Resumen sencillo e información básica sobre los datos personales y
actividad gubernamental de los presidentes bolivianos.
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basic summarize and basic information on the personal data and the Bolivian
presidents' government activity.
GRAN MARISCAL ANTONIO JOSÉ DE SUCRE Y ALCALÁ.
Lugar y fecha de nacimiento: En Cumaná, Venezuela, el 3 de febrero de
1795.
Profesión: Militar especializado en Ingeniería. Estratega, Político,
Filósofo y Soldado.
Títulos y Honores: Forjador de la nación boliviana. Segundo Presidente
de Bolivia. Gran Mariscal de Ayacucho. General en Jefe del Ejército Unido
Libertador.
Exaltación al mando: 2 de enero de 1826.
Conclusión del mando: 18 de abril de 1828.
Tiempo de su mandato: 2 años de fructífera administración.
Fecha y lugar de su fallecimiento: Murió en Berruecos el 3 de junio
1830.
Causa de su muerte: Asesinato.
Estableció la
República y dividió al país en departamentos, provincias,
cantones, aldeas y villorrios. Creó escuelas a base de conventos. Implantó la
abolición de la esclavitud. Proclamó la libertad de prensa. Reglamentó
contribuciones. Estableció el crédito público. Defendió los caudales públicos
restringiendo gastos. Celebró tratados con el Perú para la cesión de la costa
desde el Cabo Sama hasta el río Loa. Ordenó desocupación inmediata del oriente
ante la invasión brasileña.
Durante la administración de Sucre, el diputado por Potosí, Presbítero
Manuel Martín Cruz, hizo dictar la ley que reforma el nombre de la República Bolívar
por el de Bolivia.
Se reformó el pabellón nacional, sustituyendo la franja superior verde,
por la franja amarilla. Organizó la Corte Suprema de Justicia el 16 de julio 1827. Introdujo
en Bolivia un gobierno “modelo” al inaugurar el período republicano. Fue el
verdadero creador de Bolivia, su organizador inteligente y esforzado.
Nació en Cumaná, ahora capital del Estado venezolano que lleva su
nombre, el 3 de febrero de 1795. Hijo de Vicente Sucre y de Manuela de Alcalá.
Se alistó en las filas del ejército patriota a la edad de 15 años,
destacándose como oficial de Artillería y experto en fortificaciones. Rasgos
notorios de su educación y su carácter fueron su extraordinaria capacidad de
análisis, su responsabilidad y su resolución. Cumplió, en el ejército Libertador
una carrera meteórica, ya que a los 17 años de edad era miembro del Estado
Mayor del Generalísimo Francisco de Miranda. La derrota de ese ejército lo
llevó al exilio en Trinidad. Esto le permitió dedicarse al estudio de las
matemáticas, el inglés, la historia universal y la cultura en general.
Cumplido su exilio, fue designado Jefe de Estado Mayor de Ejército
comandado por el General Santiago Mariño; sirvió también a órdenes de Urdaneta
y finalmente en el ejército de Bolívar, quien prontamente captó sus condiciones
de militar superior, evidentemente culto. Sucre ascendió rápidamente a General.
Bolívar le nombró Ministro interino de Guerra y Marina, haciéndole al
poco tiempo su Jefe de Estado Mayor. En tal calidad fue destinado a consolidar
la libertad del Ecuador, con el título de Comandante del Ejército Auxiliar de
Colombia.
Las batallas de Yaguachi, la primera que libró en Quito, y la de
Pichincha, dieron la ansiada y total independencia al Ecuador, Sucre fue
declarado libertador de este país.
Cumplida esta tarea, Bolívar destinó a Sucre a consolidar la libertad
del Perú, en el que fue bien recibido inicialmente. Impuso el orden, organizó
el ejército y preparó la resonante victoria de Bolívar en Junín, que constituyó
un rudo golpe para la corona, ya en trance de perderlo todo.
Fue en el campo de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, al mando de un
ejército de 6.000 hombres, frente a otro de 9.000 integrado por los realistas,
donde el joven general Sucre demostró su sapiencia táctica y estratégica, derrotando
al ejército comandado por el propio Virrey La Serna. Este se rindió
junto con su Estado Mayor, quedando prisionero junto con su Jefe de Estado
Mayor, tres mariscales, once generales, dieciséis coroneles, sesenta y ocho
tenientes coroneles, cuatrocientos ochenta y cuatro mayores, muchos más
oficiales subalternos y más de dos mil hombres de tropa. En esta batalla se
puso fin al dominio español en América, que se había prolongado por tres
siglos.
En el Alto Perú y contra la voluntad de Bolívar, convocó a una Asamblea General
que proclamó la independencia de este territorio y se constituyó en república,
decisiones que fueron confirmadas por el Libertador, contra su voluntad
inicialmente.
Sucre fue Presidente pese a muchas dificultades creadas por miembros del
Ejército Libertador descontentos y a los propios políticos bolivianos cuya
ambición no les permitía aceptar como primer mandatario a un extranjero. Sucre
tenía el propósito de abandonar el país en definitiva; pero la falta de
recursos económicos le impedía trasladar consigo a las tropas colombianas. Fue
entonces que en un amotinamiento, resultó víctima de un atentado consumado por
los granaderos colombianos. Aprovechando de estas dificultades, el general
peruano Agustín Gamarra invadió el país, lo que obligó al Mariscal a renunciar
a la presidencia, pese a lo cual fue apresado por el Coronel Pedro Blanco para
apresurar su salida del país.
Al abandonar Bolivia, el Gran Mariscal dejó un mensaje, un testamento
político, en el que pide “preservar por sobre todas las cosas la independencia
de Bolivia”.
Muy poco tiempo permaneció en Quito, en su hogar, pues, fue nuevamente
llamado por Bolívar que le nombró Comandante de la campaña para contrarrestar
un ataque peruano a Colombia. En la batalla del Portete de Tarqui alcanzó su
última victoria militar, esta vez sobre el ejército peruano comandado por La Mar y Gamarra. Elegido
presidente del Congreso fue víctima de la politiquería que le impulsó a dejarlo
todo y marcharse a Quito; pero, fue asesinado por orden de esos enemigos políticos,
no personales, en la montaña de Berruecos, el 3 de junio de 1830. Bolívar,
verdaderamente acongojado al recibir la noticia exclamó: “Se ha derramado la
sangre de Abel”. Posteriormente, comentó: “Yo creo que la mira de este crimen ha
sido privar a la patria de un sucesor mío”.
En Bolivia, la capital de la república lleva, honrada, su nombre.
Fuente: Floren Sanabria G. “Presidentes de Bolivia”. Editorial Proinsa. La
Paz. Texto oficial del sistema educativo
boliviano.
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