domingo, 30 de noviembre de 2014

Glosario quechua – español: Introducción

Terminología de los principales vocablos en lengua quechua y su significado en idioma español.

Terminology of the main words in Quechua language and their meaning in Spanish language.

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INTRODUCCIÓN.

Este trabajo ha sido elaborado para responder a las exigencias de los maestros de Educación Intercultural Bilingüe y para responder a las inquietudes de los estudiantes y estudiosos hablantes y no hablantes de la lengua quechua. Ya que hoy están retornando los tiempos de recuperación de la identidad cultural boliviana. Este diccionario se ha preparado, fundamentalmente, en la bibliografía y en una segunda etapa haremos la investigación de campo, este último para completar y mejorar esta obra; por el momento citamos el autor consultado con un número, cuyo número, al final de este diccionario, da la referencia correspondiente. Muchas de ellas quizás sean lejanas en tiempo y espacio, sin embargo creemos que se pueden rescatar palabras olvidadas antes que usar préstamos insulsos de otras lenguas.

La característica tipológica de la lengua castellana es flexiva y hasta cierto punto aislante, describe el género gramatical en su discurso; y la quechua es opuesta, es una lengua aglutinante y no describe el género gramatical, esto como muestra de sus diferencias. Pero, quizá lo más diferente sean la forma en la que el andino y el castellano hablante entienden y estructuran la realidad: Los puntos de partida son otros, la ideología otra, el entendimiento del mundo y de las cosas otro". Por éstas y otras características lingüísticas, no es fácil hacer un diccionario bilingüe.

DICCIONARIOS QUECHUAS.

Aquí anotamos algunos de los diccionarios más celebrados, aunque no hemos alcanzado a consultar todos. Mencionamos aquí por respeto a su antigüedad y repercusión y los otros que hemos usado como obras de consulta fundamental, citamos en la bibliografía.

Domingo de Santo Thomas, Fray (1520-1570).
Religioso de las primeras épocas coloniales, nació en Sevilla y murió en La Plata. Escribió entre otras "Lexicón o Vocabulario de la Lengua General del Perú llamada quichua"; publicado en 1560; por el impresor Francisco Fernández de Córdoba en Valladolid. Se publicó una nueva edición facsimilar en Lima en 1951. Parece quechua costeño.

Diego González de Olguín (1552 -1618).
Quechua cuzqueño. Publicó en 1608 una obra titulada "Vocabvlario de la lengua general de todo el Perv llamada qquichua o del Inca". "Es el mayor monumento de la lengua quechua de todos los tiempos y su más clásico hontanar" (R. Porras Barrenechea). Esta obra -dice Jesús Lara- "...no se aparta mucho del derrotero trazado por Santo Tomás. Aunque nos presenta un léxico mucho más rico y menos desordenado y revela un conocimiento más amplio del idioma, no escasean en su obra las deficiencias e imperfecciones" (Lara, 1971). Una última edición fue 1989 por la Universidad Nacional Mayor San Marcos en Lima - Perú.

Jorge A. Lira ( ).
Quechua cuzqueño. En 1941 Jorge A. Lira publica un "Diccionario kkechuwa -español, en La Universidad Nacional de Tucumán - Argentina; posteriormente el SECAB, Convenio "Andrés Bello", publicó la segunda edición en Bogotá. "Esta obra contiene una asombrosa miríada de vocablos en un volumen que consta de nada menos que de 1199 páginas" (Lara). Y como su nombre lo dice tiene entrada sólo de quechua a castellano y no viceversa.

Jesús Lara (1898 -1978?).
En 1971 publica un "Diccionario qheshwa - castellano, castellano - qheshwa", con un documentado comentario sobre los diccionarios coloniales y hasta la década del 1970. Contiene muchas fuentes y dialectos coloniales.

Joaquín Herrero ( ) y Federico Sánchez de Lozada.
En 1984 publicó un "Diccionario quechua" en Cochabamba, esta obra tiene entrada quechua - castellano y castellano - quechua, es otro de los grandes diccionarios por su dimensión.

Sabemos que existen varios diccionarios quechuas que por falta de tiempo no hemos consultado, entre ellos podemos destacar a los siguientes autores: César Guardia Mayorga, José Mario Benigno Farfán, Andrés Alencastre, Teodoro Meneses, Honorio Mossi, Alfredo Torero y Gary Parker.

Para finalizar, recientemente han apreciado dos obras que sin duda tienen su valor; la Universidad Autónoma Tomás Frías de Potosí ha publicado "Diccionario especializado quechua" de Donato Gómez y Ángel Herbas publicó con el apoyo del Matutino PRESENCIA, un "Diccionario castellano quichua", ambas sirven para continuar el trabajo lexicográfico quechua en la educación boliviana.

ESTE DICCIONARIO.

Este diccionario bilingüe tiene dos partes, la que tiene de entrada en castellano al quechua y la que tiene de quechua al castellano. Los léxicos quechuas ordenados alfabéticamente, han sido encontrados en la abundante bibliografía del quechua y muchas de estas palabras, las que no conocemos, llevan una cita o mejor un paréntesis y número o números, los mismos que coinciden con la bibliografía consultada, aunque a nosotros no nos consta, pero refieren los autores citados. El orden alfabético del quechua, de entrada en este diccionario, es el siguiente:
A CH CHH CH' I J K KH K' L LL M N Ñ P PH P' Q QH Q' R S T TH T' U W X Y.

BREVE HISTORIA DEL ALFABETO.

Para esta obra y para su mejor información sobre los alfabetos reproducimos y adecuamos a un anterior trabajo sobre alfabetos aimara y quechua.
En realidad existieron una serie de alfabetos para el quechua y aimara. Muchos fueron enfocados con criterios empíricos de simple ajuste al castellano y latín. Muy pocos fueron creados con intención de preservar y desarrollar la lengua quechua en base a la lingüística. Otros optaron criterios políticos de extinción y castellanización; así como hay los considerados inviables, debido a que sus propios autores no han escrito página alguna con su alfabeto ni sus allegados ni adherentes escribieron con él. "Las tentativas de crear un alfabeto para las lenguas nativas, comenzaron desde que se empezó a evangelizar a los nativos en 1533 hasta 1983, año de la unificación de los alfabetos".

El alfabeto quechua y el aimara fueron reconocidos por Decreto Ley No 03820 del 1 de septiembre de 1954, firmado por el Dr. Víctor Paz Estenssoro, y previamente aprobado por el III Congreso Internacional Indigenista Interamericano que se reunió en La Paz. Anteriormente fue aprobado en el Perú, 1939, por el XXXIX Congreso Internacional de Americanistas. Poco después, en 1968, los protestantes hicieron reconocer otro alfabeto para el aimara, por el Decreto Supremo No 8483, de 18 de septiembre de 1968, firmado por el Gral. Rene Barrientos Ortuño. Este hecho anarquiza la situación, pues como era sólo para el aimara no derogaba el anterior que reconocía al quechua y aimara, resultando el Decreto de Paz Estenssoro para dos lenguas y el de Barrientos Ortuño sólo para aimara las cosas no estaban claras, pues los dos decretos eran válidos.

"El Instituto Nacional de Estudios Lingüísticos (INEL), dependiente del Instituto Boliviano de Cultura (IBC) y ésta del entonces Ministerio de Educación y Cultura continuaba usando el alfabeto [quechua y aimara] aprobado por el III Congreso Indigenista Interamericano legalizado en 1954; por otro lado CALA, una entidad protestante, usa el alfabeto aprobado por Barrientos en 1968; tercero el mismo año, por desacuerdo y porque el nuevo alfabeto oficial técnicamente era inconsistente, surgió el alfabeto fonémico elaborado por Juan de Dios Yapita que fue tomando cuerpo. Debido a las exigencias que surgían de las tres corrientes, para llevar a cabo el plan de alfabetización de entonces en sus alfabetos, se tuvo que pensar en la unificación de alfabetos tanto para el aimara como para el quechua.

En 1983, a iniciativa del Servicio Nacional de Alfabetización y Educación Popular (SENALEP), y ante la anarquía de uso incoherente de una serie de alfabetos para encarar un plan de alfabetización, con el apoyo y participación de organismos estatales, académicos, sindicales y populares se convocó a un Seminario Internacional con el título de "Hacia una Educación Intercultural y Bilingüe" con el fin de tratar una variedad de problemas educativos, uno de los cuales fue "la anarquía de alfabetos".
En dicho evento, estaban presentes los representantes de las diversas entidades e instituciones. Para mejor información cito parte del documento de divulgación del Ministerio de Educación y Cultura titulado “Alfabeto único oficial para los idiomas aymara y quechua”, publicado en octubre de 1983, sobre la participación de instituciones para la unificación de los alfabetos de aimara y quechua. Textualmente dice: "El Ministerio de Educación y Cultura a través de sus organismos especializados y descentralizados; Instituto Boliviano de Cultura (IBC), Instituto Nacional de Antropología (INA), el Instituto Nacional de Estudios Lingüísticos (INEL), el Servicio Nacional de Alfabetización y Educación Popular (SENALEP) y el Proyecto Rural I de Cochabamba.

Las Universidades: "San Andrés" de La Paz, y "San Simón" de Cochabamba. La Central Obrera Boliviana (COB) y la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). También participaron representantes de: La Comisión de Alfabetización y Literatura en Aymara (CALA), ALFALIT Boliviano, EMELAT, Instituto de Lengua y Cultura aymara (ILCA), Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), Sociedad Bíblica, Instituto de Idiomas Maryknoll y Radio "San Gabriel".
En la reunión de Cochabamba, se contó, además, con los representantes del Proyecto de Educación Bilingüe de Puno, Perú, (Ministerio de Educación - Misión Alemana) -INIDE- y la Universidad Católica de Ecuador (CEI)".
Este evento se llevó a cabo del 8 al 12 de agosto de 1983 en la ciudad de Cochabamba. En esa ocasión después de deponer toda actitud intransigente y en aras de la unidad y por el compromiso de trabajar por la recuperación de las lenguas aimara y quechua se unificó y se adoptó el nuevo alfabeto. Y para no extenderse más en inútiles discusiones se dio la posibilidad de usar las cinco vocales castellanas con la esperanza de que con el tiempo se comprendiera mejor el problema, hecho que sucedió en el presente, pues mucha gente empieza a comprender y tomar conciencia de un alfabeto con perspectiva, eso fue con el fin de no violentar (a costumbre de escribir con cinco vocales; El siguiente año, el alfabeto unificado fue reconocido y oficializado bajo el D.S. No 202.27 del 9 de mayo de 1984, derogándose anteriores disposiciones (sic.) contrarias a dicho Decreto Supremo. Se refiere a los anteriores decretos que reconocían alfabetos de las lenguas aimara y quechua.
Al presente, todos escriben con el Alfabeto Único del aimara y quechua, salvo alguno que aún mantiene el antiguo alfabeto colonial, hoy llamado "tradicional".


LAS VOCALES QUECHUAS Y AIMARAS.

Varios autores, sin estudio técnico, han usado las cinco vocales del castellano en la escritura de las lenguas aimara y quechua como si fuesen la lengua castellana o como si hubiera algún parentesco o tipología entre las lenguas andinas y la indoeuropea castellana. "El sistema fonémico de cada idioma es distinto" (Swadesh). De no haber ocurrido la inversión de vocales en la comunicación de los hablantes aimaras o quechuas, cuando se expresaban en castellano, no habría necesidad de hablar sobre el problema. Es muy sabido que las personas que han aprendido una segunda o tercera lengua siempre han encontrado problemas en los sonidos diferentes e inexistentes en su idioma.

Las interferencias no sólo se dan en fonología sino también en la sintaxis. Los ejemplos abundan en las expresiones de nativos cuando se expresan en castellano o en extranjeros ingleses, franceses, alemanes u otros cuando hablan el castellano. Pero hechas las investigaciones científicas sobre la materia, se ha comprobado que el aimara y quechua no tienen las cinco vocales como el castellano sino solamente tres /i/, /a/ y /u/, con varios alófonos, variaciones o gradaciones. "Todos los lingüistas están de acuerdo en que tanto el quechua como el aymara originalmente tienen sólo tres vocales fonémicos |a, i, u|" (X. Albo).
Así lo habían ya intuido Domingo de Santo Thomas, González de Olguin, Bertonio, Torres Rubio, Middendorf y otros autores de la época colonial y postcolonial hablar de la dudosa existencia de las vocales e y o, cuando la ciencia de la lingüística todavía no había nacido. Actualmente se sabe que el aimara tiene fonéticamente ocho o nueve vocales a nivel de variaciones pero sólo tres vocales fonémicas.

La fonética es la descripción de las realizaciones concretas de la lengua con sus aspectos suprasegmentales de las que resultan los alófonos, y/o variaciones, y éstos aún pueden variar mientras que la fonémica describe las unidades diferenciadoras de significado. Aquí interesa la distinción de significado y función que cumple una unidad fonémica y es indivisible.
Veamos algunos contrastes entre lo fonético [ ] y lo fonémico / /: fonética fonémica [i] [u] /i/ /u/ [I] [v] [e] [o] [E] [O] [a] [A] /a/. Veamos algunos ejemplos en la escritura fonética y fonémica: [ónqOy] enfermedad /unquy/ [t'ántA] pan /t'anta/ [qhÁpAq] adinerado /qhapaq/ [póqOy] madurar /puquy/ [llÁXta] pueblo /llaqta/ [qÉna] quena, /qina/ [qówI] conejo /quwi/ [mánU] deuda /manu/ Además aunque uno escriba [q'IpE, p'iqe, q'epE, q'ipI, q'ipi], la palabra aimara no cambia de significado. Pero, en castellano, estas variantes suponen cambios de significado, es decir, son fonémicas. Ejemplos: socio, sucio; mesa, misa; piso, peso, etc. Las vocales abiertas e y o y sus variantes normalmente, en aimara sólo se producen con las cuatro consonantes postvelares, debido al punto de articulación en que se encuentran estas consonantes. Prácticamente el aimara hablante no percibe ni mínimamente las variaciones internas de las tres vocales.

"A veces el investigador del idioma autóctono es un fonetista a la antigua, que sabe analizar pero no sintetizar" (Swadesh), "...la mera presencia de alófonos no justifica la adopción de letras distintas. Llevados por este principio, en quechua y aymara no llegaríamos a cinco sino a ocho, diez o más vocales (!). Un hablante de castellano sólo percibe cinco, pero un inglés detectará fácilmente otras muchas variantes. Tampoco vale el argumento pedagógico para la transición al castellano. El contraste e/i, o/u no se detectará precisamente en los alófonos sino en los contrastes de sentido, y ello ocurrirá ante todo en el aprendizaje del castellano como segunda lengua" (Albó).
Para los profesores universitarios usar cinco vocales en la lengua aimara, sabiendo que no es así, es un descrédito, decía un lingüista de la Universidad de San Andrés.

PARA TERMINAR.

El uso del alfabeto único y oficial entre los aimaras se ha generalizado en forma notable. En menos de diez años la producción escrita con este alfabeto ha sobrepasado lo que otros han hecho en treinta años. Esta demostración cuantitativa y cualitativa dejaría estupefactos a muchos.

Últimamente, frente a intentos aislados de modificar el alfabeto único, en el "IV Congreso Internacional Académico de las lenguas quechua, aymara y guaraní" que se realizó en los primeros días del mes de octubre de 1992, en Cochabamba, se ratificó la vigencia del alfabeto único y oficial de las mencionadas lenguas. Algunas partes salientes del Boletín de la Academia, dice: "La institución académica rescatará las conclusiones y recomendaciones de congresos, seminarios, mesas redondas, talleres e investigaciones referidas a la lingüística andina-amazónica y la educación intercultural bilingüe. Socializará experiencias y trabajos de investigación actual de la lingüística, sociolingüística y temas afines. También apoyará a las acciones de normalización lingüística en base al D.S. 20227/84, hacia la implementación de la educación intercultural bilingüe, la alfabetización y postalfabetización. Otra de las tareas será la de conformar las Academias regionales según las características lingüísticas de nuestro país" (Boletín de la Academia de Lenguas Aimara, Quechua, Guaraní y otras).

La importancia de las lenguas indígenas ha sido demostrada hace tiempo y hoy se corrobora. Asimismo el problema de alfabetos ya ha sido superado por las investigaciones lingüísticas y el tiempo. Ahora hay que llevar a cabo estudios de lexicografía, semántica y la normalización lingüística del quechua y alcanzar finalmente la producción y uso correcto de la lengua; esto es posible sólo con esta clase de trabajos; por el momento quizá muy generales, pero sí irá despertando a los que hablan quechua de otras muchas regiones y pronto ellos escribirán la variedad dialectal de su provincia.

Continuará…

Autores: Teofilo Laime Ajacopa, Efraín Cazazola, Félix Layme Pairumani y Pedro Plaza Martínez. “Diccionario Bilingüe”. “Iskay simipi yuyayk’ancha”. Quechua – Castellano; Castellano – Quechua. La Paz, Bolivia. 2007.

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