sábado, 13 de diciembre de 2014

Amor: sentimiento sobre la razón?

Si comparamos el amor como un caballo de carreras queda claro que sin un jinete que lo controle nunca puede ganar una carrera o ni siquiera terminarla sin estragos.

If we compare the love like a horse of careers is clear that can never win a career without a horseman that controls it or not even to finish it without havocs.

Otros artículos:

Es posible amar de manera "inteligente".

Pensamientos idealizados sobre el amor.

Lo costoso de limitar el amor.

Cómo sabes que estás amando irracionalmente?.

El amor sano respeta nuestra autonomía.


Si privilegiamos siempre el sentimiento sobre la razón, estaremos predispuestos a pasar fácilmente de la ilusión a la desilusión.

Viene a mi memoria el caso de Claudia, una mujer que un buen día tomó conciencia de cómo la había afectado el amor romántico:

"Es increíble, antes todo era hermoso... Estoy asombrada de cómo cambió mi perspectiva ahora que desperté del letargo. Su masculinidad, que tanto me encantaba, ahora me parece puro machismo. Me gustaba que fuera trabajador, pero hoy considero que es ambicioso. Me fascinaba que fuera seguro de sí mismo, pero al cabo de tres años la supuesta seguridad se transformó en testarudez. Y la sinceridad, el valor por excelencia que le había visto al comienzo, se convirtió en agresión y desconsideración. Usted tiene razón, el amor romántico es un arma de doble filo. Ya no sé si lo amo, pero lo importante es que no puedo ni quiero vivir con él".

¿Evolución o involución afectiva la de Claudia?
Más lo primero, sin duda.

La mente se despeja y "vemos lo que es" o lo que siempre fue: lucidez que aparece cuando el sentimiento le deja espacio a la razón.
Repito: si tu vida de pareja dependiera exclusivamente del sentimiento, sería tan inestable y fluctuante como el clima.
Ante una relación pésima tienes dos posibilidades:

Pensamiento realista (así duela): "Nos queremos mucho, pero no podemos vivir juntos".
Pensamiento irracional (así produzca alivio):"Somos totalmente distintos, el agua y el aceite, pero si hay amor, vale la pena intentarlo".

Malas noticias: el amor interpersonal no puede juntar el agua y el aceite, ni multiplicar panes y peces.

Cuando hablo de racionalidad afectiva, sobre todo en las malas relaciones, no me refiero a que debamos "saber" por qué amamos a alguien, sino "por qué" no deberíamos amarlo, que es, sin duda, más importante y esclarecedor.

Fuente: Walter Riso: "Los límites del amor. Hasta dónde amarte sin renunciar a lo que soy".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se agradece cualquier comentario sobre este artículo o el blog en general, siempre que no contenga términos inapropiados, en cuyo caso, será eliminado...