Fuente: “Enciclopedia Popular”. Editores Asociados S. A. Buenos Aires. Abril. 1992.
¿Usted sabía que si se ingieren determinados alimentos se puede provocar un cortocircuito en el cuerpo? Recientes investigaciones han establecido que cada cosa que comemos tiene carga positiva, negativa o neutra. Para que se alimente bien, y con la energía adecuada, aquí le explicamos todo.
Todos los alimentos tienen electricidad. Como la atmósfera, igual que el planeta Tierra, los productos que Natura generosa proporciona al ser humano para llevarlos a su estómago tienen —efectivamente— carga bio-eléctrica. La idea puede parecer excéntrica y sin embargo, es cierta.
Muchísimas investigaciones de avanzada, han revelado que alimentos tales como la lechuga, los dátiles y los huevos entre tantas otras exquisiteces de la gastronomía, poseen carga neutra, positiva y negativa respectivamente.
Por supuesto, el organismo manifestará frente a cada uno de ellos una reacción diferente. Así, frente a un comestible electropositivo, el cuerpo eléctrico –tal como denominan los investigadores al encargado de transformar las energías microcósmicas– responderá con un impulso electronegativo equivalente y lo transmitirá a las glándulas de secreción interna, así como también a los órganos digestivos.
Si por el contrario el comensal ingiere un alimento electronegativo, la respuesta será de una carga equivalente con el signo opuesto. Finalmente, si el producto que se ingiere es neutro, el impulso respuesta será de menor intensidad. En este caso, como en los anteriores, el proceso digestivo será correcto, aunque –claro– se cumplirá en una forma más lenta.
Tal vez, lo que resulte más sorprendente es que ciertas combinaciones pueden producir un cortocircuito. ¿Cómo? Mezclando alimentos con electricidad antagónica, lo que generará una respuesta confusa por parte del cuerpo que transmitirá un débil impulso al aparato digestivo y las glándulas endocrinas. Pero además ocasionará una mala digestión y el cuerpo deberá hacer excesivos esfuerzos para eliminar los elementos perjudiciales.
Una continua y prolongada combinación de estas características terminará produciendo enfermedades, ya que las defensas cederán, los órganos de eliminación serán insuficientes y el proceso de intercambio celular se alterará.
Para evitar el cortocircuito se recomienda no mezclar en una misma ingesta alimentos positivos y negativos. Lo ideal para el cuerpo humano es combinar alimentos de un solo signo y neutros con hasta un diez por ciento de productos del signo contrario.
Pero, ¿cuáles son los alimentos que corresponden a cada una de las categorías? La leche, sus derivados y los vegetales que contienen semilla dentro de la pulpa son electro-positivos. En cambio, los vegetales con bulbo, los comestibles de hojas verdes, los caracoles, los crustáceos, los peces y las carnes de ave o vacuna pertenecen a la categoría electronegativa. Finalmente, los huevos y todos aquellos alimentos provenientes del reino vegetal que contienen la semilla dentro de la cáscara -desde las frutas secas hasta los cereales- son neutros.
POSITIVOS: Aceite de oliva. Aceite de uva. Aceitunas. Ajíes. Arvejas. Ananá. Banana. Berenjenas. Calabazas. Cerezas. Chauchas. Ciruelas. Dátiles. Damascos. Duraznos. Frutillas. Habas frescas. Higos. Lima. Limón. Mandarina. Manzana.
NEGATIVOS: Aceite de girasol. Aceite de maní. Aceite de maíz. Almendras. Arvejas secas. Arroz. Avena. Avellanas. Castañas. Cebada. Centeno. Coco. Garbanzos. Lentejas. Maníes. Maíz. Melaza. Nueces. Pan de trigo. Porotos. Soja. Trigo. Huevos.
NEUTROS: Acelga. Ajo. Albahaca. Alfalfa. Apio. Aves. Batata. Brócoli. Caracoles. Carne vacuna. Cebolla. Coliflor. Escarola. Espárragos. Espinaca. Hinojo. Lechuga. Mandioca. Mariscos. Nabo. Orégano. Papa. Pescados. Puerro. Perejil. Radicheta. Remolacha. Reptiles. Zanahoria.
¿Usted sabía que si se ingieren determinados alimentos se puede provocar un cortocircuito en el cuerpo? Recientes investigaciones han establecido que cada cosa que comemos tiene carga positiva, negativa o neutra. Para que se alimente bien, y con la energía adecuada, aquí le explicamos todo.
Todos los alimentos tienen electricidad. Como la atmósfera, igual que el planeta Tierra, los productos que Natura generosa proporciona al ser humano para llevarlos a su estómago tienen —efectivamente— carga bio-eléctrica. La idea puede parecer excéntrica y sin embargo, es cierta.
Muchísimas investigaciones de avanzada, han revelado que alimentos tales como la lechuga, los dátiles y los huevos entre tantas otras exquisiteces de la gastronomía, poseen carga neutra, positiva y negativa respectivamente.
Por supuesto, el organismo manifestará frente a cada uno de ellos una reacción diferente. Así, frente a un comestible electropositivo, el cuerpo eléctrico –tal como denominan los investigadores al encargado de transformar las energías microcósmicas– responderá con un impulso electronegativo equivalente y lo transmitirá a las glándulas de secreción interna, así como también a los órganos digestivos.
Si por el contrario el comensal ingiere un alimento electronegativo, la respuesta será de una carga equivalente con el signo opuesto. Finalmente, si el producto que se ingiere es neutro, el impulso respuesta será de menor intensidad. En este caso, como en los anteriores, el proceso digestivo será correcto, aunque –claro– se cumplirá en una forma más lenta.
Tal vez, lo que resulte más sorprendente es que ciertas combinaciones pueden producir un cortocircuito. ¿Cómo? Mezclando alimentos con electricidad antagónica, lo que generará una respuesta confusa por parte del cuerpo que transmitirá un débil impulso al aparato digestivo y las glándulas endocrinas. Pero además ocasionará una mala digestión y el cuerpo deberá hacer excesivos esfuerzos para eliminar los elementos perjudiciales.
Una continua y prolongada combinación de estas características terminará produciendo enfermedades, ya que las defensas cederán, los órganos de eliminación serán insuficientes y el proceso de intercambio celular se alterará.
Para evitar el cortocircuito se recomienda no mezclar en una misma ingesta alimentos positivos y negativos. Lo ideal para el cuerpo humano es combinar alimentos de un solo signo y neutros con hasta un diez por ciento de productos del signo contrario.
Pero, ¿cuáles son los alimentos que corresponden a cada una de las categorías? La leche, sus derivados y los vegetales que contienen semilla dentro de la pulpa son electro-positivos. En cambio, los vegetales con bulbo, los comestibles de hojas verdes, los caracoles, los crustáceos, los peces y las carnes de ave o vacuna pertenecen a la categoría electronegativa. Finalmente, los huevos y todos aquellos alimentos provenientes del reino vegetal que contienen la semilla dentro de la cáscara -desde las frutas secas hasta los cereales- son neutros.
POSITIVOS: Aceite de oliva. Aceite de uva. Aceitunas. Ajíes. Arvejas. Ananá. Banana. Berenjenas. Calabazas. Cerezas. Chauchas. Ciruelas. Dátiles. Damascos. Duraznos. Frutillas. Habas frescas. Higos. Lima. Limón. Mandarina. Manzana.
NEGATIVOS: Aceite de girasol. Aceite de maní. Aceite de maíz. Almendras. Arvejas secas. Arroz. Avena. Avellanas. Castañas. Cebada. Centeno. Coco. Garbanzos. Lentejas. Maníes. Maíz. Melaza. Nueces. Pan de trigo. Porotos. Soja. Trigo. Huevos.
NEUTROS: Acelga. Ajo. Albahaca. Alfalfa. Apio. Aves. Batata. Brócoli. Caracoles. Carne vacuna. Cebolla. Coliflor. Escarola. Espárragos. Espinaca. Hinojo. Lechuga. Mandioca. Mariscos. Nabo. Orégano. Papa. Pescados. Puerro. Perejil. Radicheta. Remolacha. Reptiles. Zanahoria.
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