Resumen de la vida y trayectoria de esta importante personalidad boliviana.
Simply view about life and trajectory of this important Bolivian.
Otras biografías:
Santos Marka T'ula.
Ruber Antonio Carvalho Urey.
Roberto Querejazú Calvo.
Roberto Choque.
Ricardo José Bustamante.
Sebastián Pagador fue un líder y protomártir de la emancipación boliviana, sargento mestizo, que encabezó tropas rebeldes al Coloniaje español en el altiplano andino de lo que ahora es Bolivia, en el afán libertario, siendo actor clave en la sublevación de 1781.
Pagador murió mientras resguardaba las cajas reales que estaban destinadas a cubrir los gastos que supondría el arribo de Túpac Amaru a Oruro; durante su vigilia unos indígenas quisieron asaltarlas y éste le rompió la cabeza a uno de ellos, desatando la furia de los otros que le dieron muerte.
Una noche antes del 10 de febrero de 1781, el sargento Sebastián Pagador lanzó en el cuartel de la ciudad la proclama que lo hiciera famoso:
“Amigos, paisanos y compañeros: estad ciertos que se intenta la más aleve traición contra nosotros por los chapetones, esta noticia acaba de comunicárseme por mi hija. En ninguna ocasión podemos mejor dar evidentes pruebas de nuestro amor a la patria, sino en esta. No estimemos en nada nuestras vidas, sacrifiquémoslas, gustosos en defensa de la libertad, convirtiendo toda la humanidad y rendimiento que hemos tenido con los españoles europeos, en ira y furor y acabemos de una vez con esta maldita raza”.
Al día siguiente, sábado 10 de febrero, vinieron las acciones rebeldes contra los españoles en horas de la noche. Los partidarios de otro líder igual a él, Jacinto Rodríguez, entre mineros, artesanos y gente del “bajo pueblo” (la ranchería) se reunieron en el cerro de Conchupata, que dividía la parte de la ciudad de Oruro ocupada por los nobles españoles de los barrios o “ranchería” de los colonos e indígenas, más otros pobladores, al toque de pututus (cuernos sonoros) bajaron desde las minas aledañas.
Cerca de las 20:30 de la noche avanzaron hacia la Plaza Mayor comenzando el tumulto.
Jacinto Rodríguez se convirtió en el líder de este levantamiento y entre los insurgentes al grito de “Muera el mal gobierno”, “Muerte a los chapetones”, avanzaron contra el barrio español, destacándose el sargento Sebastian Pagador.
Los días posteriores fueron fatales. No se perdonó a ninguno de los españoles y de todas las comunidades cercanas llegó la indiada a tomar posesión de la villa.
La extraña alianza de indios y criollos duró simplemente unos días; ya que después se tornó incontrolable la situación. Los indios mataron a Sebastián Pagador y Jacinto Rodríguez quien después de la victoria del 10 de febrero se convirtió en el nuevo corregidor de la Villa, con la ayuda de su hermano Juan de Dios Rodríguez, quien tuvo que expulsar a los indios con apoyo de la población que ya estaba cansada de los desmanes cometidos.
Aquel hecho derivó más tarde en la venganza de los indios que atacaron a la Villa, aunque salieron perdiendo finalmente, pues sólo con hondas y piedras nada se hacía ante armas de fuego.
Los indios asumieron otra estrategia y decidieron cercar a Oruro, cerrar todos los caminos para que no pasase alimento alguno.
El sufrimiento de la gente era tal, que incluso se decidió perdonar a muchos españoles que permanecían escondidos; y en ese estado de cosas, a fines de marzo de ese año, el vasallaje a la corona española fue repuesto con la entrada triunfal del comandante José de Ayarza, con lo que prácticamente cayó por los suelos el objetivo central de la añorada independencia que se buscaba aquel memorable 10 de febrero de 1781.
Fuente principal: Recursos Educativos, del Ministerio de Educación de Bolivia. Contenido libre.
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Otras biografías:
Santos Marka T'ula.
Ruber Antonio Carvalho Urey.
Roberto Querejazú Calvo.
Roberto Choque.
Ricardo José Bustamante.
Sebastián Pagador fue un líder y protomártir de la emancipación boliviana, sargento mestizo, que encabezó tropas rebeldes al Coloniaje español en el altiplano andino de lo que ahora es Bolivia, en el afán libertario, siendo actor clave en la sublevación de 1781.
Pagador murió mientras resguardaba las cajas reales que estaban destinadas a cubrir los gastos que supondría el arribo de Túpac Amaru a Oruro; durante su vigilia unos indígenas quisieron asaltarlas y éste le rompió la cabeza a uno de ellos, desatando la furia de los otros que le dieron muerte.
Una noche antes del 10 de febrero de 1781, el sargento Sebastián Pagador lanzó en el cuartel de la ciudad la proclama que lo hiciera famoso:
“Amigos, paisanos y compañeros: estad ciertos que se intenta la más aleve traición contra nosotros por los chapetones, esta noticia acaba de comunicárseme por mi hija. En ninguna ocasión podemos mejor dar evidentes pruebas de nuestro amor a la patria, sino en esta. No estimemos en nada nuestras vidas, sacrifiquémoslas, gustosos en defensa de la libertad, convirtiendo toda la humanidad y rendimiento que hemos tenido con los españoles europeos, en ira y furor y acabemos de una vez con esta maldita raza”.
Al día siguiente, sábado 10 de febrero, vinieron las acciones rebeldes contra los españoles en horas de la noche. Los partidarios de otro líder igual a él, Jacinto Rodríguez, entre mineros, artesanos y gente del “bajo pueblo” (la ranchería) se reunieron en el cerro de Conchupata, que dividía la parte de la ciudad de Oruro ocupada por los nobles españoles de los barrios o “ranchería” de los colonos e indígenas, más otros pobladores, al toque de pututus (cuernos sonoros) bajaron desde las minas aledañas.
Cerca de las 20:30 de la noche avanzaron hacia la Plaza Mayor comenzando el tumulto.
Jacinto Rodríguez se convirtió en el líder de este levantamiento y entre los insurgentes al grito de “Muera el mal gobierno”, “Muerte a los chapetones”, avanzaron contra el barrio español, destacándose el sargento Sebastian Pagador.
Los días posteriores fueron fatales. No se perdonó a ninguno de los españoles y de todas las comunidades cercanas llegó la indiada a tomar posesión de la villa.
La extraña alianza de indios y criollos duró simplemente unos días; ya que después se tornó incontrolable la situación. Los indios mataron a Sebastián Pagador y Jacinto Rodríguez quien después de la victoria del 10 de febrero se convirtió en el nuevo corregidor de la Villa, con la ayuda de su hermano Juan de Dios Rodríguez, quien tuvo que expulsar a los indios con apoyo de la población que ya estaba cansada de los desmanes cometidos.
Aquel hecho derivó más tarde en la venganza de los indios que atacaron a la Villa, aunque salieron perdiendo finalmente, pues sólo con hondas y piedras nada se hacía ante armas de fuego.
Los indios asumieron otra estrategia y decidieron cercar a Oruro, cerrar todos los caminos para que no pasase alimento alguno.
El sufrimiento de la gente era tal, que incluso se decidió perdonar a muchos españoles que permanecían escondidos; y en ese estado de cosas, a fines de marzo de ese año, el vasallaje a la corona española fue repuesto con la entrada triunfal del comandante José de Ayarza, con lo que prácticamente cayó por los suelos el objetivo central de la añorada independencia que se buscaba aquel memorable 10 de febrero de 1781.
Fuente principal: Recursos Educativos, del Ministerio de Educación de Bolivia. Contenido libre.
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