra de su iniciador para imponer la suya, nueva y propia. Alfred Adler modificó las doctrinas psicoanalíticas de su maestro Freud para imponer sus propias teorías. Reza un adagio antiguo:"El iniciado mata siempre a su iniciador".
COMPLEJO DE BOVARY. Llamado más corrientemente "bovarismo", deriva de la famosa novela de Gustave Flaubert "Madame Bovary". En términos psicopatológicos, el bovarismo consiste en una alteración del sentido de la realidad, de raíz esquizoide, por la que una persona se considera otra de la que realmente es. Introdujo el término el psicólogo francés Jules de Gaultier, antes del advenimiento de Freud y del psicoanálisis.
COMPLEJO DE BRUMMEL. Excesiva elegancia en el vestir que compensa, en el fondo, un fuerte sentimiento de inferioridad. El nombre recuerda a Jorge Brummer (1778-1840), “dandy” (persona elegante) famoso de la Corte de Inglaterra, que actuó como un verdadero dictador de la moda de su tiempo.
COMPLEJO DE BRUNILDA. Tendencia de las jóvenes a querer ver en su novio un superhombre o un héroe, sobrevaloración que después del matrimonio se cambia en una desvalorización absoluta. En el caso, el hombre sigue siendo el mismo, cambia sólo la actitud de la mujer. En la leyenda germánica la walkiria Brunilda sólo se muestra dispuesta a casarse con un varón capaz de vencerla en toda clase de ejercicios físicos. Mediante un engaño Sigfrido logra vencerla y conquistarla. Brunilda descubre el engaño y exige la muerte del ofensor.
COMPLEJO DE CAÍN. La figura bíblica de Caín se invoca para caracterizar la peculiar psicología del primogénito, celoso del hijo segundo a quien considera como un "intruso" y un rival. Al de Caín se opone el complejo de Abel. El psicólogo francés Charles Badouin, el primero en usar el término escribe: "El niño al que le cabe en suerte un hermanito o una hermanita, reacciona primero, muy generalmente, con unos celos desmedidos y de carácter completamente animal, que subsisten luego, latentes y más o menos bien reprimidos. La hostilidad del menor frente al mayor aparece como una réplica natural a dicha hostilidad". Según Freud, la rivalidad existente entre los hermanos sería la base de la justicia. "El instinto gregario se va formando sólo paulatinamente como efecto de las relaciones entre hijos y padres y como reacción al sentimiento de celos con que el hijo mayor empieza por acoger la intrusión del hijo menor. El primero descartaría de muy buena gana a éste último, para separarle de los padres y despojarle de todos sus derechos; pero en presencia del amor igual que los padres manifiestan hacia todos sus hijos, y ante la imposibilidad de mantener a la larga dicha actitud hostil, sin perjuicio para aquellos mismos que empezaron por adoptarla, acaba por operarse una identificación entre todos los hijos, y se constituye un sentimiento de comunidad que experimentará en la escuela su desarrollo ulterior. La primera exigencia que nace de esta reacción, es la de justicia, de trato igual para todos". (Ensayos de Psicoanálisis).
COMPLEJO DE CRESO. El nombre del último rey de Lidia (560-546 A.C.), el de las más fabulosas riquezas que recuerde la Historia, designa al complejo que se manifiesta por la búsqueda patológica de superioridad por medio del derroche del dinero, el mecenazgo y las propinas principescas.
COMPLEJO DE DAFNE. Miedo de las jóvenes ante la sexualidad. Se le llama también "angustia de penetración". La ninfa Dafne, en la mitología griega, era perseguida por Apolo. En el momento en que el enamorado dios estaba a punto de alcanzarla, la ninfa se transformó en laurel.
COMPLEJO DE EDIPO. Amor patológico del hijo por la madre. Según Freud, todo niño subconscientemente desea a su madre y odia a su padre. "El pequeño se da cuenta - escribe el psicoanalista - de que el padre le cierra el camino conducente hacia la madre; su identificación con el padre toma un matiz de hostilidad, debido a este mismo hecho, y acaba por confundirse con el deseo de sustituir al padre junto a la madre". Esta situación surge entre el tercer y quinto año de la vida, y se resuelve en el sexto. Muchos no logran superar este conflicto psicoemotivo y canalizarlo en un amor normal. La no superación significa una grave perturbación evolutiva a una neurosis. El de Edipo fue el primer complejo descubierto y descrito por Freud. El nombre proviene de la mitología griega y la historia fue recreada por Sófocles en una tragedia.
COMPLEJO DE ELECTRA. Término propuesto por Jung para designar la contrapartida del Complejo de Edipo. Fijación afectiva de la niña en la figura del padre. Según la leyenda griega, Electra, hija de Agamenón y Clitemnestra, vengó a su padre quien fuera asesinado por Egisto, amante de Clitemnestra. Azuzó a su hermano Orestes para que diera muerte a su madre y a Egisto, asesinos del padre de ambos.
COMPLEJO DE EMPÉDOCLES. El nombre corresponde a un filósofo griego del siglo V que se precipitó al cráter del volcán Etna para hacerse famoso por su suicidio. El complejo designa la compulsión al suicidio por realzar el propio equilibrio autoestimativo quebrantado apareciendo como un "héroe" ante sí y los demás.
COMPLEJO DE ERÓSTRATO. Según la leyenda, Eróstrato incendió el templo de Diana, en Éfeso, para pasar a la posteridad, ya que no tenía ningún mérito para conseguir fama. Forma peculiar del complejo de inferioridad de gran incidencia criminógena. No importan los medios con tal de distinguirse, sobresalir, que se hable de uno. Declaración frecuente en los cuarteles de policía: "Lo hice porque quería salir en los medios". Haebig, el asesino de la calle Dardignac, ejemplifica el complejo.
COMPLEJO DE HAMLET. Vacilación para actuar debido a la duda, el escrúpulo y la meditación excesiva. El príncipe de Dinamarca de la obra de Shakespeare resulta el símbolo de la irresolución.
COMPLEJO DE JOB. Nombre global dado a las dolencias "psicógenas" de la piel. Se ha observado proclividad a las dermatitis psicosomáticas en personas que se ofenden con facilidad, que se sienten agraviadas, con o sin motivo. En general las alteraciones dérmicas desaparecen cuando se reestablece el equilibrio autoestimativo y desaparece el sentimiento de agravio. El nombre, creado por el psicoanalista norteamericano Félix Deutsch, recuerda al patriarca bíblico Job, quien tuvo que soportar como prueba divina, todo tipo de sufrimientos y plagas, incluyendo ulceraciones de la piel. En este caso, se involucra la denominada “somatización” de una experiencia psicológica conflictiva. Somatización = efecto de una experiencia en el organismo o el cuerpo (soma).
COMPLEJO DE JUDAS. Animo de traición impulsado por el resentimiento. El sujeto no soporta la superioridad, sobretodo moral, de otra persona de mayor valía, y con sus deslealtades y perfidias procura reestablecer inconscientemente su equilibrio autoestimativo quebrantado. Las treinta monedas de plata no explican suficientemente la villanía de Judas Iscariote, cuyo nombre ostenta el complejo.
COMPLEJO DE LA CENICIENTA. Compensación elaborada por el niño más pequeño o poco querido de la familia. Tema folklórico de muchos cuentos. El hijo menos querido será el que más tarde salvará, gracias a su talento, a toda la familia que se encuentra en una situación dramática; colocado en una situación desmedrada, de víctima, el mundo reconocerá sus méritos.
COMPLEJO DE MÜNCHAUSEN. Mentiras, historias inverosímiles en las que el narrador, protagonista de sus cuentos, se impone como "superior" sobre sus oyentes. Mecanismo de compensación a una situación de inferioridad. El barón de Münchhausen protagoniza tres novelas del siglo XVIII en las que relata aventuras extraordinarias e inverosímiles que lindan con el absurdo. Como personaje literario es el prototipo del mentiroso que busca autosatisfacción y aceptación social.
COMPLEJO DE NARCISO, NARCISISMO. Sobreestimación de sí mismo. Fase infantil del desarrollo caracterizada por el deso de ser amado, con preferencia al deseo de amar. El narcisista no logra superar esta fase evolutiva, queda atrapado en el yo. En la elección del objeto amoroso escogerá siempre bajo la influencia inconsciente de la imagen que se tiene formada de su propio yo, buscando en él una especie de réplica de sí mismo. En la mitología griega, Narciso era un bello pastor que, al inclinarse sobre el agua de una fuente para beber, percibió su imagen y se enamoró de sí mismo.
COMPLEJO DE OTELO. Sentimiento morboso de celos. Celoso por antonomasia, la obra “El Moro de Venecia” de Shakespeare da su nombre al complejo.
COMPLEJO DE PULGARCITO. El hijo menor de una familia en que hay numerosos hermanos y hermanas acusa una psicología particular. Señaló Adler el hecho de que, por regla general, allí donde hay muchos hermanos suele ser el más pequeño el que llegue más lejos en la vida. Supercompensación obtenida por el niño más joven, o el niño malogrado y despreciado por la familia. El propio Adler señaló al respecto el cuento popular "Pulgarcito".
Autor y fuente: Indeterminados.
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En general, complejo es un “conjunto de ideas, tendencias y emociones que permanecen en el inconsciente y que pueden determinar la personalidad o conducta de un sujeto”. Algunos con conocidos, como el complejo de inferioridad, el complejo de culpa, el complejo de Edipo, etc.
Sin embargo, la psicología ha logrado establecer otros complejos no tan comunes, pero igualmente importantes de conocer, asociándolos con personajes históricos o fantásticos cuya personalidad, real o ficticia, es representativa de dichos rasgos.
He aquí un breve listado de esos complejos que no siempre aparecen en los libros habituales de psicología:
COMPLEJO DE AGAR Y SARA. Tendencia masculina o a veces inconsciente a clasificar a las mujeres en dos grupos: las buenas, puras e intocables a semejanza de la madre; y a las malas, aptas para la satisfacción sexual, pero indignas de amor. El hecho fue anotado por Freud y bautizado por la pscicoanalista francesa Maryse Choisy, aludiendo a un episodio bíblico: Sara, mujer de Abrahám, creyó que no podía tener hijos y autorizó a su esposo para que cohabitara con su esclava egipcia Agar, de la que tuvo un hijo llamado Ismael. Pero como más tarde Sara tuvo un hijo, Isaac, el patriarca expulsó de su casa a Agar e Ismael.
COMPLEJO DE AGRIPINA. Tiene el mismo significado que el complejo de Edipo, descrito por Freud. Sin embargo los psiquiatras belgas Sollier y Courbon reprocharon la denominación freudiana ya que el Edipo de la leyenda griega no sabía que cometía un incesto, pues desconocía el hecho de que su esposa, Yocasta, era en realidad su madre. Consideran más adecuado el término Complejo de Agripina, en razón de que la emperatriz romana de ese nombre trató de seducir a su hijo Nerón.
COMPLEJO DE ALEJANDRO. Resentimiento del hijo contra el padre. Se cuenta que Alejandro Magno, al enterarse de los triunfos bélicos de su padre Filipo de Macedonia, exclamó con ira y desaliento: "Mi padre no me deja ya nada por conquistar". En este caso los psicoanalistas hablan de una "ofensa narcisista del yo". Federico el Grande sufría de este complejo y su biografía se corta en dos mitades: neurótica, mientras vivía su progenitor, y normalidad cuando ciñó la corona.
COMPLEJO DE ANTÍFONA. Fijación excesiva en la figura de la madre e incapacidad para aceptar las leyes de la vida y del amor. Según la mitología y la caracterización dramática de Sófocles, Antígona consagró su vida a Yocasta y Edipo: sus padres.
COMPLEJO DE AQUILES. Tendencia a ocultar la propia debilidad, la impotencia o la homosexualidad bajo la apariencia de invulnerabilidad o heroísmo. Aquiles, héroe del poema homérico "La Ilíada", fue sumergido por su madre en la laguna Estigia para lograr que su cuerpo quedara inmune a las heridas; sin embargo, el talón, por donde lo sujetaba su madre, no logró ser bañado por el agua mágica y permaneció vulnerable. El término fue utilizado por primera vez por el escritor francés Pierre Audiat.
COMPLEJO DE ARISTÓTELES. Rebelión del hijo contra el padre, del discípulo contra el maestro. El nombre alude a la oposición que tuvo Aristóteles hacia su maestro Platón. El discípulo trata de destruir la obra de su iniciador para imponer la suya, nueva y propia. Alfred Adler modificó las doctrinas psicoanalíticas de su maestro Freud para imponer sus propias teorías. Reza un adagio antiguo:"El iniciado mata siempre a su iniciador".
COMPLEJO DE BOVARY. Llamado más corrientemente "bovarismo", deriva de la famosa novela de Gustave Flaubert "Madame Bovary". En términos psicopatológicos, el bovarismo consiste en una alteración del sentido de la realidad, de raíz esquizoide, por la que una persona se considera otra de la que realmente es. Introdujo el término el psicólogo francés Jules de Gaultier, antes del advenimiento de Freud y del psicoanálisis.
COMPLEJO DE BRUMMEL. Excesiva elegancia en el vestir que compensa, en el fondo, un fuerte sentimiento de inferioridad. El nombre recuerda a Jorge Brummer (1778-1840), “dandy” (persona elegante) famoso de la Corte de Inglaterra, que actuó como un verdadero dictador de la moda de su tiempo.
COMPLEJO DE BRUNILDA. Tendencia de las jóvenes a querer ver en su novio un superhombre o un héroe, sobrevaloración que después del matrimonio se cambia en una desvalorización absoluta. En el caso, el hombre sigue siendo el mismo, cambia sólo la actitud de la mujer. En la leyenda germánica la walkiria Brunilda sólo se muestra dispuesta a casarse con un varón capaz de vencerla en toda clase de ejercicios físicos. Mediante un engaño Sigfrido logra vencerla y conquistarla. Brunilda descubre el engaño y exige la muerte del ofensor.
COMPLEJO DE CAÍN. La figura bíblica de Caín se invoca para caracterizar la peculiar psicología del primogénito, celoso del hijo segundo a quien considera como un "intruso" y un rival. Al de Caín se opone el complejo de Abel. El psicólogo francés Charles Badouin, el primero en usar el término escribe: "El niño al que le cabe en suerte un hermanito o una hermanita, reacciona primero, muy generalmente, con unos celos desmedidos y de carácter completamente animal, que subsisten luego, latentes y más o menos bien reprimidos. La hostilidad del menor frente al mayor aparece como una réplica natural a dicha hostilidad". Según Freud, la rivalidad existente entre los hermanos sería la base de la justicia. "El instinto gregario se va formando sólo paulatinamente como efecto de las relaciones entre hijos y padres y como reacción al sentimiento de celos con que el hijo mayor empieza por acoger la intrusión del hijo menor. El primero descartaría de muy buena gana a éste último, para separarle de los padres y despojarle de todos sus derechos; pero en presencia del amor igual que los padres manifiestan hacia todos sus hijos, y ante la imposibilidad de mantener a la larga dicha actitud hostil, sin perjuicio para aquellos mismos que empezaron por adoptarla, acaba por operarse una identificación entre todos los hijos, y se constituye un sentimiento de comunidad que experimentará en la escuela su desarrollo ulterior. La primera exigencia que nace de esta reacción, es la de justicia, de trato igual para todos". (Ensayos de Psicoanálisis).
COMPLEJO DE CRESO. El nombre del último rey de Lidia (560-546 A.C.), el de las más fabulosas riquezas que recuerde la Historia, designa al complejo que se manifiesta por la búsqueda patológica de superioridad por medio del derroche del dinero, el mecenazgo y las propinas principescas.
COMPLEJO DE DAFNE. Miedo de las jóvenes ante la sexualidad. Se le llama también "angustia de penetración". La ninfa Dafne, en la mitología griega, era perseguida por Apolo. En el momento en que el enamorado dios estaba a punto de alcanzarla, la ninfa se transformó en laurel.
COMPLEJO DE EDIPO. Amor patológico del hijo por la madre. Según Freud, todo niño subconscientemente desea a su madre y odia a su padre. "El pequeño se da cuenta - escribe el psicoanalista - de que el padre le cierra el camino conducente hacia la madre; su identificación con el padre toma un matiz de hostilidad, debido a este mismo hecho, y acaba por confundirse con el deseo de sustituir al padre junto a la madre". Esta situación surge entre el tercer y quinto año de la vida, y se resuelve en el sexto. Muchos no logran superar este conflicto psicoemotivo y canalizarlo en un amor normal. La no superación significa una grave perturbación evolutiva a una neurosis. El de Edipo fue el primer complejo descubierto y descrito por Freud. El nombre proviene de la mitología griega y la historia fue recreada por Sófocles en una tragedia.
COMPLEJO DE ELECTRA. Término propuesto por Jung para designar la contrapartida del Complejo de Edipo. Fijación afectiva de la niña en la figura del padre. Según la leyenda griega, Electra, hija de Agamenón y Clitemnestra, vengó a su padre quien fuera asesinado por Egisto, amante de Clitemnestra. Azuzó a su hermano Orestes para que diera muerte a su madre y a Egisto, asesinos del padre de ambos.
COMPLEJO DE EMPÉDOCLES. El nombre corresponde a un filósofo griego del siglo V que se precipitó al cráter del volcán Etna para hacerse famoso por su suicidio. El complejo designa la compulsión al suicidio por realzar el propio equilibrio autoestimativo quebrantado apareciendo como un "héroe" ante sí y los demás.
COMPLEJO DE ERÓSTRATO. Según la leyenda, Eróstrato incendió el templo de Diana, en Éfeso, para pasar a la posteridad, ya que no tenía ningún mérito para conseguir fama. Forma peculiar del complejo de inferioridad de gran incidencia criminógena. No importan los medios con tal de distinguirse, sobresalir, que se hable de uno. Declaración frecuente en los cuarteles de policía: "Lo hice porque quería salir en los medios". Haebig, el asesino de la calle Dardignac, ejemplifica el complejo.
COMPLEJO DE HAMLET. Vacilación para actuar debido a la duda, el escrúpulo y la meditación excesiva. El príncipe de Dinamarca de la obra de Shakespeare resulta el símbolo de la irresolución.
COMPLEJO DE JOB. Nombre global dado a las dolencias "psicógenas" de la piel. Se ha observado proclividad a las dermatitis psicosomáticas en personas que se ofenden con facilidad, que se sienten agraviadas, con o sin motivo. En general las alteraciones dérmicas desaparecen cuando se reestablece el equilibrio autoestimativo y desaparece el sentimiento de agravio. El nombre, creado por el psicoanalista norteamericano Félix Deutsch, recuerda al patriarca bíblico Job, quien tuvo que soportar como prueba divina, todo tipo de sufrimientos y plagas, incluyendo ulceraciones de la piel. En este caso, se involucra la denominada “somatización” de una experiencia psicológica conflictiva. Somatización = efecto de una experiencia en el organismo o el cuerpo (soma).
COMPLEJO DE JUDAS. Animo de traición impulsado por el resentimiento. El sujeto no soporta la superioridad, sobretodo moral, de otra persona de mayor valía, y con sus deslealtades y perfidias procura reestablecer inconscientemente su equilibrio autoestimativo quebrantado. Las treinta monedas de plata no explican suficientemente la villanía de Judas Iscariote, cuyo nombre ostenta el complejo.
COMPLEJO DE LA CENICIENTA. Compensación elaborada por el niño más pequeño o poco querido de la familia. Tema folklórico de muchos cuentos. El hijo menos querido será el que más tarde salvará, gracias a su talento, a toda la familia que se encuentra en una situación dramática; colocado en una situación desmedrada, de víctima, el mundo reconocerá sus méritos.
COMPLEJO DE MÜNCHAUSEN. Mentiras, historias inverosímiles en las que el narrador, protagonista de sus cuentos, se impone como "superior" sobre sus oyentes. Mecanismo de compensación a una situación de inferioridad. El barón de Münchhausen protagoniza tres novelas del siglo XVIII en las que relata aventuras extraordinarias e inverosímiles que lindan con el absurdo. Como personaje literario es el prototipo del mentiroso que busca autosatisfacción y aceptación social.
COMPLEJO DE NARCISO, NARCISISMO. Sobreestimación de sí mismo. Fase infantil del desarrollo caracterizada por el deso de ser amado, con preferencia al deseo de amar. El narcisista no logra superar esta fase evolutiva, queda atrapado en el yo. En la elección del objeto amoroso escogerá siempre bajo la influencia inconsciente de la imagen que se tiene formada de su propio yo, buscando en él una especie de réplica de sí mismo. En la mitología griega, Narciso era un bello pastor que, al inclinarse sobre el agua de una fuente para beber, percibió su imagen y se enamoró de sí mismo.
COMPLEJO DE OTELO. Sentimiento morboso de celos. Celoso por antonomasia, la obra “El Moro de Venecia” de Shakespeare da su nombre al complejo.
COMPLEJO DE PULGARCITO. El hijo menor de una familia en que hay numerosos hermanos y hermanas acusa una psicología particular. Señaló Adler el hecho de que, por regla general, allí donde hay muchos hermanos suele ser el más pequeño el que llegue más lejos en la vida. Supercompensación obtenida por el niño más joven, o el niño malogrado y despreciado por la familia. El propio Adler señaló al respecto el cuento popular "Pulgarcito".
Autor y fuente: Indeterminados.
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