Fuente: “Ilustrated Science Experiments for Children”. Robert Brown. Tab Books Inc. — Blue Ridge Summit. 1987.
SE NECESITA: Tres clavos limpios, tres cuencos, aceite, agua, arena y sal.
HACER ESTO: Untar los clavos con un poco de aceite y colocar uno en cada cuenco. Poner agua en uno, arena y agua en otro y agua salada en el tercero. Dejar reposar. En pocas horas, para estar seguros una noche, el clavo del agua salada mostrará señales de herrumbre, Los otros clavos empezarán a oxidarse, pero más tarde.
POR QUÉ: La solución salada destruye parcialmente la película de aceite que protege el clavo de la oxidación. En cuanto el hierro impuro está en contacto con el agua, oxígeno y dióxido de carbono, empieza a formarse la herrumbre; el oxígeno se combina con el hierro para formar óxido de hierro. La arena no tiene ningún efecto en el proceso de oxidación, excepto que arrastra algo de la película aceitosa, iniciándose antes la oxidación.
SE NECESITA: Tres clavos limpios, tres cuencos, aceite, agua, arena y sal.
HACER ESTO: Untar los clavos con un poco de aceite y colocar uno en cada cuenco. Poner agua en uno, arena y agua en otro y agua salada en el tercero. Dejar reposar. En pocas horas, para estar seguros una noche, el clavo del agua salada mostrará señales de herrumbre, Los otros clavos empezarán a oxidarse, pero más tarde.
POR QUÉ: La solución salada destruye parcialmente la película de aceite que protege el clavo de la oxidación. En cuanto el hierro impuro está en contacto con el agua, oxígeno y dióxido de carbono, empieza a formarse la herrumbre; el oxígeno se combina con el hierro para formar óxido de hierro. La arena no tiene ningún efecto en el proceso de oxidación, excepto que arrastra algo de la película aceitosa, iniciándose antes la oxidación.
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