domingo, 21 de diciembre de 2014

Amor siempre, maltrato nunca

Nada justifica el maltrato entre dos personas que dicen amarse porque si hay maltrato entonces no hay amor en ninguna de sus formas posibles.

Nothing justifies the abuse between two people that say to be loved because if there is abuse then there is not love in none in their possible ways.

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Simplemente, ningún tipo de maltrato debe ser tolerable.

Los derechos humanos son universales, inalienables (forman parte de tu esencia) y están concebidos para todas las personas. Destacan la autonomía individual y el desarrollo de la libre personalidad del individuo (libertad de expresión de ideas, de tener una vida privada y de tener iniciativa), así como la inviolabilidad de la condición humana.
No tienes que hacer ningún curso especial para ser adjudicatario de tales derechos, te corresponden en tanto estés vivo. Los límites del poder en general y del amor de pareja en particular se configuran precisamente en los derechos humanos, no importa cuánto ames.

Bienvenido al mundo real. Tenías un tesoro que no sabías, un baluarte que no utilizabas.

Un breve repaso y extensión de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a los vínculos afectivos nos muestra que muchos de estos derechos se violan sistemáticamente en las relaciones de pareja y que simplemente lo aceptamos porque están amparados por el "manto sagrado" del amor. Veamos:

Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Es evidente: ninguna restricción a tu libertad ni riesgos para tu vida, así sea en el nombre del amor, es válida. La base segura no es negociable en ninguna relación. Debes tener la certeza de que no te lastimarán intencionalmente. Si deseas entregarte en alma y vida a tu pareja, que sea en pleno uso de tus facultades, sin presiones, culpa, miedo o apego. El altruismo no riñe con este artículo, si tú lo decides.

Artículo 4: Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre: la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas las formas.

¡Se prohíbe la esclavitud y la servidumbre! "Toda forma de esclavitud", incluso aquella que se ampara en un supuesto amor. Aunque no lo creas, mucha gente establece relaciones de pareja sin someterse. Si bien durante el enamoramiento una forma de esclavitud bioquímica, socialmente aceptada y glorificada por la cultura, hace su aparición, la naturaleza te libera al cabo de dos o tres años.
La esclavitud se fundamenta en la idea macabra de que unos tienen más derechos o son esencialmente más valiosos que otros. ¿Habrá mayor dicha que amar de igual a igual, sin miedos y sin estratagemas, a corazón abierto? Eres esclava o esclavo cuando tu libertad no te pertenece.
¿Cuál es su consecuencia? La explotación.

Artículo 5: Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

(…) Las palabras "cruel", "inhumano" o "degradante", no son sinónimos de silla eléctrica o cámara de gas. Menospreciar, ignorar o burlarse sistemáticamente de la pareja es inhumano. Desprestigiar a la persona que amas o denigrar de ella indica que no la amas sanamente o que no la amas.
¿Quién no ha levantado la voz o ha ofendido alguna vez a alguien en una discusión? ¿Y quién no se ha arrepentido luego? No hablo de esos brotes esporádicos que se dan al calor de una disputa (aunque no los justifico y reconozco que pueden llegar a ser peligrosos), me refiero a la tortura consistente, sistemática y a mansalva, cuyo fin es provocar deliberadamente el dolor ajeno. Recuerdo la película “Durmiendo con el enemigo”, que cuenta la historia de un hombre que se dedica obsesivamente a encontrarle errores y defectos a su mujer.

Artículo 12: Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en la vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o su reputación.

Tienes derecho a la intimidad ¿Qué implica esto? Mantener tus espacios, tu territorialidad, tu microcosmos, sin que te invadan tu privacidad o te asalten en tu buen nombre. Los ataques a tu honra son una forma de discriminación y de maltrato psicológico.
¿Hay que contarle todo a la pareja o debe haber algunos secretos en una relación? Pues si te adscribes a la modalidad de fusión/comunión, de ser una unidad, habría una sola mente y los pensamientos de tu pareja y los tuyos estarían entremezclados en un gran enredo informacional; cada quien tendría acceso libre y directo a todos los aspectos de la vida psicológica, afectiva y comportamental del otro. Tu soberanía personal quedaría al descubierto.
Algunas personas piensan que "estar enamorados" y/o casados les da autorización para ejercer el papel de fiscal o de auditor permanente. Investigar al otro, revisar su base de datos, expropiar la vida privada sin ningún tipo de consideración: "Lo tuyo es mío", o peor: "Si no me das carta abierta para estar en cada rincón de tu mente y de tu corazón, tienes algo que esconder o no me amas". Paranoia y simbiosis.
¿De dónde sacamos que el vínculo afectivo justifica el "examen" y la fiscalización de la reserva personal? Sólo podemos llegar hasta donde la dignidad de nuestra pareja lo permita. Y si no nos gusta esa zona de exclusión, debemos revisar la relación que hemos establecido con ella.
Es evidente que los miembros de una pareja, así haya amor, deben mantener cierta privacidad: mis ideas, mis sueños, mis amigos y nuestras ideas, nuestros sueños, nuestros amigos. El autoritarismo y el totalitarismo, siempre y sin excepción, se oponen al amor respetuoso.

Fuente: Walter Riso: "Los límites del amor. Hasta dónde amarte sin renunciar a lo que soy".

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