El amor debe servir para que la pareja crezca y es enriquezca pero nunca para ensalzar a una de las personas y hacer desaparecer a la otra persona.
The love should serve so that the couple grows and enriches but never to exalt somebody and to make the other person disappear.
Otros artículos:
Cuando el amor es un tormento....
Hasta dónde debemos amar?.
Amor y convivencia sí, amor suicida no.
El amor frente a los valores y antivalores.
A veces hay que decir que ya basta.
Cuando obstaculizan tu autorrealización.
El psicólogo y humanista Abraham Maslow decía: "Un músico debe hacer música, un pintor debe pintar, un poeta debe escribir, si a final de cuentas quiere ser feliz. Lo que un hombre puede ser, debe serlo. A esta necesidad podemos llamarla autorrealización". Hoy, sabemos en psicología que el desarrollo de las propias capacidades y fortalezas son necesarias para la salud mental. La represión es enemiga de la felicidad.
La pregunta que surge es obvia: ¿por qué motivo el amor que sientes por tu pareja debe impedir la expansión satisfactoria de tus talentos y capacidades personales? Hablo de los deseos que te mueven, de lo que quieres hacer, de tus motivaciones vitales, de lo que te empuja a ser lo que eres y no otra persona.
Todo lo que nos haga crecer como seres humanos, mientras no sea destructivo ni para uno ni para otros, debe llevarse a cabo, si no queremos sentirnos incompletos. No hablo de impulsos patológicos, como las adicciones o las perversiones, sino de esa energía y pulsión de vida que nos hacen más humanos cuanto más las llevamos a cabo.
Sin obsesionarnos por ello, la búsqueda de la excelencia (superación no egocéntrica) y el perfeccionamiento (mejoramiento continuo) definen el arte de vivir. ¿Cuál es tu ideal del "yo", tu vocación, tus aficiones, tus querencias, tus gustos, tus sueños, tus proyectos de vida? ¿Por qué abandonarlos? Un amor que exija la castración motivacional e intelectual del otro para que funcione, no es amor sino esclavitud.
Le pregunto a alguien: "¿Cuál es su sentido de vida, señora?"
Ella me mira en silencio, piensa un rato y luego responde con una sonrisa: "Mis hijos".
Yo insisto: "Y si sus hijos no existieran, ¿qué haría, qué significado tendría su vida?"
Piensa otro rato y me contesta: "Ninguno, no tendría sentido".
Vivir para otros, con otros y en otros: la simbiosis más allá de la placenta. No hay que destruirse para amar a un hijo. No debo quitarme la vida para producir vida.
Mi madre siempre había querido cantar, su voz de soprano me acunó desde niño con un amplio repertorio de canciones napolitanas tradicionales. Una vez me dijo: "Si volviera a nacer, cantaría en la ópera". Y hasta el día de su muerte me hice la misma pregunta: ¿por qué no lo hizo o por qué no lo intentó? La pobreza, la emigración, mi padre, vaya uno a saber; quizás, de haberlo hecho, yo no habría nacido. ¿Un acto de amor? Sin duda, pero hacia sus futuros hijos, no hacia ella.
Fuente: Walter Riso: "Los límites del amor. Hasta dónde amarte sin renunciar a lo que soy".
The love should serve so that the couple grows and enriches but never to exalt somebody and to make the other person disappear.
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Hasta dónde debemos amar?.
Amor y convivencia sí, amor suicida no.
El amor frente a los valores y antivalores.
A veces hay que decir que ya basta.
Cuando obstaculizan tu autorrealización.
El psicólogo y humanista Abraham Maslow decía: "Un músico debe hacer música, un pintor debe pintar, un poeta debe escribir, si a final de cuentas quiere ser feliz. Lo que un hombre puede ser, debe serlo. A esta necesidad podemos llamarla autorrealización". Hoy, sabemos en psicología que el desarrollo de las propias capacidades y fortalezas son necesarias para la salud mental. La represión es enemiga de la felicidad.
La pregunta que surge es obvia: ¿por qué motivo el amor que sientes por tu pareja debe impedir la expansión satisfactoria de tus talentos y capacidades personales? Hablo de los deseos que te mueven, de lo que quieres hacer, de tus motivaciones vitales, de lo que te empuja a ser lo que eres y no otra persona.
Todo lo que nos haga crecer como seres humanos, mientras no sea destructivo ni para uno ni para otros, debe llevarse a cabo, si no queremos sentirnos incompletos. No hablo de impulsos patológicos, como las adicciones o las perversiones, sino de esa energía y pulsión de vida que nos hacen más humanos cuanto más las llevamos a cabo.
Sin obsesionarnos por ello, la búsqueda de la excelencia (superación no egocéntrica) y el perfeccionamiento (mejoramiento continuo) definen el arte de vivir. ¿Cuál es tu ideal del "yo", tu vocación, tus aficiones, tus querencias, tus gustos, tus sueños, tus proyectos de vida? ¿Por qué abandonarlos? Un amor que exija la castración motivacional e intelectual del otro para que funcione, no es amor sino esclavitud.
Le pregunto a alguien: "¿Cuál es su sentido de vida, señora?"
Ella me mira en silencio, piensa un rato y luego responde con una sonrisa: "Mis hijos".
Yo insisto: "Y si sus hijos no existieran, ¿qué haría, qué significado tendría su vida?"
Piensa otro rato y me contesta: "Ninguno, no tendría sentido".
Vivir para otros, con otros y en otros: la simbiosis más allá de la placenta. No hay que destruirse para amar a un hijo. No debo quitarme la vida para producir vida.
Mi madre siempre había querido cantar, su voz de soprano me acunó desde niño con un amplio repertorio de canciones napolitanas tradicionales. Una vez me dijo: "Si volviera a nacer, cantaría en la ópera". Y hasta el día de su muerte me hice la misma pregunta: ¿por qué no lo hizo o por qué no lo intentó? La pobreza, la emigración, mi padre, vaya uno a saber; quizás, de haberlo hecho, yo no habría nacido. ¿Un acto de amor? Sin duda, pero hacia sus futuros hijos, no hacia ella.
Fuente: Walter Riso: "Los límites del amor. Hasta dónde amarte sin renunciar a lo que soy".
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