sábado, 9 de junio de 2012

Presidentes de Bolivia: Sucre


Resumen sencillo e información básica sobre los datos personales y actividad gubernamental de los presidentes bolivianos.

Fast and single basic summarize and basic information on the personal data and the Bolivian presidents' government activity.

GRAN MARISCAL ANTONIO JOSÉ DE SUCRE Y ALCALÁ.
Lugar y fecha de nacimiento: En Cumaná, Venezuela, el 3 de febrero de 1795.
Profesión: Militar especializado en Ingeniería. Estratega, Político, Filósofo y Soldado.
Títulos y Honores: Forjador de la nación boliviana. Segundo Presidente de Bolivia. Gran Mariscal de Ayacucho. General en Jefe del Ejército Unido Libertador.
Exaltación al mando: 2 de enero de 1826.
Conclusión del mando: 18 de abril de 1828.
Tiempo de su mandato: 2 años de fructífera administración.
Fecha y lugar de su fallecimiento: Murió en Berruecos el 3 de junio 1830.
Causa de su muerte: Asesinato.

Estableció la República y dividió al país en departamentos, provincias, cantones, aldeas y villorrios. Creó escuelas a base de conventos. Implantó la abolición de la esclavitud. Proclamó la libertad de prensa. Reglamentó contribuciones. Estableció el crédito público. Defendió los caudales públicos restringiendo gastos. Celebró tratados con el Perú para la cesión de la costa desde el Cabo Sama hasta el río Loa. Ordenó desocupación inmediata del oriente ante la invasión brasileña.
Durante la administración de Sucre, el diputado por Potosí, Presbítero Manuel Martín Cruz, hizo dictar la ley que reforma el nombre de la República Bolívar por el de Bolivia.
Se reformó el pabellón nacional, sustituyendo la franja superior verde, por la franja amarilla. Organizó la Corte Suprema de Justicia el 16 de julio 1827. Introdujo en Bolivia un gobierno “modelo” al inaugurar el período republicano. Fue el verdadero creador de Bolivia, su organizador inteligente y esforzado.
Nació en Cumaná, ahora capital del Estado venezolano que lleva su nombre, el 3 de febrero de 1795. Hijo de Vicente Sucre y de Manuela de Alcalá.
Se alistó en las filas del ejército patriota a la edad de 15 años, destacándose como oficial de Artillería y experto en fortificaciones. Rasgos notorios de su educación y su carácter fueron su extraordinaria capacidad de análisis, su responsabilidad y su resolución. Cumplió, en el ejército Libertador una carrera meteórica, ya que a los 17 años de edad era miembro del Estado Mayor del Generalísimo Francisco de Miranda. La derrota de ese ejército lo llevó al exilio en Trinidad. Esto le permitió dedicarse al estudio de las matemáticas, el inglés, la historia universal y la cultura en general.
Cumplido su exilio, fue designado Jefe de Estado Mayor de Ejército comandado por el General Santiago Mariño; sirvió también a órdenes de Urdaneta y finalmente en el ejército de Bolívar, quien prontamente captó sus condiciones de militar superior, evidentemente culto. Sucre ascendió rápidamente a General.
Bolívar le nombró Ministro interino de Guerra y Marina, haciéndole al poco tiempo su Jefe de Estado Mayor. En tal calidad fue destinado a consolidar la libertad del Ecuador, con el título de Comandante del Ejército Auxiliar de Colombia.
Las batallas de Yaguachi, la primera que libró en Quito, y la de Pichincha, dieron la ansiada y total independencia al Ecuador, Sucre fue declarado libertador de este país.
Cumplida esta tarea, Bolívar destinó a Sucre a consolidar la libertad del Perú, en el que fue bien recibido inicialmente. Impuso el orden, organizó el ejército y preparó la resonante victoria de Bolívar en Junín, que constituyó un rudo golpe para la corona, ya en trance de perderlo todo.
Fue en el campo de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, al mando de un ejército de 6.000 hombres, frente a otro de 9.000 integrado por los realistas, donde el joven general Sucre demostró su sapiencia táctica y estratégica, derrotando al ejército comandado por el propio Virrey La Serna. Este se rindió junto con su Estado Mayor, quedando prisionero junto con su Jefe de Estado Mayor, tres mariscales, once generales, dieciséis coroneles, sesenta y ocho tenientes coroneles, cuatrocientos ochenta y cuatro mayores, muchos más oficiales subalternos y más de dos mil hombres de tropa. En esta batalla se puso fin al dominio español en América, que se había prolongado por tres siglos.
En el Alto Perú y contra la voluntad de Bolívar, convocó a una Asamblea General que proclamó la independencia de este territorio y se constituyó en república, decisiones que fueron confirmadas por el Libertador, contra su voluntad inicialmente.
Sucre fue Presidente pese a muchas dificultades creadas por miembros del Ejército Libertador descontentos y a los propios políticos bolivianos cuya ambición no les permitía aceptar como primer mandatario a un extranjero. Sucre tenía el propósito de abandonar el país en definitiva; pero la falta de recursos económicos le impedía trasladar consigo a las tropas colombianas. Fue entonces que en un amotinamiento, resultó víctima de un atentado consumado por los granaderos colombianos. Aprovechando de estas dificultades, el general peruano Agustín Gamarra invadió el país, lo que obligó al Mariscal a renunciar a la presidencia, pese a lo cual fue apresado por el Coronel Pedro Blanco para apresurar su salida del país.
Al abandonar Bolivia, el Gran Mariscal dejó un mensaje, un testamento político, en el que pide “preservar por sobre todas las cosas la independencia de Bolivia”.
Muy poco tiempo permaneció en Quito, en su hogar, pues, fue nuevamente llamado por Bolívar que le nombró Comandante de la campaña para contrarrestar un ataque peruano a Colombia. En la batalla del Portete de Tarqui alcanzó su última victoria militar, esta vez sobre el ejército peruano comandado por La Mar y Gamarra. Elegido presidente del Congreso fue víctima de la politiquería que le impulsó a dejarlo todo y marcharse a Quito; pero, fue asesinado por orden de esos enemigos políticos, no personales, en la montaña de Berruecos, el 3 de junio de 1830. Bolívar, verdaderamente acongojado al recibir la noticia exclamó: “Se ha derramado la sangre de Abel”. Posteriormente, comentó: “Yo creo que la mira de este crimen ha sido privar a la patria de un sucesor mío”.
En Bolivia, la capital de la república lleva, honrada, su nombre.

Fuente: Floren Sanabria G. “Presidentes de Bolivia”. Editorial Proinsa. La Paz. Texto oficial del sistema educativo boliviano.

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