miércoles, 4 de mayo de 2011

Experimento: ¿platillos voladores?

Fuente: “Ilustrated Science Experiments for Children”. Robert Brown. Tab Books Inc. — Blue Ridge Summit. 1987.

SE NECESITA: Una caja de plástico de zapatos, agua, leche, linterna, cinta adhesiva opaca, una habitación oscura.
HACER ESTO: Cubrir con la cinta el vidrio de la linterna de forma que quede una ranura de medio centímetro para que pase la luz. Poner cuatro o cinco gotas de leche en la caja y llenar con agua. Encender la linterna como se muestra y la luz se reflejará en la superficie del agua hacia abajo.
POR QUÉ: La luz que choca contra la superficie del agua es reflejada hacia abajo. En un artículo de la revista Popular Science de mayo de 1970, David Heiserman sugirió que este fenómeno era una posible explicación a las observaciones de platillos volantes. La luz, explica, puede reflejarse en una inversión de temperatura atmosférica, es decir, un lugar donde el aire caliente reposa sobre el aire más frío. Los faros de un coche que sube una montaña pueden reflejarse hacia abajo a varios kilómetros de distancia, en el otro lado de la montaña, y un pequeño giro del coche puede hacer que las luces reflejadas se muevan muy deprisa.

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