Aclaración que hizo el militar boliviano Antonio Arguedas Mendieta desmintiendo la acusación que le hicieran acerca del robo del diario de Ernesto Che Guevara en Bolivia.
Explanation that made the Bolivian military Antonio Arguedas Mendieta denying the accusation that they made him about the robbery of Ernesto Che Guevara’s diary notebook in Bolivia.
Otros artículos:
Yo tuve las manos del Che Guevara en mis manos.
Freddy Alborta, el hombre que fotografió al Che Guevara muerto en Vallegrande.
Yo llevé las manos cortadas del Che Guevara de Bolivia a Cuba.
Yo saqué el Diario del Che Guevara de Bolivia camino a Cuba.
Cómo el Che Guevara llegó a luchar (y a morir) en Bolivia.
Yo tuve las manos del Che Guevara en mis manos.
Freddy Alborta, el hombre que fotografió al Che Guevara muerto en Vallegrande.
Yo llevé las manos cortadas del Che Guevara de Bolivia a Cuba.
Yo saqué el Diario del Che Guevara de Bolivia camino a Cuba.
Cómo el Che Guevara llegó a luchar (y a morir) en Bolivia.
Desde su autodenominada “condena a muerte civil”, el ex ministro del Interior de Bolivia abandona su silencio y afirma que todas las órdenes de ejecución (respecto del cadáver, despojos y pertenencias de Ernesto Che Guevara luego de que fuera victimado) las impartió el general Alfredo Ovando Candia, que fue el coronel (Roberto “Toto”) Quintanilla quien trasladó a La Paz las manos y la mascarilla mortuoria, y que Ovando, molesto, le dijo que hiciera con ellas “lo que le diera la gana”.
“Entonces fue que se las di a Víctor Zannier”.
Sostiene que éste se las pasó a dirigentes del PC (Partido Comunista de Bolivia), los que a su vez los hicieron llegar a Cuba. Arguedas presume que hubo magnicidio en la muerte del General Barrientos. “Qué buscan las desinformaciones difundidas por exagentes del ministerio de Gobierno?”, se pregunta.
La expectativa causada por las revelaciones del General (r) Mario Vargas Salinas, sobre el lugar en que se encuentran enterrados los restos del Comandante Guerrillero Ernesto Guevara; una nota publicada en el matutino “La Razón” el día 25 de noviembre del año en curso (1995); y la calumnia en contra mía (de Antonio Arguedas) difundida por Gustavo Sánchez Salazar, me imponen el deber de repetir aclaraciones efectuadas hace 28 años, confirmadas por memorias, documentos oficiales y procesos judiciales contra algunos de los implicados en los sucesos acaecidos.
1.- Las órdenes para las ejecuciones de todos los prisioneros; para el cercenamiento de las manos del cadáver del “Che” Guevara; y, para hacer desaparecer los restos de los guerrilleros caídos en combate o ejecutados después de haberse rendido, fueron impartidas por el General (fallecido) Alfredo Ovando Candia.
2.- Ningún militar, policía, funcionario civil o médico que cumplió funciones en la zona militar, recibió instrucciones u órdenes del Ministerio de Gobierno. Todos estaban subordinados a las autoridades militares que dirigían la campaña antiguerrillera.
3.- Mis responsabilidades como Ministro de Gobierno se encuadraron a la conducción política del enfrentamiento anticastrista; y, al control de la seguridad interior fuera del área de operaciones militares.
4.- El Coronel de Policía Roberto Quintanilla, subjefe del Servicio de Inteligencia del Estado, después del combate en la quebrada del “Churo” (Yuro), viajó a Vallegrande acompañando a agentes de la Policía Federal Argentina y norteamericanos de la CIA, encargados de identificar los restos del Comandante Guevara.
5.- A pedido de agentes cubano-norteamericanos, el Coronel Quintanilla trasladó a La Paz las manos y la mascarilla del cadáver del “Che”. Este hecho hice conocer al General Ovando, quien me ordenó hacer desaparecer o destruir los despojos y la mascarilla mortuoria. Ante mi insistencia que para al efecto firmara una orden escrita, el Comandante en Jefe, muy molesto me dijo: “haga lo que le dé la gana bajo su responsabilidad”.
6.- Bajo mi responsabilidad entregué los restos al periodista Víctor Zannier, quien posteriormente me dijo, que las manos y la mascarilla del “Che” las había entregado a dirigentes del Partido Comunista, los mismos que los entregaron a la esposa del “Che” y al gobierno cubano.
7.- Todos los medios de comunicación social de esa época fueron informados por el General Ovando, sindicándome de haber “robado” el Diario de Campaña del “Che” Guevara. En aquel entonces sostuve firmemente que ni el gobierno ni las Fuerzas Armadas me habían facilitado el famoso diario del guerrillero ni ningún otro documento relacionado con la campaña antiguerrillera. Que yo había enviado a Cuba una copia del diario del Comandante Guevara, que la CIA había distribuido a todos los organismos de inteligencia de las Américas y del Mundo. Aclaré que yo no tenía obligación legal o moral alguna para cuidar secretos norteamericanos.
8.- Memorias, procesos judiciales posteriores y documentos oficiales confirman que yo he dicho la verdad. Completamente desvinculado de toda actividad política no pretendo favorecer a nadie con esta aclaración. La condena a muerte civil a que me someten los que ejercen el poder para encubrir y proteger la corrupción administrativa y el narcotráfico me obliga a guardar silencio.
9.- El exagente que figuraba en las planillas de pago del Ministerio de Gobierno con los seudónimos de “Rosita” y “Mary Aro” parece estar proporcionando informaciones grotescamente deformadas, al honorable diputado Mario Rueda Peña, quien escribe anécdotas sin relación alguna con los hechos ocurridos.
10.- El señor (Gustavo) Sánchez Salazar, en lugar de calumnias debe decir la verdad de todo lo que sabe con respecto al magnicidio del General Barrientos, al asesinato del líder campesino Jorge Soliz Román y a misteriosos operativos “contra” el narcotráfico en el Beni.
11.- Tengo la fundada sospecha que ex agentes del Ministerio de Gobierno, buscan algún émulo de los golpistas seudo revolucionarios de fines de la década de los años 60. Al lavar la imagen de los sicarios creen que sus aventuras y crímenes serán olvidados. Los esposos Alexander, Otero Calderón, el Coronel Larrea y los guerrilleros de Ñancahuazú y Teoponte desde la tumba acusan a Ovando y su avispado lugarteniente (que) de fascista devino en comunista para justificar su asalto al gobierno del país
Autor: Antonio Arguedas Mendieta: “No robé el Diario”.
Fuente: Periódico “Presencia”. La Paz, 9 de diciembre de 1995.
MI padre,ya anciano hoy,fue compañero de estudios de aNTONIO Arguedas.Ambos,y mi padrino,estudiaron en Argentina,ciudad de Cordoba, Fuerza Aerea. Me narro sus charlas personales entre compañeros que anualmente se reunian desDe viejas epocas.Mi padrino,otrora jefe de aeropuerto de la Ciudad de Posadas (hoy ya muerto),fue quien le dio aviso a Arguedas de un avion que habia aterrizado a reabasteserse, cuyo derrotero era sumamente sospechoso. hasta que al acercarse a una pequeña ventanilla vio soldados (guerrila) en lugar de "carga" que era lo declarado.Mi padre me relato todo tipo de detalles. Fueron todos intimos desde sus estudios.Si a alguien le interesa conocer mas en detalle la historia intima que nadie conose, mi padre aun esta lucido,aunque no por mucho dada su edad. Considero puede realizar un buen aporte a esa vieja historia.Sabe hasta de como Fidel "entrego" a sus hasta ahi compañeros, El CHE habia pasado a ser un posible,y solo posible competidor futuro por el poder.Cuando Arguedas se exilio en Inglaterra, paso previamente por un lugar cercano al aeroparque,se reunio con mi padrino, y dado que tenia que deshacerse de sus armas, le entrego un arma de guerra que fue la que se la confiscada al Che en su captura.Desconosco que pueda haber hecho luego mi finado padrino con dicha arma.PARA MAS, AL QUE LE INETRESEN DETALLES DE PRIMERAS MANOS, MI PADRE SERIA AUN INDICADO.. YA NO POR MUCHO, DADA SU ALTA EDAD.
ResponderEliminar